El Cancer, enfermedades, envejecimiento - causas & tratamiento, todo un uno

Qué teoría os convence más como explicación del cáncer, esta o la de la medicina oficial?


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http://www.lamentiraestaahifuera.com/2011/10/03/el-cncer-no-se-cura-con-bicarbonato/

Por si alguien queire saber quién ese ese tal Simoncini...
El cáncer no se cura con bicarbonato


Javier, un lector de este blog, me enviaba hace unos días el vídeo de un médico italiano, Tullio Simoncini, en el que se afirmaba que el cáncer no está provocado por la reproducción descontrolada de las células cancerígenas, sino como resultado de una infección por hongos.


El tratamiento del cáncer con bicarbonato es una práctica peligrosa, completamente ineficiente y sin ninguna base científica. Las infecciones micóticas oportunistas, como la cándida albicans, son muy frecuentes en pacientes con el sistema inmunológico debilitado o con enfermedades crónicas. Es usual que se presenten estos cuadros infecciosos en enfermos de cáncer, pero esto no quiere decir en absoluto que la causa de la enfermedad sean los hongos, sino que al estar el organismo debilitado es más fácil que la infección ocurra.

En cuanto al “doctor”, Tullio Simoncini fue expulsado en 2003 del colegio de médicos italiano y condenado por estafa. Aunque la causa de la muerte de varios de sus pacientes no fue la aplicación de su terapia, se benefició económicamente de ellos aplicándoles unos métodos no testados anteriormente sobre seres humanos, e infundiéndoles falsas esperanzas. También fue acusado de homicidio involuntario, ya que al parecer laceró el intestino de uno de sus pacientes terminales.

Pero es más, tratar los tumores cancerígenos con bicarbonato sódico ha sido sujeto a una investigación, resultando que además de inútil es potencialmente peligroso.

Pero a pesar de ello, en publicaciones que se autoproclaman dedicadas a la salud, se recogen frecuentemente noticias o eventos relacionados con tratamientos alternativos del cáncer. Por ejemplo Discovery Salud colaboró en la organización en 2009 del III congreso internacional sobre tratamientos complementarios y alternativos al cáncer, al que invitaron a Tullio Simoncini, dedicado ahora a la farándula de las conferencias alternativas. Este era el resumen en DSalud de su intervención:

Tras el descanso de la mañana llegaría el turno de los planteamientos más innovadores. Comenzando por Tullio Somincini, oncólogo italiano que apoyándose en espectaculares imágenes del interior del organismo trató de demostrar que el cáncer está siempre causado por un hongo, la cándida albicans, y que el tumor es el resultado de su invasión más el intento del sistema inmune por contenerlo. A través de los vídeos que mostró se pudo ver cómo se pueden hacer llegar a cualquier órgano soluciones de bicarbonato sódico, una sustancia en su opinión a la que el hongo no puede adaptarse y por tanto es capad de destruirlo. Simoncini denunciaría con contundencia el fracaso actual de la oncología y presentó testimonios visuales de pacientes que habrían revertido su situación con simple bicarbonato sódico.

DSALUD

Cuando tenga tiempo comentaré sobre esto...

Como acabo de decir:
Información, lógica y ojos abiertos, eso es lo que pretendo aplicar yo. Y nunca fiarse ciegamente. Siempre investigar las fuentes - origen y fehaciencia...

Como también hablo italiano os traeré info- más "inmediata" sobre Dr. Tulio Simoncini, sus teorías&tratamientos y los casos concretos de no-curación y curación.

Hablaremos también sobre el bicarbonato...

Feliz año a to@s! :)
 
¿Y cómo entendemos esto?

A una chica de 17 años se le prohibe decidir que no se quiere suponer a quimioterapia. Dicho de otra manera, se le impone la quicio en contra de su voluntad...



La verdad es que alucino...:inpain::banghead::inpain::banghead::inpain::banghead:

http://www.nbcnews.com/health/cancer/bioethicist-why-connecticut-teen-cant-say-no-chemo-n281836

Bioethicist: Why Connecticut Teen Can't Say No to Chemo

17-year-old girl, listed in court papers only as Cassandra C., is in protective custody at a Connecticut hospital where she is being forced to undergo chemotherapy treatment that she says she does not want. Americans strongly value the right to refuse medical care.

We are all familiar with situations in which Jehovah's Witnesses say no to life-saving blood transfusions, patients refuse any more surgery or artificial ventilation, and ill people forgo proven medical interventions to follow alternative care.


But those cases involve competent adults.

Cassandra is 17 — still a minor. Should she have the right to say no? I don't think so.




Cassandra has Hodgkin lymphoma, a cancer of the lymphatic system, the body's immune system. The National Cancer Institute says that more than 85 percent of those with this form of the disease and who get chemo will survive a minimum of five years. If the cancer is found early and treated quickly, outcomes are even better. So a child would need to have one hell of a reason for not wanting treatment given that this is a type of cancer for which a cure exists.

Cassandra is not invoking a religious belief in saying no. Nor is she claiming she believes in some form of alternative medicine. According to the teen's mother, Cassandra is refusing chemo because she hates the miserable treatment — hair loss, feeling sick, nausea, and being really tired. Her mother says she backs her daughter's decision. The state of Connecticut does not. Neither do I.

Find her a doc, social worker or counselor with whom she can bond and trust, who can guide her through the hell of chemo.

Indeed, Cassandra is close to being an adult but not quite there. She is also a teenager — a group not known for always making the best judgments. I would hope her mom would be pushing her to get chemo rather than trying to honor her emerging autonomy.

The primary goal in this case is to save a young life. This is a disease where medicine can do that. Admittedly, the treatment sucks, but it works. I hope when judges hear this case Thursday, they tell Cassandra that she needs to get the chemo. But she also needs support. A lot of it.

Let her meet others her age who have been through chemo and lived. Find her a doc, social worker or counselor with whom she can bond and trust, who can guide her through the torment of chemo. Bring her mom around and get her to help her daughter through the treatment.

Respecting choice is important. Not burying a young teenage girl who would have lived is far more important.



First published January 8th 2015, 1:54 pm
 
http://naukas.com/2014/06/17/quimioterapia-frente-al-cancer-los-origenes/
Quimioterapia frente al cáncer – Los orígenes
En los tiempos de relativismo postmodernista que corren, en los que cualquier avance realizado por la “casta cientificista” es puesto en duda empleando la negación de los hechos o es contrapuesto por la magia y la charlatanería, uno de los avances contra los que más frecuentemente se dirigen los ataques es la quimioterapia del cáncer.

Contra la quimioterapia como tratamiento se dice que conocemos a mucha gente que ha muerto de cáncer pese a recibir tratamiento basado en quimioterapia, o que dicho tratamiento no sirve para otra cosa más que para enriquecer a las malvadas farmacéuticas destruyendo la calidad de vida del paciente de una manera vil y sin escrúpulos.

Por eso, me propongo (no prometo nada, esto es solo una declaración de intenciones) realizar una serie de entradas que traten de aclarar qué es la quimioterapia del cáncer, de dónde viene, qué tratamientos existen y para qué sirven (si es que sirven de algo).

Comencemos por el principio. La quimioterapia del cáncer es el tratamiento con agentes farmacológicos que normalmente busca matar a las células del tumor. Su acción, en general, es poco específica y está basada en la capacidad para destruir a las células que se encuentran activamente en división. Dado que una hiperactivación de la división celular es una característica esencial de las células del cáncer, los agentes quimioterapéuticos se emplean por su acción extremadamente tóxica hacia las células del tumor. Pero claro, en el organismo existen otras células que pueden encontrarse en división. Fundamentalmente las células del epitelio digestivo (las que forman la capa que recubre el intestino), las de la piel y las de la sangre. Aunque pueda sorprender, en un organismo adulto son pocos los tejidos que se encuentran activamente en división y estos se limitan a aquellos que requieren unas constante renovación. Literalmente estamos soltando a nuestro paso millones de células a diario que proceden de los tejidos mencionados anteriormente; pero el resto de los tejidos parece el paisaje desolador de un western.

Pero, ¿de dónde procede el uso de estos compuestos? ¿por qué los usamos?

Para entender el inicio del uso de la quimioterapia hay que situarse en la primera mitad del siglo pasado. En aquel momento, las alternativas terapéuticas para un paciente de cáncer eran muy escasas, limitadas exclusivamente a la cirugía o al tratamiento compasivo en espera de una muerta segura. La resección quirúrgica de las masas tumorales suponía únicamente un retraso en el desarrollo de la enfermedad en la mayoría de los casos, lo que llevó a algunos cirujanos a proponer que cuanto más extensas fuesen las áreas extirpadas a los pacientes, mayores serían las expectativas de éxito. Esta hipótesis derivó en el desarrollo de lo que se dio en llamar “cirugía radical” que resultaba en unas tremendas desfiguraciones, cuando no directamente en la muerte de los pacientes en la mesa del quirófano.

En aquel momento, eran pocos los científicos que especulaban con la posibilidad de encontrar lo que en su momento se dio en llamar una “bala mágica” que pudiese controlar el desarrollo tumoral y pusiese freno a la enfermedad. Es necesario hacer el ejercicio mental de situarse en un momento en el que el origen y la causa de este conjunto de enfermedades era desconocido y permanecía como objeto de investigación y debate. Una de las propuestas existentes era el origen vírico de la enfermedad y dado el enorme éxito de las campañas de vacunación del momento, viruela y polio como las más destacadas, surgieron voces que pedían una vacuna frente al cáncer también.

Una de las primeras aproximaciones al uso de agentes quimioterapéuticos se produjo, como en muchas otras ocasiones en ciencia, con una cierta dosis de casualidad. Una casualidad que nació de un grave hecho criminal que se tornó una bendición.


