¿Yo no soy TONTO?: cosas que hacemos que son de auténticos RETARDADOS.

A mí me ha pasado alguna vez de guardar algo en el microondas. Tipo me estoy haciendo el desayuno, caliento la taza en el microondas, la saco, echo el muesli o lo que vaya a comer, y guardo el bote de muesli en el micro. Luego buscarlo es una odisea ?

En una ocasión guardé cinco euros... en el bote de basura. Por suerte los necesitaba en este momento y después de buscarlos un buen rato, los encontré.

¿Qué pasó para que se me cayeran los cinco euros en la basura? Pues que había tirado el ticket de la compra que tenía en el bolsillo y el billete fue a hacerle compañía.
 
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Soy capaz de perderme hasta con el navegador no digo más... Mi marido que se orienta hasta en un bunker enterrado bajo 10 pisos alucina.

Eres de las mías.
Depósitos de gasolina enteros y tiempo desperdiciado, porque el navegador es "confuso", para mí es un sistema que deben desarrollar más, me niego a pensar que soy tan lerda.



Suelo ser bastante buena orientándome, a mi me para todo Dios preguntándome dónde están los sitios, me conozco carreteras, calles y demás de muchas ciudades, precisamente una amiga mía dice que parece que sea policía local jajajajaja. Pero he tenido un problema, y es que yo, por un episodio del pasado, le cogí asco y tirria al GPS.


En los tiempos en los que no habían GPS en los móviles, que eran rústicos en la época en la que ésto me pasó (pues principios de los 2000), se compraban los cacharros de GPS, y era nuevo novísimo cuando me lo regalaron y me fui de viaje, precisamente me lo regalaron para ese viaje. Pues viniendo de Francia acabé en una población de las Vascongadas con antiquísima tradición etarra y trágica historia de asesinatos y movidas varias a sus espaldas, con mi coche de la época con matrícula de Madrid, Y acabé allí ¿por qué?, porque el GPS aquél me mandó ahí, ¿qué hice?, rezar, ¿qué señal obtuve?, un área de servicio grandecita y moderna en la que veo que hay ambiente y un coche de la Benemérita. De las pocas veces que ver a la Benemérita en la carretera me tranquiliza, porque yo mira que los respeto, pero es que joder cómo imponen, voy tan normal con todo en regla y si me paran me comporto como si llevase un alijo de coca en el maletero. Pero esa vez me tranquilicé, y entoncés miré un libro estilo Michelín que llevaba y mejor explicado imposible, allí en el área de servicio pude concentrarme más y ver que el puto GPS se había equivocado, a unas malas, cogería a uno de los amables meletéricos y les preguntaría que me ayudaran a salir de aquel agujero batasuno, igual les parecía agradable escuchar el acento de una maketa en apuros, ellos tenían toda la pinta de ser de Burgos para abajo. Me fié de mi instinto finalmente y tiré orientándome yo sola, llegué bien, pero era de noche, os aseguro que las pasé canutísimas. Esa vez sí que fue el puto GPS el que me la lió.


Y ya es hora de contar y luchar contra aquel episodio vergonzoso de mi vida en el que yendo en un viaje que tenía ruta de montaña que es literalmente como digo yo "línea recta", me perdí por no estar de acuerdo con mi GPS (aún tenía el trauma de años atrás aparte de otros problemas que me daba normalmente) y decidí coger una ruta alternativa, porque así soy yo: le llevo la contraria a la tecnología que avanza con una rapidez de escándalo. Para cuando realicé este viaje ya habían pasado unos años, así que todo estaba más desarrollado. Salí de mi casa a las 8 de la mañana aproximadamente y llegué a mi destino, un lugar en coche a 6 horas, pues cuando ya era de noche; tenía que haber estado en ese sitio, haciendo las cosas bien, sobre las 15 o así teniendo en cuenta al menos un buen descanso en carretera de 30 minutos o dos descansos más cortos (yo necesito parar). Llegué de noche porque aquí la menda, decidió aquel día que el GPS del móvil, la estaba llevando a un sitio que no era, y yo no había estado nunca, pero yo ahí luchando contra la tecnología "qué sabrá ésta, anda" que me suena que es por aquí que eso no venía en el mapa que he mirado...


