En mi caso yendo con mi madre a una tienda de lámparas y decoración mi madre se encaprichó de una lámpara así lujosa pero luego se quedó a cuadros cuando nos soltó la vendedora que costaba casi 1500€ si, la típica lámpara de comedor de unos 80 cms de diámetro que en Ikea no cuesta ni 100€. Que bueno la diferencia será por los materiales, la marca etc pues como la gente mayor es asi mi madre comete el error de decir "ay que pena, tanto dinero con lo que me gustaría poder tenerla". No se si la dueña estaba amargada por no vender o pensó que mi madre la llamaba carera pero se puso a despotricar, que a ella también le gustaría tener un Ferrari y estar con su hija pequeña un sábado y no ahí atendiendo. Y que "igualmente si tampoco tienen un comedor que sea gran cosa les desentonaria"La vendedora de vestidos vaya payasa, con lo fácil que hubiese sido recomendarla alguna tienda algo más económica que se ajustase al presupuesto, hay mucho y mucha imbécil que disfrutan estando por encima de los demás aunque no valgan nada.
Yo era entonces casapapis y llevaba años trabajando así que a pesar de viajar bastante debía tener mínimo diez mil euros en el banco, así que podría haber hecho la vacilada de sacar los 1500 euros de un cajero y volver a comprar la dichosa lámpara. Pero no, simplemente pensé un "que le den a la tipa siesa ésta" y nos fuimos. Lo gracioso es que esa tienda estaba donde vivíamos en un pueblo de la periferia de Barcelona, no vayáis a creer que en el paseo de Gracia entre Gucci y Chanel
Ah si una vez aprovechando esos cupones de Groupon que hacen ofertas fuimos a un restaurante con ínfulas de Sarria en Barcelona y mi madre ya estaba en silla de ruedas y con pañal. Pues el que era como el jefe de camareros viene con un spray y lo empieza a echar por alrededor nuestro. Yo pensé que era un insecticida o algo porque había visto avispas en la terraza. Luego me di cuenta de que mi madre seguramente se había hecho pis en el pañal y olía ligeramente y era un ambientador, así quizá como indirecta para ver si nos ofendiamos y abandonabamos el local
Que diferencia con otra ocasión, cuando mi madre podía caminar y no tenía mala salud, que en cambio fuimos a un lugar muy señorial de Argentona de estos que los camareros van con smoking etc y si que era restaurante de categoría y no unos payasos engreídos, a pesar de ir con un cupón que te suelen tratar peor y que mi madre viste sencilla nos trataron genial. Ahí hasta los trabajadores eran gente con clase
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