¿LOS HOMBRES SIEMPRE REGRESAN?…Update: Quiero venganza.

Si hacen memoria ¿Sus ex regresaron? (Lo que no implica que ustedes hayan vuelto con ellos)

  • Si

    Votos: 93 75,0%
  • No

    Votos: 31 25,0%

  • Total voters
    124
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Menos mal soy complicada para lo de las relaciones, de hecho llevaba años sin ilusionarme con alguien, debo sanar, no soportaría pasar por esto de nuevo.


Primero hace falta curarse de la relación anterior. En mi opinión y te hablo de mi experiencia personal por si te puede servir, pero yo necesité estar sola el primer mes, luego vino ya la necesidad de socializar, hablr, salir de la rutina, empecé a hacer cosas impensables y sola. Vino todo rodado, fui muy radical, corté todo contacto, tiré objetos personales y fotos, le borré de contactos de móvil y sus mails.
Si mi ex se ha muerto, casado, tenido hijos o arrojado por un acantilado yo no me he enterado puesto que corté hasta con los amigos comunes que teníamos para no tener noticias suyas, pues de algún modo u otro me enteraba de alguna cosilla sin yo preguntar al respecto. Lo mejor de todo es que desde entonces no lo he vuelto a ver, algo que yo rezaba para que nunca sucediera, pues es a la última persona a la que quisiera ver la verdad.
 
Te voy a decir una cosa, pero yo no era partidaria del clavo que saca otro clavo hasta que lo empecé a aplicar yo misma.
No se trata de ir desesperada buscando un sustituto, pero si aparece por el camino un buen tipo en condiciones y ya no digo para una relación seria sino para un rollete temporal de quitar penas...no lo desaproveches.
Dios aprieta pero no ahoga, si estás bien y conoces a alguien divertido y estás por la labor viéndote mejor de ánimo no hagas ascos, que tepuedes divertir un montón, de paso olvidas y empiezas nueva etapa.

Uff los milagros curativos que son capaces de hacer revolcones con nuevos buenos mozos. Eso sí, no los busques, no vayas a la desesperada, primero estás tú. Empieza a mirar por ti, ocupa la mente con actividades, busca reírte, no rechaces planes sociales o invitaciones. Verás que te vas a reír de esto en un futuro.
Yo me lié con un amigo por olvidar a quien me había roto el corazón. La relación fue terrible, de maltrato sicológico durante un año. Cuando tuve fuerzas para romper con el, conseguí olvidar al anterior.
 
Yo me lié con un amigo por olvidar a quien me había roto el corazón. La relación fue terrible, de maltrato sicológico durante un año. Cuando tuve fuerzas para romper con el, conseguí olvidar al anterior.


Bombi, es que hay que esperar y saber cuando es el momento de hacerse con un clavo nuevo. La desesperación es muy mala y no salen las cosas bien.
Mira, al mes justo de dejarlo con mi ex pude haberme liado con un chico al que acababa de conocer y sabía de mi situación y esto es algo de lo que se aprovechan muchos tíos, de las despechadas que están lloronas y sensibles. Fue buen chaval y se portó bien pero mi sospecha es que su motivo ulterior de tantas atenciones era liarse conmigo, cosa que no hice, no era ni atractivo físicamente que para mi es muy importante.
Creo que de haberme liado hubiera cometido un error importante y me libré de una buena. Le conocí un mes después de dejarlo con mi ex, dos meses más tarde le dejé de ver porque ya se puso pesado e insistente en quedar más y me dijo que yo le gustaba; no le volví a ver más. Un mes y pico después de aquello sin tener ganas de salir, conocí a un chico del que me pillé bastante sin proponérmelo y viví una bonita historia no planeada.
Todo trascurrió en un plazo de seis meses. No le puse empeño a nada.
 