Perdonar al GPS y hacerle caso ha sido tan duro para mi como perdonar, no sé, lo que vendría a ser perdondar a alguien que te deja tirado de muy mala manera, perdonar a alguien que te cae mal pero cuya ayuda necesitas. Como cuente mis movidas con el GPS os peto el hilo, pero que siempre me pasaba algo, siempre.
 
Por suerte estabas en el centro de ciudad y la competencia en tráfico es de la local, la nacional podría haber llamado a una patrulla de la local y retenerte hasta que te pongan ellos la multa, pero pa qué.... Era una buena ciudadana que había cometido un error sin consecuencias... ;)

Yo misma, hace un tiempo, me cagué en tó. Hice mal un trámite con hacienda y me equivoqué con la fecha en la que debían girarme un recibo. Yo, que lo tenía pensado para un día en concreto, van y me lo clavan poco antes de cobrar a fin de mes, me dejaron la cuenta al descubierto. p*ta bida.


Exacto, pensé que ponerme multa a ellos les llevaría llamar a la local y empezar el proceso...fueron comprensivos, muy agradecida.


Buff, lo de Hacienda. ¿Pusiste la fecha antes y por eso te lo cobraron?.
 
Exacto, pensé que ponerme multa a ellos les llevaría llamar a la local y empezar el proceso...fueron comprensivos, muy agradecida.


Buff, lo de Hacienda. ¿Pusiste la fecha antes y por eso te lo cobraron?.


Me equivoqué de fecha, cuando me mandaron la notificación con la resolución no verifiqué los plazos que había pedido (con lo que yo lo podría haber visto y se podría haber evitado poniendo un recurso a tiempo). Gilipollas que eres, Codi.
 
Suelo ser bastante buena orientándome, a mi me para todo Dios preguntándome dónde están los sitios, me conozco carreteras, calles y demás de muchas ciudades, precisamente una amiga mía dice que parece que sea policía local jajajajaja. Pero he tenido un problema, y es que yo, por un episodio del pasado, le cogí asco y tirria al GPS.


En los tiempos en los que no habían GPS en los móviles, que eran rústicos en la época en la que ésto me pasó (pues principios de los 2000), se compraban los cacharros de GPS, y era nuevo novísimo cuando me lo regalaron y me fui de viaje, precisamente me lo regalaron para ese viaje. Pues viniendo de Francia acabé en una población de las Vascongadas con antiquísima tradición etarra y trágica historia de asesinatos y movidas varias a sus espaldas, con mi coche de la época con matrícula de Madrid, Y acabé allí ¿por qué?, porque el GPS aquél me mandó ahí, ¿qué hice?, rezar, ¿qué señal obtuve?, un área de servicio grandecita y moderna en la que veo que hay ambiente y un coche de la Benemérita. De las pocas veces que ver a la Benemérita en la carretera me tranquiliza, porque yo mira que los respeto, pero es que joder cómo imponen, voy tan normal con todo en regla y si me paran me comporto como si llevase un alijo de coca en el maletero. Pero esa vez me tranquilicé, y entoncés miré un libro estilo Michelín que llevaba y mejor explicado imposible, allí en el área de servicio pude concentrarme más y ver que el puto GPS se había equivocado, a unas malas, cogería a uno de los amables meletéricos y les preguntaría que me ayudaran a salir de aquel agujero batasuno, igual les parecía agradable escuchar el acento de una maketa en apuros, ellos tenían toda la pinta de ser de Burgos para abajo. Me fié de mi instinto finalmente y tiré orientándome yo sola, llegué bien, pero era de noche, os aseguro que las pasé canutísimas. Esa vez sí que fue el puto GPS el que me la lió.


