Historias y anécdotas que os hayan pasado en una iglesia.

Los monaguilos de los años 50 en pueblos tan atrasados como el de mi marido, eran niños abusados laboralmente, físicamente maltratados con saña, torturados psicológicamente, puestos en gravísimo peligro al tocar las campanas y subir junto a la cuerda pudiendo caer desde el campanario. Yo hasta lloro cuando me lo cuenta. Los niños estaban a merced de gente cruel y los padres en su ignorancia extrema lo permitían porque los curas eran " hombres santos"
La vida cotidiana de muchos niños del rural de la época, sería motivo de intervención de los servicios sociales desde el desayuno (En algunas zonas Aguardiente), si vamos a la explotación laboral ya ni hablamos. Y veinte años antes, era mucho peor,a sí salieron de duras esas generaciones.

Mi padre fue monaguillo ene esa época en un pueblecito costero cántabro, y lo tiene idealizado. En los 80, un cura amigo de la familia me ofreció ejercer en su parroquia, muy cercana a mi ciudad, pero rural 100% y mi padre me dijo que no fuera, porque a los niños de la aldea le haría ilusión y que no era justo que les quitara lo suyo. Supongo que es cuestión de suerte.
En otra ocasión también en una misa del gallo, en mi adolescencia, estando la iglesia a reventar, una amiga y yo nos quedamos sin sitio y tuvimos que estar toda la misa de pie. En un momento dado empecé a agobiarme, empecé a bostezar cada dos segundos intentando llevar oxigeno a mi cerebro que empezaba a pedírmelo a gritos, un sudor frío me llenó todo el cuerpo y empecé a marearme. Le dije a mi amiga de irnos, cuando íbamos por el pasillo abajo todo el mundo mirándonos, mi amiga me dijo después que llevaba la cara blanquísima, ahí empecé a ver borroso y a oir lejanísimo. Llegó un momento en que solo veía negro y CATAPÚM!!! Me comí todo el cancel de la puerta, al recobrar el conocimiento estaba ya en la puerta, sangrando por la nariz, mi amiga temblando de los nervios y un muchacho del pueblo que pasaba por alli me cogió en brazos y me llevó a mi casa. No pasé más susto y más vergüenza en mi vida jajaja. Creo que ese fue uno de mis orígenes a la fobia que le tengo a las multitudes hoy en día
Lipotimias en misa a mi me dieron una cuantas de chaval. Hasta creo que asocio el olor pegajoso del incienso en exceso, con marearme, y claro como quería ser un hombretón, aguantaba de pie hasta que caía literalmente en redondo, pero nunca me hice daño, gracias a Dios. Una vez me paso en la boda de mi prima, y eso que fue al aire libre, en la finca de mis tíos en Guadalajara. Como estaban forrados, hay testimonio videográfico profesional del revuelo que ocasioné al estamparme en el terrazo, pues de aquella, el video era una cosa modernísima y cara. No había de aquella programas tontorrones de esos de videos "graciosos" que se popularizarían tiempo después, sino el cuñao capullo de turno lo mandaba ahí fijo.

Luego crecí y nunca me volvió a pasar.

Y bueno, en los oficios de Semana Santa, caía la peña como moscas, y era normal. Iglesia petada, dos tercios de la iglesia de pie, calor y agobio, todo el mundo transpirando a saco, falta de aire, incienso a tope, ceremonía eternas...
 
Los monaguilos de los años 50 en pueblos tan atrasados como el de mi marido, eran niños abusados laboralmente, físicamente maltratados con saña, torturados psicológicamente, puestos en gravísimo peligro al tocar las campanas y subir junto a la cuerda pudiendo caer desde el campanario. Yo hasta lloro cuando me lo cuenta. Los niños estaban a merced de gente cruel y los padres en su ignorancia extrema lo permitían porque los curas eran " hombres santos"


Hay de todo, mi padre fue monaguillo y troleaba a los curas que menudos eran él y sus amigos. Había uno que se zampaba las hostias consagradas antes de la comunión y así durante un año, se bebían el vino, unos gamberrillos con sotana. También tengo un primo segundo que fue monaguillo pero éste lo fue en los 90 y ya con curas de otro rollo, encima se lo pasaba bien
 
Lipotimias en misa a mi me dieron una cuantas de chaval. Hasta creo que asocio el olor pegajoso del incienso en exceso, con marearme, y claro como quería ser un hombretón, aguantaba de pie hasta que caía literalmente en redondo, pero nunca me hice daño, gracias a Dios. Una vez me paso en la boda de mi prima, y eso que fue al aire libre, en la finca de mis tíos en Guadalajara. Como estaban forrados, hay testimonio videográfico profesional del revuelo que ocasioné al estamparme en el terrazo, pues de aquella, el video era una cosa modernísima y cara. No había de aquella programas tontorrones de esos de videos "graciosos" que se popularizarían tiempo después, sino el cuñao capullo de turno lo mandaba ahí fijo.

