Esa amiga que cambió con la maternidad

Yo tengo dos amigas con niños, pero una es muy diferente a la otra.
Una es intransigente, sino se hace el plan que ella quiere o nos adaptamos todos, no queda ni lo intenta y todo es ella y su mundo del bebé, que todo lo sabe y los demás somos poco menos que amebas.
Apenas quedamos con ella porque se ha destapado su cara más repelente.

La otra, siempre que puede y le viene bien por sus horarios y rutinas con sus hijos, se viene. Desconecta. ¿Nos habla de sus nenes? Sí, pero lo justo y necesario porque le preguntamos. Se interesa por los demás, habla sin sentar cátedra o sentirse con ínfulas de superioridad o la mejor por tener niños.

No es la maternidad, es la persona y su forma de ser o de afrontarla.
 
Cuando tienes el primer hijo, la vida se te da la vuelta por completo.
Antes me pasaba los días por ahí, entraba y salía a todas horas con la que era mi “mejor amiga”. A la que me quedé embarazada, fue ella la que desapareció, se buscó amigas más jovencitas que siguen con ese ritmo de vida de bar, discoteca, trasnochar… en cambio el resto de amigos (pocos, la verdad, no necesito muchos) entienden que para mí es más complicado. Solemos quedar a hacer café cada semana o cada dos. La quedada dura lo que el niño permite hasta que se pone insoportable, porque a día de hoy me es imposible quedar sin niño. No les molesta, de hecho los que son amigos de verdad adoran estar con él.
Yo creo que la maternidad también destapa quien está ahí de verdad y quien no. Prima, quizás esa amiga simplemente no era amiga de verdad, la maternidad solo ha destapado como era.

Reconozco que a veces también soy un poco monotema, pero no es porque no me de para más, sino porque a día de hoy mi vida se basa en cuidar 24/7 de mi hijo. Cuando tu vida es así, ya no tienes tantas cosas que contar como antes. La clave creo que está en que ambas partes entiendan que no es algo permanente, los niños crecen y con ello vas recuperando libertad y parte de tu vida anterior.
Nosotras proponíamos planes acordes a ella, un café, un shopping con juegos, un parque o incluso su casa. Lo que duele es que nunca hizo esfuerzo por ir a cosas que eran importantes para nosotras: un cumpleaños, graduación, nada. Capaz que ella era así y como dices, simplemente la maternidad era su excusa. El poder decidir ella el lugar, la hora y los planes sin tener en cuenta nuestra opinión.
 
Nosotras proponíamos planes acordes a ella, un café, un shopping con juegos, un parque o incluso su casa. Lo que duele es que nunca hizo esfuerzo por ir a cosas que eran importantes para nosotras: un cumpleaños, graduación, nada. Capaz que ella era así y como dices, simplemente la maternidad era su excusa. El poder decidir ella el lugar, la hora y los planes sin tener en cuenta nuestra opinión.
Entonces más que amistad, parece que solo os usaba para cuando se aburría y no tenía un plan mejor. A mí muchas veces no me ha apetecido salir de casa, porque no me apetece estar a 38 grados con un bebé estufa encima, porque ese día ni tiempo a peinarme, o cualquier otra cosa… Pues me han dicho que venían a casa y yo encantada.

Prima no has perdido nada, al revés, has ganado librarte de una tía a la que no le importas. Sé que jode mucho porque tú sí la considerabas amiga, pero de aquí un tiempo pensarás “bah, que le den”.
 
Por mi experiencia diría que una gran parte de las amigas que han sido madres han pasado directamente a otra estratosfera y prácticamente desaparecen. Tengo dos a las que vemos una vez cada 6 -8 meses y hay que perseguirlas constantemente, porque si de ellas dependiese no te buscarían nunca. Además, hasta te conviertes en la secretaria recordándoles unos días antes que tal día hemos quedado. Fulanita, faltan dos días para nuestra cena de amigas de la universidad, fulanita esta noche es la cena....

Las que son madres y no trabajan, ahora me caerán las aspas, se han convertido en auténticas marujas. Solo te pueden hablar, el día que vienen, de recetas y del niño que es el único ser humano al que miran y atienden. Muy aburridas. Yo incluso me presto a ir a su casa para verlas y que no se agobien con el carrito, el desplazamiento etc etc y son incapaces de dejar de poner lavadoras, recoger, limpiar, gritarle al nene y de concentrarse en ti 10 minutos seguidos.
Las conozco también que para devolverte una llamada pueden necesitar semanas y muchas que al ser madres creen que el marido es subnormal, torpe o no se que y que nadie lo hace mejor que ellas, y entonces no quedan porque no se fían de dejar al padre con los niños. Pues chica, tú elegiste al inseminador...

