Autoestima y otros temas de psicología

Señales de que estás quemado emocionalmente


Algunas personas se agotan emocionalmente por una sobrecarga de exigencias o una acumulación de experiencias difíciles. Otros llegan quemados emocionalmente a la vida adulta, en razón a una infancia traumática.

El agotamiento psicológico es un angustioso estado que muchas personas padecen sin saberlo. Se puede llegar a estar quemado emocionalmente pero creer que todo se debe a un trabajo no muy gratificante o a unas relaciones sociales no muy fluidas. Esto puede ser cierto, pero también es posible que esté ocurriendo todo lo contrario: es la fatiga emocional la que no permite que lo demás funcione.


Estar quemado emocionalmente significa quedarse sin fuerzas. Ocurre cuando vives de manera mecánica, sin pensar ni sentir mucho y actuando todo el tiempo como si todo lo que te sucediera fuera impuesto. Como si tu vida no te perteneciera y eso no te importara.


“El cansancio trae pensamientos sin esperanza”.


-Juan Carlos Onetti-


En ciertos casos alguien llega quemado emocionalmente a la vida adulta. Si la familia es disfuncional, probablemente ha tenido que invertir muchas de sus energías en tratar de ubicarse y comprender un entorno adverso. Estas son algunas de las señales que te pueden ayudar a identificar si eres víctima de esa fatiga emocional.


Cansancio constante

Este cansancio se diferencia del cansancio normal en que sientes la fatiga aun teniendo suficiente tiempo de descanso. Es como si el cuerpo y la mente no quisieran trabajar. Como si lo único viable fuera tenderte en la cama y levantarte al mes siguiente. Pero, incluso si haces eso, la sensación de cansancio no se disipa.




Y es que el cansancio emocional pesa tanto o más que el cansancio físico. Cuando estás quemado emocionalmente es porque las circunstancias desbordan los recursos que tienes para asumirlas. Así mismo, una larga lista de dificultades emocionales no resueltas, dan como resultado esa sensación de peso subjetivo que te lleva a la fatiga.


Cinismo, una señal de que estás quemado emocionalmente

El cinismo moderno es esa actitud que lleva a insistir e incluso ufanarse de algo que conscientemente se está haciendo de una manera inadecuada. Algo así como: “Sí, lo estoy haciendo mal, ¿y qué?” Así mismo, ese cinismo se expresa con acciones autodestructivas y/o temerarias. Caminar tarde por un sitio peligroso, conducir a altas velocidades u otras situaciones de riesgo.


Todo esto es señal de que hay un hartazgo generalizado frente a la vida. Estás quemado emocionalmente y eso te conduce a bloquear tus sentimientos y anestesiarte. Es como si quisieras o no pudieras evitar gritarle al mundo que no te importa nada. Quizás sí te importa, pero tu energía vital está menguada y sientes que no tienes fuerza para resistirte o para intentar algo mejor.


Desapego

Este tipo de desapego se experimenta como una imposibilidad para conectarte realmente con las personas o las situaciones en las cuales te encuentras. Es como si existiera una distancia invisible que te impide crear un vínculo genuino con el mundo y con la vida.




En el marco de ese desapego puede emerger un sentimiento de soledad, que tampoco te importa demasiado. Lo asumes como un hecho dado, no como una realidad que podrías cambiar a tu favor. Es usual que te armes de frases hechas sobre la validez del egoísmo o la inutilidad de los afectos.


Sentimiento de ineficacia

Cuando alguien está quemado emocionalmente también se percibe a sí mismo como impotente o incapaz. Hace todo cuanto está en sus manos para convencerse de que ningún esfuerzo será suficiente para lograr algo. También menospreciará el logro: ¿para qué plantearse objetivos, si al final todo sigue siendo igual?


El sentimiento de ineficacia nutre esa fatiga emocional que se experimenta. Es como si para hacer cualquier cosa se requiriera de toneladas de energía, de la cual no se dispone. De este modo, todo parece lejano y difícil. Por eso una persona que está emocionalmente quemada suele optar por la pasividad.


Aburrimiento frecuente

En estos casos existe una enorme dificultad para disfrutar de lo grande y lo pequeño. Casi cualquier cosa parece aburrida, monótona o sin gracia. No hay deseos de hacer planes ni de emprender ningún proyecto. Lo que prima es la inercia. La persona simplemente se deja llevar por las circunstancias, sin oponer resistencia. Si esto no se trata, puede convertirse en anhedonia.


Si crees que estás quemado emocionalmente, debes saber que todo puede ser diferente. Es probable que necesites ayuda profesional, no porque seas víctima de algún tipo de deficiencia, sino porque alguien externo puede detectar y ayudarte a abordar asuntos que pueden pasar inadvertidos para ti.




En un estado así debes darle prioridad a tu bienestar. Nada es más importante que tú mismo. Puedes sorprenderte al comprobar que si emprendes un proceso de transformación, los resultados pueden comenzar a verse rápidamente. Más que un gran acopio de fuerzas para desbloquear tus emociones, lo que necesitas simplemente es tomar la decisión de elegir un nuevo camino.

Por Edith Sánchez
 
10 rasgos de alguien con verdadera integridad

La integridad, tal como la define el diccionario, es “la cualidad de ser honesto o tener principios morales fuertes“. Las personas con integridad son generalmente conocidas por ser dignas de confianza, honestas y amables. Esta es una cualidad por la que todo el mundo debería esforzarse.





Además, todos deben esforzarse por rodearse de personas que tengan verdadera integridad. ¿Cómo puedes decir que alguien tiene lo que se considera integridad verdadera? No es algo que se pueda fingir, pero hay algunas maneras de decir que alguien tiene integridad real y que no la está fingiendo. Aquí están los principales comportamientos que revelan si alguien tiene el tipo de integridad que desea en un amigo o compañero de trabajo.


HE AQUÍ 10 COMPORTAMIENTOS QUE SIGNIFICAN QUE ALGUIEN TIENE VERDADERA INTEGRIDAD

1. ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE SUS ACCIONES

La integridad se trata de tener un alto nivel de honestidad. Cuando alguien asume la responsabilidad de sus acciones, usted sabe que es una persona honesta. No siempre es fácil asumir la responsabilidad de las cosas que suceden, pero es lo correcto. Las personas con integridad eligen hacer lo correcto, incluso cuando es difícil.


2. PONER LAS NECESIDADES DE LOS DEMÁS POR ENCIMA DE LAS SUYAS

En un mundo tan centrado en el individualismo, puede ser raro encontrar a alguien que se centre en lo que es bueno para la comunidad colectiva. Las personas que ponen las necesidades de los demás por encima de sus propias necesidades o deseos muestran verdadera integridad. Por supuesto, no lo hacen simplemente para obtener elogios y reconocimiento. Alguien con verdadera integridad sólo está interesado en hacer lo correcto.


3. OFRECERSE A AYUDAR A OTROS NECESITADOS

Seth Meyers, psicólogo, dice que el trabajo voluntario es un gran lugar para encontrar personas que tienen integridad. Esto se debe a que las personas con verdadera integridad no tienen reparos en ofrecer su tiempo para ayudar a las personas necesitadas. Quieren ayudar a los que son menos afortunados que ellos. Y lo que es más, lo hacen con alegría. Ya sea trabajando con otros para construir una casa en un país en desarrollo, o ayudando en el banco de alimentos local, alguien con verdadera integridad será encontrado ayudando a los necesitados.