Luego crecí y nunca me volvió a pasar.

Y bueno, en los oficios de Semana Santa, caía la peña como moscas, y era normal. Iglesia petada, dos tercios de la iglesia de pie, calor y agobio, todo el mundo transpirando a saco, falta de aire, incienso a tope, ceremonía eternas...


El domingo de Resurrección pasado los curas de mi parroquia abusaron del incienso por encima de sus posibilidades desde la noche anterior, cuando hacen la vigilia de Pascua, que se marcaron una misa maratoniana de horas de oración (con su buen público asistiendo, no creáis) y entre que habían un montón de velas más el incienso, mira, que veías a Cristo resucitado en la misa bailando una jota aragonesa, qué pedal que me pillé por favor. Hasta hicieron comentario "perdonad el humo y el olor", mira, ni en un botellón con marihuana, así estábamos todos, cantando con el coro y de fiesta total, menudo ambientazo de misa pascual, eso parecía el Viñarock, yo estaba ya que me iba de viaje.
 
Lo de negar la comunión o echar a gente de la iglesia que llevara hombros o espaldas al descubierto, escotazos o tirantas en eventos tipo boda, también lo hacia un cura rancio de mi pueblo. Echaba unos rapapolvos impresionantes, diciendo que aquello era la casa del Señor y que habia que entrar decentemente y no como si fueras a una discoteca... era ya un hombre mayor bastante malaje .La gente pillaba unos cabreos monumentales jajaja


Yo tenía 8 años, verano, y mi vestido nuevo de tirantes anchos, o sea, como un vestido sin mangas, y voy con mi prima a misa un domingo. Voy a tomar la comunión y el cura me dice que me la da, pero la próxima vez no si no llevo una chaqueta. HDP de cura, tenía yo 8 años, tirantes anchos y me dice el cabrón que no me la daba más. Me llevé un digusto que pa qué... fuí llorando a casa a contárselo a mis padres.
Ahora no me vería el pelo ese capullo.


Me parece una gilipollez lo de los tirantes en una iglesia, y peor si encima se ponen tontos con niñas, que son niñas, joder, se nota que el que observa esto como una falta viniendo de una niña está enfermo.
En mi parroquia habitual la gente va en verano en tirantes, y en otras muchas de Madrid que conozco, encima ahí con los abanicos y demás que ya conozco a un cura muy majo que un día pidiendo hasta perdón por el calor que hacía y nos dio las gracias por aún así, no perder la misa, que la llenamos por cierto.
En cierta ocasión en una iglesia veo a una chica de mi edad yendo a la misa, que era especial del día (celebración de día señalado, misa con mucha gente) y la tía se me presenta con un traje típico de boda largo y de raso, horterada brutal en una misa "normal" en la que se festeja la onomástica de un santo concreto, y como era traje de tirantes la pava se coloca encima el chal, de boda también, y era un martes o algo así, día laborable. Observé a esta tía todo el tiempo y era un descojone, ahí intentando que no se le cayera el chal y ¡oh! no sea que se le vea un trozo de hombro, parfavar, además tenía pinta de faltarle un hervor importante, me meaba con ella, decía el cura "hoy es el día de nuestra patrona" y ella "¡sí!, oh yes, vamos!!", ahí como si estuviera en el fútbol.

No me gusta ir con escotes a la iglesia, pero unos tirantes en verano, y unas niñas en tirantes, parfavar.
 
Me recuerdas a mi amiga Inmaculada, que estudió en un colegio de monjas muy cabronas y contaba cada movida que flipas, como cuando le arrearon una hostia por sacarle punta al lápiz de más. Sin embargo mi madre estudió con unas monjas que eran majísimas y mi madre las recuerda con muchísimo cariño, pero luego al cambiarse de provincia ya fue a colegio público.

