Hay una pastelería de lujo de camino a mi trabajo que ahora tienen expuestos roscones gigantes de nata y cada día me imagino llevándome el roscón antes de que los quiten por fecha.Cada vez que paso por delante de una tienda de cuchillos es una verdadera tentación. Es como pasar por delante de una pastelería, que te quieres llevar todas las milhojas, pues me dan ganas de entrar, de llevármelos todos y empezar a lanzarle cuchillos a la gente que me cae mal.
Están ahí los cuchillitos tan solos, con tantas ganas de cortar algo... que no sé, pues quieren ver mundo los pobres.
Con los cuchillos no me pasa... mis pensamientos intrusivos sólo me engordan