4. DANDO A OTROS EL BENEFICIO DE LA DUDA

Seth Meyers también dice que alguien con integridad no saca conclusiones precipitadas. Siempre dan a los demás la oportunidad de explicarse y de seguir adelante teniendo en cuenta esos otros puntos de vista. Alguien con integridad sabe que las cosas no son siempre lo que parecen y que cada persona tiene un punto de vista único que merece ser escuchado. Como tal, eligen dar el beneficio de la duda en lugar de dudar.





5. ELIGIENDO LA HONESTIDAD EN TODAS LAS COSAS

Las pequeñas mentiras piadosas pueden ser tentadoras, pero alguien con verdadera integridad no cede a este impulso en particular. Integridad significa ser honesto, y alguien con verdadera integridad vivirá esta cualidad todos los días. Siempre puedes confiar en que este tipo de personas te den su opinión honesta, y será un punto de vista que puedes valorar.


6. MOSTRANDO RESPETO A TODOS

A menudo se considera que el respeto es algo que hay que ganarse, pero alguien con integridad respeta a todas las personas que conoce. Alguien con verdadera integridad sabe que todo el mundo merece respeto y merece ser tratado como un ser humano. Las personas con verdadera integridad nunca serán sorprendidas siendo groseras con los camareros o los trabajadores de servicio al cliente.


7. MANIFESTANDO HUMILDAD

Una persona con integridad estará orgullosa de sus logros, pero al mismo tiempo será humilde. En otras palabras, conocen la diferencia entre confianza y arrogancia. Una persona con verdadera integridad conocerá sus fortalezas así como sus defectos. Reconocen sus puntos fuertes, pero siempre se esfuerzan por superarse de alguna manera.


8. SER CAPAZ DE ADMITIR QUE ESTÁN EQUIVOCADOS

¿A quién le gusta admitir que se ha equivocado? No es divertido, y puede ser una experiencia humillante. Pero una persona con verdadera integridad no tiene problema en admitir cuando está equivocada o cuando cometió un error. Verá que siempre son los primeros en detenerse, admitir sus errores, y disculparse si es necesario.


9. MOSTRANDO CONFIABILIDAD REGULAR

Una persona con verdadera integridad siempre se presentará a una obligación. Cuando dicen que puedes contar con ellos para algo, sabes que cumplirán su palabra. La integridad se trata de ser la mejor persona que uno puede ser, y la confiabilidad es parte de eso. La gente con verdadera integridad nunca te abandonará si pueden evitarlo. Puede confiar en ellos con toda confianza.





10. TRANSMITIENDO VERDADERA AMABILIDAD

Sobre todo, las personas con integridad son amables. No son el tipo de persona que dice algo que no quiere decir. No te dirán algo bueno a la cara y algo cruel a la espalda. Una persona con verdadera integridad sabe que hay fortaleza en ser implacablemente amable.


REFLEXIONES FINALES

La verdadera integridad es hacer lo correcto, sabiendo que nadie sabrá si lo hiciste o no.” Oprah Winfrey.


La integridad es un rasgo por el que todo el mundo debería esforzarse. Estos rasgos y comportamientos ayudarán a cualquier persona a convertirse en una persona con verdadera integridad. Por supuesto, las personas con verdadera integridad hacen estas cosas porque es lo correcto – ¡no para ser alabados por su integridad! Eso es parte de la belleza de alguien que vive una vida de integridad.

Por Power of Positivity
 
15 proverbios japoneses que te llenarán de sabiduría y paz



¿Sabes cuál es el concepto de “rapidez” para los japoneses? “Lento, pero sin pausa”. Un podríamos hablar durante horas de la cultura japonesa, compleja y enigmática, difícil de comprender. ¡Es tan diferente de la nuestra! Incluso hoy, este país tan moderno, líder en tecnología, conserva aún un lazo fuerte con sus raíces y sus tradiciones ancestrales.

Como todos sabemos, la cultura japonesa está profundamente influenciada por el budismo. Es enorme la cantidad de proverbios que se inspiran directamente o indirectamente del budismo, y en todos encontramos una sabiduría maravillosa que nos hace reflexionar en las cosas simples de la vida.

La mayoría de los proverbios japoneses tienen origen en las zonas rurales es por esto que muchos de ellos hacen referencia a los fenómenos de la naturaleza. Reflejan lo que podemos aprender del sol, del agua, de los ríos e incluso de las piedras. Todos están dotados de un aspecto innegable de poesía y muchos se aplicaron a la filosofía y a la religión.

Hoy vamos a conocer una porción interesante del país del “sol naciente”. Sus proverbios más profundos y enigmáticos. No deje de comentar con cuál te has sentido más conmovido.

1) Los sentimientos de un padre son más altos que las montañas, los de una madre, más profundos que el océano.

2) Incluso el viaje más largo comienza con un primer paso.

3) Tan sólo una palabra bondadosa puede templar tres meses de invierno.

4) La felicidad llega a una casa en la que se ríe.

5) Aprendemos poco con la victoria, pero mucho con la derrota.

6) Empezamos a envejecer cuando dejamos de aprender.

7) Si te caes siete veces, levántate ocho.

8) La perfección no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer cosas simples de manera extraordinaria.

9) Con la primera copa, el hombre bebe vino. Con la segunda copa, el vino bebe vino. Con la tercera copa, el vino bebe al hombre.

10) Dios vive en cada corazón honesto.

11) La paciencia es un tesoro de la vida.

12) Quien siembra vientos, cosecha tempestades.

13) Si fuese necesario, un ratón puede convertirse en un tigre.

14) Las buenas noticias caminan y las malas corren.

15) La desdicha puede ser un puente hacia la felicidad.



https://saludable.guru/salud-15-proverbios-japoneses
 
La ciencia del lenguaje tabú: tacos y palabrotas


Dentro de nuestro amplio lenguaje hay una parte oscura. Hablamos de los tacos o plabrotas. ¿Quieres saber cómo, pese a su mala prensa, nos pueden ayudar?

Los seres humanos contamos con una enorme capacidad para comunicarnos. No solo somos capaces de compartir significados comunes, sino que también contamos con un vocabulario y una gramática que nos permite ser precisos a la hora de trasmitir exactamente eso que queremos compartir. Además, podemos ayudarnos de la mímica o de las imágenes para complementar el lenguaje. Incluso, podemos conjugar el pasado, el presente y el futuro en un mismo discurso.


Pues bien, dentro del lenguaje hay una parte que podríamos denominar oscura. Hablamos de esas palabras malsonantes que en el hablar popular se conocen como tacos o palabrotas. En este sentido, parece que su utilización produciría una suerte de descarga emocional (efecto catártico) y que además esta descarga sería mucho más potente si la realizamos en nuestra lengua de cuna.




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¿Qué entendemos por tabú?

Tabú suena a prohibido. A algo que sucede pero que no forma parte de las conversaciones, en muchos casos por desconocimiento, en otros muchos por vergüenza o porque se considera algo impropio. Poco adecuado en el marco de una determinada cultura. Por eso no podemos hablar de tabús sin hablar del marco cultural en el que tienen esta naturaleza.




