En tu situación creo que evitaría que entrasen en casa alimentos malsanos y procesados (me informaría mucho al respecto porque la industria de la alimentación intenta colarnos cosas verdaderamente insanas bajo etiquetas saludables), y que no le restringiría en alimentos frescos y sanos (dentro de lo que es el sentido común). E intentaría que hiciese ejercicio (mucho parque, paseos, etc.). También pediría una segunda opinión con un nutricionista infantil actualizado, porque que sea gordito ahora no tiene por qué significar que no esté sano, y quizás dentro de un tiempo esté en su peso. O quizás esa sea su constitución y no tenga nada de malo.