Y ya es hora de contar y luchar contra aquel episodio vergonzoso de mi vida en el que yendo en un viaje que tenía ruta de montaña que es literalmente como digo yo "línea recta", me perdí por no estar de acuerdo con mi GPS (aún tenía el trauma de años atrás aparte de otros problemas que me daba normalmente) y decidí coger una ruta alternativa, porque así soy yo: le llevo la contraria a la tecnología que avanza con una rapidez de escándalo. Para cuando realicé este viaje ya habían pasado unos años, así que todo estaba más desarrollado. Salí de mi casa a las 8 de la mañana aproximadamente y llegué a mi destino, un lugar en coche a 6 horas, pues cuando ya era de noche; tenía que haber estado en ese sitio, haciendo las cosas bien, sobre las 15 o así teniendo en cuenta al menos un buen descanso en carretera de 30 minutos o dos descansos más cortos (yo necesito parar). Llegué de noche porque aquí la menda, decidió aquel día que el GPS del móvil, la estaba llevando a un sitio que no era, y yo no había estado nunca, pero yo ahí luchando contra la tecnología "qué sabrá ésta, anda" que me suena que es por aquí que eso no venía en el mapa que he mirado...


Perdonar al GPS y hacerle caso ha sido tan duro para mi como perdonar, no sé, lo que vendría a ser perdondar a alguien que te deja tirado de muy mala manera, perdonar a alguien que te cae mal pero cuya ayuda necesitas. Como cuente mis movidas con el GPS os peto el hilo, pero que siempre me pasaba algo, siempre.

Menudo jiñe, pero igual te pillan batasunos y gudaris y pasan olímpicamente de tu coche, se ha exagerado mucho la propaganda y el abasto del terrorismo, hasta que conocí vascos y vascos para que me explicaran ellos de primera mano que no todos van con una granada bajo la manga, supongo que también depende del año que fuiste. En plenos ochenta, cuando había un atentado día sí día no, mis abuelos pararon en el País Vasco de camino a Asturias. Tomaron una bebida en una fonda a media mañana y los camareros (o el mesero, o quien fuera que les atendió) les ofreció quedarse a comer, cosa que ellos declinaron. Llegan a Asturias y sale en las noticias que se había producido un tiroteo en el mismo local que habían estado. El ángel de la guarda se presenta en forma de prisa a veces.
 
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Me equivoqué de fecha, cuando me mandaron la notificación con la resolución no verifiqué los plazos que había pedido (con lo que yo lo podría haber visto y se podría haber evitado poniendo un recurso a tiempo). Gilipollas que eres, Codi.



Esas cosas pasan, y más en movidas burocráticas, que son un lío. La verdad qué engorroso es gestionar cosas con Hacienda, bancos, organismos, y demás.

Mira que a mi en su día me explicaron cómo se hacía la declaración de la Renta, me lo explicaron en casa, amigos, familiares...me pongo aquel año a hacerla, de mis primeros trabajos, y se me olvidó. No sé cuántas veces me pudieron explicar esto, y más informatizado todo que te sale el borrador instantáneo...que llegó la época de hacer la declaración, mis padres estaban de viaje, por no dar la tabarra a nadie, cogí, pedí cita en Hacienda y le pedí a los funcis allí que me instruyeran. La verdad es que les pareció algo raro, de hecho dijeron "pero es muy fácil", como diciendo "aquí viene gente con cosas más importantes", pero en ningún momento fueron bordes ni nada, sino que me explicaron el procedimiento, lo mismo que me han dicho mis padres y demás pero ya con los tecnicismos de la página de Hacienda. Fueron bastante amables.