Así, el mundo occidental, los tacos o palabrotas están muy mal vistos. Estarían desterrados del lenguaje si pretendemos ser educados y amables. También estarían más asociados a un lenguaje más masculino que femenino. Por otro lado, su “mala prensa” estaría asociada en buena medida a que aludirían a una falta de control emocional. Muchos piensan que solo los utilizan aquellos que son incapaces de gestionar sus emociones de valencia positiva de un manera mucho más sofisticada.


Por otro lado, el uso de palabrotas sería sobre todo un tabú en las grandes ciudades, entendiendo que son propios de personas con menos cultura y más bruscas en el trato. Respondiendo así al estereotipo de hombre de campo, muy cultivado en el hacer y poco en la tarea intelectual. Pensemos que los tacos o palabrotas también se conocen como vulgarismos.


Un estereotipo que se tambalea si tenemos en cuenta que el uso de palabrotas no está asociado a la riqueza léxica de una persona. De hecho, en un estudio realizado por Jay y Jay (2015) se encontró que las personas con mayor facilidad para producir una lista de palabras con una característica común (Ej. Animales) también eran capaces de hacer una lista más extensa de palabrotas.

Efectos beneficiosos del lenguaje tabú
Precisamente, los efectos beneficiosos de las palabras mal sonantes tendrían que ver precisamente con la ruptura de la norma. Pero, ¿de qué beneficios hablamos? Stephens y col. (2010) realizaron un estudio muy curioso en este sentido. Dividieron a los voluntarios en dos grupos. A los dos grupos se les pidió que sumergieran las manos en agua helada y que intentaran aguantar lo máximo posible.

Los grupos se diferenciaron en una única variable: unos podían utilizar palabras malsonantes mientras que otros solamente podían utilizar palabras neutras. ¿os imagináis que pasó? Pues que el grupo que pudo decir palabrotas aguantó el doble de tiempo -sí, el doble- que el grupo control (palabras neutras). Además, añadir un apunte, parece que este efecto analgésico hay que utilizarlo con moderación (no aguantaron más quienes más palabrotas dijeron).

Este resultado sería consecuente con la hipótesis de que el efecto estaría relacionado con la ruptura de la norma. Así, romper muchas veces con la norma haría que esta empezara a ser menos norma y por lo tanto también menos excitante sería romper con ella.

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Otro de los datos que encajaría con la ruptura de la norma es que expresar palabrotas nos produce una mayor excitación, medida como respuesta galvánica de la piel, si lo hacemos en lengua materna. Encaja con la hipótesis porque se supone que la cultura materna al igual que la lengua materna es la que más tenemos interiorizada: el lugar donde se encontraría nuestra parte más “primitiva”.


Por Sergio de Dios González
 
El chiste para Freud


Una de las genialidades de Sigmund Freud es la de haber reparado en fenómenos cotidianos que para la mayoría de los estudiosos de la mente no tenían ninguna importancia. Uno de ellos son las bromas. El chiste para Freud es mucho más que una forma ingeniosa o simpática de pensar la realidad.


Su obra cumbre acerca de este tema es El chiste y su relación con el inconsciente. Fue publicada en 1905 y en ella Freud analiza las características, los elementos y las motivaciones que hay detrás de esos chistes cotidianos de los que la mayoría nos reímos. Pensó que quizás revelaban más de lo que podíamos ver en su superficie.




Como dato curioso, Sigmund Freud escribió esta obra simultáneamente con otra de sus grandes producciones: Tres ensayos sobre la teoría sexual. Tenía ambos manuscritos sobre el escritorio al mismo tiempo. Dejaba de escribir en el uno para escribir en el otro, lo que no perjudicó en absoluto, al menos en cuanto a estilo y profundidad reflexiva, a la calidad de las dos obras.


El humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo”.


-Sigmund Freud-







La técnica del chiste para Freud

El chiste para Freud se basa en 6 técnicas básicas: la condensación, el desplazamiento, el doble sentido, el empleo de un mismo material, el retruécano o chiste por similicadencia y la representación antinómica. Describamos estas técnicas:


  • Condensación. Es la fusión de dos palabras o conceptos en uno solo, generando un equívoco potencialmente gracioso. Como cuando alguien dice: “Deja de fumar” y el otro le contesta: “Soy un experto en dejar de fumar. Ya lo he hecho ocho veces”.
  • Desplazamiento. Cuando se transfiere el sentido de algo hacia otra cosa. Este es un ejemplo: “¿Sabías que el Independiente (un equipo) quiere que se case el portero?” “¿De veras? ¿Y por qué?” “Pues porque tienen ganas de celebrar algo”.
  • Doble sentido. Cuando se emplea la misma palabra con un sentido diferente. Como en este caso: “Es mejor dar que recibir. Atentamente, el boxeador”.
  • Empleo de un mismo material. Uso de las mismas palabras o expresiones para generar un sentido nuevo. Ejemplo: “¿Cómo anda usted?”, le preguntó el ciego al paralítico. “Como usted ve”, respondió el paralítico al ciego.
  • Retruécano o chiste por similicadencia. Es un juego de palabras en el que una palabra alude a otra. Ejemplo: “Siempre es mejor el s*x* con seso que sin él”.
  • Representación antinómica. Se hace una afirmación que luego se niega. Como en este caso: “No solo no creía en los fantasmas, sino que ni siquiera se asustaba de ellos”.





La tendencia y la psicogénesis del chiste

En el chiste para Freud hay dos tipos de motivaciones: el chiste inocente, o sin mayor motivación que la de hacer gala de ingenio, y el chiste tendencioso, o aquel que está motivado por un impulso hostil u obsceno. En el chiste inocente, el placer y la risa devienen exclusivamente del gracejo que está implícito en ellos. En cambio, en los chistes tendenciosos, el placer provendría de romper con una forma de represión.


Dentro de los chistes tendenciosos se incluyen las afirmaciones satíricas, irónicas y ridiculizantes. El contenido hostil u obsceno no siempre es crudo, pero sí es evidente. Generan placer en quien los crea o los escucha porque suponen la transgresión de una norma frente a ciertos temas o a ciertas figuras.


Es muy habitual que los chistes tendenciosos se dirijan a una figura de poder, a una ideología, un credo, un pueblo, una raza, etc. Muchas veces son una forma “políticamente correcta” de manifestar verdades que de otro modo no se aceptarían.




El chiste y la represión

El chiste para Freud es uno de esos mecanismos para hacerle frente a la represión social, cultural o individual que nos genera displacer o neurosis. Gracias al relato divertido divertid se liberaría parte de esa tensión que estaría implícita en la represión. En el fondo habría una idea: si es gracioso para los demás es porque libera de una coerción o de una cohibición.


La risa es un medio para descargar la tensión emocional. Es también un desafío a lo represor. En ese sentido, el chiste tendencioso y la risa cumplen con un papel civilizador. En lugar de agredir directamente al otro, se emplea un medio ingenioso de lenguaje para expresarle la hostilidad. En lugar de romper los tabúes del s*x* a través de la perversión, se haría por medio del “chiste verde” u obsceno.