Desde un punto de vista feminista mis conclusiones son, en general, bastante deprimentes, porque no veo a ningún padre que tenga problemas para responder al teléfono al momento, muchos hacen escapadas con los amigos, salen, entran, pero ellas no. No sé hasta que punto es machismo y hasta que punto no lo es, porque también conozco casos muy de cerca en los que el padre incentiva a la madre a salir pero ella tiene que estar ahí controlándolo todo y no sale.

Cuando los nenes crecen y pasan de la madre empieza a cambiar la película :)
 
Estuve buscando algún hilo que hable sobre esta temática y no encontré ninguno, por lo que me decidí a abrir uno.

Obviamente que tener un hijo hace que las prioridades de una persona cambie pero no les pasó que directamente la relación se perdió? Tenía una amiga que tuvo una hija muy joven (19 años), se mudó con el chico y se dedicó al hogar y a estudiar una carrera a distancia. Durante casi cinco años, nuestro grupo de amigas trató siempre de integrarla y ser comprensivas: armar juntadas en horarios que ella pudiera y en lugares donde le sean cómodos, muchas veces aceptando que traiga a la "bebé " (la cual la ultima vez que la vi ya tenía cinco años). Sin embargo poco a poco se creó un rechazo en todas y cada vez costaba más tener ganas para verla, ya que siempre eran planes que ella quería y cuando era algo distinto nunca podía (por más que le avisaras con un mes de anticipación), nunca tenía detalles con nadie y nunca iba a cumpleaños o eventos de las demás (eso sí, se ofendía si no la invitabas con antelación), sumado a que su hija era un niña malcriada (no saludaba, ni te miraba, le dabas un regalo y no te decía ni gracias) y pasar tiempo con ella era un suplicio.

Ella antes no era así y simplemente fue volverse madre y no reconocerla más. Les pasó?





La mayoría de mis "amigas" cambiaron desde que empezaron a andar de novias, imagínate después de ser mamás.

Tengo años que no las veo, de recién intentaba verlas adaptándome a sus horarios pero me cansé, entendí que ya no tenía ni un hueco en su vida, por lo que tuve que buscarme nuevas amistades.
 
Ser padre te cambia mucho. No me quiero imaginar con 19 años...
Luego hay padres y padres. Es decir, que los hay más histéricos y los hay más relajados. Al igual que hay niños y niños. Lo que si te digo es que la vida de alguien con 19-24 años y la vida de alguien con 19-24 CON HIJOS es totalmente incompatible por mucho que se quiera forzar.
 
La mayoría no, pero tengo (tenía) una amiga que cuando fue madre empezó con unos comentarios muy desagradables de que las que no teniamos hijos eramos unas personas sin vida completa etc. O sea, piénsalo si quieres, pero si cada vez que nos vemos me sueltas una retahila de filosofía maternal de superioridad me acabo cansando. Y eso fue lo que pasó.

Esta es otra. Hay padres pesadísimos en ambos sentidos. Antes de ser ser padre me encontraba a los típicos que dices tú, que parece que lo único válido en la vida es tener hijos y todo, absolutamente todo gira en torno a los hijos, conversaciones, quedadas... Los típicos que pasan de tomarse la cervecita con los colegas a la chupi pandi de la urba y el parque de bolas (el horror)
Luego en otro extremo, el padre quemado, el eternamente aburrido y arrepentido, el de no tengas hijos ni de coña, el de si lo llego a saber...
En mi opinión ambas posturas denotan cierta inmadurez.
 
Esta es otra. Hay padres pesadísimos en ambos sentidos. Antes de ser ser padre me encontraba a los típicos que dices tú, que parece que lo único válido en la vida es tener hijos y todo, absolutamente todo gira en torno a los hijos, conversaciones, quedadas... Los típicos que pasan de tomarse la cervecita con los colegas a la chupi pandi de la urba y el parque de bolas (el horror)
Luego en otro extremo, el padre quemado, el eternamente aburrido y arrepentido, el de no tengas hijos ni de coña, el de si lo llego a saber...
En mi opinión ambas posturas denotan cierta inmadurez.