@Euridice mucho ánimo antes que nada, como te han dicho las niñas todo pasa. Mi mejor consejo es que te mantengas ocupada, ya sea en el trabajo, estudios, deporte... rodéate de tus amigos y familia que más te quieran, haz un viaje y pásatelo genial, un corte de pelo, compra ropa, maquillaje, libros chulos o lo que te guste! Date tiempo, no hay una fórmula mágica. Hay gente que lo supera en días, meses o años... Vas a tener días malos de llorera, de ver parejitas felices en todos lados, pensar en "por qué a mí, Señor???" y querer cagarte en todo, pero de verdad, SE SALE. Piensa que si se ha acabado es lo mejor y una nueva etapa se abre para ti, con muchas oportunidades maravillosas por llegar :shame:

También muy importante a día de hoy: CONTACTO CERO. Bórralo, bloquéalo, quita todo lo que te recuerde a él. Mete recuerdos en cajas, carpetas y guárdalas en un altillo o tíralas. Esta parte es vital: nada de cotillear sus redes sociales, te va a parecer que él vive de fiesta en fiesta y feliz de la vida, con 6000 tías nuevas, mientras tú estás hundida en la miseria. Esto es mentira, es tu mente que te vuelve paranoica.

Y al hilo: sí, absolutamente todos mis exs han vuelto. Normalmente lo hacen tras una ruptura, o cuando andan bajos de ánimo para poder echar un kiki o inflarse el ego, algunos a los meses de romper y otros a los años!! Yo sólo digo que si son exs es por algo, recuerda pq ya no estáis juntos!! He cedido a algún encuentro (error) y la inmensa mayoría NO FUNCIONA. Te puede emocionar al principio pero enseguida vuelve a salir toda la porquería.

Esto es fundamental: no hay que volver con ellos. Lo hacen por su propio bien, porque se sienten solos, te echan de menos, pero no porque deseen volver. Es para aliviarse en su periodo de luto. Y esto me lo dijo un hombre.
 
Primero hace falta curarse de la relación anterior. En mi opinión y te hablo de mi experiencia personal por si te puede servir, pero yo necesité estar sola el primer mes, luego vino ya la necesidad de socializar, hablr, salir de la rutina, empecé a hacer cosas impensables y sola. Vino todo rodado, fui muy radical, corté todo contacto, tiré objetos personales y fotos, le borré de contactos de móvil y sus mails.
Si mi ex se ha muerto, casado, tenido hijos o arrojado por un acantilado yo no me he enterado puesto que corté hasta con los amigos comunes que teníamos para no tener noticias suyas, pues de algún modo u otro me enteraba de alguna cosilla sin yo preguntar al respecto. Lo mejor de todo es que desde entonces no lo he vuelto a ver, algo que yo rezaba para que nunca sucediera, pues es a la última persona a la que quisiera ver la verdad.
Yo apenas llevo 5 días, también puede ser negativo eso de precipitarse a sanar, obvio seguiré sus consejos, pero iré subiendo peldaños de manera gradual.
 
Cuando rompes con alguien se te rompe un sueño, el sueño de ser feliz con el, aunque la realidad te demuestre que eso era imposible. De todas formas, llorar es muy bueno, cuanto más llores mejor te vas a sentir, llora hasta que ya no te queden lágrimas.
Creo que me dejaré llevar un poco por mi dolor, porque que caso tiene hacerse la fuerte si la realidad es otra? Llevaré mi duelo emocional con cada paso que venga, total, de una u otra manera debo afrontarlo, y lo más importante es que sí debo ser fuerte y no buscarlo más, me estoy haciendo daño
 
Ya estaba sospechando yo algo

El duelo amoroso, más difícil de superar que el duelo por muerte

Debido a la añoranza del reencuentro o a que la ex pareja se enamoró de alguien más, el duelo por rompimiento amoroso es más difícil de superar que la pérdida por muerte, indicó Rozzana Sánchez Aragón, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, luego de explorar las reacciones de más de 800 personas después del adiós del ser amado.

A diferencia del duelo por muerte, que ha sido ampliamente estudiado por los psicólogos, se carece de investigación seria sobre el duelo por rompimiento amoroso. Por este motivo, Sánchez Aragón y su grupo de trabajo desarrollaron la Evaluación Tridimensional de Duelo por Rompimiento Amoroso (ETDRA), instrumento con el que identificaron las diferentes etapas de este proceso y sus manifestaciones a partir del motivo del término de la relación.

La investigadora, quien ha realizado estudios acerca del amor y las fases de la pasión, trabajó una muestra de 833 personas, 396 mujeres y 437 hombres, mayores de 17 años, cuya relación había durado desde 6 meses hasta más de 20 años.

Los participantes debían contestar preguntas abiertas sobre las diversas reacciones que presentaron durante las seis etapas retomadas del duelo por muerte: la negación, la ira, la depresión, la negociación, la seudoaceptación y la aceptación; con base en las respuestas obtenidas, Sánchez Aragón y colaboradores generaron una escala que indicó 45 emociones, 145 pensamientos y 148 tipos de conductas que se generan a partir de la pérdida del ser amado.

