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Tieso​

Puigdemont necesita el dinero de los impuestos del Estado español, que es de donde siempre se han nutrido, enriquecido y vivido los separatistas catalanes
25/03/2022Actualizada 04:20

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Putin no quiere saber nada de su antiguo favorecido Puigdemont. El habitante de maleteros le llama y Putin responde por su decimoséptima secretaria que está reunido. Putin no está para financiar chorradas catalanas cuando le empiezan a faltar rublos para mantener su invasión de Ucrania. Y el fugitivo gerundés, a falta del dinero de su financiero asesino, reclama que su «Consell per la República» sea el beneficiario de los impuestos del Estado, que solo sirven para financiar al Rey, a la Guardia Civil, la Policía Nacional y los estamentos judiciales. Para ello ha abierto una cuenta en Waterloo cuyo titular es el «Fondo Republicano de Acción Solidaria», el FRAS, que inspira la declamación solemne de la retahíla completa. FRAS, FRES, FRIS, FROS, FRUS. Sucede que, a pesar de los dineros que percibe de la Generalidad de Aragonés, de los millonarios de la alta y media burguesía de Barcelona –siempre dispuestos a jugar a dos bandas–, y del Parlamento Europeo, está tieso. Son muchos los gastos para mantener la estructura de una República que no existe y ha servido hasta el momento para mantener el negocio. Porque el separatismo no es otra cosa que un gran negocio cuando hay dinero para tenerlo controlado. Dinero que falta, y más aún desde que Irene Montero dispone de 20.000 millones de euros para sus cuchitriles feministas y guarrindongos.
El Rey de las islas Molucas Selatán, Bithuminol II –parece el nombre de un fármaco–, fue destronado por su hermano menor Hagunkaletril I –sigue la farmacopea–. Lo primero que hizo Hagunkaletril I fue acusar a Bithuminol II de quedarse con el dinero de los moluquenses. Dicho y hecho, el nuevo Rey se apropió del dinero robado por su hermano y lo ingresó en su cuenta de las Islas Vírgenes, pero no devolvió ni un dólar a los moluquenses. Posteriormente, encerró a su hermano mayor en una mazmorra con diez papiones azules de las Molucas, un mono que, tradicionalmente, aborrece a los humanos, y del Rey Bithuminol II no quedó ni el empaste de oro de su premolar inferior izquierdo. En 2021 recibió a una delegación de la República Catalana que no existe, y extendió a favor del FRAS –FRES, FRIS, FROS, FRUS–, un talón por valor de 75 millones de molucones –la moneda del país–, que agradecieron mucho los republicanos catalanes desplazados para tal fin. Con ese dinero, además de adecentar la Casa-Palacio de Waterloo, se podía sostener el alto nivel de vida de Marta Rovira y Anna Gabriel en Suiza, y encargar un vestido de gala para la Primera Dama de la República Clara Ponsatí. Pero todo quedó en aguas de borrajas. Los 75 millones de molucones, al cambio en Bruselas, equivalían a 212 euros con 43 céntimos, y ni limpieza de la Casa-Palacio de la República, ni mantenimiento de Marta Rovira y Anna Gabriel, ni vestido de gala para la elegante y encantadora primera dama de la República Catalana Clara Ponsatí. Eso sí, la República de Cataluña rompió relaciones diplomáticas con las islas Molucas Selatán, y en la política internacional fue muy comentada y hasta elogiada tan digna decisión. Los gastos de billetes y hoteles, según me han informado, pero no puedo asegurarlo, lo pagaron entre Roures y TV3.
Puigdemont no puede comprar ni queso. Ya no le fían en la «Cremerie Pavillon», la mejor de Waterloo a pesar de su razón social en francés. Y necesita el dinero de los impuestos del Estado español, que es de donde siempre se han nutrido, enriquecido y vivido los separatistas catalanes. La ministra de Transportes, una tal Raquel Sánchez, de Gavá, será la encargada de llevarle algo de dinero a Puigdemont, si bien Iceta también se ha ofrecido.
Y todo este rollo, para explicar y ratificar que Putin el asesino ya no se pone al teléfono y que Puigdemont y su República no tienen ni para mandar sus calzoncillos a la lavandería, la conocida Lavandería de Waterloo «Van Stenbergen». Bueno, y ya.

Más de Alfonso Ussía​

 

El retrete de porcelana​

La historia del coto de Doñana, de la Marismilla y del buen gusto, están sin fisuras del lado del retrete de porcelana holandesa que jamás le ha negado el uso a nadie
26/03/2022Actualizada 04:19

