Es que una cosa son unos tirantitos y otra cosas asíEs que por esa regla de tres nadie debería entrar en la iglesia con manga corta, ni hombres ni mujeres, ni contrayentes ni invitados ni siquiera los niños que se van a bautizar o a comulgar. Como bien decís, hoy en día ver hombros o brazos es lo más normal del mundo, nadie se escandaliza por ello.
Eso sí, una vez visitando una famosa iglesia en Barcelona con tirantes, me pidieron taparme los hombros con un pañuelo o una chaqueta antes de entrar. ¿Me parece ridícula la norma? Sí. Pero era su templo, así que lo respeté y acaté la orden.