El SS John Harvey de la armada de EEUU liberando su carga tóxica en el puerto de Bari durante la II Guerra Mundial
El 2 de diciembre de 1943, un ataque de la aviación nazi al puerto de Bari en Italia, en donde se encontraba atracada la armada de los EEUU, se saldó con cientos de muertos y 17 barcos hundidos. Entre ellos, el SS John Harvey que al recibir las bombas nazis liberó su letal carga química al mar y al aire, provocando una enorme nube tóxica. El buque de carga estadounidense llevaba a bordo un cargamento secreto que solo los más altos cargos militares conocían, unas 2.000 bombas del tipo M47A1 cargadas cada una con alrededor de 30 kilos de gas mostaza. Este agente químico se había desarrollado a principios del siglo XX y había sido utilizado en los campos de batalla durante la I Guerra Mundial, con resultados devastadores. Por ello, su uso fue prohibido en convenciones internacionales firmadas por la comunidad internacional, y entre otros, por EEUU. Pese a este acuerdo, los EEUU continuaron su plan secreto de producción y almacenaje de armas químicas y, en el escenario de la II Guerra Mundial y ante un hipotético uso de armas químicas por parte del ejército nazi, la armada estadounidense había decidido pertrecharse de su propio arsenal químico en Europa.

Las consecuencias de la liberación de este gas letal fueron desastrosas para la armada de EEUU albergada en Bari y para la población de la ciudad italiana. Cuando el Dr Stewart Alexander, de la armada de los EEUU, recibió el encargo de analizar las consecuencias del desastre sus observaciones destacaban la fuerte reducción en células sanguíneas, en concreto células linfoides y mieloides. Esta peculiaridad llegó a oídos de Louis S. Goodman y Alfred Gilman, dos farmacólogos del Departamento de Defensa de los EEUU quienes formularon una hipótesis. Si el compuesto tóxico del letal gas mostaza resulta en la eliminación de las células mieloides y linfoides, células que se caracterizan por su rápida división, quizás también resulte especialmente tóxico en el caso de las células de un linfoma, una enfermedad neoplásica resultado de una proliferación excesiva e incontrolada de células linfoides.

Tras una primera prueba exitosa de su hipótesis en un modelo animal, un ratón al que se le inducía el linfoma, se decidieron por probar el efecto de esta aproximación en un paciente de linfoma. El resultado fue espectacular y el paciente mostró una reducción muy importante de las células del tumor, eso sí, de manera transitoria; pero era un paso muy prometedor, la primera demostración de que el crecimiento tumoral podía ser controlado con agentes farmacológicos.

Una segunda vía de desarrollo inicial de la quimioterapia del cáncer se produjo dentro del área de investigación en antimetabolitos y fue el resultado de una deducción derivada de la investigación biomédica y bioquímica, y no de la simple casualidad, como en el caso del gas mostaza. En esta aproximación jugó un papel fundamental el patólogo Sidney Farber, para muchos el padre de la quimioterapia racional del cáncer. Farber se encontraba estudiando desde hacía años las leucemias y linfomas pediátricos en el Hospital Infantil de Boston y sabía del descubrimiento del ácido fólico, un compuesto identificado hacía poco tiempo por la británica Lucy Wills en la India como imprescindible para regular el correcto crecimiento de los linfocitos y cuya carencia era la base de la anemia que sufrían los pobres de entre los pobres que habitaban Bombay.

En 1946 el patólogo estadounidense pensó que quizás administrar ácido fólico a los niños con leucemia de su hospital resultaría en un mejor control del crecimiento de sus células tumorales. El resultado fue un terrorífico desastre. Lo que el ácido fólico provocaba en los niños era un empeoramiento de su leucemia debido a una proliferación aún mayor de sus células tumorales. Razonó entonces que si a estos niños se les administrase un compuesto antagonista del ácido fólico es decir, con acción contraria, las células de la leucemia quizás dejarían de crecer. El ácido fólico es necesario para que una enzima celular funcione correctamente, la dihidrofolato reductasa (DHFR). Esta enzima utiliza el ácido fólico como base para la generación de piezas básicas de la estructura de la hebra de ADN, el material genético. Las células de la sangre, como decíamos antes, se dividen y renuevan constantemente a un ritmo vertiginoso y por ello en ellas es tan importante mantener un metabolismo de ácidos nucleicos (los compuestos base del ADN) correcto.

El químico de origen indio hindú Yellapragada_Subbarao, uno de esos personajes esenciales en la historia de la ciencia que fueron relegados al olvido en su tiempo, se encontraba por aquel entonces trabajando en la compañía farmacéutica Lederle intentando aislar ácido fólicode fuentes naturales para su comercialización. La compañía farmacéutica Lilly había ganado bastante dinero vendiendo un concentrado de vitamina B12, necesaria para tratar la anemia perniciosa, y siguiendo esa misma estrategia se proponía conseguir una preparación de fólico. En su etapa anterior en Boston, Subbarao había demostrado su pericia química consiguiendo aislar el ATP (la molécula que opera como una moneda energética en la célula) y la creatina, pero al no conseguir continuar con una carrera académica pese a estos éxitos, había cambiado su orientación hacia el mundo industrial. Todos sus esfuerzos intentando purificar fólico resultaban en fracaso, hasta que decidió cambiar de estrategia y producir el compuesto en el laboratorio de manera sintética. Finalmente lo consiguió, pero además el éxito llegó con premio extra. Como resultado del proceso de síntesis química Subbarao fue obteniendo productos intermedios y derivados. Alguno de ellos resultó ser un compuesto antagónico alácido fólico, es decir, tenía la capacidad de oponerse a la actividad natural del fólico porque es reconocido por la enzima que en condiciones normales lo usa, la DHFR, pero no es capaz de ejercer la función normal, lo que bloquea a la enzima.


El químico de origen hindú, Subbarao, descubridor (entre otros) de los antifolatos con su equipo de la farmacéutica Lederle
Farber conocía a Subbarao de su etapa en Boston y dado su interés por el fólico y su hipótesis de cómo debía comportarse un antifólico con sus pacientes de leucemia, pidió al químico hindú si podría suministrarle alguno de estos compuestos intermedios en la síntesis de fólico. Subbarao envió aminopterina a Farber y éste se puso manos a la obra.

Durante 6 meses entre 1947 y 1948, el patólogo de Boston trató 16 niños con leucemia linfoblástica aguda (LLA), una enfermedad muy agresiva y mortal. Diez de ellos respondieron positivamente al tratamiento, y 5 sobrevivían entre 4-6 meses tras el diagnóstico, algo que para este tipo de leucemia no tenía precedentes. Los resultados se publicaron en la revista médica más prestigiosa, New England Journal of Medicine. Pese a que la publicación fue acogida con escepticismo, cuando no directamente con oposición (fue acusado de experimentar inútilmente con los niños en vez de dejarlos morir “piadosamente“) esta publicación sentaba todo un precedente y abría la puerta a una posibilidad realmente esperanzadora.

El trabajo de Farber demostraba que era posible emplear agentes químicos que actuaran como venenos de las células tumorales y que la estrategia de búsqueda de compuestos tóxicos que fuesen potentes y lo más selectivos posible, ofrecía esperanzas en la lucha frente al cáncer. Tras la aminopterina por ejemplo vino el metotrexato, con mejor índice terapéutico y mayor éxito como antitumoral. Desde entonces, se inició una carrera por encontrar nuevos agentes que pudiesen ser empleados como medicinas frente a los distintos tipos de cáncer.

Hoy en día, la LLA infantil tiene unas muy buenas tasas de supervivencia, cercanas al 95%.


Supervivencia de los niños con LLA antes de 1960

Supervivencia de los niños con LLA después de 1960 (con mejores tratamientos de quimioterapia)

La opinión opuesta:



Chemotherapy is ALL About Money - Helpless Victims Are Being Killed for PROFITS

Ojo con la parte financiera...
 
¡Qué curioso!
La marijuana - que en sí no se puede patentar - está prohibida para tratamientos terapéuticos
pero sus principios activos - que sí se pueden incluir en medicamentos patentables (tanto ® & demás que cobra su "prima") - sí son bienvenidos...

No sé a vosotros, pero a mí me hace reflexionar...:confused::cautious::bookworm::bookworm:

Es así, porque la marijuana, fuera de los medicamentos con la bendición de la FDA (abriremos un hilo sobre la misma, para seguir la historia de su creación, su funcionamiento y el principio de las "revolving doors" entre los cargos directivos en ella y en las grandes farmacéuticas...:eek:(y)) tiene muchos efectos secundarios indeseados.

...hmmm!...como si cualquiera de estos ® medicamentos no los tuviesen...todos conocemos las listas larguísimas de precauciones&efectos indeseados en los prospectos de cada pastillita que nos toca tomas...y cuanto más complicada, la lista se vuelve más larga...

Hace 6-7 años a mi suegra le exportaron parte del pecho izquierdo y los ganglios de la axila izquierda por un principio de cáncer de mama...le dieron sólo radiografía y allá, gracias a Dios, terminó todo (tiene muchos años la mujer) Para "contener eventuales metástasis" le recetaron tamoxifeno®...Del día 1º que empezó a tomarlo y durante los próximos 5 años esta mujer que es super positiva, luchadora con muchas pe*otas en la vida...entró en una fortísima depresión agresiva: no paraba de llorar día y noche, "lo veía todo negro" y si se le cruzabas por el camino directamente te mataba con las palabras bruscas y fuera de lugar, como si fueses peor criminal en el mundo...y sí, en el prospecto del dichoso tamoxifeno® estaba señalado como posible efecto secundario depresión fuerte..

Y para que no haya malentendidos:
No fumo marijuana, ni porros de ningún tipo...La única vez que probé un cigarrillo estuve dos días lavandome los dientes del mal sabor que deja...no soporto el humo y no puedo entender cómo es que haya gente que le pueda gustar fumar...

