Infidelidad y maltrato psicológico

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Deseo contar a 4 vientos mi historia, la primera vez que pongo bajo escrito el diario de mi vida en estos últimos 2 años.

Me llamo Laura y soy de Costa Rica viviendo en España desde hace 15 años. Me vine por amor, para mí fue lo más bonito que me había sucedido, un hombre atento, familiar, trabajador, amoroso que siempre me presumía... nos casamos a los 2 años, con diferencia de edad de 16 años, me casé jóven pero debo decir que con la cabeza muy amueblada porque hoy a mis 35 años sigo pensando muy parecido a cuando tenía 20 y 21, eso sí he aprendido a hacerme más dura con tantas situaciones difíciles que he pasado. Al poco tiempo de estar conviviendo con el, trabajando juntos en su negocio, al principio no cobraba así estuve 5 años, porque claro si vivía con el, viajábamos, hacíamos vida no iba a decirle oye mi sueldo cuando también debo aportar, creo eso fue un error pero bueno. Vi unas banderas rojas importantes pero pensé no creo me haga eso a mí porque yo le trato con amor y amabilidad, el estuvo casado antes y tubo 2 hijos con su anterior pareja y cuando hablaba con ella era muy grosero y muchas veces le gritaba y perdía las formas incluso delante de sus hijos, me di cuenta que era un hombre muy nervioso y padecedor, la cuestión es que con los años esas banderas rojas, avisos, intuiciones pues se hicieron realidad también en nuestro matrimonio, por problemas económicos cerró la empresa, el entró a concurso de acreedores, ley de segunda oportunidad. Padecimos mucho porque el trabajo de muchos años se fue a piqué el llevaba ya casi 20 años en su negocio de los cuales 12 estuve. Años anteriores estuvimos muy unidos trabajando teníamos nuestros problemas pero yo toleraba sus faltas de respeto porque yo decía está muy ansioso y nervioso. Cuando cerró el negocio a los pocos meses de el buscar otros negocios comenzó a beber más y venía de madrugada a querer intimar y si no le hacía caso comenzaba a decirme cosas muy hirientes, cosas que en confianza le conté en su día y luego lo tomaba en mi contra, tergiversando todo para buscar ofenderme. Lo hacía en restaurantes, también me celaba y me llevaba siempre a llorar, siempre fui mujer de mi casa. Yo empecé a buscar trabajos de emprendimiento y el nunca me apoyaba decía que mejor trabajará en sus cosas que lo mío era una mierda que no perdiera mi tiempo... una vez me dijo que si no fuera porque era mujer me daba un golpe. Otro día golpeó donde estaba yo, a todo esto eran por situaciones cotidianas tontas que no tenían mayor importancia y el ya perdía los nervios y las formas. Comenzó a desvalorizarme, y yo cada vez me enfocaba en mis cosas porque era forma de evadirme de esa situación en mi matrimonio y tener un aliciente. Y entonces era una pescadilla que se mordía la cola porque el.cada vez más hiriente y yo cada vez más distante. Em varias ocasiones le hice saber que quería el divorcio pero luego pasaba al otro día y hacía como si nada. Una de tantas veces me dijo tu eres una señora porque yo soy un señor... para mí fue muy doloroso escucharlo. A tal grado de desvalorización, estuve en sus peores momentos siempre, otros negocios, ayudando a cuidar a sus hijos, mejor relación con su familia... teníamos una empresa en conjunto relacionado a lavanderías y de eso íbamos tirando mientras intentábamos otros proyectos. Me fui a mi país un par de semanas porque no podía más a todo esto mis padres no sabían nada, estuve acumulado mucha rabia y reencor, michas veces le dije vamos a terapia y me decia que era perder el tiempo o no, porque yo iba a contar lo que yo quisiera. Una vez nos invitaron a una boda y allí un cliente de la empresa me vio y empezamos a hablar, ese día ni me vestí bien venia de unas semanas duras de largas discusiones en las que yo terminaba con lloros o ansiedad, incluso volví a plantearle el divorcio. En la fiesta lo que pensé sería algo aburrido terminé pasándola bien bailando con familia de los novios...
 
