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Talitha
Guest
Bufff yo me muero por aprender alfarería pero con uno de esos artesanos que todavía aguantan, creo que sería muy feliz trabajando con las manos.
Yo también lo tengo en mi lista de deseos, prima.
Alfareros de toda la vida ya hay muy pocos, se cuentan con los dedos de una mano.
A lo que sí es más fácil aspirar es a talleres presenciales de jóvenes artesanos/as que tienen tienda y hacen cursos a grupos reducidos.
Yo hice uno de barro en frío y aprendí mucho.
Las técnicas ancestrales no sé yo si las conservan o no, difícil no siendo descendiente de un profesional del gremio, pero es una forma de -al menos- no dejar morir del todo la cultura del barro.
Un abrazo.