Pues es que acabo de hablar de esto en el hilo de las cosas que nos tiran para atrás en una potencial pareja, esas cosas que nos hacen salir por patas. Y ha salido la gente torpe, ese tipo de personas a las que mejor no regalar una objeto preciado porque lo va a destrozar en cuanto te des la vuelta.
Conozco gente que arrampla con todo lo que haya por delante en su propia casa, hasta de tener los muebles rayados por dar golpes AL CAMINAR EN SU PROPIA CASA. Tiran vasos, platos, quitan un cable del enchufe y arrancan el enchufe de la pared, y no os creáis que son hombres rudos que acaban de ser domesticados o que salen del Libro de la Selva, que hablo de señoras, mujeres, el s*x* "delicao" y dulce, presuntamente más "cuidadosas". Una pariente mía tiene hasta los cajones de la nevera y el congelador destrozados por tirar fuerte cuando va a sacar algo de comida.
Yo no soy precisamente un dechado de virtudes y puedo tener ramalazos de torpe que pueden evidenciar una cierta falta de neuronas a veces, pero hay gente que de verdad, con la de psiquiatras que habrán en el paro, que estudien a esta gente que TODO LO ROMPE. Están para poblar el ala oeste de la López Ibor.
Una pariente mía (tengo parientes que pueden ser personajes de un libro de Cela, Lorca o una peli de Berlanga) pues tiene la casa destrozaíta: la ha destrozado ella misma y sus hijas, todas mujeres, que ves el cuadro familiar y te preguntas cómo serán los hombres; pues no, los hombres son más delicados y cuidan más de sus cosas. Hasta mi pariente legionario que desfilaba con una cabra y se curtió en chungos cuarteles militares, tenía la casa como un pincel de la dinastía Ming de China de lo cuidada que la tenía. El resto de la familia, locas del quince que van como locas por la vida (y nadie hace nada para solucionarlo). Los coches llenos de abolladuras, rayajos, de "ay qué descuido" a la hora de conducir, me dejé las gafas NECESARIAS en algún cajón o algo, ya las buscaré. Si voy a su casa de visita especialmente a comer, se que ese día habré oído el sonido de algo romperse, no falla, siempre hay un golpe en sus casas. Me gustaría que viérais sus teléfonos móviles, pantalla táctil que parece el cristal de un furgón militar de la franja de Gaza: destroce absoluto, le faltan las marcas de los disparos. No sé qué hacen con los móviles o si entienden que no hace falta estamparlos contra el suelo para llamar a alguien.
Asocio esto a gente que es tan nerviosa y está tan ensimismada en su vida, que no se dan cuenta de lo que hacen, hasta que se cargan algo. No falla: todos los torpes y destrozadores profesionales son gente nerviosa que parece que desayunan anfetas con cocaína. Gente que está verdaderamente loca, neuróticos, nervios y zumbados, hacen de Pepe Viyuela un adorable aficionado.
Conozco gente que arrampla con todo lo que haya por delante en su propia casa, hasta de tener los muebles rayados por dar golpes AL CAMINAR EN SU PROPIA CASA. Tiran vasos, platos, quitan un cable del enchufe y arrancan el enchufe de la pared, y no os creáis que son hombres rudos que acaban de ser domesticados o que salen del Libro de la Selva, que hablo de señoras, mujeres, el s*x* "delicao" y dulce, presuntamente más "cuidadosas". Una pariente mía tiene hasta los cajones de la nevera y el congelador destrozados por tirar fuerte cuando va a sacar algo de comida.
Yo no soy precisamente un dechado de virtudes y puedo tener ramalazos de torpe que pueden evidenciar una cierta falta de neuronas a veces, pero hay gente que de verdad, con la de psiquiatras que habrán en el paro, que estudien a esta gente que TODO LO ROMPE. Están para poblar el ala oeste de la López Ibor.
Una pariente mía (tengo parientes que pueden ser personajes de un libro de Cela, Lorca o una peli de Berlanga) pues tiene la casa destrozaíta: la ha destrozado ella misma y sus hijas, todas mujeres, que ves el cuadro familiar y te preguntas cómo serán los hombres; pues no, los hombres son más delicados y cuidan más de sus cosas. Hasta mi pariente legionario que desfilaba con una cabra y se curtió en chungos cuarteles militares, tenía la casa como un pincel de la dinastía Ming de China de lo cuidada que la tenía. El resto de la familia, locas del quince que van como locas por la vida (y nadie hace nada para solucionarlo). Los coches llenos de abolladuras, rayajos, de "ay qué descuido" a la hora de conducir, me dejé las gafas NECESARIAS en algún cajón o algo, ya las buscaré. Si voy a su casa de visita especialmente a comer, se que ese día habré oído el sonido de algo romperse, no falla, siempre hay un golpe en sus casas. Me gustaría que viérais sus teléfonos móviles, pantalla táctil que parece el cristal de un furgón militar de la franja de Gaza: destroce absoluto, le faltan las marcas de los disparos. No sé qué hacen con los móviles o si entienden que no hace falta estamparlos contra el suelo para llamar a alguien.
Asocio esto a gente que es tan nerviosa y está tan ensimismada en su vida, que no se dan cuenta de lo que hacen, hasta que se cargan algo. No falla: todos los torpes y destrozadores profesionales son gente nerviosa que parece que desayunan anfetas con cocaína. Gente que está verdaderamente loca, neuróticos, nervios y zumbados, hacen de Pepe Viyuela un adorable aficionado.