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Ellos le llaman el «váter principal».
La caudalosa desembocadura, muerte a la mar del Guadalquivir, tiene dos paisajes de asombro. Desde la orilla gaditana, el Coto de Doñana, y desde el Coto, Sanlúcar de Barrameda, Bonanza y el Bajo de Guía. Adentrándose en el Coto, el Palacio de la Marismilla, el que fuera del duque de Tarifa, posteriormente del marqués del Borghetto, y finalmente del Estado, cediéndole el uso a los Sánchez y demás patulea.
En 1985 el Coto de Doñana fue malvendido al Estado después de insoportables presiones no alejadas de directas amenazas, a sus propietarios. Gobernaban los socialistas del primer Gobierno de Felipe González. Los nuevos gestores decidieron convertir la capilla en auditorio. En 1986 fue deshabitada de toda clase de ornamentos religiosos y muebles –como en la República–, y todo lo extraído, quemado en una hoguera. No contaron con la opinión y los sentimientos de los guardas y demás trabajadores del coto y de sus familias. Éstos, devotos de la Virgen del Rocío, amenazaron con incendiar el coto si la capilla se convertía en auditorio, y la tensión que se produjo fue tan grande, que no se llevó a cabo el cambio de función. Eso sí, la capilla dejó de tener culto y atenciones. Y así continúa.
El comedor se mostraba empanelado de madera de roble. El marqués del Borghetto compró un viejo vagón de tren para usar su madera. Hoy, la madera de roble ha sido violada por una pintura color crema muy del gusto de los actuales usuarios. Se mantienen los cuadros, de Manuel López de Ayala, que representan a distintos personajes de la familia del duque de Tarifa y algún lienzo con motivos medievales. Se comenta que pueden ser sustituidos por diferentes retratos de Almudena Grandes, pero hasta la fecha el cambio cultural no se ha producido.
La mesa del comedor es de caoba de una sola pieza y ganó un concurso internacional de muebles en Chicago. En esa mesa se han sentado reyes, premios Nobel, científicos, cazadores ilustres y lo más importante, cuatro generaciones de la familia que mantuvo todo el peso del paraíso que llegó a sus manos.
Y en el cuarto de baño del dormitorio principal, el que usaba el Rey Alfonso XIII en sus numerosas visitas al coto está –o estaba– el retrete de porcelana holandesa, de Delft, que acogía con frecuencia el real trasero de Alfonso XIII para hacer sus cositas mayores. Un retrete de gran belleza y valor artístico, así como histórico, hecho a la medida de las nalgas del Rey, que era flaco como un junco.
Ellos lo usan también y le dice «el váter principal».
El retrete que encargó el duque de Tarifa para el Rey Alfonso XIII ha dado cobijo de deposiciones a muy importantes y elegantes antifonarios. Y se mantuvo siempre receptivo y en perfecto uso. Pero desde que ha sabido que sus nuevos usuarios le dicen «el váter principal», ha entrado en profundos y esporádicos episodios de melancolía. Pasó hace meses por una situación de fragilidad anímica extrema, al oír que, aprovechando el dinero europeo del que Sánchez ha dispuesto de 350.000 euros para modernizar Doñana, y por problemas de la excesiva expansión de las posaderas de la usuaria principal sobre las medidas originales del culo de Alfonso XIII, han decidido retirarlo a cambio de un inodoro de marca italiana, la preferida de los oligarcas rusos para sus cuartos de baño navegantes en sus lujosos barcos, con grifería bañadas de oro y de todas esas cosas. «Ejque, Pedro, lo entenderás, en ese váter yo no estoy cómoda». Y Pedro lo entiende, porque él tampoco se siente a gusto. Pero la historia del coto de Doñana, de la Marismilla y del buen gusto, están sin fisuras del lado del retrete de porcelana holandesa que jamás le ha negado el uso a nadie.
Claro que, si le preguntan qué prefiere, si la supervivencia refiriéndose a él como «váter principal» o la muerte, el retrete elegiría la muerte.
Yo lo conozco. Lo usé en una ocasión. Y me emocionó su señorío de porcelana.

Más de Alfonso Ussía​

 

Horacio Luis y Antonio​

Pedro fue un Santo, un Zar y es un mundialmente reconocido y respetado Presidente del Gobierno de España. Tan reconocido y respetado que el resto de los mandatarios han decidido no convocarlo para no turbar su tranquilidad
27/03/2022Actualizada 04:32
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Lo he escrito en diferentes ocasiones de humor necesario. Sufrió mucho en el colegio por causa de sus apellidos. Sus padres, Don Jacinto Pito y Doña Dolores Pequeño, no repararon en la tragedia de su hijo. Nació sano, y fue bautizado con el nombre de Pedro. Pedro Pito Pequeño. En la Mili, cada vez que se oía su nombre en formación, las risas estallaban. Cumplió con sus deberes militares con honor y decencia. Estudió Arquitectura y entró a formar parte de un despacho de arquitectos. Y demostró ser un arquitecto extraordinario. Su jefe le citó en el despacho.
–Pedro, de un tiempo a esta parte te siento cariacontecido y sin ánimos.
–Así es. Estoy harto de llamarme como me llamo. Ya he presentado una instancia en el Ministerio de Justicia. Pedro Pito Pequeño, Pedro Pito Pequeño, todo el mundo lo repite y se ríe en mis narices.
–Te entiendo, y espero que lo soluciones pronto. Te necesitamos en tu mejor versión.
Catorce meses más tarde, el arquitecto Pedro Pito Pequeño fue autorizado a cambiar de nombre. Gran alegría en su casa y en el despacho.
Y firmó el proyecto con su nombre nuevo, recién estrenado, lleno de orgullo. «Horacio Luis Pito Pequeño». Su tragedia nada tenía que ver con el juego de palabras de sus apellidos, sino con el nombre. No le gustaba llamarse Pedro, y desde niño quiso llamarse como su primo venezolano, Horacio Luis. Y como Horacio Luis, orgullosísimo, vivió el resto de su vida hasta que descansó en paz. Sus restos descansan en un cementerio del municipio de Llanes. «Horacio Luis Pito Pequeño. 1945-2018. Tu Familia no te Olvida».
A mí, respetando todas las opciones, me gusta mucho más Pedro que Horacio Luis. Mi familia está plagada de pedros. Un abuelo, un hermano, un tío, varios primos y un nieto. Pedro, Piedra, el elegido de Cristo, el primer apóstol. En el Registro de Jerez de la Frontera aparece como nacido en 1998, un varón cuyo nombre es Kelvinátor. Sus padres adquirieron una nevera de esa marca, y se sintieron tan felices que le pusieron al niño el nombre de la nevera. En los países de nuestra América, la influencia del norte ha hecho estragos. México, Colombia y Venezuela están plagados de mujeres llamadas Verenice, que proviene delvery nice, y de varones llamados Yusnavi, o lo que es igual,US Navy. Con los nombres hay que tener mucho cuidado.
Pedro fue un Santo, un Zar y es un mundialmente reconocido y respetado Presidente del Gobierno de España. Tan reconocido y respetado que el resto de los mandatarios europeos y americanos han decidido no convocarlo a sus reuniones para no turbar su tranquilidad. Eso sí, comparte con Biden, el presidente de los Estados Unidos, una especial cercanía. Desde que fue elegido Presidente de Estados Unidos y conoció a Pedro Sánchez, está mucho más ágil. Corre por los pasillos para no ser asaltado.
–Joe, soy Pedro, le dice Sánchez, y a Biden le entran unos sustos enormes. De ahí que se haya llevado a cabo, sin su consentimiento, su cambio de nombre para que Biden pueda viajar a Europa con tranquilidad y sin poner a prueba su débil resistencia vascular. Y el encargado de culminar la operación ha sido Mario Draghi, el italiano. Los italianos son maestros en estos menesteres. Así, que reunido Draghi con el Primer Ministro de Portugal y el Presidente del Gobierno de España, después de una intervención repleta de oquedades y de chorradas de nuestro alto mandatario, el malvado Draghi le agradeció el esfuerzo de esta manera.
–Muchas gracias, Antonio.
Y se ha quedado con Antonio para siempre. Antonio Sánchez Castejón.
Suena bien.

