Paternidad respetuosa

En mi modesta opinión, los padres tenemos que aprender a gestionar nuestras emociones para poder enseñar a nuestros hijos como gestionarlas. Y es muy muy difícil. Para eso ayuda mucho leer buenos libros, las escuelas de padres...
A veces estás cansado, estresado... pero hay que respirar hondo e intentar que esto no afecte a nuestra relación con nuestros hijos. Lo que sembremos ahora es para toda la vida.
Educar con violencia genera violencia. Y el niño aprende que se consiguen las cosas con violencia. Los niños aprenden de lo que ven, y si sus padres les pegan ellos creerán que ellos también pueden hacerlo.
 
Yo he dicho en todo momento que es muy difícil controlarse, para mí por lo menos, y si me espiaras a mí un mal día, ibas a flipar porque meto mucho la pata, pero ni un golpe hasta hoy, y si alguna vez lo hago me moriré de la vergüenza. Eso sí, salir de casa, meterme en el baño, contar hasta 10.000 ?.

Los padres que quieren que sus hijos sean veganos pues hacen bien, no hacen daño a nadie pero, claro, luego eligirán ellos su camino. Eso es así y está bien. De

El mundo que les espera, pues muy difícil. Pero creo que educar a tortas, con miedo o "porque lo digo yo y punto" no es precisamente garantía de éxito, muy al contrario. Veo a mucha gente de mi edad incapaz de expresar emociones, conocerse, tener empatía, dialogar sin gritar, respetar al otro, con baja autoestima y perfeccionista (y yo me incluyo) y gran parte de estas características vienen de la educación recibida, está estudiadísimo.

A ver, que garantía de éxito, ninguna, en nada, eso está claro, pero por lo menos que reine la armonía en casa y que todos nos respetemos.

Yo creo que precisamente por lo difícil que es y seguirá siendo el mundo de fuera, es imprescindible que la familia y el mundo de dentro sean un refugio al que acudir cuando en el mundo de fuera no se pueda estar con suficiente seguridad y dignidad. Si en el mundo de fuera te muelen a palos, y en el mundo de dentro te han dado también lo tuyo cuando eras pequeño... que te queda? Todos necesitamos una base, un suelo bajo los pies. No les pongamos pinchos en el suelo, no son fakires.
 
Eso es muy relativo, creo yo. Qué es puntual y aislado para una persona y qué es para otra? Para mí una vez al mes es muchísimo, por ejemplo, otra persona lo verá normal. Volvemos a lo que decía @Weltschmerz , cambiemos niño por mujer o padres ancianos, y impensable.

El miedo que un niño puede sentir es infinitamente más grande que el que puede sentir un adulto, aquí también estamos todos de acuerdo.

Recuerdo que una amiga me decía cuando su hijo tenía 4 o 5 años que habían acordado pegarle "pocas veces y muy flojito cuando se portara mal y solamente en el culo" (me cuesta escribirlo ?). Bueno, pues el niño se portaría mal (otra cosa muy subjetiva) varias veces supongo y ella misma reconocía que de alguna manera la intensidad y las veces que lo hacían iban creciendo y un día dijeron, no, esto no puede ser, no estamos pasando.

Así que para evitar todo esto, mejor no se pega.
Repito lo mismo que le dije a otra forera, que haya gente a quien se le vaya de las manos no quiere decir que todos seamos así
 
Es que no entiendo esta lógica de faltarle al respeto al niño porque fuera de casa es lo que se va a encontrar y hay que "prepararle". No se a ti, pero a mí nunca me han pegado en un trabajo ni en el colegio, y si lo hubiesen hecho, creo que estaría más preparada para enfrentar los problemas si tengo una buena base hecha donde siempre me he sentido apoyada y respetada por mi familia.
Es que puedo entender por qué le soltáis un tortazo a vuestros hijos porque a veces a mí me dan muchas ganas y no estéis contentos con ello (errores podemos cometer todos), pero es que estáis intentando defender este método a capa y espada como si fuese lo correcto y lo siento pero no.

Yo soy un ejemplo de lo que pasa con los tortazos defendidos como correctos. He pasado de ser maltratada por mi madre, a que me hicieran bullying en el colegio, que mi primer novio fuera un maltratador y posteriormente he sido víctima de acoso laboral que ha incluido violencia física. Hasta que no he sanado la herida de la infancia no me he deshecho de esa indefensión aprendida, lo único que me han enseñado unos azotes maternos es que no merece la pena defenderse del abuso porque así funciona el mundo. Pues ahora después de varias terapias soy una persona que es capaz de sentirse legitimada para defenderse de un abuso, he llegado a juicio cuando he sido maltratada tanto en el plano sentimental como el laboral, y eso es lo que quiero para mi hijo, que se sienta legitimado a defenderse si le tratan mal, no que se resigne a que es lo que hay porque siempre habrá alguien más fuerte.
 