Por todo lo anterior, el chiste para Freud es un medio para conocer los deseos reprimidos de una persona y de una sociedad. Sobre sus tabús y todo aquello de lo que no se habla abiertamente y que, por lo tanto, está de alguna manera proscrito de consideración consciente. De ahí que esas bromas pudiesen tener todo que ver con el inconsciente, pudiendo abrir un camino para conocer en profundidad la realidad subjetiva de una persona y de una cultura.

Por Edith Sánchez
 
La oveja negra dentro del grupo




¿Qué pasa cuando alguien de nuestro grupo se porta mal? El efecto oveja negra nos explica como van a comportarse los demás miembros del grupo con la oveja negra.

Se dice que en toda familia hay una oveja negra. Esta metáfora se usa para calificar a aquellos que son diferentes de la mayoría. Estas diferencias pueden venir tanto por el aspecto físico como por preferencias o comportamientos. Así pues, ser la oveja negra de la familia significa ser distinto al resto de los miembros de la familia.


No obstante, el término oveja negra también parece tener asociados aspectos negativos. Nadie quiere ser la oveja negra de un grupo ya que ello implica calificativos como “marginado”, “desviado” o “antisocial”, así como otros relacionados con cualidades poco aceptadas. Además, el término oveja negra también es destinado a los chivos expiatorios o aquellos que cargan con las culpas de los demás.






La categorización del yo

Como es conocido, las personas pertenecemos a diferentes grupos. Una tendencia humana es la de simplificar, simplificar el mundo para poder comprenderlo más fácilmente. De esta forma, creamos diferentes categorías en las que ubicamos a las personas. Al crear estas categorías, también nos incluimos a nosotros mismos en algunas de ellas. Esto es lo que se denomina la teoría de la categorización del yo.


Al crear categorías y agruparlas, formamos grupos y consideramos que quienes comparten esas categorías pertenecen a ese grupo. Sin olvidarnos de que nosotros también vamos a estar en algunos de esos grupos. Según la teoría de la identidad social, estos grupos a los que pertenecemos nos van a hacer sentir bien. Van a proporcionarnos un sentimiento de pertenencia.


“Una familia sin una oveja negra no es una familia típica”.




-Heinrich Böll-


Favoritismo y discriminación

Nuestro grupo, también conocido como endogrupo, se va a diferenciar de otros grupos o exogrupos. Así pues, vamos a describir a nuestro grupo no solo por lo que es, sino por lo que es en comparación con los exogrupos. De esta forma, el endogrupo saldrá mejor de una comparación con un exogrupo que esté peor. Por lo cual vamos a tender a compararlo con grupos inferiores. Sin embargo, esto no siempre es posible.




En ocasiones, tenemos que comparar al endogrupo con grupos superiores, comparación en la que salimos perdiendo. Por suerte, existen diferentes mecanismos que sirven para que nos sintamos bien con nuestro grupo aun cuando es inferior a otros grupos. Los dos mecanismos más conocidos son el favoritismo endogrupal y la discriminación exogrupal, englobados dentro del sesgo endogrupal.


El favoritismo endogrupal consiste en favorecer a los miembros del endogrupo. Esto puede hacerse ayudándoles más o manteniendo una mejor imagen de ellos. Por el contrario, la discriminación exogrupal consiste en valorar peor a los miembros del exogrupo, lo cual suele hacerse mediante prejuicios o conductas discriminatorias. En fin, valoramos más a los miembros del endogrupo que a los del exogrupo. Pero, ¿qué pasa cuando los “malos” pertenecen a nuestro grupo?


“En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura”.


-Augusto Monterroso-




El efecto oveja negra

A veces, los malos forman parte de nuestro grupo. Cuando esto sucede, cuando miembros del endogrupo no siguen las normas o transgreden los valores del grupo, se da el efecto oveja negra. ¿Qué hacemos en estas ocasiones? Según el efecto oveja negra, en estas ocasiones tratamos de forma más dura a los miembros de nuestros grupo. En otras palabras, si alguien realiza un comportamiento ofensivo, lo vamos a tratar peor si es miembro del endogrupo que si lo es del exogrupo.


¿Porqué vamos a evaluar peor a los miembros de nuestro grupo? El efecto oveja negra indica que tratarlos más duramente va a hacer que mantengamos la imagen positiva de nuestro grupo. Esto es, un grupo que castiga a quienes se desvían es mejor visto que otro que permanece impasible ante el incumplimiento de sus normas. En consecuencia, los miembros del endogrupo se encargan de castigar y vigilar que los demás miembros sigan las normas del grupo. Como el dicho popular indica: quién bien te quiere, te hará llorar (cumplir).

Por Roberto Muelas Lobato
 
¿Qué es la contradependencia y por qué afecta a tanta gente?



La contradependencia es una palabra nueva que se creó para nombrar un fenómeno que también es relativamente nuevo: la tendencia al desapego afectivo por miedo. No hace muchas décadas lo que se consideraba “normal” era estrechar los lazos con otros. Los vínculos familiares se protegían y se cultivaban, así como los lazos con la comunidad.


Actualmente sigue manteniéndose esa cercanía en los pueblos pequeños, aunque no con tanta fortaleza como antes. En cambio, en las ciudades, especialmente las más grandes, parece haber una epidemia de contradependencia. Mucha gente quiere que nadie se inmiscuya en su vida. La mayoría de las relaciones se consideran efímeras o cirrcunstanciales. Se privilegia la vida en solitario.




“Estoy solo y no hay nadie en el espejo”.


-Jorge Luis Borges-


Aún así, también es frecuente la queja frente a la soledad. Muchos quisieran que las cosas fueran diferentes, pero tampoco están dispuestos a cambiar decididamente. Es como si se deseara que ahí estuviera el otro, pero sin los inconvenientes y contradicciones que encarna esa otredad. Ni se quiere admitir la dependencia, ni se quiere pagar el precio de la contradependencia. Esa es la paradoja.




Características de la contradependencia

Contrario a lo que se pueda pensar en primera instancia, las personas que tienen problemas de contradependencia no son solitarias, ni se aíslan ni acostumbran a tener un círculo pequeño de amigos. Todo lo contrario. El miedo a la intimidad los lleva al otro extremo. Son de los que van de reunión en reunión, de fiesta en fiesta. Están “en todo”.




La principal característica de la contradependencia es la dificultad para conectar profundamente con otro ser humano. Además de esto, también hay otros rasgos que la identifican:


  • Establecen relaciones fácilmente, pero luego se detienen y no avanzan.
  • Dicen sentirse “atrapados” si alguien quiere intimar con ellos.
  • Se alejan de los demás sin ningún aviso previo.
  • Sienten simpatía por las personas que se muestran carentes o necesitadas.
  • Casi siempre están “ocupados”.
  • No piden ayuda a pesar de que la necesiten.



Huir antes que sufrir

La lógica de alguien afectado por la contradependencia se basa en la idea de que se debe evitar sufrir, a toda costa y al precio que sea. Siente que estrechar los lazos con alguien es un asunto que entraña grandes riesgos. Teme sentirse vulnerable y teme ser abandonado. Por eso se arma con un caparazón para no sentir y abandona antes de que lo dejen a él.




