Autoestima y otros temas de psicología

Osho y la autoestima

Ver el archivo adjunto 660568


Osho fue ciertamente un personaje muy polémico. Pero para los que leímos (y todavía seguimos leyendo!) los libros que reúnen sus enseñanzas, no hay ninguna polémica acerca del valioso tesoro que encierra su mensaje. En el siguiente texto Osho señala la necesidad de aprender a amarse a uno mismo, es decir, de alcanzar un saludable nivel de autoestima…

Amarse a uno mismo
Si no te amas a ti mismo nunca podrás amar a alguien más. Si no puedes tratarte amorosamente no puedes tratar amorosamente a los demás. Es psicológicamente imposible.

Cualquiera que sea la manera en que estás contigo, así estás con los otros. Esta es una idea básica, acéptala. Si te odias a ti mismo odiarás a otros; y te han enseñado a odiarte. Nunca alguien te ha dicho, “¡Ámate a ti mismo!”. La misma idea parece absurda: ¿amarse a uno mismo? La misma idea no tiene sentido: ¿amarse a uno mismo? Siempre pensamos que para amar uno necesita a alguien más. Pero si no lo aprendes contigo no podrás practicarlo con otros.

Te han dicho, condicionándote constantemente, que tú no tienes ningún valor. De todas las maneras posibles te han dicho, te han demostrado, que eres indigno, que no eres lo que deberías ser, que no eres aceptado así como eres. Hay muchos “deberías” que pesan sobre tu cabeza, y esos “deberías” son casi imposibles de satisfacer. Y cuando no puedes satisfacerlos, cuando no cumples esos objetivos, te sientes condenado. Un odio profundo surge hacia ti.

El primer paso es: Acéptate como eres; suelta todos los “deberías”. ¡No lleves ningún “debería” en tu corazón! Tú no debes ser alguien diferente; no se espera que hagas algo que no es propio de ti. Sólo has de ser tú mismo. Relájate y sólo sé tú mismo. Sé respetuoso con tu individualidad, y ten el valor de plasmar tu propia firma. No sigas copiando las firmas de otros.

Cuando no estás intentando convertirte en alguien más, entonces simplemente te relajas; entonces surge la gracia. Entonces te llenas de grandeza, esplendor, armonía… ¡porque entonces no hay conflicto! Ningún lugar a dónde ir, nada por qué luchar, nada que forzar, que imponer sobre ti violentamente. Te vuelves inocente.

En esa inocencia sentirás compasión y amor por ti. Te sentirás tan feliz contigo mismo que incluso si Dios viene y golpea a tu puerta y dice: “¿Te gustaría convertirte en alguien diferente?”, tú dirás: “¿Te has vuelto loco? ¡Soy perfecto! Gracias, pero no cambies nada de mí; soy perfecto como soy”.

Si vas a ver una pintura de Picasso y dices: “Esto está mal y eso está mal, y este color debería haber sido de esta manera”, estás negando a Picasso. Cuando dices: “Yo debería ser así”, estás intentando perfeccionar a Dios. Estás diciendo: “Metiste la pata; yo debería haber sido así, ¿y tú me has hecho así?”. Estás intentando perfeccionar a Dios. No es posible. Tu lucha es inútil, estás condenado al fracaso.

Y cuanto más fallas, más odias. Cuanto más fallas, te sientes más condenado. Cuanto más fallas, te sientes más impotente. Y de este odio, impotencia, ¿cómo puede surgir la compasión? La compasión surge cuando estás perfectamente centrado en tu ser. Tú dices: “Sí, así es como soy”. No tienes ideales que satisfacer. ¡Y de inmediato la plenitud comienza!

Las rosas florecen tan maravillosamente porque no están intentando convertirse en lotos. Y los lotos florecen tan maravillosamente porque no han oído historias de otras flores. Todo en la naturaleza marcha tan maravillosamente en armonía, porque nadie está intentando competir con alguien más, nadie está intentando convertirse en algún otro. Todo es como debe ser.