Más de Alfonso Ussía​

 

De moda​

27 marzo 2022
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Desapareció el gran “Jockey” de Clodoaldo Cortés, el de mi amigo Torres. Desapareció el “Club 31”, de la misma raíz, en el que me reuní todos los lunes –con excepción de los del mes de agosto-, durante 30 años con mi amigo del alma Antonio Mingote. Desapareció el “Príncipe de Viana”, donde se comía como en una casa, porque era casa y restaurante simultáneamente. Su hermano “Zalacain”, también fundado por Jesús Oyarbide, cambio de dueño, y lo que es más grave, renunció a su estética clásica. Se mantuvo y se mantiene “Horcher”, el templo sagrado de la gastronomía de Madrid, siempre renovado y siempre igual, gracias a la tenacidad de Isa Horcher. Han nacido decenas de grandes restaurantes buenos y nuevos, pero se añora la vida de los clásicos. Lo clásico no es lo antiguo, sino lo bueno, lo que se mantiene por una calidad que no se extingue. Se ponen de moda restaurantes y se dan de baja de la moda, porque la continuidad es un secreto sólo al alcance de los grandes. Nos queda Lucio, aunque la mesa del Rey Juan Carlos haya dejado de estar ocupada.

Ahora mismo, el restaurante de moda de Madrid, en el que se disputan las reservas los clientes clásicos – los buenos-, y el famoseo efímero, es el “YolYoly’s” ubicado en el Ministerio del Trabajo. El visitante que pase por Madrid y no coma en “Yoly’s” no tiene nada que hacer en sociedad. Desde que Yolanda Díaz es, además de vicepresidente del Gobierno, ministra de Trabajo, el restaurante del Ministerio ha dado un giro espectacular. Prueba está en las facturas de sus compras para agradar a los más exigentes comensales. La última, prueba irrefutable de su éxito. Más de cuatro mil botellas de los mejores vinos de Rioja y de la Ribera del Duero. Doscientos kilogramos de langostinos frescos. Y una larga relación de viandas y licores de muy difícil superación. Si los restaurantes de los herederos de Evaristo, O, Pazo, El Pescador o Filandón, no reaccionan, el “Yoly´s” les va a soplar la nuca y comer las orejas.

Cita:
Yolanda Díaz ha conseguido poner de moda su restaurante de Madrid, el “Yoly’s” del Ministerio del Trabajo, pero su decoración deja mucho que desear.
El “Yoly’s” carece de empaque en su decoración, y ahí creo que Yolanda Díaz haría bien en esmerarse. Yolanda, la gran restauradora de moda, es una mujer hecha a sí misma. Normalmente, y como se ha demostrado, las personas que se hacen a sí mismas no terminan de culminar satisfactoriamente con su labor. En plenas Cortes franquistas, hablaba en la Tribuna de Oradores un procurador que presumía de haberse hecho a sí mismo. Y se emocionaba cuando lo recordaba. Se trataba de un hombre inteligente, estudioso, con doble licenciatura universitaria, pero físicamente poco agraciado. Con una pierna más larga que la otra, la cabeza muy grande, tapón de estatura, y miope. Cuando repitió por tercera vez en menos de cinco minutos de prédica, “ y yo, que me he hecho a mí mismo”, otro procurador, Fueyo Álvarez, desde su escaño le gritó con su barítona voz tronante. -¡Pues ya podía haberse esmerado un poco más Su Señoría!-.

Y fue invitado a abandonar el hemiciclo.

Yolanda Díaz se ha hecho a sí misma, pero carece de buen gusto. Ha conseguido poner de moda su restaurante de Madrid, el “Yoly’s” del Ministerio del Trabajo, pero su decoración deja mucho que desear. Cuando se ofrecen platos exquisitos, y los mejores vinos, hay que poner también algo de interés en la estética. Claro, que existe el esnobismo de taberna, muy madrileño. –El sitio es horrible pero se come muy bien, aunque es bastante caro-.

Lo fundamental es que se conozca el restaurante, y el “Yoly’s” ya es famoso. Sólo falta que los académicos de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa se reúna en su recinto, Rafael Anson escriba de sus bondades culinarias, y aparezca en la Guía Repsol. Triunfo asegurado. Perdimos el “Jockey” y ganamos el “Yoly’s”.
 

