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Las mías, tanto Matriarca como casadisimas, cuando yo estaba presente, si había algún tema que yo no debía oír ( por no pertenecer al sagrado círculo de las mujeres con alianza en el dedo anular), se iban a la cocina a hablar.
Curioso, porque era el único momento en el que entraban allí. El resto del tiempo, era cosa mía. Ellas se iban comiéndose el postre por el pasillo (literalmente, lo he vivido) y la cocina llena de platos, para la hermanita soltera.
Aún recuerdo cuando llegué un día antes de la hora a su casa. No me oyeron entrar, y vi la puerta del salón, al fondo del pasillo, cerrada. Me escame, porque nunca estaba cerrada. Mi padre estaba en la cama, ya muy enfermo. Fui de puntillas hasta la puerta y la abrí de golpe. Estaban la Matriarca y la retrasadita, y se pegaron el susto de su vida. La retrasadita me preguntó ¿cuanto tiempo llevas ahí escuchando ??. Ahí supe que me estaban ocultando la gravedad de lo de mi padre .. Y aún así lo siguieron negando.
Ayyyyyy madre.....
Otro ejemplo de CAMPEONA. Toda una SEÑORA. De la cabeza a los pies. Olé!!