Luego se lo contaba a la gente y me decían "¿has ido a Hacienda a que te digan cómo hacer la declaración?" y yo, "sí" y me miraban como si fuera algo tan fácil como freír un huevo, no sé. ¿Dónde quieren que vaya a que me expliquen la movida de la Renta?, ¿a la frutería?, pues voy allí joder, yo no tenía ni idea. Vale, que también se me olvidó todo lo que me explicaron, pero si tengo dudas, recurro a quien hay que recurrir, que para eso están.
Se me quedaban mirando como si hubiera hecho algo rarísimo, no sé, o tendrán miedo/asco a todo lo que suene a Hacienda.
 
Menudo jiñe, pero igual te pillan batasunos y gudaris y pasan olímpicamente de tu coche, se ha exagerado mucho la propaganda y el abasto del terrorismo, hasta que conocí vascos y vascos para que me explicaran ellos de primera mano que no todos van con una granada bajo la manga, supongo que también depende del año que fuiste. En plenos ochenta, cuando había un atentado día sí día no, mis abuelos pararon en el País Vasco de camino a Asturias. Tomaron una bebida en una fonda a media mañana y los camareros (o el mesero, o quien fuera que les atendió) les ofreció quedarse a comer, cosa que ellos reclinaron. Llegan a Asturias y sale en las noticias que se había producido un tiroteo en el mismo local que habían estado. El ángel de la guarda se presenta en forma de prisa a veces.


Sí, si era mi pensamiento, me ven por ahí algún batasno no tendría otra cosa mejor que hacer que ponerse a liársela a una chica porque no de es allí, y años antes me movía por Bilbao con el coche sin problema, pero es Bilbao, una ciudad grande. Donde me perdí era puro bosque, un cague, ya había visto reportajes varios de cómo por esos bosques entrenaban tiro los etarras o tenían zulos para guardar cosas, se reunían, etc. ETA seguía activa por entonces, y yo por ahí diciendo ¿y si están por aquí de reunión? jajajajaja. Que me río y esas cosas, ahora, pero, ¿cuántas veces robaban coches a punta de pistola para explotarlo con bombas en sitios concurridos?. Además que hablo de ya no miedo por las Vascongadas, precisamente una de mis zonas favoritas de España, eso era lo de menos; sino la zona y circunstancias, de noche cerrada, bosque y sólo carretera, no había NADA hasta que empecé a ver civilización, que eso me pudo haber pasado en otra parte de España perfectamente. Entonces yo no tenía tanto miedo a conducir de noche, viajaba bastante a menudo y me iba por puertos de montaña como si fuera lo más normal.
Precisamente uno de los sustos más grandes de mi vida lo tuve en el Paseo de la Castellana, para que veas, no sé si decirte que casi peor al del País Vasco.

La historia de tus abuelos es flipante.
 
En una ocasión guardé cinco euros... en el bote de basura. Por suerte los necesitaba en este momento y después de buscarlos un buen rato, los encontré.

¿Qué pasó para que se me cayeran los cinco euros en la basura? Pues que había tirado el ticket de la compra que tenía en el bolsillo y el billete fue a hacerle compañía.

Es algo que puede pasar perfectamente. A mí dinero no (creo), pero por esa vía basuril se me han ido cucharillas pequeñas, cuchillos de pelar y demás cubertería
 
Sí, si era mi pensamiento, me ven por ahí algún batasno no tendría otra cosa mejor que hacer que ponerse a liársela a una chica porque no de es allí, y años antes me movía por Bilbao con el coche sin problema, pero es Bilbao, una ciudad grande. Donde me perdí era puro bosque, un cague, ya había visto reportajes varios de cómo por esos bosques entrenaban tiro los etarras o tenían zulos para guardar cosas, se reunían, etc. ETA seguía activa por entonces, y yo por ahí diciendo ¿y si están por aquí de reunión? jajajajaja. Que me río y esas cosas, ahora, pero, ¿cuántas veces robaban coches a punta de pistola para explotarlo con bombas en sitios concurridos?. Además que hablo de ya no miedo por las Vascongadas, precisamente una de mis zonas favoritas de España, eso era lo de menos; sino la zona y circunstancias, de noche cerrada, bosque y sólo carretera, no había NADA hasta que empecé a ver civilización, que eso me pudo haber pasado en otra parte de España perfectamente. Entonces yo no tenía tanto miedo a conducir de noche, viajaba bastante a menudo y me iba por puertos de montaña como si fuera lo más normal.
Precisamente uno de los sustos más grandes de mi vida lo tuve en el Paseo de la Castellana, para que veas, no sé si decirte que casi peor al del País Vasco.