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Falta segunda parte
Segunda parte:


En esa fiesta yo estaba cabizbaja sin alma literalmente, recuerdo que pusimos nuestra mejor cara para con todos, a momentos me salía a tomar aire porque no me encontraba con los ánimos de estar. Más tarde empezó la fiesta después de la comida, El ambiente, la música, los tragos pues fueron haciendo que todo el mundo se relajará y empezara a bailar, compartir... más tarde se acercó un cliente y me dice eres de la empresa tal y yo sí y me dice soy cliente e intento adivinar fue gracioso la situación y bueno se quedó en la mesa donde estábamos varios allí sentados, hablando de todo un poco mientras tomábamos algunas copas, bailé mucho con chicas y chicos todo súper entonces a mi me suele ocurrir que bebo y enseguida voy al aseo pues me subo al baño a orinar y cuando iba a cerrar intenta entrar este chico, mi cliente. Yo me quedé en shock y cerré la puerta, terminé y dije esto es alucinante qué hago se lo cuento a mi marido lo que acaba de ocurrir, yo estaba convenida de hacerlo, me fui a la mesa y estuve con una risa nerviosa porque el cliente me miraba como intentando descifrarme y yo buscando el hablar con mi marido para contarle pero el no paraba de hablar con los demás y no me prestaba atención, la cuestión que al resto dije mejor no le cuento que sino se va a formar un problema aquí en plena boda, pero yo estaba bastante nerviosa e impactada. Luego dejé de lado la situación y seguí bailando y bebiendo, divirtiéndome. Me vuelvo a subir al aseo porque me entraron nuevamente ganas de orinar, cuando de pronto nuevamente no se como hizo esta vez y este chico se escurrió por la poca abertura de la puerta y me clavó un beso, yo me resistí sólo medio segundo, a todo esto las luces del aseo todavía estaban apagadas y nos fundimos en un beso, yo no podía resistirme era algo fuera de mi, el también estaba bebido, pues estuvimos besándonos como 7 minutos a 10 y ya dije me bajo, y sin decirle casi nada me retiré. Al bajar yo el shock que tenia era brutal, una mezcla entre emociones y nerviosismo me habían encantado sus besos, hace tiempo no me sentía deseada. El al bajar se sentó y yo intenté disimular la situación, me levanté de la mesa y seguí bailando con unos y otros por decir esto que ha sucedido no puede ser, qué he hecho... pues ya cuando quise nuevamente ir al aseo, ya enseguida pensé el me va a seguir y nos volveremos a besar, deseaba volver a besarlo y así durante la noche unas 4 veces más o así, recuerdo decirle a el, por favor no digas a nadie de esto ni a un amigo, Al llegar a casa después de la fiesta, caímos rendidis y ya al despertar mi corazón se salía no podía creer lo que había hecho.

Falta parte 3
 
Tercera parte

Como leéis eso hice, recuerdo estuve los primeros días muy nerviosa, era una mezcla de sentimientos entre nerviosa, en shock, culpable y a la vez alucinada. Me preguntaba si era un abuso porque estaba bebida pero luego me decía yo accedí... los primeros días digo yo tengo que hablar con esta persona, como adultos porque de los besos en ese aseo casi fuimos a más. No me siento orgullosa de mis actos, me gustaría contar otra historia en muchas partes de este relato, pero no es así. Pasaron días y finalmente con la excusa de solicitar una factura se puso en contacto por WhatsApp el cliente, su nombre es Carlos, veía como también de alguna manera estaba nervioso. La cuestión es que yo no podía más y dije tenemos que hablar. Nos llamamos nos disculpamos por estar bebidos y la situación. Me contó que tenía una relación, una novia pero que no vivían juntos, hablamos de trabajo y listo nos despedimos. Era una situación muy agridulce para mi puesto que en casa no sabía donde ponerme y como ver a mi marido, muy en el fondo me alegraba de haber vivido eso como.una anécdota en mi vida y con todo el rencor que llevaba acumulado me sirvió de excusa para justificarme. Pasó el otro día y nos volvimos a llamar hablamos de trabajo, yo le conté un poco más de que estaba pasándolo mal, el me dijo que igual si quería un día quedar a tomar café y nada quedamos así, yo pensé bueno ya hasta aquí quedé todo, ya he hablado con el no es ningún loco y listo, terminó.

