Recuerdo una cita que tuve con unos 18, con un chico con el que había tonteo desde hacía un tiempo. Fuimos a tomar algo y el tío empezó a hablar y hablar sobre su vida, y se dedicó a contar tal sarta de trolas, pero de tal calibre, que antes de que acabara la cita tuve claro que ni loca me iba a liar con él. Os estoy hablando de mentiras en plan "mi padre en realidad es dueño del Corte Inglés de (capital de mi provincia), pero estoy trabajando este verano de reponedor porque no quiero su dinero, quiero ser autosuficiente" o "yo soy colega de Raúl el del Madrid, coincidíamos todos los veranos en la playa, tengo su número y a veces nos enviamos SMS, cuando quieras te llevo al Bernabéu, que él nos cuela".
Jajajaja qué personaje.
Y yo que pensaba que había dado con un tonto que me dijo en la primera cita que él había frecuentado al rey Juan Carlos porque su padre y él eran amiguetes ...y eso el gachó era de barrio obrero de toda la vida vaya, y de un barrio comanche de estos, donde la policía va a destajo de las movidas que hay todos los días.