La doctora en psicología resaltó que las conductas más frecuentes son: adaptación, reacciones hostiles, depresión, desorganización de sí mismo y cambios en sus patrones de alimentación. En cuanto a los pensamientos predominó el anhelo, la negación, la esperanza, la suspicacia y la reorganización; mientras que las emociones más comunes son la frustración, la decepción, la impotencia y el alivio.

La académica añadió que con base en estos factores emocionales, conductuales y de pensamiento, ubicó las diversas etapas que se presentan durante el duelo amoroso:

Negociación: indica un lapso en el que se hace presente el anhelo, la negación y la búsqueda de una solución para poder regresar con la pareja.

Hostilidad: etapa en la que el individuo se muestra agresivo, desorganizado y decaído emocionalmente al no recibir una solución optima para continuar con la relación.

Desesperanza: en esta fase se expresa el pesimismo, la decepción y la depresión.

Seudoaceptación: caracterizada por la expresión de hostilidad hacia la ex pareja, intentos de reorganización y de aceptación del rompimiento, y la búsqueda de reconocimiento del por qué no se ha podido establecer una negociación exitosa.

Amor y muerte
Rozzana Sánchez Aragón concluyó que las etapas del duelo amoroso tienen similitudes a las observadas en el duelo por muerte, ya que los individuos presentan en ambas situaciones ira, negación, depresión y seudoaceptación.

También observó que los individuos manejan de manera diferente su duelo, dependiendo de la situación que llevó a término la relación de pareja. De acuerdo con el estudio, la infidelidad fue la principal causa del rompimiento. Quienes terminaron su relación por este motivo tienden a la seudoaceptación, el desaliento, y dejan de lado la negociación. Esto indica que cada condición define el proceso de duelo que vivirá una persona.

Hacia la obsesión
Uno de los aspectos que salió a la luz en esta investigación, y que la psicóloga de la UNAM ha abordado en diversas investigaciones, fue la pasión romántica y la adicción al amor, es decir, que si en la pareja una de las dos partes está fuertemente vinculada en lo emocional o en lo físico a la otra persona, le será mucho más difícil sobrellevar un duelo.

La pérdida por muerte enfrenta el individuo a un final definitivo, sin las expectativas del nuevo comienzo que a menudo acompañan al proceso por rompimiento amoroso y que conducen a prolongar el duelo.

La académica universitaria destacó la necesidad de vivir ciertos procesos, pues la experiencia de enfrentar un duelo amoroso puede ser una lección de vida para las personas, aunque duela.
 
Qué hacer para soportar la angustia por una pérdida amorosa
No todas las personas reaccionan igual ante la ruptura amorosa. Pensar que nuestro mundo se ha vuelto confuso e inseguro, que tenemos sentimientos y emociones encontradas, que sentimos rabia, cólera y tristeza a la vez, es normal en estas circunstancias.

  • Deja que tus emociones fluyan, acéptalas, son propias del duelo. La rabia, la cólera, la tristeza, el desconcierto, la impotencia, son emociones naturales que así como aparecen también se agotan y desaparecen. Todos la sufrimos. Son parte de nuestro dolor. Si te opones a ellas van a aparecer con más intensidad y el dolor será más agudo, no lo podrás soportar y enfermarás.
  • Siente tus emociones como algo desagradable que tiene que suceder. Acéptalas como parte de tu dolor, vívelas, verás que en el futuro te rendirán muchos beneficios.
  • Ante la emoción de rabia, de cólera, vívela, siéntela, pero sin hacerte daño ni hacer daño al otro o a otros. No hagas al otro o a otros recipiente de tu cólera, no tienes derecho aún sí el comportamiento de esa persona te haya afectado profundamente. No es necesario.
  • No des paso a la ira, si estas muy cargado de rabia, de rencor, golpea un colchón o un cojín, un muñeco, grita, insulta con todas tus fuerzas, siempre y cuando estés a solas y no lo hagas para herir o agredir a alguien No tienes derecho a hacerlo.
La violencia, la manipulación el querer imponer una situación o dirigir tu rencor, tu hostilidad hacia otras personas inocentes, crea problemas, causa tristeza y dolor en quien no lo merece. Terminas solo, frustrado, con un dolor más intenso, más insoportable … la tristeza y la cólera permanecerán sin superarse y la culpa se incrementará por tu actuación.

