Uf, yo con el coche soy como estos machirulos de antes que decían que el coche y la mujer no se prestan a nadie...Me pasó eso una vez aparcando una furgo gigante en un sitio enano.. me bajé y di las llaves al señoro, que sudó como un puerco haciendo mil maniobras mientras yo me tomaba un café en la terracita que habia ahi mismo.
Mi coche no se lo dejo a nadie.