Una amiga una vez me dijo que la vida, a veces, te hace regalos envueltos en un papel muy feo. Eso pasa a menudo con las rupturas (sobre todo cuando quien rompe es el otro y seguimos enamoradas).
Al cabo de unos años, hay muchas probabilidades de que mires atrás y veas muy claro que aquel trago, amargo en ese momento, fue lo mejor que te pudo pasar. Te cerraron una puerta en las narices, pero se abrieron ventanas que daban a nuevos horizontes.
Mucho ánimo.
Al cabo de unos años, hay muchas probabilidades de que mires atrás y veas muy claro que aquel trago, amargo en ese momento, fue lo mejor que te pudo pasar. Te cerraron una puerta en las narices, pero se abrieron ventanas que daban a nuevos horizontes.
Mucho ánimo.