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Claro es que alguien tiene que tener la cabeza en su sitio porque sinó menudo panorama. Además parte de mi trabajo es cara al público así que si no estoy centrada... Dicen que los hijos somos egoístas pero algunos padres tela.No es egoísta, ¿por qué? Priorizar la salud mental y el bienestar de uno mismo no es egoísta.
Cuidar de ti no es egoísmo. Para nada. Yo tengo 44 años y tengo rachas muy malas, pero ahí voy. Como muchas aquí, luchando.Sí prima, he hecho terapia dos veces y la última fue hace unos diez años. Me fue muy bien y de hecho creo que si no la hubiese hecho ahora estaría aún peor, pero a pesar de haber basado un 70 u 80 por ciento de mi terapia en el tema familiar hay cosas que no supero. Y también se junta que a mí edad ya no tengo la misma energía y bastante tengo con cuidar de mí misma. Puede sonar muy egoísta pero es lo que pienso. Gracias por responderme.
Lo que está claro es que aunque salgamos de su entorno, consigamos más o menos distacia emocional y peleando cada una como pueda para sobrellevarlo o superarlo, el haber convivido con todo esto desde pequeñ@s no ha dejado tocadas y con secuelas de por vida, rollo trastornos ansiosos, depres etc. Yo idem. Con una ansiedad y una autoestima de mierda que ya no sé qué hacer. Y lo siento, pero por varias experiencias negativas, no tengo mucha fe en los psicólogos. Y ahí voy. Días buenos, días regulares y días nefastos.Me alegro mucho. Yo sigo en la lucha porque tengo un trastorno adaptativo, cuadro ansioso-depresivo. Me he quedado tocada. Pero en la lucha sigo. De vez en cuando recaídas, crisis nerviosas, visitas a urgencias... Y luchando. Hoy me encuentro mal y leeros me ayuda. Algunas vais saliendo, y se me saltan las lágrimas. Y otras no pueden, y sufro con ellas.
Es curioso porque cuando eres un niño o adolescente lo que más miedo da es que tus padres se separen, que se desmorone la "normalidad " que siempre has conocido, que te obliguen a elegir entre uno de los dos... Después creces, maduras y piensas en el gran favor que se hubiesen hecho a ellos mismos y a nosotros si hubiesen tenido lo que hay que tener. Una mala relación marca a los hijos más que un divorcio. Los niños se adaptan a los cambios más fácilmente que los adultos así que un divorcio es un mal trago temporal y ya. Lo sé por los hijos de amigas divorciadas. Pero ver desde siempre ciertos comportamientos tóxicos en tus padres y encima tener que oír que siguen por los hijos es una mochila que se va cargando poco a poco y no te puedes desprender. Y no hablo de violencia de género, que no es mi caso, sino de malas contestaciones, malas caras, palabras feas, semanas sin dirigirse la palabra... Eso hace mucho daño. Ánimo prima! Siempre nos quedará este rinconcito para desahogarnos.Cuidar de ti no es egoísmo. Para nada. Yo tengo 44 años y tengo rachas muy malas, pero ahí voy. Como muchas aquí, luchando.
Mis padres siempre chocaron mucho.. Algo que compartimos muchas de las que estanos aquí es que somos hijas de matrimonios fracasados. Son mujeres que se casaron y tuvieron hijos porque tocaba, pero no eran felices. Y no tuvieron valor para separarse, no.
Yo sola no podría tirar... Las personas de mi entorno que conocen mi historia me ayudan mucho y me apoyo en ellas. Mis hijos no son adultos y no puedo cargarles con esto.
Creo que cumples con tus padres. No pienso que seas egoísta. Un abrazo fuerte.
Ni te imaginas cómo te entiendo y lo reflejada que veo mi historia en algunas vivencias que relatas. Es un sinvivir porque necesitas saber de ellos por tu padre, pero a la vez la tienes a ella en todo lo alto amargandote la vida con cada comentario...y sujeta como si llegaras una enorme cadena al cuello que te permita vivir y disfrutar del camino. Haz lo que pienses que le sienta mejor a tu cuerpo y a tu mente. Yo tuve que poner distancia porque me ahogaba, coger el teléfono me suponía ataque de pánico diario.Hola primas! He empezado a leer el hilo pero son muchas páginas y necesito desahogarme. A ver por dónde empiezo. Tengo 51 años y soy la mayor de tres hermanos. A los nueve años tuve una enfermedad muy grave que me tuvo perdiendo de un hilo durante semanas aunque por suerte salí adelante. Me quedó una secuela que aunque me jode no impide que mi vida sea normal. Os cuento esto porque creo que es importante. Aquel episodio nos marcó a todos e hizo que mi madre fuese más sobreprotectora conmigo que con mis hermanos, pero a la vez a veces me trataba como si yo fuese una adulta cuando no tocaba. Suena muy incoherente pero así era. Mis padres nunca se llevaron bien, de hecho con la perspectiva que te da la edad pienso que se tendrían que haber divorciado hace mucho, pero no lo hicieron y tengo recuerdos muy dolorosos de cuando mi madre se desahogaba conmigo y me contaba los problemas con mi padre cuando yo tenía apenas doce o trece años. A los catorce sucedió un episodio que me marcó especialmente. Mis padres tuvieron una pelea muy gorda y todo por ideas infundadas de mi madre por la familia de mi padre, a los que no podía ni ver y no os sabría decir por qué. No eran perfectos pero nunca hicieron nada para merecer ese odio. Es más, fueron los únicos que nos ayudaron con mis hermanos cuando yo estuve enferma, cosa que mi familia materna no hizo.