  • Comparte tu dolor con libertad y amor. Pon tu confianza en familiares, en amigos de confianza, en personas que te escuchen, te comprendan y te apoyen.
  • Disimular nuestro dolor no es bueno. No permite la comunicación con otros que nos pueden acompañar y aliviar nuestro dolor.
  • Revive la experiencia de la ruptura, de la separación, de tu despecho, esto facilitará tu recuperación. Duelo que no se habla es duelo que no cicatriza.
  • Acércate a las personas en plan de amistad, no te aísles aunque ese sea tu deseo. Busca a la gente, no esperes que ellos te busquen a ti. Recobra o crea un círculo social y mantente ocupado en actividades que requieran esfuerzo físico.
No dudes en utilizar formas paras descargar tu angustia, tu estrés, con ejercicios físicos, relajación, imaginería, pasatiempos, deportes. Recupera las actividades que antes te agradaban y habías dejado por tu relación. El fin es reconstruirse, volver a vivir con plenitud.

Para facilitar el proceso de duelo, no busques a tu ex pareja, rompe contacto con ella, al menos por un tiempo. No dejes que los demás te vengan con comentarios o chismes. Esto te evitará interpretaciones de pensamientos o actitudes que no conocemos y comportamiento que puede que no se ajusten o que esté muy alejada de la realidad.

Recuerda que el duelo requiere de tiempo y esfuerzo, que depende de la situación individual, del tipo de relación que mantuviste con esa persona, de las circunstancias que rodean a la ruptura de la relación, de los rasgos de personalidad de quien lo vive.


Cicatrizamos más fácilmente nuestra herida buscando información acerca de lo que es y lo que se siente durante el proceso de duelo, cuánto dura, qué factores modifican o alteran el proceso de cicatrización.

Recordando los hechos y circunstancias de la ruptura y nuestra vida con la ex pareja podrán venir a nuestra memoria los detalles y las cosas que realmente pasaron. Esto nos permitirá traer a nuestra memoria a la otra persona, a la relación, sin culpa ni rabia.

Aunque es muy doloroso, esto permite una mayor descarga de angustia y dolor. Es como la cura que se le hace a una herida abierta durante el proceso de cicatrización.

Reconociendo y tratando cada uno de los componentes de nuestro dolor y realizando actividades para superarlo, la herida se irá cerrando.
  • No pretendas no vivir o acelerar un proceso que tiene varias etapas y que es propia de los seres humanos. De ti depende que el proceso se acelere o se retrase.
  • Comienza a asumir el control de tu vida, realiza los cambios necesarios para recuperarte, para recuperar tu realidad, para levantar tu autoestima, tu personalidad, para darle un nuevo sentido a tu vida.
  • Observa las oportunidades que tienes en este momento, analiza la situación y ve los pro y los contras de la situación,. Analiza y ve el lado positivo, aprende de la experiencia, utiliza todos tus recursos biológicos, psicológicos y ambientales para salir adelante con fe y esperanza en un futuro mejor.
  • Busca tu bienestar físico y psicológico: esfuérzate por dormir bien, comer y trabajar bien; mantener relaciones sociales saludables, dominar o retomar alguna actividad o tarea que te haga sentir útil y bien, dale sentido y pertenencia a tu vida, mantén el control de tu propio destino, siente satisfacción de ti mismo y de tu propia existencia.
Recuperando nuestra realidad, nuestro sentido de la vida, nuestra alegría y buen humor y la confianza en el mundo, estaremos estableciendo las bases para un futuro sano y seguro Queda la cicatriz que como toda herida, molestará de vez en cuando.

Neutraliza esa carga pesada que es la culpa y el rencor
  • El despecho es el shock, el dolor por la herida que nos causa la ruptura o la separación del ser amado.
  • En toda situación adversa que causa pena y dolor, están presentes tres elementos:
  • La herida o daño o perjuicio causado por la ruptura o separación.
  • La deuda, dolor o sentimientos (ira, frustración, amargura, odio, rencor, culpa, despecho) que acompañan el recuerdo de la experiencia y que nos engancha emocionalmente al que nos causó la herida.
  • La cancelación o anulación de la deuda o liberación, que deviene de la satisfacción, reparación, reconciliación, devolución o el olvido y el perdón.
No son los hechos los que nos hacen sufrir sino el significado que le damos a los acontecimientos. Es el cómo percibimos, vemos, oímos y sentimos la experiencia de la ruptura y la separación y cómo esta se grava en nuestra memoria. El recuerdo ligado a las emociones que hacen que emerjan todos esos sentimientos y que se reflejan en nuestras reacciones corporales y en nuestra conducta es lo que nos hace sufrir y nos “engancha” a la situación y a esa persona que es hoy la causa de tantos sentimientos encontrados, pues unas veces la amamos y otras la odiamos, unas veces la culpamos y otras nos culpamos.