Información, lógica y ojos abiertos, eso es lo que pretendo aplicar yo. Y nunca fiarse ciegamente. Siempre investigar las fuentes - origen y fehaciencia...(y)
Tranquila,la marihuana medicinal no se fuma.Se toma en forma de aceite que no produce ningún colocón y que puede hacerse en casa.Hay varios vídeos en YouTube.
Algunos médicos aconsejan a enfermos con dolores insoportables y que no responden a lo analgésicos,que cultiven sus propias plantas y se confeccionan el aceite,,antes que comprar la hierba en mercado negro,en lugares peligrosos.
Los que han probado el medicamento y eL aceite,dicen que es mucho más efectivo y barato este último.
Raro raro es que existan docenas de páginas legales y tiendas que venden semillas y una vez germinada y en maceta,sea un delito.
En varios estados de USA ya es legal cultivarla.
 
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Tratamientos


Los avances científicos y tecnológicos de los últimos años han proporcionado nuevos conocimientos sobre la aparición, desarrollo y crecimiento del cáncer.

Estos avances, en la práctica, se traducen en una mejora de los tratamientos oncológicos de la enfermedad y una disminución de los efectos secundarios derivados ellos.

Por ejemplo, la cirugía que se realiza en nuestros días permite tratar los tumores malignos con igual eficacia pero siendo más conservadora (permite preservar el órgano y su función) que hace unas décadas.

Asimismo, en la actualidad, se dispone de máquinas de radioterapia de alta precisión, que permiten administrar altas dosis de radiación sobre un tumor maligno, con efectos secundarios mínimos. El desarrollo de nuevos fármacos para el tratamiento del cáncer o para reducir los efectos de la quimioterapia, permite la realización de terapias más intensivas y eficaces.

Las principales modalidades de tratamiento son: la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Aunque también puede administrarse otro tipo de terapias específicas para algunos tumores como lahormonoterapia, la inmunoterapia, el tratamiento con láser, etc…

La eficacia de estos tratamientos está comprobada científicamente, a diferencia de los tratamientos alternativos, cuya eficacia no está demostrada, ya que desgraciadamente, en la actualidad no existen los fármacos milagrosos.
 
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Odile Fernández: "¡Llevé las investigaciones médicas a la cocina y funcionó!"
La médica, superviviente de un cáncer con metástasis, explica cómo superó su enfermedad cambiando radicalmente su dieta y su estilo de vida
Sanidad | 20/01/2015 - 00:00h | Última actualización: 20/01/2015 - 13:13h

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Los cinco alimentos 'anticáncer' más potentes - Odile Fernández, autora de 'Mis recetas de cocina anticáncer', enumera cinco de los productos alimenticios con más propiedades beneficiosas para prevenir la enfermedad

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Raquel Quelart | Sigue a este autor en Twitter o Google +






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“Mi oncólogo me dice que soy un milagro”, comenta Odile Fernández, a la que en 2010 le diagnosticaron un cáncer de ovario con metástasis en pulmón, sacro y vagina. El pronóstico no era muy alentador ya que las probabilidades de supervivencia en este tipo de casos son muy pocas. “Era noviembre y presentía que moriría antes de Reyes”, añade y explica que una de las cosas que la impulsaron a desear vivir fue su hijo, Íker. “Los hijos nos obligan a aferrarnos a la vida y mi peque de tres años me obligó a dejar a un lado la tristeza y buscar ese deseo de vivir”. Tres años más tarde llegaría su hermano, Nacho. Quizá fue su vocación y profesión, la de médico, o quizá fue su instinto de supervivencia, o las dos cosas a la vez, lo que hizo que Odile no se resignara y se convirtiera en “parte activa” en la batalla contra su enfermedad: empezó a investigar entre diversas publicaciones médicas con el fin de descubrir cómo podía ayudar a su cuerpo a sanar y qué podía hacer para conseguir paliar los efectos secundarios de los tratamientos médicos a los que se sometió –una intervención quirúrgica y quimioterapia-. A raíz de este resurgir personal, comenzó a hacer ejercicio físico, probó algunas terapias naturales que le ayudaron a encontrarse mejor, meditó para calmar su mente y cambió su alimentación introduciendo alimentos saludables. Tras su sanación, decidió compartir la experiencia vivida en un blog y en su primer libro, del que ya se han publicado once ediciones; ahora acaba de ver la luz la segunda parte: Mis recetas de cocina anticáncer (Urano), donde explica los pilares básicos de este tipo de alimentación, detalla el tipo de dieta de las poblaciones con menos casos de cáncer del planeta y propone 130 recetas con ilustraciones a todo color. Odile está convencida de que, además de la quimio, consiguió superar su enfermedad gracias a “la rica comida, el amor y la paz interior” con los que vivió durante su proceso de sanación.

- ¿De dónde surge la cocina “anticáncer”?
- Este tipo de alimentación se llama “anticáncer” porque lo escribo fruto del cáncer que sufrí y porque intenta prevenir la aparición de la enfermedad, pero podría llamarse también “cocina saludable”, beneficiosa para cualquier tipo de patología.

- No obstante, usted deja claro en el libro que no quiere generar falsas expectativas.
- Sí, lo de “anticáncer” no significa que vaya a curar el cáncer, sino que todos somos potenciales enfermos de cáncer y todos tenemos que prevenirlo. Esta dieta es un complemento a la medicina convencional, porque ayuda a tener menos efectos secundarios, mejorar la calidad de vida y la acción de la quimioterapia, pero nunca digo que esto cure. De hecho, es muy difícil saber cuál es el verdadero papel que puede tener la alimentación durante la enfermedad porque plantear estudios de este tipo en humanos es muy complicado.

- ¿Cuándo empezó a interesarse por las investigaciones existentes al respecto?
- Cuando me dijeron que tenía metástasis y que las expectativas de vida eran limitadas, pensé: “Tengo que buscar algo más si lo que quiero es sanar y no prolongar solamente unos años mi vida”. Empecé a leer bibliografía médica que relacionaba cáncer y alimentación, y fui introduciendo esos alimentos con sustancias fitoquímicas que parece que tienen propiedades anticáncer mediante técnicas culinarias suaves que mantienen las propiedades de los alimentos. Me basé en publicaciones y también me fijé en lo que comen las poblaciones de aquellas zonas del mundo que menos cáncer padecen, como Japón, Cuenca Mediterránea e India.

- ¿Qué indican esos estudios?
- La dieta mediterránea puede prevenir sobre todo cánceres de mama, colon e intestino. Cuando hablo de dieta mediterránea, no me refiero a la que comemos en la actualidad, sino a la de antes de 1960.

-¿Por qué esa dieta era tan saludable?
- Porque estaba basada en productos frescos y de temporada, mucho producto local y se preparaba en casa, donde en verano se comía mucha ensalada, gazpacho y pescado; y en invierno, cremas de verduras y guisados. También se consumía mucha legumbre y mucho cereal integral –antes le llamaban el pan moreno-. Esa era la verdadera dieta mediterránea, a la que se le añadían muchos frutos secos, especias, fruta y plantas aromáticas. Ahora la dieta que seguimos en la Cuenca Mediterránea se parece más al modelo americano de alimentación que a la dieta mediterránea tradicional.

- ¿Y qué me dice de la cocina japonesa e india?
- Los japoneses tienen mucho menos cáncer de mama, próstata, colon y ovario, ya que mantienen una alimentación rica en algas, setas, pescado crudo, mucha legumbre y vegetales. Y, luego, India, que aunque su población no es comparable con la de Europa y Japón porque su esperanza de vida es más corta, a la misma edad que la europea registra un índice de cáncer de la mitad, y parece que es por el alto consumo de legumbres, vegetales y especias, sobre todo de cúrcuma.

-La científica de este tipo de cocina es usted, es decir, que se inventó “las recetas anticáncer”…
- No había nada escrito sobre esto, solo existía investigación primaria que hablaba de la cúrcuma, el lino, las setas, pero en ningún sitio explicaba cómo introducirlo en la dieta. Entonces, hice de mi cocina un laboratorio, lo que también me sirvió como arteterapia durante el cáncer, porque como estaba centrada en cocinar, no pensaba en los efectos negativos de los tratamientos; saqué de mí una creatividad que hasta entonces nunca había tenido –antes de mi enfermedad no cocinaba-.

- Es decir, en cierto modo cocinar le ayudó a sanar.
-¡Llevé las investigaciones médicas a la cocina y funcionó! Tuve muy pocos efectos secundarios de la quimio, de hecho, durante el tratamiento estuve viajando por Europa; no tuve que tomar ninguno de los fármacos que me prescribieron en el hospital para vómitos y llagas, y con mi jengibre y mi cúrcuma controlé el dolor. Me sentía con energía y vitalidad. Y creo que, en parte, fue gracias a la alimentación.

- ¿Cuál fue la respuesta de los oncólogos que la trataban ante su curación y su cambio de estilo de vida?
- Mi oncólogo me dijo que si a mí me sentaba bien, que lo hiciera (…) y que no todo el mundo está preparado para hacer tantos cambios. Le respondí que si a la gente no se le informa de esta opción, nunca sabrá hasta qué está dispuesta a llegar para sanar. Pero si nadie te dice que durante la quimioterapia, por ejemplo, no es bueno abusar de los fritos, de los azúcares, de los aceites vegetales refinados, tú con buena intención continuarás llevando esa alimentación sin saber que te puede ir mal.

- Precisamente, usted critica a los médicos que tratan al enfermo de cáncer como un sujeto pasivo y no como un sujeto activo.
- En general, la medicina es muy paternalista, pero cada vez somos más los enfermos que reivindicamos tener un papel activo y que confiamos en nuestro poder de autocuración. Por desgracia, los oncólogos tienen poco tiempo y poca formación para poder ofrecerle al paciente las herramientas y la información que el enfermo demanda. Pero por suerte algo está cambiando y cada vez son más los médicos que están abiertos a esto. La medicina no es una ciencia exacta.

