No te ofendas, pero me parece muy aventurado, por decirlo suave, hablar de castigo divino en ese contexto. Me ha chocado mucho, mucho. Un hijo no es un castigo divino, mujer.
Respeto y admiro a las mujeres que no tienen hijos porque no quieren. Claro que no somos un útero con patas.
Eso de estar a favor o en contra de los tratamientos de fertilidad se dice muy a la ligera. Imagínate que deseas algo con todas tus fuerzas, el otro extremo del rechazo tan brutal por no tenerlos. El ver a tus amigas, a tu hermana, a tu compañera de trabajo embarazadas.
Imagínate ahora en la consulta del ginecólogo escuchando que no, que eso que deseas tantísimo que ya te duele, no va a ser fruto de un revolcón con tu pareja, pero que lo tienes al alcance de la mano. Si lo deseas tannnnnto, y lo tienes al alcance de tu mano. Crees que ese deseo tan primario se puede castigar?
Se pasa muy, muy mal. Es una pena indescriptible.
Gracias suiza.
Yo no me he ofendido porque la relación causa-efecto "como has pasado por un tratamiento de fertilidad que es ofender a dios, tus hijos van a ser tu castigo divino" se escapa de rebuscado. Me imagino que una monja radical pensará algo así, pero como no me muevo en esos ambientes, pues esa lógica radical religiosa se me hace difícil de comprender. No se, me imagino que con esa misma lógica los hijos que tienes teniendo relaciones sexuales con ese fin serán maravillosos, mientras que los hijos que tienes a raíz de tener relaciones sexuales placenteras sin intención de quedarte embarazada, serán unos demonios sacados directamente del averno para hacer tu vida lo mas infeliz posible, por disfrutar y eso...mala mujer.
El tratamiento por el que yo pasé no es más que sacarte unos óvulos, fecundarlos con el esperma de tu pareja e implantártelos. Ya ves que complicación. Lo único negativo es lo mal que lo pasas física y psicológicamente. Por lo demás, bastante simple.