De cómo percibimos los hechos depende de nuestra personalidad, de nuestras experiencias, del control que tengamos sobre nuestras emociones, de la forma como enfrentamos y resolvemos nuestros problemas y de la decisión, voluntad y esfuerzo que realizamos para cambiar el recuerdo de la experiencia vivida.

Buscar explicaciones, una satisfacción, reparación, o la reconciliación inmediata es con frecuencia imposible –o se tarda demasiado o nunca se logra–. La herida permanece abierta, nuestro dolor no se cura y nos convertimos en personas angustiadas, frustradas, amargadas, malhumoradas, temerosas, pesimistas, solitarias, obsesivas, culpables, agresivas, conflictivas y enfermas, pues el recuerdo y las emociones negativas y los sentimientos encontrados, nos causan problemas físicos y psicológicos.

Para liberarnos de la pesada carga del recuerdo que lastima y limita debemos primero olvidar y luego perdonar.

Olvidar es una de las funciones de la memoria que nos permite liberar de nuestra conciencia, el dolor que acompaña las experiencias penosas.

El tiempo para olvidar es muy personal y es involuntario. No se pueden cambiar los hechos, pero si la experiencia de los mismos. Es decir, podemos esforzarnos por transformar el recuerdo y acelerar el proceso del olvido.

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El perdón
Transformar el recuerdo significa recordar y contemplar los hechos a distancia, neutralizando las emociones, colocándonos inclusive, en el lugar de la otra persona, sin juzgar, sin criticar, sin comparar, sin compadecerse, sin pena ni culpas, eliminando toda emoción anidada en nuestro recuerdo y que ha determinado la forma como hemos percibido la experiencia, para así estar en capacidad de perdonar.

  • Perdonar es liberar de la deuda o neutralizar (olvidar) las emociones ligadas al recuerdo de la experiencia o de aquel que nos causó el dolor. Sin embargo, el perdonar no borra el daño, no exime de responsabilidad al ofensor, ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Perdonar es un proceso complejo que solo nosotros mismos podemos hacer.
  • Perdonar no es aceptar pasivamente la situación, dejar hacer a la otra persona o culparnos por la situación.
  • Perdonar no es olvidar o negar la situación y dejar que el tiempo o Dios se hagan cargo. Tampoco es culpar a otros, a las circunstancias o al destino.
  • Perdonar no es justificar, entender o explicar por qué la persona actúa o actuó de esa manera.
  • Perdonar no es esperar por la restitución, por una satisfacción, por alguna explicación a los motivos que tuvo la otra persona para dejar la relación.
  • Perdonar no es obligar al otro a que acepte tu perdón o decirle “te perdono” para hacerlo sentir “humillado” . Tampoco es buscar u obligar a la reconciliación.
  • Perdonar es, en primer lugar, reconocer nuestros errores y perdonarnos a nosotros mismos. Esto es, aceptar lo que no podemos cambiar, cambiar lo que podemos y aprender a establecer diferencias, sin remordimientos, sin culpas, sin odios ni rencores.
  • Perdonar es buscar la solución a los conflictos, apartando de nosotros, todo sentimiento negativo como el rencor, odio, culpa, rechazo, deseos de venganza, pues son sentimientos inútiles que esclavizan y crean mayor frustración, mayor desesperanza.
Cuando no perdonamos no tenemos alegría ni paz. Nos volvemos impacientes, poco amables, nos enojamos fácilmente causando rivalidades, divisiones, partidismos, envidias.

Cuando no perdonamos, nuestras ideas y pensamientos se vuelven destructivos, pesimistas, erróneos; perdemos la confianza y respeto por nosotros mismos, desarrollamos conductas que crean mayores conflictos y nuestro modo de vida y nuestras relaciones con los demás, quedan afectadas.

