Nosotras teníamos 12 años, pero esto es tan común que ya sabíamos perfectamente lo que estaba pasando y que lo que ese profesor era se llama ped*filo. Por eso nos quedamos boquiabiertas cuando una de las profesoras a la que acudimos se puso a gritarnos, insultarnos y llamarnos mentirosas sinvergüenzas. Para nosotras estaba tan claro lo que pasaba que nunca nos habríamos imaginado que un adulto, especialmente uno supuestamente responsable, fuese a decirnos que era simplemente imposible. No nos entraba en la cabeza que se pudiese negar algo tan obvio. Obviamente aprendimos rápido: que el profesorado es una mafia y los profesores se tapan sus crímenes (sí, CRÍMENES) entre ellos.
Pues lo siento muchísimo que hayáis tenido que pasar eso y más con 12 años. Y sí, muchos profesores por no tener líos con sus compañeros se hacen cómplices hasta de cosas como estas. Muy triste todo.