¡Sólo comprende este punto! Sólo sé tú mismo y recuerda que no puedes ser nada más, por más que lo intentes. Todo esfuerzo es vano. Sólo tienes que ser tú mismo.

Existen solamente dos caminos. Uno es rechazándote, pero tú seguirás siendo el mismo; o condenándote, pero tú seguirás siendo el mismo. El otro es aceptándote, entregándote, gozando, deleitándote, pero también tú seguirás siendo el mismo. Tu actitud puede ser diferente, pero tú siempre serás la persona que eres. Pero una vez que te aceptas, surge la plenitud. Osho


Cómo aumentar la autoestima
En el texto anterior Osho señala claramente cuál es el primer paso: aceptarnos tal como somos. Todos nos enfrentamos a este mismo problema, en mayor o menor medida.

Aunque lógicamente no hay “recetas” para aprender a aceptarse o a quererse, creo que lo fundamental es comprender ante todo estas dos simples ideas:

  1. Verdaderamente necesitamos aceptarnos incondicionalmente y querernos a nosotros mismos para construir una vida plena y feliz.
  2. No es posible eliminar esas partes de nosotros a las que tanto combatimos. Aquello que queremos ocultar o deformar siempre encontrará la manera de manifestarse (lo que resistes, persiste!).
https://www.amarseaunomismo.com/osho-y-la-autoestima/

A mi me encanta Osho, lo que dicen de él me resbala.
Sólo yo sé cómo me llega. Mucho.
Te gusta prima? Creo que tengo toda su bibliografía, por si alguien la necesita.
 
A mi me encanta Osho, lo que dicen de él me resbala.
Sólo yo sé cómo me llega. Mucho.
Te gusta prima? Creo que tengo toda su bibliografía, por si alguien la necesita.
Me encanta y te confieso que nunca logre leer nada negativo sobre él, quizá por eso me guste todavía más....Es de estas personas que te dan un subidón de animo, sin pedir nada a cambio...
Si fue malo, si hizo algo malo, lo que me ha dejado de bueno es lo que me vale.
También tengo muchas cosas de él..:kiss: gracias
 
Cómo Controlar Las Emociones Para Mejorar Autoestima

¿Te gustaría poder controlar tus emociones, especialmente en momentos de tristeza, angustia o enfado? Si quieres mantener una autoestima sana y tomar buenas decisiones en tu vida para crecer, tienes que tener cierto control sobre tus emociones.

En estos tiempos la gente suele ser muy vulnerable a las situaciones externas. La mayoría de las personas deja que sus emociones y su estado de ánimo controlen su vida. Además, dejan que ellas dependan totalmente de lo que sucede a su alrededor, o de lo que otros hagan.

Debes saber que es posible controlar hasta cierto grado tus emociones y provocar en ti mismo un estado de alegría y felicidad, sin dejar que nada ni nadie te afecte de manera significativa. Aunque siempre habrá ocasiones en que será imposible no sentirte triste o enfadado, por ejemplo, al sufrir una pérdida. En estos casos es necesario vivir la emoción de dolor o tristeza hasta que te sientas más tranquilo.

Lo más importante es no dejarte llevar por las situaciones de la vida cotidiana que te pueden hacer sentir mal, o incluso, por tus propios pensamientos que en ocasiones te llevan a un estado de depresión.

Sigue los siguientes pasos cada vez que quieras sentirte feliz y alimentar emociones positivas:

1. Trata de alejarte o aislarte de cualquier situación que te provoque estrés o depresión. Si por alguna razón no te es posible, por lo menos trata de no prestar atención a eso, y enfócate en otra cosa que te ayude a distraerte.

2. Levanta la cara y sonríe. Cuando estamos tristes o deprimidos, tendemos a bajar la cabeza, pero cuando estamos felices, la cara se mantiene en alto de manera natural. De igual manera, está comprobado que si mantienes levantada tu cara, comenzarás a sentirte feliz poco a poco, sin importar las circunstancias. Así que inclina un poco tu cabeza hacia atrás y mantenla así mientras sonríes.