Cuando no perdonamos estamos permitiendo que nuestra salud, nuestro crecimiento personal, nuestro desarrollo y nuestra vida, esté gobernada por la decisión y la conducta de alguien que nos dejó y que decidió por la separación.

Olvidar y perdonar nos permite en primer lugar, controlar nuestras emociones y reacciones. Eleva la autoestima, nos da mayor seguridad y confianza. Facilita la recuperación de la habilidad para aprender, discriminar y seleccionar nuestras respuestas ante situaciones futuras. Aprendemos además, a actuar con madurez y sabiduría frente a la adversidad.

Olvidar, perdonar y perdonarnos, aunque doloroso, es deshacernos de la pesada carga de la culpabilidad, la amargura, la ira que nos embarga cuando nos sentimos heridos. Es abrir caminos hacia la esperanza de nuevas oportunidades. Es crecer y desarrollarnos como personas positivas, libres para vivir en paz y armonía con nosotros mismos y con los demás.

Para sentirte mejor tras la pérdida
Saber qué es el proceso de duelo, conocer el estrés que surge ante esta situación, reconocerlo y sobre todo, saber cómo está afectando nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control.

Haz un inventario de los problemas y las cosas que te causan tensión y estrés. Escríbelas y uno a uno, analízalos y busca alternativas para su solución.

  • Analiza tus pensamientos, tus ideas, tus emociones y tu comportamiento. Vive de realidades. No te refugies en ideas o fantasías, pues retrasas el proceso de duelo y te causa más angustia y depresión.
    Deshecha los pensamientos y recuerdos intrusos. Cuando estos aparezcan trata de distraer tu mente en alguna actividad que te distraiga.
  • No te exijas más de lo que puedas dar.
  • Cuida tu alimentación. El tabaco, café y alcohol potencian el estrés.
  • Intenta dormir bien. Relájate con un baño de agua caliente, ejercicios físicos, alguna actividad que te permita descargar tus tensiones.
  • Visita al médico para examinar tu estado de salud. No dudes de buscar ayuda profesional si crees que lo necesitas.
  • Habla, di lo que sientes, lo que piensas, saca afuera todo lo que tienes dentro, esa hostilidad que no te deja estar en paz contigo mismo ni con los demás. Cuanto antes mejor. Aprenda a contar lo que te pasa. Duelo que no se habla, duelo que no cicatriza.
  • Practica el optimismo.
  • Aprenda a decir que NO cuando algo no te gusta o no te conviene.
  • Ríe más. El humor es una de las mejores formas de alejar el estrés y estimula la producción de una sustancia similar a las hormonas reductoras del estrés que se liberan a través del ejercicio.
  • No seas perfeccionista. No dejes que tu anhelo de perfección y el temor al fracaso te paralicen de ansiedad.
  • Controla tu malhumor. La gente que se disgusta en silencio corre aún mayor riesgo.
  • Debes buscar tiempo para almorzar, recrearte y descansar.
  • No pospongas, cuando algo deba ser hecho, hazlo de inmediato.
  • No generalices.
  • No hagas comparaciones inútiles. Toda persona, toda situación es diferente por más similitudes que le quieras encontrar. La memoria y la imaginación nos causan malas pasadas.
Te pueden sobrevenir sentimientos de inferioridad, sentir que no vales nada y por ello sentirte inseguro, hostil, malhumorado, desesperanzado. Levanta tu autoestima, reconoce tu valer. Tienes todo un futuro por delante, no dejes que el dolor, el pesar te hundan en la tristeza y la desolación.

