Yo confieso que he hecho ghosting, pero por cuestiones ya de salud mental: si seguía viendo a algunas personas esas amistades iban a acabar conmigo. No desaparecía sin más y sin dejar rastro, sino que poco a poco me iba desentendiendo, no quedaba con ellos y ese tipo de cosas.
De hecho a un amigo se lo hice crudamente, ya me tenía harta, a mí y al resto de amigos. Un mentiroso compulsivo muy manipulador que nos quería inyectar su amargura a todas horas, quería vernos a todos amargados como él y nos hizo más de una jugarreta torticera, producto de la envidia y el complejo de inferioridad...mientras se hacía pasar por un buen chico que parecía no romper un plato. Daba pereza quedar con él porque sabíamos que íbamos a regresar a casa con dolores de cabeza de cómo nos contaba dramas y montaba la escena de amargado para llamar la atención, porque si estaba amargado él quería que nos demás lo estuviéramos.
El último día que quedó conmigo no se ni por qué me presenté, ya que la penúltima vez que le vi elaboró un rumor sobre otro amigo que a mí me pareció de lo más rastrero y ya me tenía a mi pues que consiguió que le tuviera tiriia y desconfianza, pero como le conozco desde la adolescencia...Puede sonar duro, pero le había cogido asco a mi propio amigo de hacía años y ahí estaba dándole la enésima oportunidad.
En cuanto le di dos besos al verle ya estaba con sus caras largas de amargura y si yo cambiaba al modo alegre para alegrar el ambiente le jodía, montaba el pollo llevando la contraria en conversaciones vanas con tal de demostrar su enfado con el mundo, y así la táctica de amargarme la tarde ya la tenía conseguida, que era lo que quería, verme de bajón como siempre estaba él. Ya le habían dado de lado prácticamente el resto de amigos. Habían pasado unos 40 minutos desde que llegué cuando le dije que me tenía que ir de forma urgente, me levanté de la mesa y me largué, era eso o me explotaba la cabeza o le metía dos hostias; no le he vuelto a ver desde entonces.
Me enviaba mensajes para quedar todas las semanas durante unos seis o siete meses más, yo pasaba, increíble el nivel de toxicidad de esa persona. Decirle las cosas a la cara era peor, porque ahí reside el que antes de quedar con él ese último día, yo ya le había cogido hasta tirria, por cosas que les hizo a amigos en común que le dijeron las cosas a la cara en su día. Todo el que le había recriminado su actitud de mierda ha Ia tenido consecuencias muy negativas, era un bicho este tío. Y así le pasó que se quedó solo.
No me arrepiento de nada. Pero quiero añadir: una cosa es hacer ghosting ya de forma necesaria, y otra dejar tirada a la gente porque se es un interesado y en ese momento no te interesa y luego de reaparece con el tiempo a recoger a esa persona en el banquillo.
Uf vaya pieza. Sí está claro, la acción es la misma pero no es lo mismo alejarse de una persona tóxica que te amarga que dejar a tu pareja con la que has estado tiempo oa habéis querido y desaparecer sin explicaciones. A no ser que tu pareja por ejemplo fuera tóxica.
O sea dejamos a los malos o a los buenos haciendo ghosting? Creo que ahí está la cuestión.