Yo creo que precisamente por lo difícil que es y seguirá siendo el mundo de fuera, es imprescindible que la familia y el mundo de dentro sean un refugio al que acudir cuando en el mundo de fuera no se pueda estar con suficiente seguridad y dignidad. Si en el mundo de fuera te muelen a palos, y en el mundo de dentro te han dado también lo tuyo cuando eras pequeño... que te queda? Todos necesitamos una base, un suelo bajo los pies. No les pongamos pinchos en el suelo, no son fakires.

Perfectamente razonado. Todos necesitamos un puerto seguro. El mundo es hostil y vamos a peor, se avecinan tiempos horrorosos. Si en tu casa no puedes estar seguro y tranquilo, ¿qué diferencia hay entre dentro y fuera? Mira, por poner un ejemplo que todos reconoceréis porque seguro que habréis conocido a alguien así: la típica persona que, cuando pilla vacaciones, al tercer día ya está de vuelta en el trabajo porque el ambiente que crea en casa su cónyuge es tan hostil y desquiciante que prefiere estar en el trabajo antes que en casa. Qué triste para esa persona que se siente más valorada y segura en el mundo laboral (hostil por definición) que en su propia casa. Pues esto es lo mismo: si en casa no puedes estar con la guardia bajada es cuando se producen los cuadros de ansiedad al estar el sistema límbico en constante estado de alarma.
 
Pues a mí mis padres sí que me han dado mis buenos tortazos cuando me portaba mal, y no pegaban flojito precisamente. También me han encerrado en el baño a oscuras, tanto a mí como a mis hermanos. Y sinceramente, les estoy agradecida, porque tuve una niñez y adolescencia compleja y en muchísimas ocasiones estaba muy subidita, les contestaba mal y creo que un tortazo te quita la tontería de golpe. Para nada considero que mis padres me maltratasen, al revés, me educaron estupendamente y a día de hoy mantengo una relación estupenda con ellos. Además, aquello no me generó inseguridades ni miedos ni me dejó ningún tipo de secuela.
Cada uno que eduque a sus hijos como quiera, yo si algún día tengo no entra entre mis planes pegarlos, pero creo que tampoco es saludable la filosofía de no regañarlos nunca y que vivan entre algodones, porque el mundo real no es así y cuando tengan que enfrentarse a lo que es realmente la vida van a pasarlo mal y no van a saber desenvolverse de forma adecuada. Los niños necesitan autoridad y una figura que les marque lo que está bien y lo que está mal, y si hay que ponerse serio no queda otra que hacerlo, lo cual repercutirá en su propio beneficio.
 
Nadie duda de que tod@s queremos a nuestros hij@s.

Sólo que me llama la atención que aún se considere la violencia contra los niños una herramienta válida y legítima para educar cuando no se nos ocurriría extrapolar este comportamiento a una relación sana con otras personas (pareja, amigo, compañer@ de trabajo, familia, etc) y, sin embargo, ellos son los más vulnerables y los que no se pueden defender.

Cuando se pasa al golpe es porque se nos han acabado las palabras, yo lo veo como un fracaso, la verdad. Me repito: igual que yo cuando grito, reflexiono después y pienso lo mismo, que podría decir lo mismo sin gritar. Y el límite que les estoy intentando imponer sería el mismo: hora de acostarse, hora de vestirse para salir, etc.
 
Pues a mí mis padres sí que me han dado mis buenos tortazos cuando me portaba mal, y no pegaban flojito precisamente. También me han encerrado en el baño a oscuras, tanto a mí como a mis hermanos. Y sinceramente, les estoy agradecida, porque tuve una niñez y adolescencia compleja y en muchísimas ocasiones estaba muy subidita, les contestaba mal y creo que un tortazo te quita la tontería de golpe. Para nada considero que mis padres me maltratasen, al revés, me educaron estupendamente y a día de hoy mantengo una relación estupenda con ellos. Además, aquello no me generó inseguridades ni miedos ni me dejó ningún tipo de secuela.
Cada uno que eduque a sus hijos como quiera, yo si algún día tengo no entra entre mis planes pegarlos, pero creo que tampoco es saludable la filosofía de no regañarlos nunca y que vivan entre algodones, porque el mundo real no es así y cuando tengan que enfrentarse a lo que es realmente la vida van a pasarlo mal y no van a saber desenvolverse de forma adecuada. Los niños necesitan autoridad y una figura que les marque lo que está bien y lo que está mal, y si hay que ponerse serio no queda otra que hacerlo, lo cual repercutirá en su propio beneficio.
Entre pegar y el no regañar nunca hay un mundo enorme, prima. Bajo mi punto de vista, no impones más autoridad porque pegues, impones miedo y no veo dónde está el beneficio para los niños
 
Repito lo mismo que le dije a otra forera, que haya gente a quien se le vaya de las manos no quiere decir que todos seamos así

Con todo el respeto te lo digo, y no quiero personalizar en ti, mi amiga decía lo mismo al principio de esa fase que tuvieron.

