Esos sí que tenían nombres feos, la madre que los parió. Eurico, Turismundo, Sisebuto, Wamba...
Goswintha, que lo lees y te piensas que están hablando de una guerrera que vive asalvajada con los lobos en la Selva Negra y era princesa de Toledo nada menos, de cuando estaban aquí en sus reinados.
De esa herencia salen Fernando, Roberto, Alberto, todo lo -erto; Alfredo, Alfonso, Matilde, Adelaida, en castellanos son más bonitos y mira que de los nombres germanos no tengo muchas preferencias, algunas sí pero muy pocas, eso sí: son nombres atemporales y quedan bien en cualquier época.