3. Trata de mantener tu mente en blanco, o si te es difícil, piensa en algo agradable. Recuerda que la mente tiene control sobre el cuerpo y sobre tus emociones, así que si quieres experimentar emociones positivas, tienes que alimentar pensamientos positivos.

Si mantienes tu mente en blanco, y sonríes con la cara levantada, alejado de cualquier situación estresante o deprimente durante 2 minutos, notarás una sensación agradable gracias a que tus emociones están más estables, y verás que poco a poco te sientes más feliz.

Pon en práctica este pequeño ejercicio y luego me cuentas cómo te sentiste. Si lo haces tal cual y eres perseverante lograrás buenos resultados, y esto te permitirá mantener con el tiempo, una autoestima mucho más sana.

Victor Toscano
 
Mejora tu autoestima para evitar la depresión

Sabemos que las causas de la depresión son variadas, desde un desajuste físico sobre el que no tenemos ningún control hasta una actitud pesimista o negativa acerca de la vida. Pero una de las causas más comunes de depresión es la falta de autoestima.

Cuando hablamos de encontrar el equilibrio emocional, de potenciar y descubrir nuestro mundo interior, lo hacemos con el objetivo de obtener una perspectiva más realista sobre nosotras mismas, algo que puede combatir la falta de autoestima, tan frecuente en estos tiempos, y que puede reducir el riesgo de depresión.

De la baja autoestima a la depresión
La depresión se caracteriza por una profunda sensación de decaimiento, tristeza, agotamiento, angustia y falta de interés. Todas sabemos los riesgos que implica caer en una depresión y no encontrar los recursos adecuados para tratarla a tiempo sin que se convierta en un problema que marque nuestra vida para siempre.

Por eso es tan importante mantener o encontrar el equilibrio emocional, para sentirnos más seguras de nosotras mismas, más confiadas, más optimistas y para tener una visión real de nuestro mundo interior y de quienes somos realmente. Porque lo que provoca la baja autoestima no es sino una visión distorsionada y desmejorada de nosotras mismas.

Que no nos sentimos a gusto con nosotras mismas, somos demasiado críticas con nuestra forma de actuar, estamos insatisfechas por no haber logrado los objetivos marcados y pensamos que nunca vamos poder lograr nuestros sueños porque no somos capaces, ni suficientemente listas, ni suficientemente felices, ni suficientemente guapas, ni siquiera tenemos la suerte que necesitamos. Estamos ante un problema de autoestima que puede acercarnos peligrosamente a la depresión.

Elevar la autoestima para alejar la depresión
Vamos a ser realistas; con la cantidad de información y trucos sencillos para elevar la autoestima que circula por Internet, lo raro es que aún no hayamos conseguido encontrar ese equilibrio emocional que nos lleve a mantener un nivel adecuado de autoestima y de seguridad en nosotras mismas. Tal vez es que todos esos trucos resultan muy convincentes sobre el papel pero no son del todo viables.

Para mantener nuestra autoestima en los niveles aceptables, sin caer en la soberbia ni en el egocentrismo, no basta con hacer ejercicios psicotécnicos, con lanzar hechizos a la luna o con tratar de convencernos que somos perfectas. No somos perfectas ni pretendemos serlo y debemos asumir que tenemos tantas capacidades como discapacidades. Así que lo mejor será aceptar nuestras debilidades y potenciar nuestras habilidades.

Si algo debemos tener claro es que todas las personas tenemos ese algo en lo que realmente destacamos, ese ámbito en el que somos buenas de verdad. El único truco es dedicarnos tiempo a nosotras mismas, a conocernos y a descubrir qué es eso que nos hace especiales. Y una vez que lo descubramos, dedicarnos a desarrollarlo. Sólo así evitaremos la tristeza y el desánimo de no haber aprendido a valorarnos.