Recuerdo como si fuera ayer a mí madre arrinconándome para decir pestes de mi padre. Cosas muy gordas que yo con catorce años no tenía por qué saber. Recuerdo el pavor que sentía pensando que si le decía que no me contara nada mi madre iba a dejar de quererme. Aguanté unos días hasta que no pude más y le dije que por favor parara, que los dos eran mis padres y les quería igual, que no quería que me hablara así de mi padre. Su reacción fue gritarme y decirme que no merecía ni lo que comía. Me pasé una semana entera en mi habitación (era verano) saliendo sólo para lo básico y sin parar de llorar. Me quería morir, primas. Literalmente. Jamás he vuelto a sentir una sensación de desconsuelo y desamparo como aquella vez. Recuerdo que le escribí una carta pidiéndole perdón y diciéndole que la quería pero que también quería a mí padre y me la rompió en mis narices. He hecho terapia dos veces en mi vida y aún no he conseguido superar aquello.
Mi madre siempre fue una mujer luchadora y trabajadora y siempre se desvivió por nosotros. Lo mismo que digo una cosa digo la otra. Siempre nos animó a estudiar y nunca nos faltó de nada, pero a veces tenía reacciones extrañas. Nunca sabías por dónde te podía salir. En mi adolescencia nunca tuve la libertad que tuvieron mis hermanos unos años más tarde supongo que por la sobre protección que decía antes. Conmigo era excesivamente miedosa y siempre me decía que no iba a salir por si me pasaba algo. Yo lloraba pero era bastante sumisa así que despotricaba lo justo y no me rebelaba. A los diecinueve años empecé a trabajar y las cosas cambiaron bastante. A los veintiséis me independicé y ahí ya me sentí liberada del todo. Lo único que no he conseguido es dejar de sentirme mal cuando planeo un viaje porque ella intenta boicotearme por todos los medios. Aún así yo hago mi vida.
Hace unos veinte años mi madre tuvo un brote psicótico y aquello fueron meses de infierno. Supongo que el trastorno de personalidad que le diagnosticaron le venía de mucho antes y empezamos a atar cabos y a entender ciertos comportamientos como el episodio que viví a los catorce años. No voy a entrar en detalles pero lo que sufrimos todos con aquello no se lo deseo a nadie.
La situación actual es la siguiente: padres camino de los ochenta años, jubilados y conviviendo 24/7. Mí padre tiene una enfermedad crónica que le hace estar conectado a una máquina y no puede salir. Mí madre en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde que tuvo el brote y cada día peor de la cabeza. La hemos llevado a varios neurólogos y después de hacerle pruebas de todo tipo todos descartan demencia y Alzheimer y dicen que todo lo que le pasa es además de por su transtorno por su carácter nervioso y ansioso. Se pasan todo el día discutiendo y faltándose al respeto. Sólo os diré que hacía años que yo no estaba tan serena mentalmente como durante el confínamiento. Los tres hermanos tenemos que llamar todos los días y ay de ti si un día no llamas porque te lo echa en cara. Las llamadas de atención y el chantaje emocional son el pan nuestro de cada día. Y podría seguir y no acabaría nunca.
Hace un rato me ha llamado con un drama nuevo y como la he mandado a pastar (porque ya no le tengo miedo) me ha llamado poco menos que mala hija. Y es que sabéis qué pasa? Que con tanta llamada de atención y tanta falsa alarma esto se ha convertido en el cuento del lobo y ni mis hermanos ni yo nos creemos nada. Cuando he colgado estaba temblando y hasta me ha dado dolor de tripa. Y todo esto hace que mi secuela se acentue más. Vivo sola y me lo como yo solita y tampoco quiero calentarles la cabeza a mis amigos así que me siento entre la espada y la pared. A veces me hundo y me siento la peor hija del mundo y otras me empodero y me digo que no, que cuando tengo que estar estoy y que yo no puedo caer en una depresión porque no es justo. Es muy duro, primas.
Os pido perdón por la chapa y si habéis conseguido leer hasta el final os doy las gracias.
No la pierdas, busca quién te lleve aunque tengas que pasar por varios antes.Lo que está claro es que aunque salgamos de su entorno, consigamos más o menos distacia emocional y peleando cada una como pueda para sobrellevarlo o superarlo, el haber convivido con todo esto desde pequeñ@s no ha dejado tocadas y con secuelas de por vida, rollo trastornos ansiosos, depres etc. Yo idem. Con una ansiedad y una autoestima de mierda que ya no sé qué hacer. Y lo siento, pero por varias experiencias negativas, no tengo mucha fe en los psicólogos. Y ahí voy. Días buenos, días regulares y días nefastos.
