No, no. Me ostiaría a mi misma en mi versión juvenil. Lo que hice fue, sencillamente, peligroso.
Es un riesgo muy serio ese, pero mira, alguna locura se guarda y no se repite más. Por eso, por pensar en algunas cosas de la juventud, ahora puedo tener una vida igual algo aburrida, pero mejor la seguridad. Es muy raro que yo beba hasta la muerte y menos ya a los treintaytantos. El alcohol ya no me sienta igual, si con cervezas voy achispada, buff, miedo me da.