Lo que digo, que muchos han cambiado la religión por el deporte.Una cosa en la que me he fijado es en que la gran mayoría de estos intensers (matizo que hablo de los intensers) es que les encanta establecer paralelismos entre el deporte y la vida y todo lo revisten de superación personal. Te pones en sus facebooks y todos los post tienen un tufo a autoayuda barata que tumba de espaldas, pero lo que más me sorprende es que tengo la sensación de estar ante una felicidad impostada, porque os juro que lo que me transmiten la mayoría de estos escritos es tristeza y desolación. Proclaman a los cuatro vientos que son felices, que cuando corren conectan con lo más profundo de sí mismos, que en el deporte han encontrado el sentido de la vida... pero la realidad es que la mayoría me transmiten desolación.
Otra cosa en la que me he fijado es en que hay una constante que se repite en muchos de sus posts: me da igual lo que me digan, lo hago por mí, no tengo que demostrar nada a nadie. Ya. Y por eso cuelgas toooda tu actividad física en Facebook y sueltas estas parrafadas que abochornarían incluso a Pablo Coelho, porque no tienes que demostrar nada a nadie. Ya.