El último mono​

28/03/2022Actualizada 02:46
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Se cuenta de un gran accionista de una tradicional bodega del Puerto de Santa María. Era soltero, y como se decía por allí, bastante mariquita. Hoy se habría podido casar como Marlasca, pero en aquellos tiempos era empresa imposible. Aprovechando que el río Rudrón pasa por Covanera, manifiesto mi alivio después de conocer que la Asociación de Víctimas del Terrorismo le ha retirado los honores mal concedidos a Marlasca por su indignidad y sus cariños a Bildu y a los asesinos de la ETA, a los que tanta comprensión dispensa. Pero retorno al principio. El tío soltero era un tipo estético y elegante. Solo le interesaba que la Bodega diera beneficios y que los ejecutivos contratados fueran a trabajar bien vestidos. Los familiares, se daba por su supuesto que acudían a la Bodega muy bien trajeados, aunque trabajaran poco. El tío soltero, celebraba la Navidad el día 29 de diciembre. Convidaba a todos sus sobrinos, que eran muchos, y les hacía un buen regalo a cada uno. Él, en el centro del salón, y los niños correteando a su alrededor estrenando los juguetes recién recibidos. Inesperadamente, uno de los niños pasó a su lado confiadamente, y el tío le sacudió un tortazo. El niño, lógicamente, entre el susto y el dolor, rompió en llanto. Y la madre del niño agredido se dirigió al tío agresor con una pregunta indignada. –Tío, ¿Por qué le ha arreado ese soplamocos a Manolito, mi niño? Y el tío, que no camuflaba sus filias y sus fobias respondió: –¡Porque es muy feo, joe, y me da mucho coraje!
Algo parecido le tiene que suceder a Biden con Antonio. En la última fotografía de jefes de Estado y de Gobierno dada a conocer, Biden preside en el centro de la primera fila la inmortal imagen, en tanto que Antonio, el representante gubernamental de España, se sitúa en la cuarta hilera, el último de la izquierda – derecha para el espectador–, y a medio metro de no salir en la foto. En la fotografía que nos hicieron a los reclutas de la 3ª Compañía en Camposoto con nuestros oficiales, suboficiales, cabos primeros y cabos rasos, en parecida ubicación que la de Antonio se hallaba un recluta muy torpe, Mármol Moranchel. Y el fotógrafo se lo comunicó al Capitán: –Mi capitán, el recluta Mármol Moranchel está tan esquinado que no sale en la foto. Y el capitán reaccionó con lógica y sosiego: –Mejor, que no salga, por feo y por tonto.
Antonio no es feo. Hay mujeres que aseguran que se trata de un hombre guapo, hortera, pero guapo. Y jugó al baloncesto de joven. No metía una canasta, pero lucía en la cancha. Eso sí, cada vez que sale fuera de España, los demás gobernantes le dispensan el trato que siempre se le ha concedido al último mono de la reunión. Culminada la placa, el grupo se deshace en subgrupos que hablan de las cosas que se comentan después de hacerse una fotografía, pero Antonio no es reclamado por nadie. Porque de Antonio ninguno se fía, ninguno le respeta, a ninguno interesa y a ninguno divierte. Antonio es el tonto de la clase, el que no se entera de nada y para colmo, cada vez que abre la boca aburre a las ovejas con sus mentiras, obviedades y barbaridades. Eso, que gobierna con los comunistas, y ese detalle en el mundo libre no ofrece garantía alguna. Es el último en llegar y el primero en escapar a toda pastilla al aeropuerto. Siempre le quedará Doñana. Bueno, no siempre, para fortuna de España.
Me apena porque el feo se lo hacen a los españoles. Pero hay que ser generoso y saber disculparlos.

Más de Alfonso Ussía​

 

El traicionero Sánchez apuñala a los saharauis​

El traicionero Sánchez apuñala a los saharauis


Jimmy Giménez-Arnau
26/03/2022 10:35Actualizado:26/03/2022 11:00

La cofradía de mercaderes, compuesta por EH Bildu, ERC y Podemos, utiliza la política como un negocio para forrarse y ya no cree en Judas Sánchez, culpable de la crisis económica que asola a la nación. Incluso dudan del modelo Frankenstein, cuya misión fue meter a un autócrata en Moncloa a cambio de un chorro de millones. Nuevas alianzas entre el centro y la derecha, que ayer parecían imposibles, hoy se han hecho realidad y la cofradía muestra angustia, pues barrunta que en las elecciones PP más Vox, barrerá del mapa a los feriantes, obligándolos a cambiar de feria. Dos versos de Quevedo, adaptados a 2022, definen la megalomanía de Sánchez, al que sus leales, fascinados por sus trampas, llaman Judas: “Lo demasiado, siempre fue veneno”, y en el Falcon, “Urde con destreza, vuelos sin grandeza”.

Tan peligroso y ruin es Putin para Europa, como Sánchez para España. Lo único que sabe hacer bien Judas Iscariote es humillar a cuantos estorben sus disparatados planes y no ve inconveniente alguno en arrodillarse ante Mohamed VI, rey de Marruecos, cuando ningunea a Felipe VI, rey de España. Judas Sánchez, ni sabe lo que hace, ni le importa lo que dice. Para tal zumbado prometer y mentir, son sinónimos. Siempre inoportuno, se hunde en las arenas movedizas del Sáhara sin que le afecte lo más mínimo haberle dado alas al avispero musulmán. Hace años que el maniquí perdió la brújula que guiaba su cerebro y ni su decadente autoestima, le soporta. Ha acabado de un plumazo, con la libertad de un pueblo libre y romántico que luchaba para conseguir su independencia. Putin y Sánchez no tienen nada que envidiarse. Ambos son grandes amigos de las canalladas.

Albares, ministro de Exteriores, hace suyo el estilo ramplón y traicionero de Judas Sánchez y ya miente tanto como él. Lo cierto es que un Gobierno compuesto por 22 incompetentes y presidido por un hortera de bolera que pide a gritos que le ajusten la camisa de fuerza, está dejando a España a la altura donde se le saca brillo al betún. ¿Cómo es posible que un país supuestamente democrático como el nuestro, le entregue al dictador alauita, un pueblo entero que hasta ayer era libre, para que haga lo que se le antoje con los saharauis, sin que exista una sola cláusula que determine que Ceuta y Melilla seguirán siendo españolas hasta el fin de los tiempos?. Judas y el tal Albares, no saben lo que es diplomacia, pues ante una imposición, siempre hay que sacar algo a cambio. Las plazas fuertes del Norte de África merecían haber sido defendidas en el vil cambalache.

Esta última chapuza de Sánchez no ha conseguido nada con Marruecos y nos ha enfrentado con Argelia.Tres Objetivos Latentes ni siquiera han sido contemplados en la humillante carta que desconocía el patético ministro Albares. 1. ¿Se va a compartir o no, información secreta sobre yihadismo con los marroquíes?. 2. ¿Se va a controlar el tráfico de droga que parte del país vecino?. 3. ¿El Rey alauita le ha garantizado al pelele de la Moncloa que va a detener los flujos migratorios sobre nuestras ciudades de África?. Y mil preguntas más, como ¿qué pasa con las aguas territoriales de Canarias y los bancos de pesca? ¿En qué ha quedado el referéndum prometido para que el pueblo saharaui decida su destino?. Etc., etc.

