@Beltane:
A mí me han llegado a hacer unas preguntas y comentarios en las entrevistas que rozan lo indecente. En la penúltima que tuve, el tío me preguntó si iba al gimnasio. Yo le dije que no y él me dijo que debería ir, porque es bueno para la salud y porque está demostrado que hacer deporte reduce el estrés y la ansiedad (ejem, ejem, hay estudios recientes que demuestran que esto es un mito, pero en fin). Yo le contesto que el ejercicio lo hago en casa (es verdad: jamás he pisado un gimnasio ni me apuntaré a ninguno porque sé que NO iría, en cambio en casa soy constante y hago mi rutina diaria). El tío me dice que en casa no, que lo que se hace en casa no sirve de nada. Que vaya al gimnasio. Todo esto en una entrevista para un puesto de administrativa. Yo mosqueada tenía ganas de decirle al entrevistador que para un puesto de administrativa, que yo vaya o no al gimnasio es tan relevante como si consumo lácteos o si cuando f*llo me pongo arriba o abajo.
Otro momento que me encanta es cuando te preguntan si crees que harás bien ese trabajo y se te ves capacitado. Yo siempre les digo que esa pregunta es como preguntarle a dos personas que se acaban de conocer en una primera cita si creen que están hechos el uno para el otro o si serán felices toda la vida el uno al lado del otro. Eso se ve con la convivencia diaria, no en una primera cita. Pues las entrevistas es lo mismo: te puedes hacer una idea, pero hasta que no experimentas el día a día no lo puedes saber. Es que en serio... después se quejan de que damos respuestas estandarizadas (una entrevistadora se me quejó de eso) y yo digo oye, pues fácil, no hagáis preguntas estandarizadas. "Es que todos contestáis lo mismo", me dijo. "Es que todos preguntáis lo mismo", me dieron ganas de responder.
En otra entrevista me dijeron que llamarían tanto si era que sí como si era que no. De la criba total, llegué a la fase final: éramos cuatro candidatos para un puesto y la de RRHH dijo que sí, que llamaría. El lunes. Todavía estoy esperando. Ha pasado un mes. Cuando me la encuentro por las mañanas en la puerta del cole dejando a los críos (jaja, sí, es lo que tiene vivir en un sitio pequeño) la tía baja la mirada y se esconde. Qué nivel, Maribel.
A mi me pasó una cosa rarísima en una entrevista. La entrevista era en las oficinas de una nave industrial, así que al llegar y pasar por el almacén con poca luz y un frío de coj*nes ya empecé a notar raruno el ambiente. Después en las oficinas me hicieron la entrevista dos personas: un chaval más joven que yo y un chico que sería de mi edad o un poco más mayor. Nada mas empezar me sueltan un "estamos buscando a alguien más joven" (yo tenía 26 años) y era mi segundo trabajo. Me quedé un poco out, con el comentario pero seguí soltando mi rollo. Con que termino las preguntas y silencio sepulcral... yo ahí sentada mirándolos esperando a ver qué decían. Y me suelta el tío de mi edad todo serio y mirándome fijamente a los ojos "tu y yo nos conocemos de algo, verdad?" pero me lo dijo como si nos conociéramos de algo "malo" digamos. Yo en ese momento pensé "ay! no que seguro que he tenido algún rollo con este tío alguna noche loca y no me acuerdo". Y yo le contesté un rotundo "NO, no creo que nos conozcamos". Y silencio sepulcral.
Y el tío sin quitarme la mirada fija me vuelve a decir más serio todavía "pues yo creo que si que nos conocemos". Y yo ahí ya empecé a incomodarme mucho, porque pensé que realmente nos conocíamos y yo no me acordaba. Y además, según su cara y sus formas no era de algo bueno. Así que le dije que no lo creía otra vez y les dije que si había algo más, que si no me iba.
Así que me levanté y me fui. El joven me acompañó otra vez a la puerta y me volvió a soltar lo de que "lo sentía mucho pero que era muy mayor". Así que me fui con una sensación muuuuuuy rara porque notaba que pasaba algo y no sabía el qué.
Le he dado mucha vueltas a ese día, y no consigo encontrar sentido ni a sus comentarios y por supuesto no he conseguido recordar a esa persona, así que estoy convencida de que no lo conocía de nada.
La idea de qeu fuera una prueba a ver cómo reaccionaba no me convence, porque lo que me quedó claro de ese día es que los dos eran muuuuuuuuy tontos.