Os leo a ambas y... también podría ser yo. El caso es que no tengo claro qué pasó en mi infancia y primera juventud (mi padre murió a mis 19 años), pero algo me dice que es como contáis... Él siempre fue el malo, al que había que temer, el que hacía que odiáramos la llave abriendo la puerta del piso por las noches, el borracho, el grosero, el negado... y bueno de medalla no fue (eso lo recuerdo), pero me pregunto por qué empezó a beber, por qué empezó a salir más de la cuenta, por qué se distanció tanto de mi madre, etc., etc., etc. No lo sé: no puedo saber si toda la culpa fue suya, o mi madre tuvo algo que ver. No guardo muchos recuerdos de aquellos tiempos, salvo que ella hablaba mal de él a todas horas, que faltaba el dinero en casa, y que el ambiente era insoportable... Los reproches entre ambos eran constantes, y de todo fuimos testigos sus hijos. No sé quién empezaría. No sé quién tuvo la culpa. Solo sé que ya no lo veo todo como antes: la buena y el malo. Ahora veo intermedios, y me da mucho qué pensar...Me has llegado a lo más profundo @Div@, leyéndote me estoy leyendo a mi, lo pasé peor cuando mi padre murió, cuando me di cuenta del enganho de mi madre para con él toda mi vida, ya había fallecido, tuve una depresión gorda, estuve internada, todos los abrazos que no le dí, todos los besos que le negué, todas las palabras lindas que no salieron de mi boca...se las digo ahora, porque su espíritu ha venido a veces, lo he sentido a mi lado, como cuando era ninha y jugaba salvaje con nosotros, sus hijos y nos compraba chucherías en el kiosko y era nuestro secreto, mamá no debía saber nada...
Yo tampoco pude pararlo, no sabía, mi padre era el simpático y dicharachero en el barrio, pero no en casa, y por supuesto (lo conté en un post al principio) el "ogro", "cuidado que ahí viene el ogro" (o el monstruo), lo hizo hasta que se puso enfermo y se fue en anho y medio, enfermo decía que no podíamos visitarlo porque deliraba, loqueaba y no nos quería ver (palabras textuales). Un hermano fue el único que consiguió verlo con vida tres meses antes de partir y todo porque el teléfono ardía entre los cuatro hijos sin nadie atreverse a decirle a mi madre que eso no lo podíamos consentir...
Ya pasé todas las fases del duelo, ya ni siquiera lo echo de menos porque lo tengo conmigo, más cerca de lo que nunca antes lo tuve en vida. No quería contar ésto, pero, la verdad, y repitiéndome, te leo y me veo a mí misma hace más de 15 anhos, con mi padre enfermo de gravedad y sin poder visitarlo porque mi madre dijo que no, y se lo dijo a todos, sin regodeos, sin haber descartado a ninguno, así porque ella lo vale, y nadie se atrevió a contradecirle hasta casi el último momento.
Tan cruel y nosotros tan ciegos....Que pudimos haber hecho más? Imposible! con las herramientas que teníamos en aquel entonces no, ya no me culpo, no fuimos culpables de algo que no sabíamos...
Un abrazo enorme y tranquila, lo que tenga que ser será, no tengas culpa, pues en verdad no puedes hacer más de lo que haces.