- ¿Y qué propone?
- Estudiar por qué hay tanta diferencia entre unos pacientes y otros. Si se hiciera un abordaje integral de la persona probablemente los resultados de muchas enfermedades serían mejores, y esto es lo que se está haciendo en Estados Unidos, donde al ser la sanidad privada, destinan más recursos a las necesidades del enfermo y se ofrece información sobre alimentación, emociones, hábitos de vida, además de la medicina convencional.

- Usted comenta en el libro que está convencida de que la angustia que siente el enfermo de cáncer y los tratamientos contra esta enfermedad a menudo la agravan.
- La verdad es que los tratamientos cada vez son menos agresivos, aunque lo continúan siendo; la quimioterapia no es del agrado de nadie. Si durante este tratamiento emocionalmente estás mal y te nutres mal, las posibilidades de supervivencia son menores que si emocionalmente tienes una actitud positiva, proactiva, si te alimentas bien, haces ejercicio, te mueves, estás activo y tienes una motivación.

- A raíz de la publicación de su primer libro, supongo que habrán contactado con usted muchos pacientes.
- Sí, esto es lo bonito de haber escrito el libro: el feedback con la gente que te escribe para darte las gracias porque la información que le has proporcionado le ha servido, no solo para el cáncer, sino también para otras enfermedades, como diabetes e hipertensión, incluso, para perder peso. Lo más bonito es cuando te escriben médicos y enfermeros diciéndote que lo están comprobando y ven que sirve.

- Desde que sufrió el cáncer, ¿qué alimentos ha retirado de su dieta?
- Los llamados “alimentos muertos” que poco nos aportan, sobre todo los que son refinados, como el pan blanco y la pasta blanca, a los que les han quitado parte de sus nutrientes -fibra, vitaminas, polifenoles y minerales- y les han dejado básicamente el hidrato de carbono y las calorías; los alimentos ricos en azúcares refinados, como pastelería o bollería; aceites vegetales refinados, como el de girasol y de maíz. Tampoco es recomendable el exceso de carnes rojas y embutidos, los alimentos en salazón y los ahumados, a los que se relaciona con cáncer de estómago, y fritos y barbacoas, que pueden contener sustancias tóxicas.

- ¿Qué alimentos ha incorporado a su dieta en gran medida?
- Los meses que duró la quimioterapia hice una dieta basada en ingerir alimentos crudos: ensaladas, batidos, gazpacho y algo de pescado, pero hecho al vapor. Y, después, fui introduciendo poco a poco las legumbres y los cereales integrales cocinados. Llevé una dieta piscivegana, a base de pescado y vegetales, sin carne ni lácteos.

- ¿Por qué retiró los lácteos?
- Hay investigaciones que los relacionan con cáncer de ovario y de próstata, y como el mío era de ovario pensé que más valía no tentar a la suerte. Suplí los lácteos con sésamos, almendras, algas, que son muy ricas en calcio. En Japón, por ejemplo, no se toman lácteos y tienen poca osteoporosis y fracturas de cadera.

- ¿Este tipo de dieta es apta también para niños?
- Sí, de hecho algunas de las recetas del libro están pensadas para los niños, como las gominolas, las brochetas de fruta con chocolate y los donuts en su versión sana. Los niños podrían tomar este mismo tipo de alimentación, y también les podemos dar carne una o dos veces por semana y huevos.

- ¿Lo ha hecho así con sus dos hijos?
- Mis hijos nunca han tomado leche, aunque algunas veces toman yogur de cabra o queso de cabra. La leche de vaca todavía no la han probado.

- Poco después de recuperarse del cáncer, se quedó embarazada de su segundo hijo.
- Después de la quimioterapia, el oncólogo me propuso ampliar la cirugía y yo le dije que estaba cansada y quería esperar un poco y durante esa espera llegó Íker. Según la oncología no me podría quedar embarazada porque probablemente la quimioterapia me habría dejado estéril, pero estoy convencida de que gracias a la buena alimentación y a buscar ese bienestar emocional tuve ese milagro; también estoy convencida de que creamos lo que creemos y yo mientras sufría cáncer, pensaba en ese bebé que tenía que nacer.

- ¿Durante el embarazo continuó con la misma dieta?
- Sí.

- ¿Los oncólogos que la trataron qué le han dicho respecto a su curación casi milagrosa?
- Uno de mis dos oncólogos dice que soy un milagro, y yo siempre le digo que “sí”, pero que también soy “un milagro muy currado”, que detrás de mi sanación hay mucho trabajo personal, no solo de alimentación, sino de tratar las emociones, hacer ejercicio, cambiar de actitud frente a la vida. Y mi otro oncólogo no dice nada, me da la enhorabuena y ya está.

- Aún así, ¿tiene miedo a recaer?
- No. Una de las cosas que te enseña el cáncer es a vivir sin miedo y a disfrutar porque cuando tienes cáncer y está tan avanzado, te das cuenta de que la vida es limitada y que todos vamos a morir. Quizá muchas veces cuando estamos sanos, es como si tuviéramos un pacto hasta los 80 años. Desde que tuve la enfermedad me dedico a crear mi sueño y se lo inculco también a mis hijos. Cuando me quedé embarazada poco después de sanar, hubo gente que me preguntó si tenía miedo de que me volviera el cáncer y ese niño se quedara huérfano. Si tuviera miedo a morir, tampoco saldría a la calle por si me atropella un coche.

- En la dieta que ha elaborado no hay carne, pero sí pescado. No obstante, algunos pescados como la merluza que aparece en sus recetas contienen mercurio, sustancia también perjudicial para la salud.
- Cuanto más grandes sean los pescados, están más contaminados por metales pesados a causa de la contaminación del mar. Por eso se recomienda la ingesta de pescado azul pequeño –boquerón, sardina, jurel y caballa-, ya que es rico en Omega 3 y está menos contaminado por metales pesados. Podríamos comer este tipo de pescado de tres a cuatro veces por semana y la carne reducirla a una o dos veces.

- No obstante, usted no consume carne.
- Que yo no coma carne no quiere decir que todo el mundo tenga que hacerse vegetariano, de hecho, un vegetariano puede comer peor que un omnívoro que come de todo si solo se alimenta de pasta blanca con tomate y pizza de tomate o salchichas de tofu.

- ¿Y qué pasa con el café, tan consumido en nuestra cultura? ¿Es saludable?
- El café en grano verde, antes de que se tueste, es un excelente antioxidante, pero lo tuestan porque no tiene sabor y nadie lo compraría. El problema es que cuando se tuesta, gran parte de los antioxidantes se pierden y, además, según como lo hayan tostado, puede contener sustancias tóxicas, como benzopirenos. Si va a tomar café, beba uno al día, que sea de tueste natural, que no sea torrefacto, si puede ser ecológico, mejor, y cómprelo en grano y muélalo en casa para que no pierda los pocos antioxidantes que tiene. Pero lo ideal sería que hiciese infusiones de café en grano verde, un antioxidante muy diurético que además ayuda a perder peso.

- ¿Qué tipo de cocciones recomienda?
- Cocinar al vapor, el hervido a baja temperatura, es decir, a fuego lento, como hacían antes los abuelos. Cuando sobrecueces algo o lo fríes sus propiedades fitoquímicas –“anticáncer”- se pierden, y además, según el tipo de cocción, podemos añadir sustancias tóxicas, como benzopirenos –muy presentes en barbacoas y fritos-, nada saludables.

- ¿Y si cocino al horno?
- No pase de 180º, hornee a baja temperatura.

- ¿Hasta qué punto la dieta puede prevenir el cáncer?
- Según la Organización Mundial de la Salud, un estilo de vida saludable, que significaría estar delgado, hacer ejercicio, no fumar, no beber, manejar el estrés y comer bien, podría prevenir dos de cada tres cánceres. Y la alimentación podría prevenir uno de cada tres, sobre todo de mama, colon, próstata y pulmón, que son los más frecuentes en nuestra sociedad. ¡Es mucho!

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17 Comentarios



bettina blanch
1 Hace una hora
Odile Fernández no dice en ningún momento que se haya curado gracias a la dieta. De hecho, reitera en varias ocasiones a lo largo del libro que ella no afirma que una dieta saludable o anticáncer o cómo queramos llamarla cure el cáncer, sino que puede ser una ayuda durante la quimioterapia y también después. El nombre es lo de menos, porque lo cierto es que una dieta saludable beneficia a todo el mundo en muchísimos sentidos. ¿Estamos de acuerdo en eso o también es charlatanería?



Por mi parte, sólo puedo decir que estoy en plena quimioterapia, que he introducido cambios radicales en mi dieta desde el principio del proceso y que la llevo bastante bien. De hecho, yo también he pedido que me retiren los fármacos antivómitos y antináuseas, y no tengo ni vómitos ni náuseas.



Por supuesto, no puedo hacer afirmación alguna desde el método científico, con ensayos, estadísticas y demás, pero sí puedo decir que, en general, me encuentro mejor que antes, a pesar de la quimio.


josé martín
1 Hace una hora
Vender dietas "anticáncer" es pura charlatanería.No hay nada concluyente entorno a ese tema.

Decir sin pruebas contrastadas "Yo me curé de mi cáncer porque cambié de dieta" es pura evidencia anecdótica.

Como si otro enfermo también le remite el cáncer y lo achaca a sus bambas nuevas.