Siempre me han llamado la atención los colegios de monjas y curas.
A mi nunca me zoscaron, ni las vi hacerlo. Pero a veces tenían cosas.... Bueno, alguna, no todas. A muchas les tengo muchísimo cariño. Yo era de aupa también. No era mala cría, pero me evadía mucho en clase y andaba como a mi bola. Cuestionaba todo y claro las sacaba de sus casillas que una niña de 10 años preguntara si no sería que la Virgen no era Virgen y Jesús era hijo de un soldao romano y luego la Virgen se inventó lo del ángel pa colársela al San José.
Imagina en mi casa cuando llamaron porque querían hablar con mis padres del tema.
En general las iglesias, de cría, me daban miedo. Ahora me encantan. Como edificios, no soy muy de rezar. Pero debo tener el record de catedrales vistas en un año. Recuerdo en Hamburgo que me llamó la atención que la gente entraba con los perros. Y la de Stavanger, que parecía la habitación de la niña del exorcista, qué puto frío la leche put*! También recuerdo la luz entrando en Notre Dame.... Penica....
 
De niña me daban mucho miedo los exvotos de cera que hay en muchas iglesias. Recuerdo haber ido de “excursión” con mis tíos a un santuario muy oscuro que estaba lleno de exvotos (creo que fue el de la Esperanza en Murcia) y tuve pesadillas durante meses.

En la catedral de mi ciudad había un canónigo muy anciano y muy sordo que en la confesión te hacía hablar a gritos y repetir todo. El día antes de mi primera comunión estábamos casa de mi abuela, al lado de la catedral, y mi madre me envió con una de mis primas más mayores a que me confesase. Estaba confesando el canónigo sordete, así que estuvimos así como tres horas esperando a que diese la hora de la misa y saliese otro. Qué terror pasé de pensar que me tendría que confesar con él! Y eso de que el mayor pecado de mi yo de 7 años era de lo más venial! Al final me confesé y mi prima me invitó a una súper horchata, así que no hay mal que por bien no venga y hasta guardo buen recuerdo de la tarde que pasamos visitando capillas de la catedral.
 
La anécdota que os puedo contar yo es del día que fuimos a hablar con el cura para fijar la fecha de la boda.
Al señor párraco no le venía bien la hora que teníamos pensada porque le pillaba en mitad de la película del oeste del sábado por la tarde. Yo no sabía ni que contestar
 
En mi familia se dice que si cuando entras por vez primera a una iglesia le pones una vela a la virgen o santo titular y rezas por una causa, ésta se te “concede”.

Así que yo, por donde voy, entro a todas las iglesias “nuevas”...

Héte aquí que hace un par de años estamos en un pueblito italiano para asistir a una boda. Durante el aperitivo, horas antes de la boda, estamos en una placita de lo más coqueta, con su iglesia y todo, y entre birra y birra me dejo al maromo con los amigos y me voy a hacer mi “visita” reglamentaria.

Para mi sorpresa, me encuentro con que, pese a la hora del día, en la iglesia hay bastante gente, todo el mundo apelotonado en una capilla. Me recorro la iglesia, pongo mi vela, cumplo con mi ritual y todavía me queda esa capilla por visitar, porque sigue estando abarrotada.

Me dirijo allí y veo que no hay forma de entrar, están todas las beatas del lugar y algún caballerete que otro bien entrado en años, todos arremolinados en torno a algo.

Mi tiempo se acaba y yo quiero ver la capilla y qué tiene tanto interés. Haciendo uso de lo que mi maromo define como “estilo español” (empujoncito aquí, empujoncito allá, avances en zigzag...) me abro camino y consigo asomarme a la codiciada meta entre dos feligresas.

Y empiezo a pegar gritos como una loca.

Porque mi nariz y mis ojos están como a diez centímetros de una especie de momia.

Resulta que una vez al año abrían la tumba de cierta santa medieval, a ver si seguía “incorrupta”.

Y allí estaba yo, en primera línea y casi “respirando” a la momia.

El susto me duró horas. Pero lo malo es que las beatas se soliviantaron mucho con mis gritos y me tocaban con sus rosarios, como para exorcizarme.

Salí corriendo de allí, muerta del susto. Y de vergüenza.

Por la noche, en la boda, escuchamos a los lugareños hablar del fenómeno que los viejos del lugar habían presenciado en la iglesia.

