Me sumo a la indignación q provocan casos como éste, la desvalidez e indefensión de una anciana por un lado y la falta de empatía y crueldad de estos seres podridos de ambición, y para rematar la faena, la justicia y su ineficiencia. Así tengan la peor de las suertes en la suya propia (vejez) para q se acuerden de María Isabel.