Yo suelo ir en bicicleta como vía de escape todos los días por rutas de senderismo pues en una de las conversaciones yo le había dicho que yo salía salir por las tardes en bici, también sabía el pueblo donde vivía y un día me dice oye si quieres hablamos justo voy a pasar por esa ruta porque tengo que llevar una máquina... yo dije vale pues yo suelo ir de 5 a 6 de la tarde de pasada por este lugar, cuando voy haciendo la ruta me llama y me dice te estoy viendo y yo digo imposible si esto es una ruta específica que casualidad que justo me vea y yo estoy pasando por justo este área y me describió mi ropa. Yo me asusté un poco digo me siento observada paré y digo donde está a ver si veía coches con gente dentro. Y luego de la loma de una calle viene el caminando riendo, iba con mascarilla puesta. Cuando lo vi ya me tranquilice, es una sensación extraña sentir que te observan y no sabes de donde. Yo me relajé lo salude cordialmente hasta con distancia y nada decía es que pasaba por aquí... pero bueno me tengo que ir me esperan en casa y yo digo que raro, se puso nervioso o no se, digo igual lo que no es normal soy yo y sigo en la ruta y a los 2 minutos me llama y me confirma que se sentía nervioso y dijo eso y se fue. Yo en mi mente dije bueno esto ya lo olvidó y pasó página. Sonreía de pensar en todo lo que me había ocurrido esos días, puesto que lo estaba pasando muy mal, la situación en mi casa era tan mala que hasta ganas de suicidarme tuve muchas veces no se como aguantaba.

Falta parte 4
 
Parte 4


Esto apenas empieza y en esta parte profundizo en ciertas situaciones de las cuales insisto no es de enorgullecerse, pero empezaba un sentimiento en mí que no deseo a nadie porque siempre termina siendo agridulce y es la venganza.

A los 2 días de haber pasado aquel encuentro en la ruta de senderismo, vuelve a ponerse en contacto Carlos primero por WhatsApp para disimular su interés y luego terminamos llamándonos. Seguimos profundizando en temas personales, me cuenta que hace años el fue un hombre casado y que se divorció de su mujer porque también no la valoraba pero que de aquello aprendió mucho y que con su novia actual pues que no vivían juntos y que llevaban casi 5 años de relación pero que no estaban bien porque ella no quería tener hijos y así fuimos hablando ese día y cuando llega la tarde me dice me preparo de deporte, me llevo la bici y te acompaño en tu ruta. Ya en este punto yo estaba que no sabía ya, yo estaba fuera de control de mi Misma y empezaba un sentimiento de alivio al sufrimiento que estaba llevando con mi marido, sentía placer en la venganza y me permití quedar me justifiqué.

Nos encontramos en el mismo punto de la otra vez, nos saludamos muy cordialmente y seguimos en bici, llegamos a un sitio muy boscoso en donde solía parar para ver el atardecer y allí paramos a tomar algo de beber por sed. Comenzamos a hablar de todo un poco yo lo notaba tenso muy tenso, entonces recuerdo que yo le recordé una palabra de su país puesto que es de Chile, nos reímos y vino hacia mí y me planta un beso. Yo idéntico como aquella vez en El aseo no puedo rechazarlo era algo fuera de mí , sin gota de alcohol, estuvimos besándonos un buen rato y se empezó a acalorar la situación, con mucha pasión nos tocábamos y esto estaba fuera de control. Paramos de besarnos y dijimos vámonos ya de vuelta y sin dirigir palabra tomamos camino.

Estoy desgranando mi alma, ni mis mejores amigas saben todo esto pero necesito desahogarme y ver desde otros ojos el camino que estoy tomando, dice que los toros se ven mejor desde la otra barrera.

De camino por la ruta el espontáneamente me dice vamos allí y nos sentamos en una piedra grande por medio camino un poco apartado y empezamos a besarnos nuevamente allí sentados, nos tocamos y ya cegados ambos pues pasa que empezamos a intimar más y tuvimos s*x* allí en medio de la nada, era para mi como volver a nacer, esto que había hecho era algo que sí mirara mi yo de hace años a la que estaba siendo no me lo creería.

Falta parte 5
 
Parte 4


Esto apenas empieza y en esta parte profundizo en ciertas situaciones de las cuales insisto no es de enorgullecerse, pero empezaba un sentimiento en mí que no deseo a nadie porque siempre termina siendo agridulce y es la venganza.