La historia de tus abuelos es flipante.


El ángel de la guarda a veces puede ser la prisa porque tenían ganas de llegar a su destino, desde luego que los 70-90 era la época que tanto en el País Vasco como en Ulster la cosa estaba más encendida, menos mal que a ti no te pasó nada....
 
Hace ya años me pasó algo muy estúpido.
Subo al autobús, en hora punta, hasta arriba de gente.
Ni que decir, que no había sitio libre. Iba tan lleno que ni siquiera encontraba barra donde agarrarme.
En esto que consigo profundizar un poco más hacia el interior del bus y por fin veo una barra y me tiro a sujetarme como una posesa.
Al cabo de unos 10 minutos llegamos a una parada y noto que la barra empieza a moverse, yo alucinando porque por más que intentaba sujetarme, la barra tiraba de mi, pero yo en mis trece y sin soltarla.
Hasta que me doy cuenta que la barra de sujeción era una tubería de pvc que llevaba un obrero en la mano :oops:
Había ido todo ese rato sujeta a una tubería y ahora el hombre intentaba bajarse en su parada, pero no podía porque yo me aferraba al tubo como si el tubo fuera Brad Pitt.
Unos cuantos se echaron unas risas a mi costa, bueno y yo también cada vez que lo recuerdo :hilarious:
 
Suelo ser bastante buena orientándome, a mi me para todo Dios preguntándome dónde están los sitios, me conozco carreteras, calles y demás de muchas ciudades, precisamente una amiga mía dice que parece que sea policía local jajajajaja. Pero he tenido un problema, y es que yo, por un episodio del pasado, le cogí asco y tirria al GPS.


En los tiempos en los que no habían GPS en los móviles, que eran rústicos en la época en la que ésto me pasó (pues principios de los 2000), se compraban los cacharros de GPS, y era nuevo novísimo cuando me lo regalaron y me fui de viaje, precisamente me lo regalaron para ese viaje. Pues viniendo de Francia acabé en una población de las Vascongadas con antiquísima tradición etarra y trágica historia de asesinatos y movidas varias a sus espaldas, con mi coche de la época con matrícula de Madrid, Y acabé allí ¿por qué?, porque el GPS aquél me mandó ahí, ¿qué hice?, rezar, ¿qué señal obtuve?, un área de servicio grandecita y moderna en la que veo que hay ambiente y un coche de la Benemérita. De las pocas veces que ver a la Benemérita en la carretera me tranquiliza, porque yo mira que los respeto, pero es que joder cómo imponen, voy tan normal con todo en regla y si me paran me comporto como si llevase un alijo de coca en el maletero. Pero esa vez me tranquilicé, y entoncés miré un libro estilo Michelín que llevaba y mejor explicado imposible, allí en el área de servicio pude concentrarme más y ver que el puto GPS se había equivocado, a unas malas, cogería a uno de los amables meletéricos y les preguntaría que me ayudaran a salir de aquel agujero batasuno, igual les parecía agradable escuchar el acento de una maketa en apuros, ellos tenían toda la pinta de ser de Burgos para abajo. Me fié de mi instinto finalmente y tiré orientándome yo sola, llegué bien, pero era de noche, os aseguro que las pasé canutísimas. Esa vez sí que fue el puto GPS el que me la lió.


