No sé qué fue de ese piso, pero el vendedor, o sea, el colmenero, cuando compró un chaletazo más grande, volvió a hacerlo, y de cada estancia también sacó otras tantas, y el jardínlo colmó con una profusión de cenadores, pérgolas, subdivisiones para barbacoas, hornos, y muretes. Los hay que les gusta un ladrillo lo que no está en los escritos. Me estoy acordando que también insertó un riachuelo artifical que recorría todo el perímetro, más verde el agua que el blandiblú.
Madre mía, qué agobio, ¿para qué quería tanta habitación? ¿Y tanto jaleo en el jardín? Debo de ser minimalista ?. ¿Y el arroyo? ??