A los 2 días de haber pasado aquel encuentro en la ruta de senderismo, vuelve a ponerse en contacto Carlos primero por WhatsApp para disimular su interés y luego terminamos llamándonos. Seguimos profundizando en temas personales, me cuenta que hace años el fue un hombre casado y que se divorció de su mujer porque también no la valoraba pero que de aquello aprendió mucho y que con su novia actual pues que no vivían juntos y que llevaban casi 5 años de relación pero que no estaban bien porque ella no quería tener hijos y así fuimos hablando ese día y cuando llega la tarde me dice me preparo de deporte, me llevo la bici y te acompaño en tu ruta. Ya en este punto yo estaba que no sabía ya, yo estaba fuera de control de mi Misma y empezaba un sentimiento de alivio al sufrimiento que estaba llevando con mi marido, sentía placer en la venganza y me permití quedar me justifiqué.

Nos encontramos en el mismo punto de la otra vez, nos saludamos muy cordialmente y seguimos en bici, llegamos a un sitio muy boscoso en donde solía parar para ver el atardecer y allí paramos a tomar algo de beber por sed. Comenzamos a hablar de todo un poco yo lo notaba tenso muy tenso, entonces recuerdo que yo le recordé una palabra de su país puesto que es de Chile, nos reímos y vino hacia mí y me planta un beso. Yo idéntico como aquella vez en El aseo no puedo rechazarlo era algo fuera de mí , sin gota de alcohol, estuvimos besándonos un buen rato y se empezó a acalorar la situación, con mucha pasión nos tocábamos y esto estaba fuera de control. Paramos de besarnos y dijimos vámonos ya de vuelta y sin dirigir palabra tomamos camino.

Estoy desgranando mi alma, ni mis mejores amigas saben todo esto pero necesito desahogarme y ver desde otros ojos el camino que estoy tomando, dice que los toros se ven mejor desde la otra barrera.

De camino por la ruta el espontáneamente me dice vamos allí y nos sentamos en una piedra grande por medio camino un poco apartado y empezamos a besarnos nuevamente allí sentados, nos tocamos y ya cegados ambos pues pasa que empezamos a intimar más y tuvimos s*x* allí en medio de la nada, era para mi como volver a nacer, esto que había hecho era algo que sí mirara mi yo de hace años a la que estaba siendo no me lo creería.

Falta parte 5
Bueno lo que te pasa/pasó fue el resultado de no poner fin a tiempo una relación de maltrato psicológico y físico. Necesitabas una vía de escape y fue esa. Es cierto que la venganza no es un buen camino ni una buena sensación. Considero que fueron un cúmulo de emociones y sucesos mal canalizados.

Queremos las siguientes partes!
 
Parte 5

A partir de ese día, prácticamente nos veíamos a diario en la misma ruta en en el mismo horario, teníamos s*x* sobre piedras, el mismo suelo, por matorrales; mi mente sentía una mezcla de sentimientos entre una dulce sensación de venganza, ilusión por la vida y en el fondo decepción de mi misma. La situación en casa con mi marido era insostenible, desde ese entonces dejé de intimar con el, dando excusas, evitandole, alguna vez le hacía s*x* oral y ya está, parecíamos compañero de piso en vez de marido y mujer, el tenía arranques de ira cada 2 x 3, seguía viniendo borracho por las noches queriendo intimar y si no lo lograba me decía cosas hirientes, despectivas: Tu ex te llevaba a hoteles de mala muerte como una zorrita... y bellas expresiones así. Sólo nos limitabamos a trabajo y eventos familiares manteniendo las apariencias. Con Carlos teníamos claro que eramos amantes y no teníamos intención que pasara de allí porque el también tenía pareja, además ni siquiera era mi tipo, jamás en otro contexto me hubiese fijado en el, nada agraciado para mis gustos. Se hizo diario de hablar por teléfono y contarnos nuestra vida, también por precaución lo primero que hice fue ir al ginecólogo para saber si estaba todo bien, porque no quería llevarme ninguna sorpresa después. Esto ocurrió durante los primeros 2 meses, luego la pareja se fue fuera a trabajar (para el era una prueba que ella ponía de alguna manera porque su relación no iba bien) puesto que se iría por 3 o 4 meses, eran muchos meses para dejar a tu pareja a su aire, estaba claro que ella pensaría o esto va o se enfría y ya me quedo en Londres.

Pasaron unas semanas más casi nos veíamos a diario, menos los fines de semana. Yo le pedí en muchas ocasiones a Carlos que fuera honesto conmigo que fueramos un diario puesto que no teníamos un compromiso que sólo eramos amantes y bueno hablamos de muchas cosas.
 
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