Y ya es hora de contar y luchar contra aquel episodio vergonzoso de mi vida en el que yendo en un viaje que tenía ruta de montaña que es literalmente como digo yo "línea recta", me perdí por no estar de acuerdo con mi GPS (aún tenía el trauma de años atrás aparte de otros problemas que me daba normalmente) y decidí coger una ruta alternativa, porque así soy yo: le llevo la contraria a la tecnología que avanza con una rapidez de escándalo. Para cuando realicé este viaje ya habían pasado unos años, así que todo estaba más desarrollado. Salí de mi casa a las 8 de la mañana aproximadamente y llegué a mi destino, un lugar en coche a 6 horas, pues cuando ya era de noche; tenía que haber estado en ese sitio, haciendo las cosas bien, sobre las 15 o así teniendo en cuenta al menos un buen descanso en carretera de 30 minutos o dos descansos más cortos (yo necesito parar). Llegué de noche porque aquí la menda, decidió aquel día que el GPS del móvil, la estaba llevando a un sitio que no era, y yo no había estado nunca, pero yo ahí luchando contra la tecnología "qué sabrá ésta, anda" que me suena que es por aquí que eso no venía en el mapa que he mirado...


Perdonar al GPS y hacerle caso ha sido tan duro para mi como perdonar, no sé, lo que vendría a ser perdondar a alguien que te deja tirado de muy mala manera, perdonar a alguien que te cae mal pero cuya ayuda necesitas. Como cuente mis movidas con el GPS os peto el hilo, pero que siempre me pasaba algo, siempre.

SI le hubieses preguntado a un paisano te hubiese dicho por donde teníais que ir, tranquilamente, un chiste no te haría pero indicarte el camino si, parece mentira que la gente se creyese que le podía pasar algo por pararse en el País Vasco, a pesar de los mastuerzos etarras siempre hemos sido hospitalarios.
 
Sí, si era mi pensamiento, me ven por ahí algún batasno no tendría otra cosa mejor que hacer que ponerse a liársela a una chica porque no de es allí, y años antes me movía por Bilbao con el coche sin problema, pero es Bilbao, una ciudad grande. Donde me perdí era puro bosque, un cague, ya había visto reportajes varios de cómo por esos bosques entrenaban tiro los etarras o tenían zulos para guardar cosas, se reunían, etc. ETA seguía activa por entonces, y yo por ahí diciendo ¿y si están por aquí de reunión? jajajajaja. Que me río y esas cosas, ahora, pero, ¿cuántas veces robaban coches a punta de pistola para explotarlo con bombas en sitios concurridos?. Además que hablo de ya no miedo por las Vascongadas, precisamente una de mis zonas favoritas de España, eso era lo de menos; sino la zona y circunstancias, de noche cerrada, bosque y sólo carretera, no había NADA hasta que empecé a ver civilización, que eso me pudo haber pasado en otra parte de España perfectamente. Entonces yo no tenía tanto miedo a conducir de noche, viajaba bastante a menudo y me iba por puertos de montaña como si fuera lo más normal.
Precisamente uno de los sustos más grandes de mi vida lo tuve en el Paseo de la Castellana, para que veas, no sé si decirte que casi peor al del País Vasco.

La historia de tus abuelos es flipante.
Unos conocidos super-SUPER- cuñaos se van de vacaciones en coche por Europa casi un mes. A la vuelta y nada más pasar la frontera de Francia,paran en el primer bar que ven porque les pareció muy bonito y entrañable ya que estaba en el típico edificio vasco todo pintado de blanco, rojo y verde etc. Entran gritando "BUAH, POR FIN EN ESPAÑA!! PONME UN PINCHO DE ESA TORTILLA ESPAÑOLA BUENA QUE TIENES AHI!! Y UN VINITO ESPAÑOL!! VAYA MIERDAS QUE HEMOS COMIDO Y BEBIDO POR AHI!! VIVA ESPAÑA, JODER!!" Y así sin parar, cuando se fijan bien y ven una hucha para los presoak y demás parafernalia y toda la parroquia del "bar tipico vasco"" mirándoles furibundos. Estaban en una Herriko Taberna gritando "viva españa".
A ver quien supera esto, jajaja!!
 

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