Los grandes males de la vida moderna, la ansiedad y la depresión están haciendo notar sus devastadores efectos, cada vez más numerosos. Y ya sabemos lo difícil que es escapar tanto de los trastornos de ansiedad como de la depresión, pero hoy en día constituyen dos de los enemigos más insistentes de nuestra salud, llegando a provocar la aparición de enfermedades, a agravar la ya existentes y aumentando la mortalidad. Los pacientes que sufren enermedades cardiovasculares son las principales vícitmas frente a la depresión y la ansiedad, pero nadie está libre de las consecuencias de estos trastornos emocionales de los que es tan difícil salir.

El peligro de la ansiedad y la depresión
Un estudio de la Universidad de Duke (EEUU) ha revelado los datos de los peligros que la depresión y la ansiedad tienen sobre los pacientes con enfermedades cardiovasculares como en los casos de cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca. Parece que la ansiedad, combinada con la depresión, triplica la mortalidad de estos pacientes.

Sin perdernos en una maraña de datos estadísticos, el estudio concluye con la necesidad de tratar como una prioridad tanto la ansiedad como la depresión, que en muchos casos van unidas, para evitar complicaciones en la enfermedades ya existentes.

Pero es que la depresión y la ansiedad no sólo actúan empeorando estas enfermedades cardiovasculares, sino muchas otras. Además, hay estudios que demuestran un debilitamiento de nuestro sistema inmunológico cuando estamos deprimidas o en los casos de ansiedad continuada, que nos deja sin protección frente a nuevas enfermedades.

Protégete frente a la ansiedad y la depresión
Por lo tanto, es de vital importancia centrar todos nuestros esfuerzos en mantenernos alejadas de un trastorno de ansiedad grave que nos lleve a una depresión con consecuencias nefastas para nuestra salud. Claro que no existe la fórmula mágica para evitar caer en este tipo de dolencias.

Pero algo podremos hacer en forma de mejorar nuestra acitud frente a la vida y los problemas. Encontrar la forma de fortalecernos emocionalmente para para ser más felices sin vernos atacadas por la nostalgia, la apatía y el decaimiento, pasa por rodearnos de gente positiva que nos llene de cariño y alejarnos de las personas tóxicas.

También es fundamental llevar un estilo de vida saludable, que incluya dieta, ejercicio físico y mucha sociabilidad. Pero sobre todo, lo que más fuertes nos hace y nos protege frente a la depresión es mantener la capacidad de soñar, la ilusión y la sonrisa.
 
Última edición:
La pereza puede llegar a provocar baja autoestima y depresión

Vagancia, holgazanería, pereza... analizamos los efectos de este pecado capital.
por Manuel Fernández Antón

Qué gran lucha la que nos toca enfrentar a muchos de nosotros contra la pereza. Ese deseo de dejar para mañana (o pasado) lo que tenemos que hacer hoy (fenómeno que se conoce con el nombre de procrastinación). Y qué envidia me provocan, lo confieso, aquellos que son capaces de no desfallecer, de mantener el rumbo firme hacia su objetivo.

Acabo de asumir que me dominan al menos dos pecados capitales, pero en realidad casi nadie se escapa. A todas las edades y en todas las épocas de nuestra vida ahí está la pereza, agazapada y acechándonos dispuesta a dominarnos.

Pereza, flojera, vagancia, holgazanería… muchos sinónimos para un mismo estado de ánimo
Da igual si lo que nos ocupa es escribir, trabajar, hacer una dieta, dejar de fumar, estudiar para un exámen o ir al gimnasio, no importa, la pereza se nos colgará de la espalda en cualquier momento para tratar de que abandonemos nuestras “labores”.

Su objetivo no es otro que el de empujarnos en todo momento hacia el placer; un placer inmediato que nos evade del deber, que nos salva temporalmente de lo que no nos apetece hacer. Se trata del binomio inacción frente a movimiento, entropía frente a expansión.
Por qué debemos liberarnos de la pereza
Vencer la pereza produce satisfacción interna, sube la autoestima; mientras que dejarse arrastrar por ella nos la baja y puede terminar por deprimirnos. ¿Cómo ocurre esto? ahora lo entenderás.

