Menudo par de enfermos mentales, deberían estar esterilizados y tutelados y separados. Yo puedo entender que los chiquillos nieguen los maltratos de la madre, o que incluso en un primer momento la madre niegue los maltratos del padre. Pero que prefiera dejar a sus hijos para volver con ese elemento, sabiendo lo que le hace, pues ya lo siento. Una cabaña en el islote Perejil y que se maten entre ellos, porque es lo que se merecen. La pena esos críos que van a arrastrar esto toda la vida.