Pero bueno,ya estamos acostumbrados a que " La Vanguardia" (especialmente la sección "La contra") sea el altavoz perfecto para que cualquier charlatán iluminado nos venda su moto.


la segunda ya tal
1 Hace una hora
Total que para vender el libro pasa de puntillas, cuando no oculta, que fué tratada con cirugia quimioterapia y radioterapia, producida por las malvadas farmacéuticas. Sin embargo se curó comiendo pepino.


MBLSC
1 Hace una hora
Me alegro de que existan personas como tú.

A las farmacéuticas, esto de la buena alimentación no les gusta, porque les hace vender menos estatinas, antidiabéticos, antihipertensivos...y la comida se compra en el supermercado, no en sus mostradores químicos.

A ver cuándo nos damos cuenta de una vez.

Pd.no hablo sin conocimiento de causa, soy doctora y leo bastante sobre farmacéuticas, alimentación, etc.


SRDZM
40 minutos atrás
@MBLSC para ser doctora no parece que tengas claro lo que son los "quimicos".





LLiure
2 horas atrás
La primera mujer de Paul MacCartney era vegetariana extrema y murió de un cáncer de mama galopante. Nunca se sabe.... aunque está muy claro que una buena alimentación con muchos antioxidantes ( vegetales y verduras crudas o poco cocidas ) ayudan a mantenerse bien. Pero como se ha descubierto recientemente por unos expertos oncólogos, la posibilidad de padecer cáncer es una lotería en la que premio está más cerca a medida que vas cumpliendo años....


MBLSC
1 Hace una hora
Bueno, esto de la lotería es discutible. Que no se hayan encontrado las causas no implica necesariamente que sea azar. Además, el diseño de las investigaciones se hace en base grupal, y en mi opinión el cáncer es algo muy individual. Es decir, aunque dos personas tengan por ejemplo adenocarcinoma de páncreas, no las hace iguales y probablemente la causa haya que buscarla por separado, y de forma muy meticulosa.


Walt
3 horas atrás
Una dieta semi vegetariana y dos horas de caminata a buen ritmo o bicicleta, eliminan cualquier enfermedad. Pruébenlo por favor y vivirán una larga y buena vida.


xxoxx
4 horas atrás
Bravo Odile! Què gran que ets! Ja fa molt de temps que et segueixo i ets tot un exemple de coratge i superació. Amb el teu "savoir faire", obres una porta d'esperança per allò que sembla del tot impossible, poder superar aquesta terrible malaltia, mitigant els seus efectes. Enhorabona!


fran185
5 horas atrás
Muy interesante, ahora están de moda estos libros.Recomiendo La enzima prodigiosa, también relativo a alimentación anticancer escrito por una eminencia en estos temas.De hecho coincide bastante con lo expuesto en esta entrevista.


SRDZM
59 minutos atrás
@fran185 Mejor es Comer sin miedo, donde desvela la GRAN estafa que es la "enzima Prodigiosa".




ciutada 54
5 horas atrás
Curiosamente éste artículo no ha llamado la atención de los foreros y sin embargo , creo que tiene un gran interés


Abdul el Polaki
5 horas atrás
@ciutada 54 Només estan interesats en el procés sobiranista,es un llibre a comprar


euclydes
4 horas atrás
@Abdul el Polaki @ciutada 54 ya lo decia Siniestro Total hace 30 años, "los ecologistas se tumban en la hierba y todas sus partes se llenan de mier..". deberian meter en el trullo a todos/as curanderos de pacotilla


@euclydes @Abdul el Polaki @ciutada 54 Que atrevida es la ignorancia


MBLSC
1 Hace una hora
Tienes muy poca idea de lo que acabas de decir. ¿Sabías que los medicamentos son la tercera causa de muerte en el mundo? Las farmacéuticas mienten y se llenan los bolsillos.

Si quieres abrir un poco los ojos, dímelo y más tarde, que volveré a entrar aquí, te dejo un link de una entrevista de uno de los farmacéuticos más prestigiosos que lo explica todo.


volver arriba
Leer más: http://www.lavanguardia.com/salud/2...rnandez-recetas-anticancer.html#ixzz3PMr2Q869
Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia
 
http://scientiablog.com/2013/10/15/...ico-y-el-papel-de-los-medios-de-comunicacion/
Saben ustedes que siempre intento, en la medida de mis posibilidades, darle un toque de humor a los artículos que ustedes pueden leer en Scientia. Sin embargo, hay ocasiones en que eso es imposible ya que soy incapaz de controlar la mala leche al leer ciertas cosas… y más cuando se publican en una de las webs más leídas en nuestra querida piel de toro:elpais.com.

Si ustedes pinchan este enlace podrán leer una entrevista concedida por la médico (sí, médico) Odile Fernández y que lleva por titulo esta frase: “Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado”. A lo largo de la entrevista que le hace Natalia Martín la señora Odile Fernández, que “casualmente” acaba de publicar un libro llamado “Mis recetas anticáncer”, hace una serie de declaraciones que, personalmente, me parecen no solo disparatadas sino muy peligrosas… aunque ella diga que “a ella le funcionaron” para superar un cáncer al que afortunadamente logró ganar la partida.

Es de cajón que la mala alimentación está íntimamente relacionada con la aparición de diversas enfermedades pero lo que ya no es tan obvio es que, una vez desarrolladas algunas de ellas, como es el caso del cáncer, la alimentación pueda curarlas. Una vez 
desarrollado que yo sepa (siempre se me puede escapar algo) lo más relacionado con “una cura” podría ser la influencia de
la dieta en la recurrencia y supervivencia del cáncer, pero el tema está en
 pañales y los resultados son diversos, con ventajas casi inexistentes o muy
 pequeñas, dependiendo del tipo de cáncer*.

Sin embargo la señora Fernández parece que tiene claro la influencia del consumo de determinados alimentos a la hora de abordar la curación de un cáncer tal y como se puede ver en la siguiente imagen correspondiente al índice de su libro… aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no haya confirmado ni una sola de las propiedades anticancerígenas que la doctora Fernández atribuye a los siguientes alimentos. Lean atentamente los epígrafes.



Desde que leí el artículo “Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado” decidí que debía denunciar en este blog el contenido del mismo. Sin embargo, hasta el final he dudado cómo enfocarlo. Tras consultarlo con la almohada he decidido que la estrategia debía ser la siguiente. Por esta vez, y sin que sirva de precedente, no seré yo quien vaya desmontando cada uno de los disparates. Ya que la que hace las sorprendentes afirmaciones es la médico Odile Fernández, creo que debería ser ella quien aporte los datos científicos que soporten estas 12 afirmaciones que he extraído de la entrevista.

Por ello a cada afirmación he decidido hacer una contra-entrevista a las siguientes extraordinarias sentencias de la doctora Fernández.

1) Leo que usted es médico y, sin embargo, dice que no tiene claro si la cura de su cáncer fue debido a la quimioterapia o la alimentación. Es de sobra conocido el efecto de la quimioterapia sobre las células cancerígenas pero quedo un poco perplejo por el posible efecto de la alimentación sobre las mismas. ¿Podría usted mostrar algún estudio basado en ensayos clínicos en humanos que se haya publicado en revistas de reconocido prestigio científico y que sustente categóricamente que un cáncer puede ser curado con determinados hábitos alimenticios?

2) ¿Dónde puedo encontrar información acerca de que el gazpacho sea un “alimento anticancerígeno” Por cierto…¿qué es un alimento anticancerígeno?

3) ¿Qué tiene que ver la comida envasada con el cáncer? Si no tomo comida que esté introducida en un envase…¿me curaré del cáncer? ¿Puede recomendarme lectura al respecto?

4) En su libro “Mis recetas anticáncer” recomienda no usar la olla exprés. ¿Hay algún estudio hecho en humanos que respalde dicha afirmación?

5) Leo preocupado que el agua de Madrid contiene gran cantidad de tóxicos. Para alertar a los 6.500.000 de ciudadanos que viven en la Comunidad de Madrid y que tomen precauciones en caso de que sea necesario…¿podría decirme de donde ha sacado semejante información?

6) Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria la cantidad de pesticidas que contienen los alimentos está perfectamente encuadrada dentro de los niveles de seguridad. ¿Podría decirme usted en que se basa para decir que los pesticidas presentes en la carne que consumimos producen cáncer? ¿Y los nitratos?

7) ¿Por qué la leche es un alimento antinatural?

8) Dice que hay que recuperar la “dieta mediterránea tradicional” ¿Algún estudio que relacione lo que “comían nuestras abuelas” con la cura del cáncer?

9) Leo textualmente que “hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia” ¿A qué se refiere exactamente?

10) Según puedo leer en su entrevista las setas permiten tolerar mejor la quimioterapia. Hay algún informe de le Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria o de la FDA que sustente esa frase?

11) Dice que los perfumes se asocian al cáncer de mama y que la colonia es “mejor no olerla”. ¿Algún estudio serio al respecto?

12) No encuentro referencias científicas que sustenten sus afirmaciones sobre que eliminar “lo refinado”, el azúcar, los fritos, la “comida fácil de microondas”, etc. pueda estar relacionada con la curación del cáncer. ¿Podría usted aportármelos? Tengo especial curiosidad por saber por qué eliminando los alimentos precocinados hay más posibilidades de curarse de un cáncer que si no lo hace.

13) Todos estos “consejos” para curar el cáncer…¿sirven para todo tipo de cáncer o solamente están basados en su caso individual?.

Querida doctora Odile Fernández, agradecería personalmente que me aclarara todas estas dudas…que no son ni la mitad de las que me surgen después de leer esta entrevista donde no solo el rigor científico brilla por su ausencia, sino que predomina el “a mi me funciona” y las pseudociencias. De todas formas, no dude que si usted me presenta todos esos estudios que le he pedido los leeré concienzudamente s, si tengo que cambiar de opinión, lo haré gustosamente… aunque dudo que ello ocurra.