Yo, haciendo como que no iba conmigo.

Mi marido y su amigo D, los únicos que sabían de mí aventura, descojonados toda la noche.

(Menos mal que con la edad estas cosas se racionalizan... al menos con esto no he tenido pesadillas, tan sólo he sufrido oleadas de vergüenza).
 
En Los Santos Apóstoles de Roma, una vez estaba en la cripta con más gente y pasaron unos minutos y ni me dí cuenta de que todo el mundo había salido. De repente empezó a entrarme frío y al darme cuenta de que estaba sola me entró un terror rarísimo y empecé hasta a ver sombras. Salí prácticamente corriendo (hasta el punto de que la gente que estaba visitando la iglesia me miró con caras raras). No es excesivamente tétrica y está prácticamente a nivel del suelo y abierta, pero me resultó muy desagradable. Pese a que los enterrados allí se supone que son los apóstoles Felipe y Santiago, que no creo que tengan cuentas pendientes conmigo. Es más, les pedí “perdón” por la falta de respeto que supuso mi apresurada escapada.

Otra presencia romana es San Ignacio de Loyola en Il Gesú. No en la iglesia, sino en las salas que habitó San Ignacio y que están en el edificio a la derecha de la iglesia. En lo que era el estudio de San Ignacio hay como una paz y tranquilidad absoluta. Estás allí completamente solo (poquísima gente visita estas estancias) y te invade una sensación de “bien” increíble. Al menos a mí.
 
Tengo comprobado que hay edificios religiosos que me producen calma y paz estando dentro y otros, como el monasterio que os he comentado y alguna catedral que por mucha belleza arquitectónica y cultural me producen un estado de desasosiego tremendo.
Muy cierto. Me ha pasado de sentir agobio en alguna iglesia o capilla y en otras en cambio encontrar serenidad y paz.
yo también dí la nota en la mía, estaba con unas ganas de vomitar tremendas de los nervios
Te entiendo...pasé por lo mismo :( Peor le fue a mi hermana, que le vino una diarrea tremenda y no pudo ni llegar a la iglesia...

Hace poco se hizo una misa en memoria de una amiga que falleció, y como la madre lo comunicó personalmente las no creyentes del grupo se sintieron en el compromiso de ir. Justamente una de ellas, que no pisó una iglesia en su vida, se sentó a mi lado y tuve que darle las explicaciones correspondientes durante toda la ceremonia. Cuando nos levantamos a comulgar, me dice:
-A dónde van? (levantándose ella también)
-A comulgar, pero no te corresponde.
-Y eso qué es?
-Es tomar la comunión.
-Y ya no la tomaron cuando eran chicos?
 
Nada mas en la misa de este domingo que paso, la misa de resurreccion, fui con mi mama, mi esposo y mi abuela; de repente dos muchachas que estaban sentadas adelante de nosotras, en pleno acto de la comunion empiezan a hacerse selfies, pues que empieza mi abuela a regañar a las muchachas ( estabamos mi mama y yo, calmate Ali, ya les llamaran la atencion al salir), y ella que el colmo, no respetan las cosas sagradas, recien resucitando Jesús:ROFLMAO::ROFLMAO: y demas, Dios mio, la retahila que les dio a esas muchachas:censored::censored:, de verdad que me terminaron dando pena las chicas.
 
Muy de acuerdo, me pasa lo mismo, hay iglesias que son remansos de paz y otras que parecen las puertas del infierno mismo. Normalmente, yo me siento a gusto en las iglesias, pero sí que hay otras que producen una sensación extraña. Una zona que no me gusta nada es el Cerro de los Ángeles en Getafe (Madrid), pues ya he ido alguna vez entre la primera que fui por curiosidad y otras por acompañar a amigos o familia y es que me pongo mala, no me gusta nada de nada, no sé qué emanará ese sitio. Leí que había algo de energía extraña en ese lugar. He leído muchas cosas sobre el monasterio de Montserrat y presuntas energías extrañas que desprende.
Beltane,
Tu que sabes de estos temas,
¿Pueden un grupo de personas cambiar la energia de un lugar chungo?
En mi curro hay gente mala baba que arruina donde pisa, pero el efecto puede ser a la inversa?
*También me dan mal rollo los poligonos.
(Esta pregunta es adecuada para el hilo paranormal :( )
 

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