Los contradependientes rara vez entran en conflicto con los demás. El conflicto exige cierto grado de intimidad y de vinculación, que es precisamente lo que ellos evitan. Para los otros su actitud puede resultar muy extraña e incomprensible. Un día desaparecen, sin que haya existido un inconveniente y sin dar ninguna explicación.


Son el tipo de personas que te dicen que están más centrados en el éxito, o en sus proyectos, que en tener una relación. Consideran a esta última algo poco serio, o de poco valor. También tienen un aire de aparente superioridad. Sienten que son demasiado evolucionados como para que los demás los comprendan, o que los otros quieren aprovecharse de sus múltiples virtudes.


Un mundo interior invadido por el miedo

Detrás de las personas que caen en la contradependencia lo que hay es miedo, con todas sus letras. Esta actitud evitativa probablemente nace de experiencias pasadas que no se han superado del todo. Particularmente, de duelos sin concluir o vivencias traumáticas durante la infancia. Se trata de personas que han sido heridas o abandonadas y que decidieron dejar de sentir para no volver a pasar por un dolor así.


El problema es que terminan por creerse su propia mentira. No les parece que tengan un problema, sino todo lo contrario: piensan que son mejores que los demás. Se trata de un mecanismo de compensación para sobrellevar su propia vulnerabilidad. Suelen ser bastante duros consigo mismos y muy severos a la hora de juzgar sus propios errores.




Las personas contradependientes se ponen muy tensas en situaciones muy personales o íntimas. Si llegan a sentir que necesitan de otro, experimentan vergüenza y se recriminan a sí mismos. También son bastante desconfiados. En general, piensan que las demás personas tienen intenciones escondidas o una agenda oculta.


En el fondo, los contradependientes sufren mucho. Sienten el vacío y la soledad, pero como están marcados por la prevención, prefieren renunciar a ser más felices, aunque tengan la oportunidad de construir relaciones positivas con otros. Lo que está claro es que estas personas necesitan comprensión, afecto y quizás ayuda profesional para romper la coraza que los atrapa.

Por Edith Sánchez
 
El miedo al amor



¿Te has dado cuenta de que tienes que permitir conscientemente a otra persona que te ame? De lo contrario, puede que surjan muchas problemas porque estarás a la defensiva, acompañado de la desconfianza y el miedo. Del miedo al amor.


Por naturaleza, tendemos a huir de aquello que nos asusta, y en el amor no es diferente. Si no estás acostumbrado a ser amado, tu posición por defecto puede ser la de empujar a la gente fuera de tu “burbuja”. ¿Por qué hay personas que tienen miedo al amor? Existen varias razones. Profundicemos.




El miedo al amor puede llevarnos al aislamiento.


10 razones por las que se tiene miedo al amor

La comprensión de estas razones es la clave para poner fin al temor a la relación. A continuación, te indicamos razones por las que podrías tener miedo al amor y cómo puedes superarlo. Descubre por qué impides aceptar el amor.


1. Cuando alguien te ama, te dejará

Si te han dejado en el pasado, es posible anticipar que la persona que te ama también te abandonará. Ese puede ser el origen del miedo al amor. Por supuesto, no debes confiar ciegamente en las personas que no han demostrado un compromiso, pero pensar que todo el mundo actuará de la misma manera no es el camino.


La clave aquí es moverse lentamente. Comparte tus preocupaciones en el momento adecuado y presta atención a los signos de compromiso y lealtad.


Una buena idea puede ser, escribir los signos de compromiso que observas o hablar con tu pareja sobre ellos. Mantén los pies en el suelo y sigue avanzando lentamente.





2. Cuando alguien te ama, va a esperar mucho de ti

Por lo general, en una relación de pareja ambas partes esperan amor y compromiso por parte del otro. Incluso hay personas que hacen ciertas cosas esperando lo que recibirán ellas más tarde. En estos casos, cobra especial protagonismo el mundo de las expectativas.


Es importante recordar, que las expectativas pueden ser una parte saludable de una relación, en ocasiones. Sin embargo, puede ser complicado. Ya que la realidad puede ser diferente a lo que pensábamos. Cada relación es diferente. Una vez más, esto es una preocupación para compartir con tu pareja y llegar a un acuerdo equitativo.




Por otro lado, no debemos olvidar que unas expectativas desmesuradas en la pareja podrían indicar que en lugar de amor, sentimos apego. Con el apego depositamos nuestra felicidad en manos de la pareja y le “exigimos” que nos haga felices. Con el amor somos nosotros quienes nos preguntamos qué podemos hacer para que nuestra pareja sea feliz.


3. Cuando alguien te ama, va a saber demasiado acerca de ti

En ocasiones, mostrar cómo somos a los demás puede hacernos sentir vulnerables. Esta ansiedad, es un bloqueo importante a la intimidad. Descubrirnos ante el otro, tanto con nuestros aspectos positivos como con los negativos, puede ser un riesgo si pensamos que nuestras características negativas, pueden hacer que el otro nos abandone.


Pero esto no dejan de ser de nuevo expectativas que evitan el intercambio mutuo de las alegrías y las penas de la vida, incrementando nuestro miedo al amor. Si no te descubres con autenticidad hacia el otro, no podrá conocerte, ni aceptarte en tu totalidad. Si alguien quiere estar contigo, te querrá tal como eres.


4. Cuando alguien te ama, te va a decepcionar

Sí, lo harán. Nadie está a la altura de todas las expectativas. La gente comete errores, les da pereza, tienen miedo y se olvidan de sus prioridades. Tú también lo harás.


Prepárate para esto. Una gran manera de lidiar con la decepción es dejar que tu pareja sepa dónde están tus límites, cuál es tu situación y cómo te sientes. Hazlo con respeto. A partir de ahí, se puede negociar lo que sucede después. ¿Por qué negar tu decepción y no darle a tu pareja la oportunidad de hacerlo de otra manera?

5. Cuando alguien te ama, te van a lastimar tus sentimientos

Es cierto que en muchas ocasiones en una relación de pareja nos sentiremos mal o frustrados. Pero expresar el dolor con ira o resentimiento no llevará a ninguna parte.




Es mucho más sencillo, expresar el daño como daño, es decir, hay que comunicar a nuestra pareja qué es lo que nos hizo sentir mal y ver juntos cómo solucionar lo que sucedió. La ira, el rencor o la rabia, tan solo incrementarán nuestro malestar.





6. Cuando alguien te ama, van a controlarte

Si estás acostumbrado a ser controlado, puedes atraer a la gente a que te controle. Reconociendo esto desde el principio y siendo consciente, puedes estar más alerta cuando inicies una nueva relación. Si en cambio, ya estás en una relación de control, entonces puedes comenzar a pensar en ti.


Pero, si aún no sabes si el control forma parte importante de tu relación, puedes hacerte unas preguntas para apreciarlo: ¿siempre dices que sí?, ¿actúas de modo indefenso?, ¿pospones las cosas o invitas a la intervención?, ¿qué tan bueno eres en la toma de decisiones independientes?


Recuerda, si no estás disponible para ser controlado, entonces no puedes ser controlado.