Ya concluyo, pero antes me gustaría hacer una última pregunta. Sin embargo en esta ocasión no va dirigida a la autora del libro “Mis recetas anticáncer” sino a los responsables de la web de “El País.com”.

Estimados señores, es de sobra conocido que ustedes tienen millones de visitas diarias cuyas opiniones y acciones se pueden ver fuertemente influidas por lo que leen en sus artículos. Por dicha razón, y a pesar de que la última responsable de sus declaraciones es la doctora Fernández…¿creen que es éticamente correcto que cedan su medio de comunicación a personas que emiten esta serie de opiniones sin contrastar científicamente y que pueden afectar gravemente no solo a las expectativas sino también a la salud de cientos de miles de personas que sufren cáncer?

Gracias.
 
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Odile Fernández: "¡Llevé las investigaciones médicas a la cocina y funcionó!"
La médica, superviviente de un cáncer con metástasis, explica cómo superó su enfermedad cambiando radicalmente su dieta y su estilo de vida
Sanidad | 20/01/2015 - 00:00h | Última actualización: 20/01/2015 - 13:13h

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Los cinco alimentos 'anticáncer' más potentes - Odile Fernández, autora de 'Mis recetas de cocina anticáncer', enumera cinco de los productos alimenticios con más propiedades beneficiosas para prevenir la enfermedad

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Raquel Quelart | Sigue a este autor en Twitter o Google +






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“Mi oncólogo me dice que soy un milagro”, comenta Odile Fernández, a la que en 2010 le diagnosticaron un cáncer de ovario con metástasis en pulmón, sacro y vagina. El pronóstico no era muy alentador ya que las probabilidades de supervivencia en este tipo de casos son muy pocas. “Era noviembre y presentía que moriría antes de Reyes”, añade y explica que una de las cosas que la impulsaron a desear vivir fue su hijo, Íker. “Los hijos nos obligan a aferrarnos a la vida y mi peque de tres años me obligó a dejar a un lado la tristeza y buscar ese deseo de vivir”. Tres años más tarde llegaría su hermano, Nacho. Quizá fue su vocación y profesión, la de médico, o quizá fue su instinto de supervivencia, o las dos cosas a la vez, lo que hizo que Odile no se resignara y se convirtiera en “parte activa” en la batalla contra su enfermedad: empezó a investigar entre diversas publicaciones médicas con el fin de descubrir cómo podía ayudar a su cuerpo a sanar y qué podía hacer para conseguir paliar los efectos secundarios de los tratamientos médicos a los que se sometió –una intervención quirúrgica y quimioterapia-. A raíz de este resurgir personal, comenzó a hacer ejercicio físico, probó algunas terapias naturales que le ayudaron a encontrarse mejor, meditó para calmar su mente y cambió su alimentación introduciendo alimentos saludables. Tras su sanación, decidió compartir la experiencia vivida en un blog y en su primer libro, del que ya se han publicado once ediciones; ahora acaba de ver la luz la segunda parte: Mis recetas de cocina anticáncer (Urano), donde explica los pilares básicos de este tipo de alimentación, detalla el tipo de dieta de las poblaciones con menos casos de cáncer del planeta y propone 130 recetas con ilustraciones a todo color. Odile está convencida de que, además de la quimio, consiguió superar su enfermedad gracias a “la rica comida, el amor y la paz interior” con los que vivió durante su proceso de sanación.

- ¿De dónde surge la cocina “anticáncer”?
- Este tipo de alimentación se llama “anticáncer” porque lo escribo fruto del cáncer que sufrí y porque intenta prevenir la aparición de la enfermedad, pero podría llamarse también “cocina saludable”, beneficiosa para cualquier tipo de patología.

- No obstante, usted deja claro en el libro que no quiere generar falsas expectativas.
- Sí, lo de “anticáncer” no significa que vaya a curar el cáncer, sino que todos somos potenciales enfermos de cáncer y todos tenemos que prevenirlo. Esta dieta es un complemento a la medicina convencional, porque ayuda a tener menos efectos secundarios, mejorar la calidad de vida y la acción de la quimioterapia, pero nunca digo que esto cure. De hecho, es muy difícil saber cuál es el verdadero papel que puede tener la alimentación durante la enfermedad porque plantear estudios de este tipo en humanos es muy complicado.

- ¿Cuándo empezó a interesarse por las investigaciones existentes al respecto?
- Cuando me dijeron que tenía metástasis y que las expectativas de vida eran limitadas, pensé: “Tengo que buscar algo más si lo que quiero es sanar y no prolongar solamente unos años mi vida”. Empecé a leer bibliografía médica que relacionaba cáncer y alimentación, y fui introduciendo esos alimentos con sustancias fitoquímicas que parece que tienen propiedades anticáncer mediante técnicas culinarias suaves que mantienen las propiedades de los alimentos. Me basé en publicaciones y también me fijé en lo que comen las poblaciones de aquellas zonas del mundo que menos cáncer padecen, como Japón, Cuenca Mediterránea e India.

- ¿Qué indican esos estudios?
- La dieta mediterránea puede prevenir sobre todo cánceres de mama, colon e intestino. Cuando hablo de dieta mediterránea, no me refiero a la que comemos en la actualidad, sino a la de antes de 1960.

-¿Por qué esa dieta era tan saludable?
- Porque estaba basada en productos frescos y de temporada, mucho producto local y se preparaba en casa, donde en verano se comía mucha ensalada, gazpacho y pescado; y en invierno, cremas de verduras y guisados. También se consumía mucha legumbre y mucho cereal integral –antes le llamaban el pan moreno-. Esa era la verdadera dieta mediterránea, a la que se le añadían muchos frutos secos, especias, fruta y plantas aromáticas. Ahora la dieta que seguimos en la Cuenca Mediterránea se parece más al modelo americano de alimentación que a la dieta mediterránea tradicional.

- ¿Y qué me dice de la cocina japonesa e india?
- Los japoneses tienen mucho menos cáncer de mama, próstata, colon y ovario, ya que mantienen una alimentación rica en algas, setas, pescado crudo, mucha legumbre y vegetales. Y, luego, India, que aunque su población no es comparable con la de Europa y Japón porque su esperanza de vida es más corta, a la misma edad que la europea registra un índice de cáncer de la mitad, y parece que es por el alto consumo de legumbres, vegetales y especias, sobre todo de cúrcuma.

-La científica de este tipo de cocina es usted, es decir, que se inventó “las recetas anticáncer”…
- No había nada escrito sobre esto, solo existía investigación primaria que hablaba de la cúrcuma, el lino, las setas, pero en ningún sitio explicaba cómo introducirlo en la dieta. Entonces, hice de mi cocina un laboratorio, lo que también me sirvió como arteterapia durante el cáncer, porque como estaba centrada en cocinar, no pensaba en los efectos negativos de los tratamientos; saqué de mí una creatividad que hasta entonces nunca había tenido –antes de mi enfermedad no cocinaba-.

- Es decir, en cierto modo cocinar le ayudó a sanar.
-¡Llevé las investigaciones médicas a la cocina y funcionó! Tuve muy pocos efectos secundarios de la quimio, de hecho, durante el tratamiento estuve viajando por Europa; no tuve que tomar ninguno de los fármacos que me prescribieron en el hospital para vómitos y llagas, y con mi jengibre y mi cúrcuma controlé el dolor. Me sentía con energía y vitalidad. Y creo que, en parte, fue gracias a la alimentación.

- ¿Cuál fue la respuesta de los oncólogos que la trataban ante su curación y su cambio de estilo de vida?
- Mi oncólogo me dijo que si a mí me sentaba bien, que lo hiciera (…) y que no todo el mundo está preparado para hacer tantos cambios. Le respondí que si a la gente no se le informa de esta opción, nunca sabrá hasta qué está dispuesta a llegar para sanar. Pero si nadie te dice que durante la quimioterapia, por ejemplo, no es bueno abusar de los fritos, de los azúcares, de los aceites vegetales refinados, tú con buena intención continuarás llevando esa alimentación sin saber que te puede ir mal.

- Precisamente, usted critica a los médicos que tratan al enfermo de cáncer como un sujeto pasivo y no como un sujeto activo.
- En general, la medicina es muy paternalista, pero cada vez somos más los enfermos que reivindicamos tener un papel activo y que confiamos en nuestro poder de autocuración. Por desgracia, los oncólogos tienen poco tiempo y poca formación para poder ofrecerle al paciente las herramientas y la información que el enfermo demanda. Pero por suerte algo está cambiando y cada vez son más los médicos que están abiertos a esto. La medicina no es una ciencia exacta.

- ¿Y qué propone?
- Estudiar por qué hay tanta diferencia entre unos pacientes y otros. Si se hiciera un abordaje integral de la persona probablemente los resultados de muchas enfermedades serían mejores, y esto es lo que se está haciendo en Estados Unidos, donde al ser la sanidad privada, destinan más recursos a las necesidades del enfermo y se ofrece información sobre alimentación, emociones, hábitos de vida, además de la medicina convencional.

- Usted comenta en el libro que está convencida de que la angustia que siente el enfermo de cáncer y los tratamientos contra esta enfermedad a menudo la agravan.
- La verdad es que los tratamientos cada vez son menos agresivos, aunque lo continúan siendo; la quimioterapia no es del agrado de nadie. Si durante este tratamiento emocionalmente estás mal y te nutres mal, las posibilidades de supervivencia son menores que si emocionalmente tienes una actitud positiva, proactiva, si te alimentas bien, haces ejercicio, te mueves, estás activo y tienes una motivación.

- A raíz de la publicación de su primer libro, supongo que habrán contactado con usted muchos pacientes.
- Sí, esto es lo bonito de haber escrito el libro: el feedback con la gente que te escribe para darte las gracias porque la información que le has proporcionado le ha servido, no solo para el cáncer, sino también para otras enfermedades, como diabetes e hipertensión, incluso, para perder peso. Lo más bonito es cuando te escriben médicos y enfermeros diciéndote que lo están comprobando y ven que sirve.