Judas no debe tirarse el pegote y fardar de que él, solito, ha arreglado el problema africano. ¿Por qué no nos aclara quién es el misterioso ministro de Asuntos Europeos que no existe y que aparece en la carta redactada en Rabat? Lo único verdadero y que calla el farsante es que el anhelo marroquí de recuperar Ceuta y Melilla sigue intacto. Otra ocasión perdida para que Judas Sánchez dimita, convoque elecciones y desaparezca.
 

POR LOS PELOS​

Ja y Pe sin Óscar. Y Antonio pidiéndole a Ana Pastor que nos recuerde que se llama Pedro.
marzo 29, 2022

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Por los pelos de la mujer de Will Smith, Chris Rock recibió un guantazo, que bien analizado, resultó más falso que el Máster de Antonio. Por los pelos de su mujer, Will Smith le pegó un supuesto puñetazo a Chris Rock. Y por los pelos, Penélope Cruz y Javier Bardem se quedaron sin estatuilla. La noche de los farsantes salió redonda.
Javier Bardem, con el que no comparto nada, se me antoja un buen actor a piñón fijo. Es sólo un poquito mejor que Luis Tosar, que lleva veinticinco años haciendo el mismo papel. Pero es indudable que Javier Bardem es mucho mejor actor que actriz su mujer, Penélope Cruz. En España hay un centenar de actrices mejores que la princesa de Alcobendas, poseedora además, de una de las voces más feas y altisonantes del elenco de la presumible interpretación. De lo que nadie duda es de su magnífica disposición para culminar una buena carrera. Se marchó a las Américas, conoció en el momento justo a quien tenía que conocer, y triunfó. Todo muy sencillo.
Pero el cejismo heredado por Antonio se habría puesto insoportable con el Oscar de los Bardem. Entre los Bardem, Almodóvar, Penélope Cruz, el de la mirada errante, Aranoa, Diego Botto y demás patulea, han expulsado de las salas de cine al noventa por ciento de los espectadores. Me refiero a las salas de cine que proyectan cine español, que tiene más o menos, dentro y fuera de nuestras fronteras, el mismo prestigio que Antonio.
De lo que estoy completamente seguro es del disgusto que se ha llevado Antonio con el chasco de Ja y Pe. Antonio no ha podido desplazarse a Holywood porque este fin de semana ha tenido que trabajar. Ha invertido los dos días de descanso en contar los doscientos millones de euros que prometió a los palmeños cuando lo del volcán, y que los palmeños le han exigido en su último viaje porque aún no han recibido ni un euro. Sucede que esos 200 millones de euros que Antonio les prometió fueron fruto de su árbol de la mentira, que es como una secuoya. Apagado el volcán, todos os damnificados siguen con sus hogares y sus plantaciones cubiertos de rocas y cenizas, pero su tragedia ha perdido valor populista. Y Antonio, que no sabe qué hacer para seguir derrochando el dinero que no tiene, ha llegado a una inteligente conclusión, una traviesa añagaza. Decir que está contando el dinero para la Palma personalmente por si le queda algún votante en la isla.
Es mentira, pero queda bien, como muy entregado. No le queda nada, porque los 200 millones – los primeros-, destinados a paliar los daños del volcán, están en manos de Irene Montero, que no contenta con los 20.000 millones de euros que Antonio le ha designado para sus obsesiones femisucias, ha alquilado en Madrid unos locales por 100.000 euros al mes, debido al poco espacio que le queda en su ministerio, lleno de niñeras y asesores. Es decir, que todo resulta muy triste y pesaroso.
Ja y Pe sin Óscar. Y Antonio pidiéndole a Ana Pastor que nos recuerde que se llama Pedro. Y Ana Pastor obedeciendo, lo cual ha resultado excesivamente divertido y gracioso.
Ay, con este Antonio.
Alfonso USSÍA
 