Menos mal que son una minoria, quiero decir en mi círculo de familia y amigos la mayoria son padres y madres equilibrados. Son gente que ha cambiado (por supuesto!!!) por tener hijos, pero esa nueva realidad la incluyen con normalidad en sus vidas. Por eso que las mamás (o papás) que leen este hilo, no se sientan atacados porque no es así con todo el mundo.
Pero las excepciones...ay las excepciones. Son lo más intenso y lo más cansino de la tierra. Yo creo también que son inmaduros y un poco desequilibrados. No voy a disimular, esa gente pasa a caerme mal y me da mucha pereza encontrármelos porque son unos brasas.
 
Pues mi primera amiga que ha tenido un bebé (es más joven que yo, tiene 25) al revés, si quedas y no le avisas se ofende porque dice que aunque tenga el bebé también puede venir y demás (lógicamente son planes de tomar algo, cenar o de pasear y demás), y cuando viene se trae las cosas para El Niño que es bebé todavía claro, si le tiene que dar de comer le da, y alguna vez hasta somos los demás los que decimos bueno, vámonos para casa que Lucas tendrá que dormir 😄 la verdad que ella ha adaptado genial el bebé a su vida y para nada le hemos perdido, conservamos a nuestra amiga (seguimos siendo grupito con sus respectivas quedadas, cotilleos etc jejejeje) y hemos ganado a un sobrino precioso 🥰
 
Soy madre y he cambiado. Tengo un mini clon de mi hermano que parece que desayuna azúcar a paladas y que se toma café a escondidas. Que todo lo tiene que ver y tocar sin importar su integridad física (lo normal pero es agotador).
Me es imposible quedar a tomar algo tranquilamente. Y mis amigos lo entienden. Intentan cuadrar, me ayudan a tener 10 minutos para tomar el vino y me preguntan por el (seré rara pero intento no hablar más de media hora del niño o de mi situación y que me cuenten ellos de su vida). El padre ahora mismo está fuera de servicio,por motivos ajenos a él, y me ayudan en lo que pueden. Pero la vida te cambia por completo. Intento quedar una vez al mes sin niño aunque sea un par de horas pero a veces es imposible.
Habrá madres que se autoaislen o que pasen de la gente porque crean y sientan que no necesitan a nadie más (que no es malo, es otra forma de tomarse la maternidad). Pero te cambia por completo los esquemas y la forma de hacer las cosas. Conozco a parejas que se pueden llevar los niños a todos los lados, en mi caso es imposible. Y mis amigos, los de verdad, se adaptan. Y yo, en la medida de lo posible intento adaptarme en algo a ellos.
En mi caso es hijo, trabajo todo el día, casa y personas despendientes….me encantaría salir y disfrutar pero ahora mismo no puedo y es lo que toca. Ya vendrán tiempos mejores (espero jajajajajaja).
Yo no sé si tu amiga se ha sentido absorbida por la maternidad, si la ha superado por completo pero si te digo que te cambia. Igual vuelve a ser ella o igual no. Eso no es la maternidad sino la persona. A veces no es fácil llegar a todo. Te vuelves egoísta (mucho más de lo que pensaba) pero hay personas a las que se les pasa y gente a la que no…va en el adn
 
Estuve buscando algún hilo que hable sobre esta temática y no encontré ninguno, por lo que me decidí a abrir uno.

Obviamente que tener un hijo hace que las prioridades de una persona cambie pero no les pasó que directamente la relación se perdió? Tenía una amiga que tuvo una hija muy joven (19 años), se mudó con el chico y se dedicó al hogar y a estudiar una carrera a distancia. Durante casi cinco años, nuestro grupo de amigas trató siempre de integrarla y ser comprensivas: armar juntadas en horarios que ella pudiera y en lugares donde le sean cómodos, muchas veces aceptando que traiga a la "bebé " (la cual la ultima vez que la vi ya tenía cinco años). Sin embargo poco a poco se creó un rechazo en todas y cada vez costaba más tener ganas para verla, ya que siempre eran planes que ella quería y cuando era algo distinto nunca podía (por más que le avisaras con un mes de anticipación), nunca tenía detalles con nadie y nunca iba a cumpleaños o eventos de las demás (eso sí, se ofendía si no la invitabas con antelación), sumado a que su hija era un niña malcriada (no saludaba, ni te miraba, le dabas un regalo y no te decía ni gracias) y pasar tiempo con ella era un suplicio.