- Desde que sufrió el cáncer, ¿qué alimentos ha retirado de su dieta?
- Los llamados “alimentos muertos” que poco nos aportan, sobre todo los que son refinados, como el pan blanco y la pasta blanca, a los que les han quitado parte de sus nutrientes -fibra, vitaminas, polifenoles y minerales- y les han dejado básicamente el hidrato de carbono y las calorías; los alimentos ricos en azúcares refinados, como pastelería o bollería; aceites vegetales refinados, como el de girasol y de maíz. Tampoco es recomendable el exceso de carnes rojas y embutidos, los alimentos en salazón y los ahumados, a los que se relaciona con cáncer de estómago, y fritos y barbacoas, que pueden contener sustancias tóxicas.

- ¿Qué alimentos ha incorporado a su dieta en gran medida?
- Los meses que duró la quimioterapia hice una dieta basada en ingerir alimentos crudos: ensaladas, batidos, gazpacho y algo de pescado, pero hecho al vapor. Y, después, fui introduciendo poco a poco las legumbres y los cereales integrales cocinados. Llevé una dieta piscivegana, a base de pescado y vegetales, sin carne ni lácteos.

- ¿Por qué retiró los lácteos?
- Hay investigaciones que los relacionan con cáncer de ovario y de próstata, y como el mío era de ovario pensé que más valía no tentar a la suerte. Suplí los lácteos con sésamos, almendras, algas, que son muy ricas en calcio. En Japón, por ejemplo, no se toman lácteos y tienen poca osteoporosis y fracturas de cadera.

- ¿Este tipo de dieta es apta también para niños?
- Sí, de hecho algunas de las recetas del libro están pensadas para los niños, como las gominolas, las brochetas de fruta con chocolate y los donuts en su versión sana. Los niños podrían tomar este mismo tipo de alimentación, y también les podemos dar carne una o dos veces por semana y huevos.

- ¿Lo ha hecho así con sus dos hijos?
- Mis hijos nunca han tomado leche, aunque algunas veces toman yogur de cabra o queso de cabra. La leche de vaca todavía no la han probado.

- Poco después de recuperarse del cáncer, se quedó embarazada de su segundo hijo.
- Después de la quimioterapia, el oncólogo me propuso ampliar la cirugía y yo le dije que estaba cansada y quería esperar un poco y durante esa espera llegó Íker. Según la oncología no me podría quedar embarazada porque probablemente la quimioterapia me habría dejado estéril, pero estoy convencida de que gracias a la buena alimentación y a buscar ese bienestar emocional tuve ese milagro; también estoy convencida de que creamos lo que creemos y yo mientras sufría cáncer, pensaba en ese bebé que tenía que nacer.

- ¿Durante el embarazo continuó con la misma dieta?
- Sí.

- ¿Los oncólogos que la trataron qué le han dicho respecto a su curación casi milagrosa?
- Uno de mis dos oncólogos dice que soy un milagro, y yo siempre le digo que “sí”, pero que también soy “un milagro muy currado”, que detrás de mi sanación hay mucho trabajo personal, no solo de alimentación, sino de tratar las emociones, hacer ejercicio, cambiar de actitud frente a la vida. Y mi otro oncólogo no dice nada, me da la enhorabuena y ya está.

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- No. Una de las cosas que te enseña el cáncer es a vivir sin miedo y a disfrutar porque cuando tienes cáncer y está tan avanzado, te das cuenta de que la vida es limitada y que todos vamos a morir. Quizá muchas veces cuando estamos sanos, es como si tuviéramos un pacto hasta los 80 años. Desde que tuve la enfermedad me dedico a crear mi sueño y se lo inculco también a mis hijos. Cuando me quedé embarazada poco después de sanar, hubo gente que me preguntó si tenía miedo de que me volviera el cáncer y ese niño se quedara huérfano. Si tuviera miedo a morir, tampoco saldría a la calle por si me atropella un coche.

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- Cuanto más grandes sean los pescados, están más contaminados por metales pesados a causa de la contaminación del mar. Por eso se recomienda la ingesta de pescado azul pequeño –boquerón, sardina, jurel y caballa-, ya que es rico en Omega 3 y está menos contaminado por metales pesados. Podríamos comer este tipo de pescado de tres a cuatro veces por semana y la carne reducirla a una o dos veces.

- No obstante, usted no consume carne.
- Que yo no coma carne no quiere decir que todo el mundo tenga que hacerse vegetariano, de hecho, un vegetariano puede comer peor que un omnívoro que come de todo si solo se alimenta de pasta blanca con tomate y pizza de tomate o salchichas de tofu.

- ¿Y qué pasa con el café, tan consumido en nuestra cultura? ¿Es saludable?
- El café en grano verde, antes de que se tueste, es un excelente antioxidante, pero lo tuestan porque no tiene sabor y nadie lo compraría. El problema es que cuando se tuesta, gran parte de los antioxidantes se pierden y, además, según como lo hayan tostado, puede contener sustancias tóxicas, como benzopirenos. Si va a tomar café, beba uno al día, que sea de tueste natural, que no sea torrefacto, si puede ser ecológico, mejor, y cómprelo en grano y muélalo en casa para que no pierda los pocos antioxidantes que tiene. Pero lo ideal sería que hiciese infusiones de café en grano verde, un antioxidante muy diurético que además ayuda a perder peso.

- ¿Qué tipo de cocciones recomienda?
- Cocinar al vapor, el hervido a baja temperatura, es decir, a fuego lento, como hacían antes los abuelos. Cuando sobrecueces algo o lo fríes sus propiedades fitoquímicas –“anticáncer”- se pierden, y además, según el tipo de cocción, podemos añadir sustancias tóxicas, como benzopirenos –muy presentes en barbacoas y fritos-, nada saludables.

- ¿Y si cocino al horno?
- No pase de 180º, hornee a baja temperatura.

- ¿Hasta qué punto la dieta puede prevenir el cáncer?
- Según la Organización Mundial de la Salud, un estilo de vida saludable, que significaría estar delgado, hacer ejercicio, no fumar, no beber, manejar el estrés y comer bien, podría prevenir dos de cada tres cánceres. Y la alimentación podría prevenir uno de cada tres, sobre todo de mama, colon, próstata y pulmón, que son los más frecuentes en nuestra sociedad. ¡Es mucho!

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17 Comentarios



bettina blanch
1 Hace una hora
Odile Fernández no dice en ningún momento que se haya curado gracias a la dieta. De hecho, reitera en varias ocasiones a lo largo del libro que ella no afirma que una dieta saludable o anticáncer o cómo queramos llamarla cure el cáncer, sino que puede ser una ayuda durante la quimioterapia y también después. El nombre es lo de menos, porque lo cierto es que una dieta saludable beneficia a todo el mundo en muchísimos sentidos. ¿Estamos de acuerdo en eso o también es charlatanería?



Por mi parte, sólo puedo decir que estoy en plena quimioterapia, que he introducido cambios radicales en mi dieta desde el principio del proceso y que la llevo bastante bien. De hecho, yo también he pedido que me retiren los fármacos antivómitos y antináuseas, y no tengo ni vómitos ni náuseas.



Por supuesto, no puedo hacer afirmación alguna desde el método científico, con ensayos, estadísticas y demás, pero sí puedo decir que, en general, me encuentro mejor que antes, a pesar de la quimio.


josé martín
1 Hace una hora
Vender dietas "anticáncer" es pura charlatanería.No hay nada concluyente entorno a ese tema.

Decir sin pruebas contrastadas "Yo me curé de mi cáncer porque cambié de dieta" es pura evidencia anecdótica.

Como si otro enfermo también le remite el cáncer y lo achaca a sus bambas nuevas.

Pero bueno,ya estamos acostumbrados a que " La Vanguardia" (especialmente la sección "La contra") sea el altavoz perfecto para que cualquier charlatán iluminado nos venda su moto.


la segunda ya tal
1 Hace una hora
Total que para vender el libro pasa de puntillas, cuando no oculta, que fué tratada con cirugia quimioterapia y radioterapia, producida por las malvadas farmacéuticas. Sin embargo se curó comiendo pepino.


MBLSC
1 Hace una hora
Me alegro de que existan personas como tú.

A las farmacéuticas, esto de la buena alimentación no les gusta, porque les hace vender menos estatinas, antidiabéticos, antihipertensivos...y la comida se compra en el supermercado, no en sus mostradores químicos.

A ver cuándo nos damos cuenta de una vez.

Pd.no hablo sin conocimiento de causa, soy doctora y leo bastante sobre farmacéuticas, alimentación, etc.


SRDZM
40 minutos atrás
@MBLSC para ser doctora no parece que tengas claro lo que son los "quimicos".





LLiure
2 horas atrás
La primera mujer de Paul MacCartney era vegetariana extrema y murió de un cáncer de mama galopante. Nunca se sabe.... aunque está muy claro que una buena alimentación con muchos antioxidantes ( vegetales y verduras crudas o poco cocidas ) ayudan a mantenerse bien. Pero como se ha descubierto recientemente por unos expertos oncólogos, la posibilidad de padecer cáncer es una lotería en la que premio está más cerca a medida que vas cumpliendo años....


MBLSC
1 Hace una hora
Bueno, esto de la lotería es discutible. Que no se hayan encontrado las causas no implica necesariamente que sea azar. Además, el diseño de las investigaciones se hace en base grupal, y en mi opinión el cáncer es algo muy individual. Es decir, aunque dos personas tengan por ejemplo adenocarcinoma de páncreas, no las hace iguales y probablemente la causa haya que buscarla por separado, y de forma muy meticulosa.


