Las deducciones deben hacerse siguiendo la lógica: una negativa doble no es equivalente a una autorización doble. La pérdida de derechos sería consecuencia de una desautorización doble, por lo que si el rey acepta el matrimonio, la opinión del Parlamento es ya irrelevante. Si en lugar de un "y" tuviéramos un "o", sería necesario siempre un debate y votación de todos los matrimonios, no solo del heredero, si no también de todas aquellas personas en el orden de sucesión, actualmente por ejemplo, habría que votar los matrimonios de los hijos de Elena y Cristina y en el futuro de los nietos, bisnietos, etc.Si damos la vuelta planteamiento deducimos que necesita el permiso de dos instituciones tanto la del rey como el de la Cortes, porque si una de las dos instituciones da autorización y la otra no ¿Que se hace?
¿Cual prevalece? ¿La del rey? ¿La de Las Cortes?