Hola cotis!
Os cuento la historia de una amiga que estuvo encandilada con un jovenzuelo buenorro.
Como estoy en una etapa en la que veo a amigos cuarentones liarse con jovenzuelas, me ha dado qué pensar.
En la historia intervenimos: mi amiga marimacho; una amiga coacher; una amiga loca; un colombiano buenorro; y yo.
Doy algunas pinceladas sobre mi amiga: tiene la economía resuelta, tiene vida-tipo-Instagram; y tiene pareja desde hace varios años (por cierto, ella es perfil marimacho, y él con una energía femenina muy alta; pero no doy detalles de esto para no desviarnos del tema).
La historia:
Hace un par de años, mi amiga va a una cafetería donde coincide con un camarero colombiano buenorro, 15 años más joven que ella.
Mi amiga empieza a desayunar todos los días allí sólo para verle.
En la cafetería, tienen conversaciones donde él le cuenta "sus sueños" como que quiere tener un restaurante; conocer Italia; montar en moto; etc.
(casualidad todo cosas que mi amiga hace o tiene)
Mi amiga empieza a obsesionarse con él y un día nos cuenta que sería capaz de dejarlo todo en España por irse a vivir con él a Colombia.
Todas flipamos, porque tiene un vida idílica y perfecta que todas envidiamos. Y ahí nos ponemos a dar opiniones:
a) La amiga loca dice que se vaya con él, que la vida son dos días.
b) Yo le digo que se asegure que el chico no es un gorrón (demasiada casualidad que quiera todo lo que ella tiene)
c) La amiga coacher, la más sensata, nos explica que le está pasando lo que ella denomina:
"El clásico del Padre de familia que se fuga con la secretaria".
El clásico padre de familia tiene, aparentemente, una vida estable y feliz; pero está sumido en una rutina de mujer e hijos y a veces se siente mediocre.
Sólo sale de su aparente mediocridad cuando está con la secretaria, que aparte de ser joven, le hace sentirse importante y especial.
Así, el padre de familia acaba dejando a su familia y fugándose con la secretaria.
Pero NO cae porque la secretaria tenga 20 años menos; sino por la emoción que le genera (volver a sentirse admirado, especial etc.).
Y, dice la coacher, la forma de reprimir a la tentación es recordar el proyecto de vida que has construido, y que no compensa destruirlo por unos días de felicidad temporal.
(al fin y al cabo, en un tiempo volvería a pasar lo mismo, dejando a su actual secretaria por otra, etc.)
¿Y vosotras, qué opináis?
Os cuento la historia de una amiga que estuvo encandilada con un jovenzuelo buenorro.
Como estoy en una etapa en la que veo a amigos cuarentones liarse con jovenzuelas, me ha dado qué pensar.
En la historia intervenimos: mi amiga marimacho; una amiga coacher; una amiga loca; un colombiano buenorro; y yo.
Doy algunas pinceladas sobre mi amiga: tiene la economía resuelta, tiene vida-tipo-Instagram; y tiene pareja desde hace varios años (por cierto, ella es perfil marimacho, y él con una energía femenina muy alta; pero no doy detalles de esto para no desviarnos del tema).
La historia:
Hace un par de años, mi amiga va a una cafetería donde coincide con un camarero colombiano buenorro, 15 años más joven que ella.
Mi amiga empieza a desayunar todos los días allí sólo para verle.
En la cafetería, tienen conversaciones donde él le cuenta "sus sueños" como que quiere tener un restaurante; conocer Italia; montar en moto; etc.
(casualidad todo cosas que mi amiga hace o tiene)
Mi amiga empieza a obsesionarse con él y un día nos cuenta que sería capaz de dejarlo todo en España por irse a vivir con él a Colombia.
Todas flipamos, porque tiene un vida idílica y perfecta que todas envidiamos. Y ahí nos ponemos a dar opiniones:
a) La amiga loca dice que se vaya con él, que la vida son dos días.
b) Yo le digo que se asegure que el chico no es un gorrón (demasiada casualidad que quiera todo lo que ella tiene)
c) La amiga coacher, la más sensata, nos explica que le está pasando lo que ella denomina:
"El clásico del Padre de familia que se fuga con la secretaria".
El clásico padre de familia tiene, aparentemente, una vida estable y feliz; pero está sumido en una rutina de mujer e hijos y a veces se siente mediocre.
Sólo sale de su aparente mediocridad cuando está con la secretaria, que aparte de ser joven, le hace sentirse importante y especial.
Así, el padre de familia acaba dejando a su familia y fugándose con la secretaria.
Pero NO cae porque la secretaria tenga 20 años menos; sino por la emoción que le genera (volver a sentirse admirado, especial etc.).
Y, dice la coacher, la forma de reprimir a la tentación es recordar el proyecto de vida que has construido, y que no compensa destruirlo por unos días de felicidad temporal.
(al fin y al cabo, en un tiempo volvería a pasar lo mismo, dejando a su actual secretaria por otra, etc.)
¿Y vosotras, qué opináis?