Respecto a esto, os diré que durante las semanas de cuarentena radical por el coronavirus, me dio por pensar. Eso era una mínima "probadita" de lo que es la perdida de libertad; y enfatizo lo de mínima, porque dentro de nuestras casas podíamos hacer lo que nos diese la real gana, e incluso salir para hacer compras básicas o ir al banco. Pero aun así, la sensación de agobio, era muy notable, incluso cuando eres alguien a quien estar en casa, le gusta. Vivir encarcelado, con horarios, con restricciones, con tu capacidad de elegir anulada, ha de multiplicar eso por mil.A mí es que me sorprende mucho leer afirmaciones como que las cárceles son hoteles. No sé, el simple hecho de estar encerrado me parece que ya tiene que ser bastante duro. Y siempre que pensamos en los "lujos" de quienes están encerrados nos centramos en el político/banquero/yerno del rey o en terroristas, violadores o pederastas pero creo yo (hablo sin tener ni la más remota idea) que la mayoría de habitantes de las cárceles no pertenecen a ninguno de estos grupos y que no están de vacaciones pagadas en el spa de Soto del Real.
Y ojo, que con todo y con eso, pienso que para algunos delitos -de los llamados de sangre evidentemente- una cárcel normal del mundo civilizado, es mucho mas de lo que esos presos merecen.