Guantazos y solapeos​

Lo del Will Smith con Chris Rock ha escandalizado al mundo entero. Y ha sido una tontería sin importancia
29/03/2022Actualizada 03:03
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En la gala de los Oscar, por una broma de mal gusto de Chris Rock acerca del peinado de la mujer de Will Smith, el segundo alcanzó el escenario y le soltó un guantazo al primero. Y ahí se termina el cuento. Pareció programado y mal resuelto. Recursos cinematográficos. A Bardem y Penélope les falló en esta ocasión el lobby y retornaron a una de sus casas con las manos vacías.
Había triunfado la revolución castrista en Cuba. Era embajador de España en La Habana Juan Pablo Lojendio. El entonces jefe del Estado, el general Franco, fue el único mandatario occidental que mantuvo las comunicaciones con la Cuba de Castro. De gallego a gallego. Iberia siguió volando sin interrupción a La Habana. En la televisión cubana, Castro se quitó la careta, y rebosó de estúpido indigenismo. Insultó a España. Y el embajador Lojendio, que los tenía en su sitio, y quizá, demasiado en su sitio, se presentó en los estudios, entró en escena y solapeó al reciente tirano. El ministro de Asuntos Exteriores español, Alberto Martín-Artajo, le ordenó a Lojendio que se presentara inmediatamente en Madrid. Lógicamente, para sancionar su conducta y proceder a su destitución.
Después de una cacería, tomaban el aperitivo previo a la cena en un pequeño salón, el propietario y anfitrión, el jefe del Estado, los ministros de Asuntos Exteriores y Comercio, Alberto Martín-Artajo y Manuel Arburúa, respectivamente, y el joven banquero Ignacio Villalonga Jáudenes, vicepresidente del Banco Central, y cuyo mérito para ocupar tan importante cargo era el de ser hijo del presidente, Ignacio Villalonga Villalba. Y se habló de la acción de Lojendio. «Para mí, Excelencia, sancionar a Juan Pablo Lojendio me ha proporcionado un gran disgusto. Como español, entiendo lo que hizo, pero como miembro del Gobierno de Vuestra Excelencia, no podía tolerar su imprudente reacción», dijo Martín-Artajo. Franco callaba. Intervino Arburúa: «Excelencia, comparto plenamente la sanción a Lojendio. Su indudable arrojo español no fue oportuno, porque puso a Vuestra Excelencia en una posición muy incómoda». Franco callaba. Y habló el joven banquero. «Totalmente de acuerdo con los ministros, Excelencia. Con independencia de su patriótica acción, un embajador de Vuestra Excelencia no se puede comportar así».
Y Franco, al fin, habló: «Pues a mí, lo que ha hecho el embajador Lojendio me ha gustado». Entonces, Arburúa reaccionó: «¿Pues sabe lo que le digo, Excelencia? ¡Que me ha convencido!». Martín-Artajo también se convenció y Lojendio fue duramente castigado con la embajada de España en Roma.
Yo viví una escena mucho más violenta que la del somero guantazo de Smith a Rock. En el espacio previo al Debate del Estado de la Nación, el gran programa de humor de Protagonistas de Luis Del Olmo, Joaquín –Jimmy–, Giménez-Arnau comentó en tono despectivo algo referente a Norma Duval. Norma, que oía la radio, anunció que iría a Onda Cero para que Jimmy le dijera lo que había oído cara a cara. Llegó nuestra hora, iniciamos el programa y Jimmy esperó la llegada de Norma. Entró guapísima, como era, y se sentó a la izquierda de Luis del Olmo. Solo faltaban Tip, que aquel día hacía el programa desde Valencia, y Antonio Mingote, enfermo de gripe. «A ver, guapo, dime cara a cara lo que has dicho hace una hora». Jimmy se disculpó con poco éxito, porque atribuyó la confusión a la interpretación equivocada de Norma. Entonces ella, se quitó un zapato – con un tacón semejante a un puñal–, y al grito de «¡cabrón!» se lo lanzó a Jimmy. Giménez-Arnau que era deportista, se amparó ocultándose bajo la mesa del estudio, y José Luis Coll, que no había hecho deporte en su vida, se intentó escabullir parapetándose tras Antonio Ozores que, junto a mí, seguíamos con especial interés y aplomo el curso de los acontecimientos. El zapatazo rozó a Coll. Llegó el encargado de seguridad y el homicidio se frustró.
A mediados del pasado siglo, visitó España el gran Jorge Negrete, el rey de las rancheras mexicanas. En una recepción, y al verlo, un grupo de mujeres jóvenes se puso a gritar con acusado histerismo. Junto al artista mexicano se hallaba Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, que terminaría siendo embajador de España en el Reino Unido. Y Negrete se dirigió a las chillonas con esta pregunta. «¿Qué pasa? ¿Acaso en España no hay machos para vosotras?». Primo de Rivera le soltó un soplamocos de órdago. Y Negrete se refugió en la habitación del hotel.
En San Sebastián, parroquia del Antiguo, el reverendo padre Ignacio Zubimendi confesaba a una chica guapísima durante la misa dominical cantada en vascuence de las 10. Alboroto. Ante toda la devota concurrencia, el padre Zubimendi salió del confesionario, le arreó un par de sopapos a la joven en trance de confesión, y al grito de ¡fuera de aquí, pecadora marranaza! La expulsó del templo. Fue llamado por el obispo. Y el obispo –según se supo–, no lo castigó en exceso. «¿Usted trata así a todas las mujeres que se confiesan por haber pecado contra el Sexto Mandamiento?»; «No, señor Obispo. Pero este caso es especial. La que se confesaba era Arancha, mi sobrina, hija de mi hermana, y además, mi ahijada. Y el pecado era gordo y repetido».
Lo del Will Smith con Chris Rock, ha escandalizado al mundo entero. Y ha sido una tontería sin importancia.

Más de Alfonso Ussía​


 

FIESTAS DE PRIMAVERA​

Dicen “Fiestas de Primavera” para no decir “Semana Santa”, que les fastidia, y más aún en Sevilla
marzo 30, 2022
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El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha deseado a los andaluces felicidad por “las Fiestas de Primavera”. Es cierto que en los carteles anunciadores sevillanos de principios del siglo XX se leía: “Fiestas de Primavera. Semana Santa y Feria”. Sucede que lo de “Fiestas de Primavera” suena ahora muy mal, muy de extrema izquierda, muy podemita. Dicen “Fiestas de Primavera” para no decir “Semana Santa”, que les fastidia, y más aún en Sevilla. Y Juanma Moreno, que es blando y de la Agenda 2030, ha caído en la trampa, o es también de los que no quiere ni mentar a la Semana Santa. Porque en toda Andalucía, la Semana Santa es sagrada, no sólo por sí misma, sino también para los no creyentes. Y siempre, de siempre, se ha dicho Semana Santa, y después, Feria. Y punto.

En Semana Santa y por la Feria, era cuando menos subían a Madrid los andaluces a hacer gestiones. Estaba muy mal visto en las altas sociedades de Sevilla, Córdoba, Málaga, Jerez o el Puerto no tener que hacer gestiones en los ministerios de Madrid. Algo trucada por el paso del tiempo, don José María Pemán escribió una “soleá” a la calle de Alcalá paseada por los andaluces, que más o menos dice:

Ay, calle de Alcalá, cómo reluces

Mientras suben y bajan

Los andaluces.

Contaba don José María que incluso los que no daban ni golpe ni llevaban empresas o campos, subían a Madrid “ a ver al ministro”. Y que un día se topó con un conocido, famoso por ser más vago que la chaqueta de un guardia, en la puerta del Ministerio de Agricultura.

-Pero, hombre, Manolo, ¿qué haces aquí?

-Pues ya ves, José María, gestiones para la remolacha.

La Semana Santa en Sevilla es un asombro, de una belleza, profundidad y devoción insuperables. Y en Córdoba, y en Málaga. Y en todos las ciudades y pueblos de Andalucía. Nadie dice “Fiestas de primavera”. Quizá Juanma Moreno, que nació en Barcelona, no se ha apercibido todavía. Y la Feria, las ferias. Y el Rocío. Que alguien se atreva a decirle algo feo de la Virgen del Rocío a un comunista de Almonte. Lo de las Fiestas de Primavera, es como lo de las “Vacaciones de Invierno” para omitir el significado grandioso y milagroso de la Navidad.