Pongamos por caso que mi objetivo es perder peso. En esta situación la pereza aparecerá como una invitación constante a regalarme un momento de placer, por ejemplo abriendo un paquete de patatas fritas para escapar temporalmente de los sufrimientos a los que la disciplina dietética me obliga.

Pasado el momento de disfrute, una vez las primeras papas hayan pasado más allá del paladar, la vocecita (o el vozarrón) de mi Padre interno, ése que nos regaña por dentro haciéndonos sentir culpables, volverá su furia contra mí a modo de castigo: “¡Eres incapaz de mantener un mínimo de disciplina! ¡Nunca adelgazarás! ¡Nadie te va a querer así! ¡Estarás toda la vida hecho una foca!”, etc.

La retahíla de lindezas que somos capaces de decimos internamente debería estar penada por la ley.

Abandonarnos al placer inmediato baja nuestra autoestima
El abandono del deber por el placer inmediato trae automáticamente consigo el reproche interno. Nos convertimos en críticos de nosotros mismos, crueles y despiadados en muchas ocasiones, hasta llegar a odiarnos. Y por si fuera poco activamos la comparación con los demás, a quienes desde el sesgo psicológico que supone no estar en la cabeza del otro, juzgamos como mejores que nosotros, como más capaces.

De esta manera, el efecto negativo que tienen la pereza y el consiguiente autoreproche no es otro que el de afectar a nuestra autoestima: al nivel de valoración y de amor que sentimos hacia nuestra propia persona. La pereza hace que me quiera menos, que baje la consideración que tengo por mí.

Y cuanto menos me enfrento a ella, más poder tiene sobre mí. Es como una bola de nieve colina abajo, su fuerza es cada vez mayor a medida que avanza. En este caso la bola está formada por la pereza, el autorreproche y la baja autoestima que a medida que van ganando fuerza dentro nosotros deprimen nuestro estado de ánimo.

Una reflexión para afrontar la pereza y superarla
En el fondo, todo es cuestión de actitud, por eso los hay decididos a enfrentarse a ella con tesón y los hay (me incluyo ahí) que a veces ganan y otras muchas pierden. Y en este asunto de la vida no hay más que receta que la de luchar.

Superar la pereza, hacer lo que sabemos que hemos de hacer nos sube la autoestima, nos alegra el espíritu y nos aleja de la depresión. Para ello no hay más que cambiar el chip y asumir el sufrimiento que conlleva ir a por nuestro objetivo echándole un par de narices. Insisto, es sólo cuestión de actitud y hábito. Optar por evadirme o por afrontar. Quizás ahora, que sabes que el asunto también implica a tu autoestima y a tu salud psíquica te lo pienses mejor antes de dejarte arrastrar hacia el placer inmediato.

https://psicologiaymente.net/clinica/pereza-provocar-baja-autoestima-depresion
 
PERSONALIDAD Y AUTOESTIMA

La Personalidad


La personalidad está formada por una serie de características que utilizamos para describirnos y que se encuentran integradas mediante lo que llamamos el yo o "sí mismo" formando una unidad coherente.
Entre estas características se encuentra lo que en psicología se denominan rasgos (como agresividad, sumisión, sociabilidad, sensibilidad) conjuntos de rasgos (como extroversión o introversión), y otros aspectos que las personas utilizan para describirse, como sus deseos, motivaciones, emociones, sentimientos y mecanismos para afrontar la vida.

Es decir, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad.

La personalidad a través del tiempo. Estabilidad y cambio

En buena parte, la personalidad está determinada por los genes, que nos proporcionan una gran variedad de predisposiciones. Pero el ambiente y las experiencias de la vida (padres, sociedad, amistades, cultura, etc.) se ocupan de moldear todas esas posibilidades en una dirección u otra. Por tanto, aunque podamos cambiar nuestra forma de ser, lo hacemos en base a esas características de personalidad con las que hemos venido al mundo.

