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En mi vida me da miedo perder gente porque sé que no entra nadie nuevo. Lo que hago es cuidar muchísimo de los que me quedan, aunque sea en la distancia, cada vez que vienen de visita es como si no se hubiesen marchado porque me he preocupado por mantener la amistad y por suerte, mis amistades también. Sé que me quedaré así para siempre o al menos hasta que tenga 60 y algo y pueda apuntarme a las mil actividades que hacen para abuelillos. Además por mucho que haga cosas nunca acabo conociendo a nadie, ayer por ejemplo me matriculé de nuevo en la EOI para continuar el Inglés que dejé aparcado por un tema de curro y cual fue mi sorpresa que la gente iba a formalizar la matricula de dos en dos y hasta cuatro, porque siempre me pasa lo mismo, vaya al curso o a la actividad que vaya la gente va con dos amigos más y se cierra en ellos y yo siempre acabo descolgada. Es más, sé de gente que ha rechazado plazas en formaciones porque no se la han concedido a sus amigos y no querían estar sol@s.Que mona eres! Te aconsejo que cuides las amistades que tengas, y que con 17 años te quedan muchas cosas por vivir, igual que yo con 22 claro, pero de los 17 a la edad de ahora es cuando más palos me he dado en ese sentido y he madurado de golpe. Así que al final es ley de vida algunas personas irán y vendrán, cuida las amistades y no tengas miedo en conocer gente nueva, sin olvidarte de los de siempre. Si ves que no recibes lo mismo por parte de otra persona, ni te demores ni pierdas el tiempo
Viernes y agotada psicológicamente tras semana agobiante. Que plan tocará... ¿Super sábado por la mañana y encerrada hasta el domingo por la tarde cuando salga a caminar? ¿Irme el sábado por la tarde a deambular por el único comercio que puedo desplazarme por enésima vez? ¿Comerme otra vez un helado sola en la heladería que me gusta medio escondida mientras la gente le falta fotografiarme con el móvil? Tened en cuenta que esto es como una macrourbanización despoblada, sin comercios, sin oferta de ocio, siendo los pocos que viven ancianos, kinkis y parejitas siamesas. Si me quiero ir al cine (no me gusta ni una peli) tengo que irme a un centro comercial que está en las afueras con escasa conexión al núcleo urbano por bus. No puedo irme a pasar el día por la provincia, que es mucho más interesante y animada, dado a que en invierno la mayoría de los sitios apenas tienen frecuencia en transporte público acompañado de horarios surrealistas. Así estaré 9 meses hasta que vuelva el tiempo de playa. Además últimamente estoy rallada por ciertas historias y necesito una conversación banal con alguien de tú a tú, sola me como mucho la perola.
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