Las nuevas tecnologías han introducido una nueva forma de control. Así que también puedes empezar a preguntarte si tu pareja controla tus cuentas en redes sociales, tus conversaciones, tus contraseñas… El Gobierno de España puso en marcha en el año 2017 una campaña para evitar y prevenir este tipo de control en la pareja. Es importante recordar que no tenemos la obligación de ceder esta información a nadie, ni a nuestra pareja.


7. Cuando alguien te ama, te va a limitar

También podemos pensar que, cuando nos embarcamos en una relación de pareja, la otra persona nos va a limitar. Y de hecho, hay relaciones en las que esta situación es un hecho. Pero cuando nos unimos con otra persona el sentido no es decrecer, sino crecer juntos.


Por eso, limitarte lo único en lo que te convierte es en la propiedad de alguien. Y nadie, pertenece a nadie. Respetarse es lo más adecuado. Las cosas no tienen que ser como nosotros pensamos, ni tienen que hacerse a nuestra manera, hay que dejar libertad al otro y comunicarnos.


8. Cuando alguien te ama, tu familia lo rechazará

Por supuesto, hay una probabilidad de que a uno o más de los miembros de tu familia no le guste tu pareja. ¿Y ahora qué? Escuchar su lado de la historia, no está mal. Pero luego, toma en consideración tu elección, tu grado de satisfacción y cómo te sientes.


Lo peor que puedes hacer es insistir en no estar con alguien, solo porque tu familia lo desapruebe. Cada persona es libre de elegir con quien compartir su vida.


9. Cuando alguien te ama, perderás a tus amigos

Quizás el tiempo con tus amigos se reducirá cuando tienes una relación de pareja. Pero no tienes por qué perderlos, esta es una cuestión de prioridades. Tendrás que pasar menos tiempo con ellos, sin embargo, no los perderás, si realmente son tus amigos.


Tener miedo a perder a tus amigos, no tiene que ser un problema si sabes cómo distribuir tu tiempo. Incluso, si te apetece, puedes compartir momentos con tu pareja y amigos juntos.





10. Cuando alguien te ama, te perderás a ti mismo

Todo es cuestión de límites. ¿Cómo se puede estar en una relación con compromiso y no perderse? Cuando te comprometes con otra persona, nos hacemos uno con esa persona. Una relación sana añade un elemento a lo que eres, no resta. El estar con otra persona no debe implicar perderse o diluir tu identidad, sino crecer, ser tu mismo e incluso descubrir aspectos tuyos que ni conocías.


Quizás es mejor sugerir que te conviertas en un equipo. Eres una persona con otra persona. Trabajáis juntos, negociáis, os respetáis mutuamente y mantenéis vuestra individualidad para todas las cosas.


Evalúa cual es tu temor, combátelo y vive plenamente el amor. Todo el mundo necesita ser amado y ser feliz.

Por Belén Gisbert Vercher

 
¿Qué es bueno dejar claro cuando empezamos una relación de pareja?




Cuando empieces una relación de pareja es recomendable que hables de algunos aspectos importantes, especialmente para evitar sorpresas desagradables en un futuro. Así, es muy positivo abrir y marcar los canales de comunicación; de esta manera establecerás los pilares para que permanezcan activos durante toda la relación.


Son muchos los temas importantes y lo mejor es hacerlo cuando la relación esta empezando. Hacerlo te ayudará a conocer mejor a la persona con la que estas y también a darte cuenta si hay diferencias salvables o irreconciliables. En la consulta he visto casos de parejas que se separan porque no dejaron claro los temas que más les importaban al principio de la relación y que se sientan abatidas, ya no solo por el final de la relación, sino por no haber identificado estas diferencias antes.




Si le gustas, mientras la otra persona intenta conquistarte, es probable que oculte algo o trate de mostrar lo mejor de sí misma. Después se mostrara como realmente es y ¡la gente no cambia (o al menos no cambia tanto)!. Si hablamos sinceramente de algunos temas, es más probable que las bases de la relación sean más solidas y duraderas.


“Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno”


-Julio Cortázar-


Habla sobre tu filosofía de vida y visión del futuro

Habla a cerca de tu visión del mundo, tus ideas políticas y religiosas. Tus proyectos de trabajo y de vida; por ejemplo, si viviríais en otro país. También, aunque sea un poco difícil e incomodo, habla del matrimonio y de los hijos, incluso podrías hablar de cómo quieres criarlos aunque no hace falta alcanzar un acuerdo en todo: puede que en la conversación salgan interrogantes que hasta ahora ni siquiera te habías planteado.





Dos apuntes más: este tipo de conversaciones no solamente son útiles para conocer al otro, sino que también pueden serlo para que te conozcas a ti mismo. Por otro lado, es importante mostrarte abierto y respetuoso cuando tengas este tipo de charlas, pero también sincero y en disposición de compartir lo que piensas.




Habla a cerca de tu infancia y tu pasado

Compartir recuerdos divertidos es una forma de pasar tiempo juntos. El primer amor, la primera borrachera, alguna travesura, etc. No tengas miedo a contar recuerdos dolorosos o vergonzosos, a hablar si has sufrido algún abuso o algo que te dejado marca. Mostrar vulnerabilidad puede hacer que el otro se sienta seguro de mostrar también la suya.


Aquí puedes aprovechar para hablar de relaciones pasadas, siempre con respeto y contando solo los detalles necesarios. Las infidelidades, son un tema delicado, pero que es importante tocarlo. Empezar una relación ocultado información puede ser muy dañino. Tanto si te fueron infiel, como si has sido infiel es importante que lo hables con tu pareja y que le cuentes las razones y sentimientos alrededor de este situación.


Habla a cerca del s*x*

Procura hacerlo en un ambiente relajado y privado ya que es un tema delicado que en ocasiones puede ser incomodo, sobre todo cuando la pareja esta empezando y la confianza todavía no es muy sólida. El s*x* es una parte importante de la relación y la comunicación en esta área es fundamental. Así, no es recomendable tratar este tema como un tabú.


Habla de tus fantasías, de lo que te gusta y lo que no y también si te apetecería probar cosas nuevas. Hablar sobre s*x* puede aumentar la intimidad. Es un tema privado y es mejor que quede entre vosotros, aunque si quieres compartirlo asegúrate que sea siempre desde el respeto.







Habla sobre dinero, deudas y problemas legales

Habla de cuanto ganas y cuanto gastas al mes, si estáis ahorrando para algo en especial o si te gusta viajar o comer fuera, etc. Tanto si tienes una cuenta de ahorro, como si tienes deudas es importante hablarlo para evitar que nuestra pareja se entere por terceras personas y se lleve un disgusto. Si tienes o has tenido algún problema legal, es importante hablar de estos asuntos y evitar que estas cosas aparezcan por sorpresa.


Cuando comienzas un proyecto de vida, todas las decisiones (incluidas las relacionadas con el dinero, sobre todo si es dinero en común) es importante que se hablen y sean tomadas en conjunto, que estén de acuerdo en lo que se va a hacer y que nadie tome decisiones sin consultarlo.


Habla de la familia y amigos

Este tema es muy delicado. No recomiendo que compartas con tu pareja opiniones a cerca de su familia o conflictos que tengas con la tuya, esto puede predisponerlos y ensuciar la relación. Tampoco te recomiendo que compartas con tu familia los problemas de pareja. Es una asunto privado, la familia siempre va a tomar nuestro lado y cuando se solucione el problema puede que guarden rencor por faltas que nosotros hayamos perdonado.


