Lo de los diminutivos ya lo hemos hablado muchas veces por aquí. A mí tampoco me gustan, a no ser que la persona en cuestión con la que estás hablando acorte su nombre por propia voluntad. Pero que yo tenga un nombre X y venga la gente a llamarme como a ellos les dé la gana, pues no, porque es como si estuvieras llamando a otra persona.