Me ha pasado ayer.
Estaba yo cruzando en un semáforo en rojo para el peatón (lo sé, muy mal hecho, podéis fustigarme). Es una calle poco transitada, era relativamente tarde y no había tráfico (que no es excusa, lo sé). Pues bien, aparece un coche que, con toda la razón del mundo, me mete una sonora pitada por estar yo infringiendo la ley. Y que se le ocurre a mi cerebro? Pues quedarse clavada en el cruce. Ni pa'lante ni pa'trás. Se me quedó la pierna izquierda como si me hubieran clavado el pie al suelo. Fueron un par de segundos, pero mis neuronas debían estar echando una partida al parchís o a saber, y hasta que se pusieron a pilotar la nave, yo me quedé mirando al coche con las luces encendidas como un conejo deslumbrado en la carretera.
Las pitadas son muy jodidas te meten cada susto que te quedas con una cara de tont@ que pa que