Es fundamental seleccionar la información familiar que compartamos con nuestra pareja, así como la información de pareja que compartamos con nuestra familia. No suele ser necesario mentir, pero sí ser selectivos y cuidadosos con la información que compartimos.





Los amigos son todo un tema, algunas parejas creen que sus parejas pasan demasiado tiempo con sus amigos o que algunos amigos son mala influencia. Habla de tus amistades y de las de tu pareja, siempre con respeto y no te pongas en la incomoda situación de decidir, “mis amigos o mi pareja”. Respeta el tiempo que pasa con sus amigos, trata de encontrar un equilibrio y todo será más fácil.


Habla de lo que te molesta

Este es un punto muy importante desde el principio, no evites temas por temor a que se conviertan en una pelea. Compartir sentimientos y sensaciones es un gran punto de partida para una comunicación abierta y honesta. Intenta hacerlo de una forma calmada y respetuosa, sin usar palabras que puedan ofender al otro. Una relación de pareja y un proyecto de vida requieren un trabajo constante, que hablemos de nuestras necesidades, deseos y aclaremos lo antes posible los aspectos que no nos gusten.


Estos temas son fundamentales al inicio de una pareja, pero no por eso debemos entender que son un asunto cerrado y sepultado. Será positivo que volvamos a entrar en ellos siempre que se produzca un cambio o nos asalte alguna duda.


“El matrimonio es un 97 por 100 de conversación”


-Oscar Wilde-

Por Anet Diner Gutverg
 
Los ex siempre nos dejan huellas




El tiempo vivido con los ex debe aportarnos experiencia, ayudar a auto conocernos, saber qué es lo que se tiene y lo que no se tiene que hacer en el futuro, aprender de los propios errores y los ajenos, etc. Todo ello nos ayudará a encontrar el amor verdadero, que, según dicen, si existe.


El problema aparece o mejor dicho, se manifiesta, cuando las ataduras son muy fuertes y los lazos todavía están latentes. La huella que nos deja una ex pareja puede ser positiva o negativa. Todo depende de la intensidad de la relación, más que de sumar días en el calendario. Hay muchas parejas que estuvieron juntas por un año y han vivido más que las que pasaron diez.




Por otro lado, los proyectos en conjunto y las expectativas que se depositaron en la otra persona pueden ser los responsables de cómo nos sintamos con una nueva pareja o con nosotros mismos. Esto significa que si confiamos mucho y nos traicionaron, es probable que por un tiempo sea difícil volver a “poner las manos en el fuego” por alguien.


Los ex, una presencia amenazante

Algunos de nuestros ex siguen presentes después de que pasó mucho tiempo, ya sea física o emocionalmente. Otros, se pierden, sin dejar rastro en la mente consciente y están los que vuelven como por sorpresa, por algún recuerdo, pasar por un lugar que iban siempre, un nombre, etc.


Por más que la relación haya terminado bien, los ex (y esto hay que aceptarlo) dejan huellas, tal vez más hondas o más superficiales, pero huellas al fin. Estas, además, nos permiten ver algunos aspectos importantes de nosotros mismos.






Aunque hayas tenido 20 parejas, todas estarán psicológicamente emparentadas contigo. Esto sucede porque en la búsqueda del amor hay un denominador común que no habla del otro, sino de ti mismo. Esto es, de tus necesidades inconscientes, de tus traumas, tus expectativas, etc. Estas son las palabras de la Doctora Patricia Sepúlveda Sanhueza, psicóloga y terapeuta de parejas.


Podemos creer que los ex son lo opuesto a nosotros, pero esto no es así. Una pareja plantea la oportunidad de aprender de nosotros mismos, de la sexualidad, de cómo nos manejamos con las relaciones, cómo podemos ofrecer lo que tenemos al prójimo, etc.


Pero entonces, ¿por qué algunas parejas son más importantes que otras? La experta responde que esto se debe a las expectativas que se han depositado, es decir que cuantos más proyectos existan con esa persona, más grande será la herida.




A su vez, los ex novios son diferentes que los ex esposos, ya que el compromiso afectivo es mayor. Hay en esa relación más momentos compartidos, más objetivos que no se cumplieron. El noviazgo es un entrenamiento y el matrimonio, un lugar importante de la existencia de los seres humanos. La huella es todavía mayor si tienen hijos en común.


Ser feliz, un acuerdo inconsciente

La Dra. Sepúlveda explica que el hecho de elegir y luego establecer un vínculo afectivo con una pareja para ser feliz implica un cierto nivel de madurez y de conocimiento de uno mismo. Pueden haber pasado sólo dos meses de noviazgo, pero si esa persona se “hizo cargo” de mi felicidad por completo, al terminar el vacío será muy grande.




La formación y la combinación de las parejas, está demostrado, se da mediante un trato inconsciente. Un ejemplo claro es el de la mujer enamorada y el hombre exitoso, uno ayuda con la admiración y el otro con la protección y siendo proveedor.


Muchas separaciones ocurren porque el acuerdo tácito entre ambos, cambia de dirección, ya sea por una o las dos partes. Si la pareja no resiste y no es capaz de hacer un nuevo contrato, lo más probable es que aparezca la infelicidad y la posterior ruptura. Cientos de parejas consultan cuando ya están demasiado dañados como para recuperarse.


Si bien se suele creer lo contrario, el distanciamiento produce alivio y felicidad cuando se consuma. Es fundamental aprovechar ese momento para aprender sobre uno mismo, los defectos y habilidades, la madurez, etc. Es vital analizar el por qué de la situación, sino de lo contrario, el dolor permanecerá por mucho tiempo. Mientras no se sanen algunas heridas, no habrá lugar para un nuevo amor.


Esto no quiere decir que no hayan quedado huellas en nuestro corazón o nuestra mente, pero la clave está en utilizarlas para seguir, para cambiar, para mejorar, no para quedarse pensando, llorando o lamentando la pérdida. El proceso de elección de la próxima pareja y el éxito o fracaso de la misma dependerá de cuán sanos estamos de la relación anterior.


No hay una regla que diga cuánto nos tiene que “marcar” un ex ni el tiempo que necesitamos para sanar esa dolencia. Todo depende del compromiso y la constancia de cada uno para ser mejor en el día a día.


Una buena idea es “rescatar” de cada relación qué es lo que nos hacía más felices. Por ejemplo, salir de paseo, la pasión, el romance, el hecho de sentirse cuidado, la seguridad, la comunicación. Esas son las marcas “buenas” que nos tienen que quedar de nuestras ex parejas. Las malas, ir eliminándolas con el tiempo, que es la mejor medicina en la gran mayoría de los casos.

Por Yamila Papa
 
¿El tiempo lo cura todo?



Aunque tengamos la convicción de que el tiempo lo cura todo, lo cierto es que necesita de nuestra ayuda. Debemos poner de nuestra parte para sanar esa herida y volver a sonreír


¿Cuántas veces te han dicho que el tiempo lo cura todo? Siempre que pasemos por una ruptura de pareja o cualquier otra situación en una relación que, literalmente, nos rompa, esto provocará un periodo muy difícil que debemos superar.