Walt
3 horas atrás
Una dieta semi vegetariana y dos horas de caminata a buen ritmo o bicicleta, eliminan cualquier enfermedad. Pruébenlo por favor y vivirán una larga y buena vida.


xxoxx
4 horas atrás
Bravo Odile! Què gran que ets! Ja fa molt de temps que et segueixo i ets tot un exemple de coratge i superació. Amb el teu "savoir faire", obres una porta d'esperança per allò que sembla del tot impossible, poder superar aquesta terrible malaltia, mitigant els seus efectes. Enhorabona!


fran185
5 horas atrás
Muy interesante, ahora están de moda estos libros.Recomiendo La enzima prodigiosa, también relativo a alimentación anticancer escrito por una eminencia en estos temas.De hecho coincide bastante con lo expuesto en esta entrevista.


SRDZM
59 minutos atrás
@fran185 Mejor es Comer sin miedo, donde desvela la GRAN estafa que es la "enzima Prodigiosa".




ciutada 54
5 horas atrás
Curiosamente éste artículo no ha llamado la atención de los foreros y sin embargo , creo que tiene un gran interés


Abdul el Polaki
5 horas atrás
@ciutada 54 Només estan interesats en el procés sobiranista,es un llibre a comprar


euclydes
4 horas atrás
@Abdul el Polaki @ciutada 54 ya lo decia Siniestro Total hace 30 años, "los ecologistas se tumban en la hierba y todas sus partes se llenan de mier..". deberian meter en el trullo a todos/as curanderos de pacotilla


@euclydes @Abdul el Polaki @ciutada 54 Que atrevida es la ignorancia


MBLSC
1 Hace una hora
Tienes muy poca idea de lo que acabas de decir. ¿Sabías que los medicamentos son la tercera causa de muerte en el mundo? Las farmacéuticas mienten y se llenan los bolsillos.

Si quieres abrir un poco los ojos, dímelo y más tarde, que volveré a entrar aquí, te dejo un link de una entrevista de uno de los farmacéuticos más prestigiosos que lo explica todo.


volver arriba
Leer más: http://www.lavanguardia.com/salud/2...rnandez-recetas-anticancer.html#ixzz3PMr2Q869
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Me gustaría saber si esa misma doctora tendría tanta publicidad en los medio si dijera "La Oración y los baños en Lourdes curaron mi cáncer" creo que no, le llamarían loca, extremista e ignorante.
 
http://scientiablog.com/2013/10/15/...ico-y-el-papel-de-los-medios-de-comunicacion/
Saben ustedes que siempre intento, en la medida de mis posibilidades, darle un toque de humor a los artículos que ustedes pueden leer en Scientia. Sin embargo, hay ocasiones en que eso es imposible ya que soy incapaz de controlar la mala leche al leer ciertas cosas… y más cuando se publican en una de las webs más leídas en nuestra querida piel de toro:elpais.com.

Si ustedes pinchan este enlace podrán leer una entrevista concedida por la médico (sí, médico) Odile Fernández y que lleva por titulo esta frase: “Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado”. A lo largo de la entrevista que le hace Natalia Martín la señora Odile Fernández, que “casualmente” acaba de publicar un libro llamado “Mis recetas anticáncer”, hace una serie de declaraciones que, personalmente, me parecen no solo disparatadas sino muy peligrosas… aunque ella diga que “a ella le funcionaron” para superar un cáncer al que afortunadamente logró ganar la partida.

Es de cajón que la mala alimentación está íntimamente relacionada con la aparición de diversas enfermedades pero lo que ya no es tan obvio es que, una vez desarrolladas algunas de ellas, como es el caso del cáncer, la alimentación pueda curarlas. Una vez 
desarrollado que yo sepa (siempre se me puede escapar algo) lo más relacionado con “una cura” podría ser la influencia de
la dieta en la recurrencia y supervivencia del cáncer, pero el tema está en
 pañales y los resultados son diversos, con ventajas casi inexistentes o muy
 pequeñas, dependiendo del tipo de cáncer*.

Sin embargo la señora Fernández parece que tiene claro la influencia del consumo de determinados alimentos a la hora de abordar la curación de un cáncer tal y como se puede ver en la siguiente imagen correspondiente al índice de su libro… aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no haya confirmado ni una sola de las propiedades anticancerígenas que la doctora Fernández atribuye a los siguientes alimentos. Lean atentamente los epígrafes.



Desde que leí el artículo “Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado” decidí que debía denunciar en este blog el contenido del mismo. Sin embargo, hasta el final he dudado cómo enfocarlo. Tras consultarlo con la almohada he decidido que la estrategia debía ser la siguiente. Por esta vez, y sin que sirva de precedente, no seré yo quien vaya desmontando cada uno de los disparates. Ya que la que hace las sorprendentes afirmaciones es la médico Odile Fernández, creo que debería ser ella quien aporte los datos científicos que soporten estas 12 afirmaciones que he extraído de la entrevista.

Por ello a cada afirmación he decidido hacer una contra-entrevista a las siguientes extraordinarias sentencias de la doctora Fernández.

1) Leo que usted es médico y, sin embargo, dice que no tiene claro si la cura de su cáncer fue debido a la quimioterapia o la alimentación. Es de sobra conocido el efecto de la quimioterapia sobre las células cancerígenas pero quedo un poco perplejo por el posible efecto de la alimentación sobre las mismas. ¿Podría usted mostrar algún estudio basado en ensayos clínicos en humanos que se haya publicado en revistas de reconocido prestigio científico y que sustente categóricamente que un cáncer puede ser curado con determinados hábitos alimenticios?

2) ¿Dónde puedo encontrar información acerca de que el gazpacho sea un “alimento anticancerígeno” Por cierto…¿qué es un alimento anticancerígeno?

3) ¿Qué tiene que ver la comida envasada con el cáncer? Si no tomo comida que esté introducida en un envase…¿me curaré del cáncer? ¿Puede recomendarme lectura al respecto?

4) En su libro “Mis recetas anticáncer” recomienda no usar la olla exprés. ¿Hay algún estudio hecho en humanos que respalde dicha afirmación?

5) Leo preocupado que el agua de Madrid contiene gran cantidad de tóxicos. Para alertar a los 6.500.000 de ciudadanos que viven en la Comunidad de Madrid y que tomen precauciones en caso de que sea necesario…¿podría decirme de donde ha sacado semejante información?

6) Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria la cantidad de pesticidas que contienen los alimentos está perfectamente encuadrada dentro de los niveles de seguridad. ¿Podría decirme usted en que se basa para decir que los pesticidas presentes en la carne que consumimos producen cáncer? ¿Y los nitratos?

7) ¿Por qué la leche es un alimento antinatural?

8) Dice que hay que recuperar la “dieta mediterránea tradicional” ¿Algún estudio que relacione lo que “comían nuestras abuelas” con la cura del cáncer?

9) Leo textualmente que “hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia” ¿A qué se refiere exactamente?

10) Según puedo leer en su entrevista las setas permiten tolerar mejor la quimioterapia. Hay algún informe de le Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria o de la FDA que sustente esa frase?

11) Dice que los perfumes se asocian al cáncer de mama y que la colonia es “mejor no olerla”. ¿Algún estudio serio al respecto?

12) No encuentro referencias científicas que sustenten sus afirmaciones sobre que eliminar “lo refinado”, el azúcar, los fritos, la “comida fácil de microondas”, etc. pueda estar relacionada con la curación del cáncer. ¿Podría usted aportármelos? Tengo especial curiosidad por saber por qué eliminando los alimentos precocinados hay más posibilidades de curarse de un cáncer que si no lo hace.

13) Todos estos “consejos” para curar el cáncer…¿sirven para todo tipo de cáncer o solamente están basados en su caso individual?.

Querida doctora Odile Fernández, agradecería personalmente que me aclarara todas estas dudas…que no son ni la mitad de las que me surgen después de leer esta entrevista donde no solo el rigor científico brilla por su ausencia, sino que predomina el “a mi me funciona” y las pseudociencias. De todas formas, no dude que si usted me presenta todos esos estudios que le he pedido los leeré concienzudamente s, si tengo que cambiar de opinión, lo haré gustosamente… aunque dudo que ello ocurra.

Ya concluyo, pero antes me gustaría hacer una última pregunta. Sin embargo en esta ocasión no va dirigida a la autora del libro “Mis recetas anticáncer” sino a los responsables de la web de “El País.com”.

Estimados señores, es de sobra conocido que ustedes tienen millones de visitas diarias cuyas opiniones y acciones se pueden ver fuertemente influidas por lo que leen en sus artículos. Por dicha razón, y a pesar de que la última responsable de sus declaraciones es la doctora Fernández…¿creen que es éticamente correcto que cedan su medio de comunicación a personas que emiten esta serie de opiniones sin contrastar científicamente y que pueden afectar gravemente no solo a las expectativas sino también a la salud de cientos de miles de personas que sufren cáncer?

Gracias.
Esto ya lo colgaste anteriormente.Las preguntas que hace ese artículo son tan fácilmente rebatibles que no merece perder el tiempo haciéndolo.
 
Me gustaría saber si esa misma doctora tendría tanta publicidad en los medio si dijera "La Oración y los baños en Lourdes curaron mi cáncer" creo que no, le llamarían loca, extremista e ignorante.
Ese comentario demuestra que no te has molestado en leer el artículo.
 
Ese comentario demuestra que no te has molestado en leer el artículo.
Conozco los artículos, libros, videos y cursos de la señora Odile desde hace mucho, y fue precisamente por leerlos y verle, escucharle que me forjé una opinión... palabrería, exagera el poder de la alimentación, no cura el cáncer, previene y ayuda en determinados síntomas pero no puede achacar su curación a su alimentación. El día que en la página de la AECC pongan un link a sus cursos para curar el cáncer me lo creeré.
 
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