Generalmente, existe una tendencia a comportarse a través del tiempo de una forma determinada, pero esto no quiere decir que una persona se comporte de ese modo en todos los casos. Por ejemplo, si decimos que una persona es introvertida, significa que lo es la mayor parte del tiempo, pero no en todas las ocasiones. Los estados de ánimo influyen también en el comportamiento, de modo que una persona puede variar en función de sus cambios de humor. Sin embargo, y como veremos más adelante, esta variabilidad es un indicio de buena salud psicológica (siempre que no sea extrema), ya que indica la existencia de una personalidad flexible, capaz de adaptarse a distintas situaciones.

Nuestro concepto de nosotros mismos

Un aspecto muy importante de nuestra personalidad es la forma en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Dos personas diferentes pueden interpretar la realidad de forma distinta. Al observar un bosque a lo lejos ambas coincidirán en que allí hay árboles y montañas, pero mientras una de ellas puede ver un lugar lleno de peligro, la otra puede estar viendo un paraíso en el que le gustaría perderse durante varios días.

Las personas reaccionan al mundo de acuerdo a su modo de percibirlo. La personalidad determina ese modo de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos, pero, al mismo tiempo, la manera de vernos a nosotros mismos influye en nuestra personalidad. Por ejemplo, si varias personas le dicen a un niño que es muy inteligente, es muy probable que piense de sí mismo que lo es, mientras que si le dicen lo contrario llegará a considerarse una persona poco inteligente. Esto es debido a que es difícil comprobar si somos o no inteligentes (mientras que es bastante fácil comprobar, por ejemplo, la fuerza física). Por este motivo, muchas veces recurrimos a los demás para definirnos, basándonos en la opinión que otros tienen de nosotros. En otras ocasiones nos describimos tomando a los demás como punto de referencia. Si alguien nos dice "soy un dormilón", lo que nos está diciendo es que duerme más horas que la mayoría de las personas.


Psicopatología y trastornos de personalidad

Como hemos visto, las personas que se resisten a ajustar su autoconcepto a la realidad tienen mayor probabilidades de padecer algún tipo de psicopatología. Una forma de ser demasiado rígida e inflexible está menos dispuesta a hacer dichos ajustes. De este modo, vemos cómo la personalidad ejerce una gran influencia en la existencia de problemas emocionales. De hecho, la mayoría de las personas con trastornos psicológicos tienen dificultades cuyo origen está, al menos en parte, en ciertas características de su personalidad. La forma que tenemos de vernos a nosotros mismos, al mundo y a los demás puede estar produciéndonos problemas y sufrimiento.

Las personas deprimidas, por ejemplo, se ven como individuos sin valor a los que nadie quiere; interpretan comportamientos neutros como rechazo, desprecio, etc. Suelen dar gran énfasis a los acontecimientos negativos y casi excluyen los positivos.

La personalidad sana

La personalidad psicológicamente sana y equilibrada tiene las siguientes características:

  • Es flexible. Se trata de personas que saben reaccionar ante las situaciones y ante los demás de diversas formas. Es decir, poseen un repertorio amplio de conductas y utilizan una u otra para adaptarse a las exigencias de la vida, en vez de comportarse de un modo rígido e inflexible.
  • Lleva una vida más variada, realizando diversas actividades, en vez de centrar su vida alrededor de un mismo tema.
  • Es capaz de tolerar las situaciones de presión y enfrentarse a ellas y no se viene abajo ante las dificultades y contratiempos.
  • Su forma de verse a sí misma, al mundo y a los demás se ajusta bastante a la realidad.
Evaluación de la personalidad

En algunos aspectos, medir la personalidad, se asemeja mucho a evaluar la inteligencia. En uno u otro caso se intenta cuantificar algo que no podemos ver ni tocar, y en ambos casos una buena prueba ha de ser confiable y valida a la vez.

Al evaluar la personalidad, no nos interesa la mejor conducta, lo que queremos averiguar es la conducta típica del sujeto, es decir, como suele comportarse en situaciones ordinarias.

Cada ves que un psicólogo se enfrenta a la difícil tarea de medir la personalidad de un individuo, asumen un reto ya que la personalidad es algo que ellos no pueden ni ver ni tocar, pero que saben que esta presente en cada una de las persona, y tratar de ver como es la personalidad de un individuo en particular no es tarea fácil para los mismos.