Y que eso es muy relativo, para algunos desde fuera será mucho, para otros poco, algunos niños lo pasarán peor que otros, etc.
 
Pues a mí mis padres sí que me han dado mis buenos tortazos cuando me portaba mal, y no pegaban flojito precisamente. También me han encerrado en el baño a oscuras, tanto a mí como a mis hermanos. Y sinceramente, les estoy agradecida, porque tuve una niñez y adolescencia compleja y en muchísimas ocasiones estaba muy subidita, les contestaba mal y creo que un tortazo te quita la tontería de golpe. Para nada considero que mis padres me maltratasen, al revés, me educaron estupendamente y a día de hoy mantengo una relación estupenda con ellos. Además, aquello no me generó inseguridades ni miedos ni me dejó ningún tipo de secuela.
Cada uno que eduque a sus hijos como quiera, yo si algún día tengo no entra entre mis planes pegarlos, pero creo que tampoco es saludable la filosofía de no regañarlos nunca y que vivan entre algodones, porque el mundo real no es así y cuando tengan que enfrentarse a lo que es realmente la vida van a pasarlo mal y no van a saber desenvolverse de forma adecuada. Los niños necesitan autoridad y una figura que les marque lo que está bien y lo que está mal, y si hay que ponerse serio no queda otra que hacerlo, lo cual repercutirá en su propio beneficio.
lo mismo la niñez y adolescencia compleja, tienen que ver con los buenos tortazos y los encierros en el baño. Digo yo.
 
lo mismo la niñez y adolescencia compleja, tienen que ver con los buenos tortazos y los encierros en el baño. Digo yo.
Jajajajajaja no prima, a ver que me explique mejor. Yo he sido lo que se dice una niña problemática, y gracias a que mis padres supieron ponerme límites y dejarme las cosas claras al final terminé enderezándome y ser la persona que soy ahora. Y sí, esos cachetes y encierros me vinieron la mar de bien, y aunque no es agradable para ningún niño te hace ver que todo acto tiene su consecuencia. Y no me pegaban todos los días, que aquí parece que es todo o nada, de hecho puedo contar con los dedos de las manos las veces que me han pegado/castigado (y quizás alguna se me haya olvidado , para que veáis qué trauma tan gordo tengo).
Lo que no puede ser (en mi opinión por supuesto, cada uno con sus hijos y en su casa hace lo que considere oportuno, faltaría más) es ir corriendo a pedirle perdón al niño en cuanto le levantas un poquito la voz, porque chica, los niños no son de cristal, vamos a ver, porque le hables alguna vez de forma desagradable, le riñas o le grites no le vas a generar un trauma que le dure de por vida....
Luego cuando crezcan y en el colegio o trabajo vean que existen malas personas que no van a ir corriendo a disculparse en cuanto te ofenden lo pasarán mal.
 
Jajajajajaja no prima, a ver que me explique mejor. Yo he sido lo que se dice una niña problemática, y gracias a que mis padres supieron ponerme límites y dejarme las cosas claras al final terminé enderezándome y ser la persona que soy ahora. Y sí, esos cachetes y encierros me vinieron la mar de bien, y aunque no es agradable para ningún niño te hace ver que todo acto tiene su consecuencia. Y no me pegaban todos los días, que aquí parece que es todo o nada, de hecho puedo contar con los dedos de las manos las veces que me han pegado/castigado (y quizás alguna se me haya olvidado , para que veáis qué trauma tan gordo tengo).
Lo que no puede ser (en mi opinión por supuesto, cada uno con sus hijos y en su casa hace lo que considere oportuno, faltaría más) es ir corriendo a pedirle perdón al niño en cuanto le levantas un poquito la voz, porque chica, los niños no son de cristal, vamos a ver, porque le hables alguna vez de forma desagradable, le riñas o le grites no le vas a generar un trauma que le dure de por vida....
Luego cuando crezcan y en el colegio o trabajo vean que existen malas personas que no van a ir corriendo a disculparse en cuanto te ofenden lo pasarán mal.
También hay mujeres maltratadas que creen que se lo merecen. Tú has sido niña maltratada y crees que te lo merecías. Lo mismo. Y que conste que no pegar a los niños no quiere decir que se les deje hacer lo que les salga del pirindolo, eh? Los límites hay que ponerlos igual, que si no después se convierten en unos impresentables. Quiero decir que educar hay que educar, pero no a base de golpes. Lo de encerrar a un niño en un baño ya directamente me parece sadismo.
 

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