Tal cual. Yo perdí a mi madre con 20 años y cuando iba por la calle me quedaba siempre mirando a personas mucho más mayores que yo que iban con sus madres y me dolía mucho. También con típicas situaciones cuando mis amigas se quejaban de sus madres y yo les quería hacer ver la suerte que tenían por tenerlas al su lado.Te doy un abrazo en este momento tan duro.
Mi madre se fue, va a hacer en febrero, 3 años. Al principio es un dolor que por ejemplo vas por la calle y recuerdas que ya no está y es como si un cuchillo te atravesara el estómago. O veía a chicas de mi edad con sus madres y me carcomía la envidia. Del mismo modo enfurecía cuando alguna persona mayor se quejaba delante de mí por "estar vieja", no me callaba; "al menos has llegado a vieja", solía decir.
O también está la fase en la que ves gente feliz, celebrando, carnavales por ejemplo, y tú mentalmente piensas: "¿cómo es posible que pueda continuar el mundo si mi mundo se ha ido a la mierda?"
Son sensaciones de rabia, tristeza profunda, vacío. Pero con el tiempo se calma.
No dejo de recordar sus enseñanzas, sus aprendizajes. Pero no de frases, sino con los hechos y su trayectoria de vida.
Vivo con mi padre y ambos nos apoyamos mucho.
A parte, yo que ya hacía terapia, las sesiones las hice más continuas. Y mi padre acudió a una asociación de ayuda al duelo. Es probable que en tu ciudad haya una. Él venía aliviado de las reuniones. Incluso, ahora en navidad las echaba en falta.
No se supera. Se aprende a vivir con la ausencia que la cubren los buenos recuerdos y enseñanzas.
Permítete todas las emociones, sácalas. Y pide ayuda.
Ah! Y respecto a si se comunican; tengo la esperanza de que sí. Tengo épocas que sueño con ella. Y también, en el lugar donde esparcimos sus cenizas y hemos ido a visitarla he visto y hasta me han seguido mariposas (son símbolos de almas). Me gusta creer que sí, no hace daño.
Un abrazo.
Nadie jamás se va a preocupar tanto por tí en la vida como una madre. Y eso es así. Yo me volví mucho más despegada con todo el mundo creo a raíz de eso.
Lo de cómo puede el mundo seguir como si nada cuando para mí todo se ha ido a la mierda es una sentimiento que recuerdo también muy bien.
También recuerdo la sensación de no estar cómoda en ningún sitio. Recuerdo que fue en verano, iba a la playa y me tenía que marchar, estaba en un bar y lo mismo. Me sentía como que no debía estar en ningún sitio que fuera mínimamente divertido y una sensación de incomodidad constante en cualquier sitio.
También perdí a mi padre hace unos años teniendo yo ya 31 años (aún siendo joven) y aunque fue doloroso, perder a una madre cuando aún eres una cría marca mucho en la vida.
Al final se supera, es decir deja de doler, es cuestión de tiempo. Pero claro que la vida nunca vuelve a ser la misma.