que circunstancia!
Nunca me he encontrado dinero tampoco he perdido.
Y de encontrar grandes sumas, me acojono y ni tomaría ni un euro, pensando que me perseguiría la mafia rusa, japonesa o alguna banda latina.
Sí, querido, ese día algún alma del purgatorio andó generosa.
Allí estaban los 10 lereles esperando a ser cogidos.
Encontrarse una gran suma es que da miedo, por lo menos a mí.