Pero, ¿lo hacemos de la mejor manera? ¿Dejamos en manos del “destino” curarnos de todo ese dolor? El tiempo es necesario para curarnos, pero no lo cura todo si nosotros no nos esforzamos.


La responsabilidad para sanar es nuestra, no del tiempo.


El dolor necesita de su propio tiempo

Sería irracional pensar que podemos solucionar y sanar una herida en un tiempo determinado o de forma muy rápida. Esto no es así. Es más, no podemos predecir cuánto podrá durar ese periodo de “sanamiento”.




Ante todo esto, hay algo que no podemos hacer nunca, y es vivir en el pasado y dejar esa herida abierta para siempre. Esto nos hará continuar sufriendo, por eso lo primero es curar bien la herida y, después, darle tiempo para que cicatrice.


Habrá muchas personas a tu alrededor que te sugerirán que te distraigas, que hagas cosas nuevas, que salgas con tus amigos… Quizás esto sea muy positivo, pero no es recomendable que lo utilices como la solución a tu problema.


Esta distracción será un bálsamo momentáneo, pero tarde o temprano, el dolor volverá de nuevo.



Dale tiempo a tu dolor. Tal vez sea cosa de un mes, quizás de más meses, y en ocasiones tendrás que brindarle un año. Todo depende del origen de ese dolor. Pero no tengas prisa. Cuando todo vuelva a estar bien, cuando hayas sanado, lo sabrás y mirarás a esa cicatriz sin sentir nada ya.


No te cruces de brazos: toma el control

A pesar de que el tiempo es necesario, hay algo que nunca podremos hacer: cruzarnos de brazos. Hay muchas personas que dejan en manos del “destino” la solución a este problema, o dejan que el tiempo sea el que sane sus heridas.




Esto no funciona así. Tú debes tomar el control de tu vida y esforzarte para ayudar en este proceso de sanación. El tiempo, por sí solo, no tiene tanto poder para hacerse totalmente responsable de lo que te está sucediendo. Tú también debes poner de tu parte.




¿Cómo puedes tomar el control? ¿Qué debes hacer? Aquí te dejamos algunos consejos importantes para que vuelvas a tomar las riendas de tu vida.


Despréndete del pasado




El pasado está ahí para recordarnos aquellas experiencias que nos han hecho aprender, todo aquello que hemos vivido, pero que ya ha quedado atrás.


Ahora es el momento de dejar de vivir en ese pasado. Debes desprenderte de él y seguir adelante. Céntrate en tu presente, porque el ahora es lo que importa.


Busca ayuda

Somos fuertes, esto está claro, pero en muchas ocasiones debemos buscar ayuda. Apóyate en todas aquellas personas en las que confíes, que te puedan ayudar a avanzar, a ver la vida con una nueva perspectiva.


Que nunca te dé vergüenza pedir ayuda, porque hay mucha gente dispuesta a tenderte la mano.


Sé optimista

Debes abrir la mente y ver la vida con optimismo. Has pasado por un periodo muy difícil, pero esto no significa que sea el fin del mundo.


Todo lo superamos, tarde o temprano, así que pon en tu rostro una sonrisa y ¡sigue adelante! La vida es hermosa, ¡vívela!




Perdona y perdónate

Hay algo que nos cuesta mucho más que perdonar a los demás, y es perdonarnos a nosotros mismos. Aunque no lo creamos, es algo esencial e importante para superar cualquier dificultad. Algo que nos permitirá dejar el pasado atrás y seguir adelante.


No vivas con rencor, ya que este provocará que tu herida no cierre.




¿Has dejado alguna vez en manos del tiempo una responsabilidad que solo era tuya? El dolor es algo que debemos curar nosotros mismos. Bien es cierto que el tiempo ayuda, pero ayuda a cicatrizar, no a curar.


Sé valiente y toma el control. La vida es hermosa, aunque ahora no lo veas. Vive y sé feliz, porque te lo mereces.

Por Raquel Lemos
 
Mientras esperé lo que nunca llegó, vino lo que nunca esperé



Mientras esperé lo que mis sueños tejieron en su castillo de naipes casi imposibles, la vida acabó sorprendiéndome con algo distinto, con algo que no imaginé pero que el destino, la magia, o la casualidad, me ofrecieron a cambio de nada.

¿Cuántas veces nos ha ocurrido algo parecido? Pasamos gran parte de nuestra vida planeando aquello que deseamos alcanzar, esperando en ocasiones aspectos casi inalcanzables, cuando de pronto, la cotidianidad perfila con su armonía de siempre algo casual que nos complace y nos llena de felicidad.


Muchas veces pensamos que la vida nos dice “NO” a algo, cuando en realidad, sólo nos pide que esperemos, que esperemos un poco más…

Si lo pensamos bien, nos cuesta mucho tener que aguardar ese instante en que por fin, la vida da esa vuelta de sentido y se acuerda de nosotros para arroparnos en forma de suerte, de aliento, de calor y esperanza.

Puede que te traiga ese sueño profesional en el que tanto has invertido, es posible que por fin, aparezca esa persona que encaja en tus esquinas y construye el puzzle de tus felicidades. Son muchas las cosas que soñamos, las cosas por las que somos pacientes y nos desesperamos…

No obstante, ten en cuenta algo: no solo lo que guste traerte la vida será finalmente bueno, entiende que la espera también ha merecido la pena, porque es vida vivida. Y ello, siempre es importante.

Esperé tanto que me cansé de quererte


En ocasiones esperamos tanto de las personas que sólo encontramos decepciones. Quizá por ello, hay quien suele decirse aquello de que para evitar sufrir es mejor no esperar nada de nadie, y esperarlo todo de nosotros mismos. Aunque hay matices en esta frase que deben concretarse.

Esperar siempre valdrá la pena siempre y cuando la otra persona esté luchando también para llegar hasta ti. Si no es así, tal vez sea el momento de acabar con esa espera sin sentido.


Ahora bien, también hemos de tener claro un aspecto: las personas tenemos derecho también a esperar lo mejor de las personas que amamos. Sencillamente, porque creemos en la reciprocidad, en el hecho de que si yo doy afecto y dedicación, tengo derecho a recibir lo mismo.

  • Aguardar a que los demás actúen de acuerdo a nuestras expectativas responde a una necesidad mínima de control en nuestro día a día y en nuestras relaciones sociales y afectivas.
  • Saber cómo nos van a tratar, o dar por sentado que las personas queridas nos aman, nos respetan y se preocupan por nosotros nos evita esa incertidumbre en la que nos sería tan complicado vivir si no tuviéramos esas raíces, esa seguridad emocional.
  • Quizá por ello, en ocasiones, es frecuente que aparezca una decepción, en especial cuando se da aquello que uno no espera: la mentira, la frialdad, la despreocupación o la distancia.

A veces esperamos cosas que nunca llegan a darse del todo. Es común, por ejemplo, enamorarse de alguien hasta que nos damos cuenta que esa persona, en realidad, nunca fue como pensábamos.


Los sueños se desvanecen, se apagan. No obstante, más tarde llega la magia de la casualidad y nos trae a otra persona, a alguien que no esperábamos y que nos regala una felicidad sincera y plena.


Por Valeria Sabater
 
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