  • Evita buscar culpables. Esto crea odio y resentimiento. Acepta la realidad y los hechos tal como sucedieron.
  • Deja de sentirte culpable. El remordimiento y la culpa te crean angustia y desesperación y no te conduce a nada. La culpa es una de las emociones humanas más inútiles.
  • Tampoco guardes rencor. El rencor te amarga, te mortifica. Perdona y olvida.
  • Domina tus deseos de venganza y elimínalos de tu mente. Afronta la realidad, Fíjate metas y objetivos reales a corto plazo y utiliza todas tus energías y recursos para alcanzarlos.
  • Vive en paz y deja vivir. Cada uno de nosotros somos dueños de nuestra vida y de nuestro destino.
  • Escoge tus luchas cuidadosamente. Preocúpate de las cosas que puedes controlar, no de aquellas que escapan de tus manos.
  • Se fiel a tus sueños y esperanzas.
  • Haz ejercicio, te conviene. Aprende a jugar, utiliza técnicas de relajación, imaginería, meditación, convierte tus quehaceres en juegos.
  • Busca algún pasatiempo. Realiza alguna actividad que te guste. Aprende algo nuevo. Intenta arreglar cosas en casa o construye algo.
  • No te aísles. Comparte más tiempo con tus familiares, con tus amigos. Ten presente que la soledad trae amargura y depresión.
  • Tu puedes mostrar a la persona que realmente eres, sin afeites, sin irrealidades, sin engaños ni mentiras.
  • Tu puedes buscar formas para levantar tu autoestima, desarrollarte como una persona adaptada, sana, capaz de dar y recibir afecto.
  • Tu eres capaz de todo lo que te propongas. Solo depende de ti , de que lo hagas enfrentando la realidad con todas sus consecuencias y de los esfuerzos que hagas por lograrlo.
Algunos rasgos positivos propios del bienestar psicológico que pueden mejorar las capacidades y ayudar al bienestar y la salud de las personas son:

  1. Dormir, comer y trabajar bien
  2. Mantener relaciones sociales saludables
  3. Dominar alguna actividad o tarea
  4. Sentimiento de pertenencia y de sentido
  5. Control sobre nuestro propio destino
  6. Satisfacción de sí mismo y de la propia existencia.
La vida nos hace vivir situaciones de conflicto,
dolor, frustración, renuncia, duelo;
pero también está llena de alegrías, proyectos,
esperanzas, ilusión, lucha y adaptación.
De nosotros depende el énfasis que le demos al dolor,
al conflicto, a la culpa, a la venganza, al desinterés,
a la violencia,a la pasividad y a la frustración,
o dedicar todas nuestras energías físicas,
psicológicas, espirituales, morales y
toda la entereza de la que somos capaces
para reconstruirnos con optimismo y fe y
desarrollarnos como personas saludables, felices,
capaces de dar y recibir amor.
con confianza, con libertad, sin limitaciones, sin culpas,
sin desesperanza, con oportunidades.
 
¿Quieres bajar de peso? Llora, lo dice la ciencia
¡No te guardes tus lágrimas! Llorar podría ayudarte a deshacerte de algunos kilitos
Por: Dian Lozano

06 de Agosto 2018 · 12:05hs




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¿Quieres bajar de peso? Llora, lo dice la ciencia | Foto: Unsplash

Llorar podría generar muchos beneficios para tu salud, según un estudio realizado en el St. Paul-Ramsey Medical Center, en Estados Unidos. Resulta que llorar con mucho sentimiento podría ayudarte a deshacerte de algunos kilitos, gracias a que estás liberando estrés, el cual podría ser el culpable de que la grasita se haya acumulado en tu cuerpo.

No lo decimos nosotros, lo dice el doctor Pete Sulack, quien lideró el estudio. Él encontró que soltar algunas lágrimas ayuda a liberar dos hormonas que funcionan como analgésicos naturales que ayudan a calmar el dolor, a eliminar toxinas causadas por el estrés y a bajar de peso.


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Foto: Unsplash
La investigación sostiene que el llanto ayuda a perder peso ya que las lágrimas contienen hormonas prolactinas, la hormona adrenocorticotrópica, y leucina encefalina, éstas las produce tu cuerpo cuando estás muy estresada.



“Liberarse de la hormona adrenocorticotrópica reduce los niveles de cortisol”, dice el doctor Sulack.

Al cortisol se le relaciona con la retención de grasa en el organismo, por lo que después de llorar, el cuerpo pierde grasa y se obtienen mejores resultados si después haces ejercicio.



Pero ojo, no te precipites a ver películas tristes en compañía de una caja de pañuelos, ya que el estudio señala que sólo las lágrimas producidas por estrés, coraje o dolor son capaces de bajar los niveles de cortisol. En otras palabras, si lloras al cortar cebolla las hormonas no se liberaran.

Que ya no te dé pena que te vean llorar, pues si te aguantas el llanto existe la posibilidad de que los niveles de cortisol sigan altos, y aumentan las posibilidades de que los carbohidratos que consumes se almacenen en forma de grasa en la cintura. Así que ya sabes, no te guardes tus lágrimas y baja esos kilos de manera muy natural.
 
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