No me fío de los políticos que disfrazan los sentimientos del pueblo. El pueblo no celebra las fiestas de la Primavera. Se reúne, crea o no, para seguir paso a paso la Pasión de Cristo y el dolor de la Virgen. Y después de la oración llega la fiesta, la Feria. Y de feria en feria se llega hasta finales de agosto, que Andalucía es así, y gracias a Dios que lo sigue siendo.

Blando.

Alfonso USSÍA
 

Exitosa inmersión​

Buena y provechosa inmersión –más bien naufragio–, lingüística impulsada por el PNV, ese partido-agencia de colocaciones, tan confuso y extravagante como su mentalmente deshabitado fundador
30/03/2022Actualizada 04:30
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El PNV es un partido confuso desde su fundación. Una mayoría abrumadora de sus afiliados y votantes no ha leído las elementales barbaridades de su fundador, Sabino Arana. El Partido Nacionalista Vasco es un partido de derechas, confesional y étnico, de origen racista. Claro, que hay muchas versiones peneuvistas. Ardanza y Josu Jon Imaz nada tienen que ver con Ibarreche, y menos aún con Arzallus, que no sólo estimaba a los asesinos de la ETA, sino que fue parte aparte –juego de palabras–, de la banda terrorista, donde era conocido como el Jefe. Urkullu es pragmático y, en mi opinión, no cree en la mitad de las acciones que emprende y defiende, y en las que tira el dinero público.
El PNV es un partido muy poderoso, y formar parte de su militancia es una garantía de futuro. Los batzokis, además de centros de reunión y esparcimiento, son agencias de colocaciones. Estar dentro del PNV es mucho más placentero que estar fuera de su proyección, militancia e influencia. Resulta curioso que el PNV no haya reeditado la obra completa de su fundador ni sea partidario de darle expansión y publicidad entre los jóvenes vascos. Sabino Arana, además de un racista amargado por la marginación y decadencia de su familia, era tonto. Un tonto beatorro que eligió Lourdes para su viaje de novios. Lourdes es una población milagrosa en la que se apareció la Virgen María a Bernardette Soubirous en la gruta de Massabiélle, pero no es lugar para un viaje de novios si no se pide un milagro. Y si Sabino Arana pidió el milagro, éste no se produjo, porque su mujer, Nicolasa de Achica-Allende Iturri, retornó de tan extraño periplo post nupcial tan intacta como cuando partió con su singular esposo. En la actualidad a la pobre y sufrida Nicolasa le dicen por allí arriba Nikole Atxikallende, que queda más autóctono. Casarse con un soso con el pirulo pasmado –que no es lo mismo que un espasmo de píloro–, que ya había escrito su opinión acerca de las mujeres tiene mérito sobrado: «La mujer es inferior al hombre. Qué sería de la mujer si el hombre no la amara. Bestia de carga, nada más». Por eso su obra sufre la laxitud de su reedición.
El vasco culto sabe que jamás existió Euzkadi como nación. Que Vizcaya era parte de Castilla, y que el Señor de Vizcaya, no era otro que el Rey de España. Pero es cómodo creer lo contrario para no buscarse líos ni debates. Y el vasco culto que habla el nuevo vascuence, el batúa, conoce la limitación verbal y expresiva de su lenguaje, que ha sido posible unir gracias a los miles de conceptos y voces recogidos del español. Así se han destruido los viejos y tradicionales siete dialectos euskéricos, el vizcaíno, el guipuzcoano, el alavés, el roncalés, el benavarro, el suletino y el laburtano. El vascuence, hasta el primer compilador serio de su riqueza, el padre Hernando María de Larramendi en el siglo XVIII, fue un idioma ágrafo, y los accidentes naturales quebraban el común entendimiento de la lengua. Así, un pescador vizcaíno de Elanchove, se entendía a la perfección con uno guipuzcoano de Fuenterrabía y un vasco-francés de San Juan de Luz porque la mar era una vía abierta, en tanto que un casero de Igueldo no hablaba lo mismo que otro de Hernani, separados por cinco kilómetros pero con una montaña en la mitad del camino que rompía la comprensión del lenguaje. De ahí los miles de millones de euros invertidos para eliminar el español en el País Vasco –como en Cataluña–, con resultados abrumadores en el fracaso. Sabino Arana escribió todas sus tonterías y mensajes racistas en español. No dominaba su dialecto.
Hay tres Carlos en el desorientado Partido Popular del País Vasco que merecen todo el respeto. Pusieron la nuca en los tiempos más duros del terrorismo etarra con singular coraje y valentía. Carlos Iturgaiz –que ha pedido en varias ocasiones al PNV que se reedite la obra de Sabino Arana–, Carlos Urquijo y Carlos García. Este último comparte con miles de vascos el apellido más registrado en las tres provincias vascongadas y Navarra. García. Y Carlos García ha aportado un dato oficial que de no ser bochornoso podría considerarse hasta divertido. El baremo de puntuación en el expediente de los policías municipales de Bilbao para alcanzar el empleo de suboficiales.
Saber «euskera» –las comillas son mías–, 21 puntos.
Tener una carrera universitaria, 1 punto.
Hablar francés o inglés, 1 punto.
Y nos ofrece Carlos García las denuncias presentadas ante la Policía Municipal de Bilbao en el año 2021.
Denuncias en español - 8.085
En inglés - 6
En francés - 6
En alemán - 1
En «euskera» - 1
Buena y provechosa inmersión –más bien naufragio–, lingüística impulsada por el PNV, ese partido-agencia de colocaciones, tan confuso y extravagante como su mentalmente deshabitado fundador.