Mi madre también se desahogaba conmigo despotricando de mi padre. Había un nivel de odio entre ellos, que hacía la convivencia asfixiante. La diferencia es que yo creo que a mi padre nunca lo he querido. No puedes querer a alguien que nunca está, ni ejerce de padre. Además, qué coxx, si yo era invisible ante sus ojos!. Para él, su predilecta era mi hermana. Y sin disimular, al nivel de llevársela de compras y venir con ropa bonita y cara y a mí ni unos calcetines. Tal cual. Luego eso lo extendió con los nietos. Actuaba así con los hijos de ella y a la mía ni puñetero caso. Entonces entre esto y que mi madre, bueno, era la única que en su día me atendió en plan de que se preocupaba de alimentarme, de que tuviera ropa limpia y cuidarme cuando estaba mala pues yo me posicionaba a su favor contra mi padre. Vaya infancias de mierda que nos han hecho vivir esa generación de padres/ madres frustados, ignorantes, sin cultura, no vividos, casados porque era lo que tocaba...Es curioso porque cuando eres un niño o adolescente lo que más miedo da es que tus padres se separen, que se desmorone la "normalidad " que siempre has conocido, que te obliguen a elegir entre uno de los dos... Después creces, maduras y piensas en el gran favor que se hubiesen hecho a ellos mismos y a nosotros si hubiesen tenido lo que hay que tener. Una mala relación marca a los hijos más que un divorcio. Los niños se adaptan a los cambios más fácilmente que los adultos así que un divorcio es un mal trago temporal y ya. Lo sé por los hijos de amigas divorciadas. Pero ver desde siempre ciertos comportamientos tóxicos en tus padres y encima tener que oír que siguen por los hijos es una mochila que se va cargando poco a poco y no te puedes desprender. Y no hablo de violencia de género, que no es mi caso, sino de malas contestaciones, malas caras, palabras feas, semanas sin dirigirse la palabra... Eso hace mucho daño. Ánimo prima! Siempre nos quedará este rinconcito para desahogarnos.
Es curioso, al revés nunca ha salido una mala palabra. Defensa como si fuera una verdad absoluta, nunca la ha cuestionado. Es el único que me toca la parte sensible aunque sea consciente que con su actitud ahora mismo es cómplice, pienso que en soledad seguro que se rompe igual que yo me rompo con los míos...Qué ocurre? Encima seguimos patrón de que descargaban su odio contra los padres con nosotras?
Estamos en las mismas. Yo antes de llamar tengo que pensar si es un buen momento (para mí), coger aire y echarle valor. Para llamar a mi madre! Y a mi hermana le pasa lo mismo. Ella fue la más lista y se fue a vivir a más de dos mil kilómetros pero la machaca igual. A cada uno nos machaca de una manera. Hace unos años iba varios días a la semana, luego dejé de ir los domingos después de dar mil explicaciones y ahora me limito a ir una vez por semana y mi esfuerzo me cuesta. Ya les he dicho muchas veces que se me quitan las ganas de ir pero parece que no se enteran. Muchas veces me he planteado no ir en un tiempo pero después me da pena y voy. La de veces que vuelvo a casa llorando en el coche! En cuanto a los desahogos ya se podrían buscar una amiga, no?Ni te imaginas cómo te entiendo y lo reflejada que veo mi historia en algunas vivencias que relatas. Es un sinvivir porque necesitas saber de ellos por tu padre, pero a la vez la tienes a ella en todo lo alto amargandote la vida con cada comentario...y sujeta como si llegaras una enorme cadena al cuello que te permita vivir y disfrutar del camino. Haz lo que pienses que le sienta mejor a tu cuerpo y a tu mente. Yo tuve que poner distancia porque me ahogaba, coger el teléfono me suponía ataque de pánico diario.
Es que aunque marques distancias, te muestres fría como el témpano, no se dan por aludidas, ellas a la suya, estando ahí pero sin estar. Por lo menos la mía. Ayer discutimos, ya he comentado que vivimos en la misma finca. Pues al rato viene y como si nada, a pedirme una cosa que necesitaba para cocinar.Estamos en las mismas. Yo antes de llamar tengo que pensar si es un buen momento (para mí), coger aire y echarle valor. Para llamar a mi madre! Y a mi hermana le pasa lo mismo. Ella fue la más lista y se fue a vivir a más de dos mil kilómetros pero la machaca igual. A cada uno nos machaca de una manera. Hace unos años iba varios días a la semana, luego dejé de ir los domingos después de dar mil explicaciones y ahora me limito a ir una vez por semana y mi esfuerzo me cuesta. Ya les he dicho muchas veces que se me quitan las ganas de ir pero parece que no se enteran. Muchas veces me he planteado no ir en un tiempo pero después me da pena y voy. La de veces que vuelvo a casa llorando en el coche! En cuanto a los desahogos ya se podrían buscar una amiga, no?
@Sildavia , opino lo mismo. Sigue intentándolo hasta que encuentres a alguno con quien tengas feeling.
