Pues fíjate que yo infantil los veo muy bonicos. Duro, pero agradecidos.Se curra mucho; yo me complico la existencia constantemente buscando nuevos métodos y materiales para que mi asignatura les entre por los ojos. Pero cuando preparas algo guay y sale bien los chavales lo agradecen muchísimo, y para mi también es genial porque mantengo la ilusión por aprender y hacer cosas nuevas. Esa es la clave al final, yo creo, ir con todas tus ganas y conectar con los críos.
La experiencia es un grado enorme, pero sí que hay que tener en cuenta dos cosas: primero, que todos, hasta el más pro, tenemos días de mierda en que nos sentimos el peor profe del mundo, y segundo, que por mucho que aprendas y mejores muchísimo hay que traer de base un mínimo de carisma y habilidad social para que te respeten con cercanía, o estás vendido.
Ánimo, op, es la mejor profesión del mundo, y encima en secundaria-bachiller aún más. Hoy justo he salido con un subidón porque he tenido una clase genial a última
Infantil, eso sí que es duro. No lo quiero ni regalado
Cuando elijo modulos de primero del grado medio, edad 17-18 años que son los que más guerra dan. A final de curso cuando has conseguido hacerte con la gran mayoría y les ves que han avanzado, para mí es muy gratificante. Y en general cuanto más jóvenes son más espontáneos y a mi eso me encanta. Si te odian, es a muerte aunque intentes conectar con ellos por aficiones. Si les encantas, te saludan por todo el centro jejeje.