Es curioso, mi madre es una abuela cojonuda... No lo puedo entender. A mi me odiaba y a mi hija la adora.
En mi caso pasa lo mismo. Mis padres, como tales, fueron nefastos, ausentes, autoritarios y cero empáticos, y a día de hoy aún siguen tratando de serlo con sus hijos, especialmente mi madre, pero con sus nietos son unos abuelos maravillosos. Supongo porque están ambos en otra etapa de su vida, disfrutando de su jubilación, sin cargas ni estrés.