AUTOESTIMA

No existe un concepto único sobre Autoestima, más bien hay diferentes formas de entender lo que significa. Como todo, el significado de Autoestima puede entenderse a partir de varios niveles, el energético y el psicológico.


Desde el punto de vista energético, se entiende que:


Autoestima es la fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo que le dota de organización y direccionalidad en todas sus funciones y procesos, ya sean éstos cognitivos, emocionales o motores.


De aquí se desprende:


_ Existe una fuerza primaria que nos impulsa hacia la vida.

_ Esa fuerza posibilita la realización de las funciones orgánicas armónicamente.

_ Esa fuerza nos permite desarrollarnos.

_ Esa fuerza nos permite tener una organización, una estructura.

_ Esa fuerza es responsable de nuestros procesos de funcionamiento, y tiene que ver con nuestros pensamientos, nuestros estados emocionales y nuestros actos.


Desde el punto de vista psicológico, puede decirse que:

Autoestima es la capacidad desarrollable de experimentar la existencia, conscientes de nuestro potencial y nuestras necesidades reales; de amarnos incondicionalmente y confiar en nosotros para lograr objetivos, independientemente de las limitaciones que podamos tener o de las circunstancias externas generadas por los distintos contextos en los que nos corresponda interactuar.


De aquí se desprende lo siguiente:


_ La Autoestima es una disposición, un contenido, un recurso natural en el ser humano.

_ La Autoestima es desarrollable.

_ La Autoestima sólo existe relacionada con la experiencia de la vida.

_ La Autoestima está relacionada con el hecho de estar conscientes de nuestras potencialidades y necesidades.

_ La Autoestima está relacionada con la confianza en uno mismo.

_ Existen necesidades reales y otras que no lo son aunque a veces así lo pensemos.

_ La Autoestima está relacionada con el amor incondicional hacia uno mismo.

_ La Autoestima orienta la acción hacia el logro de los objetivos y el bienestar general.

_ Podemos tener limitaciones y a pesar de ello tener Autoestima.

_ Los eventos externos, las contingencias, no necesariamente deben afectar nuestra Autoestima., al menos no de manera estable o permanente.



Otros conceptos de Autoestima, relacionados de alguna forma con los que ya hemos expuesto arriba, sugieren que:

_ Es el juicio que hago de mi mismo.

_ La sensación de que encajo y de que tengo mucho por dar y recibir.

_ La convicción de que con lo que soy basta para funcionar; que no tengo que incorporar nada nuevo a mi vida, sino reconocer aspectos de mí que no he concientizado, para luego integrarlos.

_ La reputación que tengo ante mí mismo.

Para efectos de facilitar la comprensión de todo lo expresado anteriormente, asumiremos que la Autoestima es siempre cuestión de grados y puede ser aumentada, ya que si lo vemos con cuidado, concluiremos que siempre es posible amarnos más, respetarnos más o estar más conscientes de nosotros y de la relación que tenemos con todo lo que nos rodea, sin llegar a caer en el narcisismo o egoísmo, que es cuando sólo podemos amarnos a nosotros mismos. Por eso utilizaremos expresiones como aumentar, elevar o desarrollar la Autoestima, para aludir al hecho de que alguien pueda mejorar en los aspectos citados.
 
Por que es polémico Osho?
Parece que a Osho le gustaba el s*x* libre, pero eso es de cada persona.
Si tienes a una pareja a quien amas y quieres mucho, no hay necesidad de buscar s*x* en otras camas (pienso yo). Pero es individual, o en este caso, de dos.
Ya sobre algunos de sus pensamientos positivos, creo que buena parte de ellos te llevan a un camino bueno, de autoconocimiento y de aceptación individual.
No sé puede amar a nadie, si no logras quererte a ti misma (o).....¿Cómo sabrás lo que es eso, si no logras sentir por ti misma (o)?
Sería más o menos eso.(y)
 

Temas Similares

4 5 6
Respuestas
64
Visitas
3K
Back