Más de Alfonso Ussía​

 

Error de pliegos​

De proseguir el proyecto, recomiendo a Yolanda Díaz, la fundadora del nuevo establecimiento, un chaqué clásico para los maitres y chaquetilla blanca cerrada con botones dorados, cuello y puños color salmón y pantalones negros para los camareros
31/03/2022Actualizada 03:50
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Fue El Debate el que sacó el conejo del sombrero con la publicación de la relación de viandas y licores adquiridos por el Yoli´s D´Argent, el restaurante de lujo establecido en el Ministerio de Trabajo. En la referida relación sobresalían dos conceptos detallados que confirmaban el interés de Yolanda Díaz por convertir la cafetería de su Ministerio en uno de los grandes restaurantes de Madrid. Doscientos kilogramos de langostinos y 4.000 botellas de vino de Rioja. Un Ministerio de Trabajo con una ministra comunista, los langostinos, el vino y los Sindicatos , son prácticamente, la misma cosa. Se come, se bebe y no se trabaja.
La sociedad no supo valorar el esfuerzo de Yolanda Díaz para situar a Madrid en la cumbre de la gastronomía pública. Y criticó la noticia de El Debate con rotundidad. Los planes para decorar la cafetería-comedor con las mejores telas se mantienen en suspenso. Cordonné y Gastón y Daniela, que habían suspendido la fabricación de telas con el fin de centrarse en el nuevo restaurante de lujo, han recuperado su actividad febril y textil en espera de una confirmación, que a mi modo de intuir y ver, no se va a producir. Y lo mismo sucede con el mobiliario, la cristalería, la cubertería de plata con las iniciales YD y los uniformes del personal. De proseguir el proyecto, recomiendo a Yolanda Díaz, la fundadora del nuevo establecimiento, un chaqué clásico para los maitres y chaquetilla blanca cerrada con botones dorados, cuello y puños color salmón y pantalones negros para los camareros. Es el uniforme que llevaban en San Petersburgo los camareros del Afternoon Tea ubicado en el pabellón de festejos del Príncipe Yusupov, el asesino de Rasputin, donde tuve la oportunidad de probar toda la gama de caviares rusos e iraníes, mejores los segundos.
Pero Yolanda Díaz, compungida y asustada por la reacción popular, ha aparcado la gran promoción culinaria, al menos de momento. Según la vicepresidente del Gobierno y ministra de Trabajo, lo de los 200 kilos de langostinos y las 4.000 botellas de vino de Rioja «es un error en los pliegos». Eso sucede mucho con las extremas izquierdas en el poder. Que los pliegos se equivocan una barbaridad. «Advertido el error en los pliegos que regirán el contrato de suministro de víveres para la cafetería-comedor de la sede central del Ministerio de Trabajo y Economía Social (expediente 100000073/22) se suspende el procedimiento». Así lo ha explicado y justificado el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Es decir, y en este punto me pongo farruco con mi propio periódico. Pero en español suena excesivamente fuerte, así que opto por un francés españolizado: «Le Journal Digital Le Debat ha jodí les 200 kilogrames de fruits de la mer et les 4.000 bouteilles de vin de la province de Logrogne. Par un erreur dans les pliegues, la totalité de fruits de mer et de marisques ont marché a recevoir par le cul. Madame la Ministre Yolande Diaz».
Creo, sinceramente, que Madrid ha salido perdiendo por el error de los pliegos. Y por la indiscreción de El Debate.
Vamos, vamos, vamos, qué calamidad.

Más de Alfonso Ussía​

 

ALCARAZ​

Alcaraz juega al tenis con menos de veinte años con el mismo vigor, maestría y coraje que el mejor deportista español de todos los tiempos, que se llama Rafael Nadal.
abril 1, 2022
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Es una pena que nuestro joven y ya grandísimo tenista Carlos Alcarazno tenga una “t” incrustada en su apellido para llamarse Alcatraz. En los Estados Unidos, y muy especialmente en los asentamientos españoles de California, como Los Ángeles, San Francisco, Santa Mónica y un larguísimo etcétera, esos detalles dan mucho morbo. El torneo que está disputando también se celebra en la españolísima Florida, costa este americana. Pero no nos vamos a lamentar por esas tonterías, cuando la referencia es un tenista extraordinario, joven, murciano, al que todos los entendidos le han concedido la herencia de Rafa Nadal.
El pasado miércoles, Alcaraz jugó como los ángeles, en esta ocasión con minúscula, contra el griego Tsitsipas, que es un fenómeno. Lo mejor que tiene Tsitsipas, además de su tenis, es a su padre, que se llama Apóstolos, y le pega unas broncas descomunales, atenienses, a su hijo cuando éste pierde. Los padres no ayudan, y menos aún cuando sus finanzas dependen de los raquetazos de sus hijos. El padre de Rafa Nadal acude a muchos de los partidos importantes de su hijo, pero jamás le ha pegado una bronca. Mi padre, cuando yo fui tenista, no sólo se negaba a perder el tiempo viéndome jugar. Creo que no se enteró de que yo era tenista.
De ahí mi soltura en el juego, libre de preocupaciones. Por no asistir, no asistió ni al memorable partido de treintaidosavos de final del Campeonato Vasconavarro, disputado en el Real Club de Tenis de San Sebastián, en el que me enfrenté – y gané-, al correoso tenista alavés Álvaro Elío, consiguiendo mi primera victoria individual en el Circuito. En dieciseisavos me correspondió jugar contra el habilidoso y malhumorado tenista vizcaino Juan Ignacio Muguruza, que representaba al Real Club de Tenis Jolaseta, y que me venció con malas artes. Se indispuso el árbitro, y lo sustituyó en la silla el chófer del fino tenista de Neguri, que siempre cantaba “out” mis bolas al fondo de la pista, y las suyas no sólo las cantaba como válidas cuando botaban a un metro más allá de la línea, sino que aplaudía sus jugadas. Una dolorosa experiencia que aún me hiere cuando la recuerdo.
Alcaraz juega al tenis con menos de veinte años con el mismo vigor, maestría y coraje que el mejor deportista español de todos los tiempos, que se llama Rafael Nadal.Y su padre no le regaña cuando comete un fallo, como hace el señor Apóstolos Tsitsipas cuando su niño, que está muy creído, pierde el partido. En Miami puede ganar su primer “Masters 1000”, y después de hacerlo, iniciar en París su carrera de “Grands Slams”. No creo- aunque sería maravilloso-, que gane los mismos que Rafa, pero en esta vida, y con esa templanza, cabeza, músculos y maestría que le acompañan, todo puede ocurrir.
Entre otras cosas, porque en el tenis de hoy arbitran colegiados profesionales, no los chóferes de mis contendientes.
Alfonso USSÍA

 
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