Hola prima.¿Podrías explicarme tu experiencia con magisterio, por favor, y también de lo que te has encontrado al acabar la carrera? Todo el mundo habla maravillas de magisterio, pero yo también creo que no es nada fácil ser de los funcionarios que lo tienen todo asegurado y unas buenas vacaciones, porque con las pocas plazas y tanta gente...
Como he comentado, yo desde niña quería ser maestra como mis tíos. Todos con una vocación para la docencia fuera de lo común.
Nunca tuve dudas y me matriculé en 1999.
Para 2003 ya estaba trabajando en la red concertada.
He trabajado en la pública y en la privada.
Durante estos años he tratado de buscar mi sitio dentro de la concertada porque yo fui alumna de colegio religioso y me ha gustado, fuera aparte que yo tenga cero sentimientos religiosos, creo que de base estos colegios miran mucho por la educación en valores cosa que en la red pública se pasa más por alto.
También me gusta el grado de implicación de la concertada en general y la formación que se nos ofrece.
Mi experiencia en la pública es que el funcionariado ( no todo claro está) pues es lo que es. Y mientras allí se es más laxo, en la concertada el nivel de exigencia al profesorado es altísimo a todo nivel.
Si hablo de ambas es porque he podido comparar.
Durante estos años siempre he estado sustituyendo en ambas con lo duro que resulta desplazarte de un sitio para otro cada curso escolar y empezar de cero en centro, compañeros y metodologías.
Mis especialidades son Infantil y Primaria y curso Psicopedagogía en la Uned.
Vocacional total.
Mi comentario acerca de que nunca volvería a elegir esta carrera es por la devaluación de mi profesión en todo aspecto ( a nivel estatal, convenios, salarios congelados, trato cada vez más denigrante al profesorado, problemas en las plantillas, escaso personal, sustituciones entre compañeros, metodología con calzador, no os quiero contar tema pandemia y lo que se nos está exigiendo, lidiar con padres cada vez con menos respeto al profesorado, devaluación de la persona en general y alta exigencia a todos los niveles).
Deciros que con 23 años se me profesaba más respeto por parte de las familias que ahora con casi 42.
Esto sin contar las horas que echamos en el centro de más y no cobradas, las horas de trabajo personal en casa y que todo se pide para ayer.
No se nos valora en absoluto.
Lo único que suelo escuchar es el tema vacaciones y lo bien que vivimos pero yo invito a quien lo piense a que se levante ahora conmigo haga dos trasbordos de tren y se tire hasta las 17.30 con un aula de 25 niños y niñas de 5años llevando una mascarilla más de 8 horas y con poliposis en la garganta de forzar y no proyectar la voz dada la imposibilidad de hacerlo.
Esto sumado a las ventanas abiertas y dar clase con abrigo y bufanda, con la mascarilla afónica perdida, más tutorías, más trabajo personal de vuelta a casa y conexión total a mails constantes de familias a cualquier hora vía intranet.
Cobro menos de 2000€ en la red concertada vasca.
Lo digo para aquellos que piensan que ganamos un pastizal y que nos tocamos la seta.
Si volviera a nacer sabiendo lo que sé, haría Bellas Artes y me dedicaría al mundo de la decoración y el interiorismo.
Un abrazo a todos.
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