.Lo de los jubilados, que se supone que son los que mas tiempo libre tienen, curiosamente son siempre los que andan con prisas en el banco y en los supermercados, y a la mínima que te despistes o se te cuelan o te piden si les cedes el turno.
Practican el arte de colarse, haciendose el loco, la sorda o la calladita.
Si les recuerdas donde está la cola .... te miran con cara de malas pulgas... como si fueras tú la que produce el problema.
Entonces vienen la colección de excusas .... que mi marido está enfermo y he salido un momento.... que si sólo es una pregunta .... que sólo es una pieza lo que llevo.... una vez que ya han acaparado atención .... hablan y hablan y vuelven a hablar.... encima mosqueados porque gente más joven no "recuerda" lo que es el respeto (supongo que ellos reinterpretan que su condición de ancianos equivale a hacer lo que les de la gana)hacia las personas mayores.
Respeto a todo el mundo, independientemente de la edad, sólo me enciendo cuando alguien sobrepasa mi área personal y mi tiempo.
Como bien dices, son pura contrariedad, van con prisas pero se paran con el primer conocido que encuentran.
Las yayas cargadas como burras del mercado y si o si , van los sábados por la mañana cuando tienen el resto de la semana para comprar a diario.
Las que llegan tarde a la hora pactada en la pelu y encima se ofenden porque no las pueden atender ...
Los abueletes que monopolizan el periódico del bar y no lo sueltan hasta que se levantan.
Las rigideces de sus autohorarios impuestos y que si no los cumplen se vuelven más tarumbas...