Ella antes no era así y simplemente fue volverse madre y no reconocerla más. Les pasó?

Lo que cuentas me parece simplemente la vida... ¿Quién no cambia a lo largo de la vida? Todos cambiamos, las prioridades cambian, los gustos y hasta los amigos...

Con los años me he dado cuenta de que hay amigos con los que vas a ser una y carne y otro tipo de amigos más despegados. A estos últimos no necesito verlos todos los días y que no pasa nada si estamos un tiempo distanciados, al final son gente a la que aprecio y a la que quiero que les vaya bien. Yo misma, por falta de tiempo, a veces no he tenido tiempo para ellos y no significa que no me acuerde de ellos ni les aprecie un montón pero la vida tiene tiempo limitado y las prioridades están ahí.
Un abrazo!
 
Estuve buscando algún hilo que hable sobre esta temática y no encontré ninguno, por lo que me decidí a abrir uno.

Obviamente que tener un hijo hace que las prioridades de una persona cambie pero no les pasó que directamente la relación se perdió? Tenía una amiga que tuvo una hija muy joven (19 años), se mudó con el chico y se dedicó al hogar y a estudiar una carrera a distancia. Durante casi cinco años, nuestro grupo de amigas trató siempre de integrarla y ser comprensivas: armar juntadas en horarios que ella pudiera y en lugares donde le sean cómodos, muchas veces aceptando que traiga a la "bebé " (la cual la ultima vez que la vi ya tenía cinco años). Sin embargo poco a poco se creó un rechazo en todas y cada vez costaba más tener ganas para verla, ya que siempre eran planes que ella quería y cuando era algo distinto nunca podía (por más que le avisaras con un mes de anticipación), nunca tenía detalles con nadie y nunca iba a cumpleaños o eventos de las demás (eso sí, se ofendía si no la invitabas con antelación), sumado a que su hija era un niña malcriada (no saludaba, ni te miraba, le dabas un regalo y no te decía ni gracias) y pasar tiempo con ella era un suplicio.

Ella antes no era así y simplemente fue volverse madre y no reconocerla más. Les pasó?

Pasa mucho, y creo q es normal, ya no estais en la misma onda, cuesta mucho cuadrar horarios y planes cuando una no tiene hijos ni responsabilidades con alguien que si las tiene. En mi caso con una amiga me adapte a todo, y aun así es cm tu dices se me quitaban las ganas, yo no tenia horarios y pocas responsabilidades podia salir y entrar cuando quisiera a dnd quisiera, y claro ella con un bebe estaba muy limitada, ademas q ella se limitaba mas, al ser primeriza tenia miedo de todo, nada le convencia, ademas que como mucho solo quedaba para 2 o 3 horas y costaba mucho esfuerzo quedar para solo eso, al final de forma natural nos distanciamos un poco, quizas cuando yo sea madre estaremos en la misma "onda", pero mientras se hace muy dificil

Nosotras proponíamos planes acordes a ella, un café, un shopping con juegos, un parque o incluso su casa. Lo que duele es que nunca hizo esfuerzo por ir a cosas que eran importantes para nosotras: un cumpleaños, graduación, nada. Capaz que ella era así y como dices, simplemente la maternidad era su excusa. El poder decidir ella el lugar, la hora y los planes sin tener en cuenta nuestra opinión.
Yo estoy con @Lentejuelas y con @Namaste8.
Es cierto que la maternidad cambia y mucho, que los primeros años la criaturita dependete total y absolutamente de ti. Pero es algo transitorio y termina pasando.
La OP y otra gente se ha tratado de adaptar a esa amiga, quedando en sitios que no le apetecen tipo parque de bolas para facilitar, o cafeterías con juegos. Aunque a ellas le encantaría poder estar si el bebé para poder charlar un rato tranquilos, saben que es lo que hay y lo aceptan.
Pero claro, aquí ha sido unidireccional. A ver, ya con dos o tres añitos el niño se puede estar media hora con el papá, salvo que sea militar y esté fuera. Pero claro, si no puedes ir a un cumpleaños, puedes acercarte al principio a saludar. O una graduación es por la mañana, si es posible, ir un rato o tomar un café cuando acabe.
Entiendo que a la OP se le haya hecho bola
 

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