jaja qué lindo lo que cuentas. Yo he sido fanática de Utilísima. Cuánto lo extraño!!!
Por suerte en Argentina tenemos mucho trigo. Ojalá que eso no cambie pues estamos muy acostumbrados a consumirlo.
A ver qué te puedo averiguar!
Uy sí, Utilisima. A mi madre le hace mucha falta, le encantaba. Yo he aprendido mucho con sus programas, pero mi debilidad son las revistas de cocina que editan en Argentina. Tengo muchas, pero quisiera tener muchas más, todas. Debilidad especial por las de pastelería, chocolatería y panadería (mi sueño es tener un horno de piedra en el patio, pero vivo en apartamento y obviamente no tengo patio, hago lo que puedo con mi horno a gas). Con las revistas me aventuré a hacer alfajores, y no me salieron mal. Con ellas también hice unas tartaletas de cebollín y ajoporro (puerro, creo recordar decía la receta). Pero hay muchos ingredientes y materia prima que tienen otros términos y a veces me confundo. Lo de la harina triple cero y cuatro cero, no sabes los dolores de cabeza que me ha dado. Lo de la levadura ni te cuento, que si en pasta, que si de cerveza, que si instantánea. Aquien Venezuela no somos productores de trigo, lo importamos y procesamos aquí, pero en el mercado venezolano la harina de trigo toda la vida siempre ha tenido sólo dos presentaciones: leudante y todo uso. Eso de cinco ceros, más por menos, cero mata cero, no lo manejo. Después me hablan de la humedad, la estación del año (allá tienen las tienen muy marcadas, acá solo la pepa de sol caribeño y la temporada de lluvias) y no sé qué otras condiciones climáticas, que pueden hacer relativa la cantidad de los ingredientes que lleve la receta, y debes ajustar hacia arriba o hacia abajo. Yo al principio me rebanaba la cabeza, pero poco a poco he agarrado el hilo. Sólo que tengo esa frustración, no conocer una academia de panadería argentina. Pero no por mucho tiempo. En cuanto tenga un huequito iré y haré mi curso.
Ah, otra de mis debilidades: lo de templar o temperar el chocolate. Qué belleza. Qué hermosura. Mi pasión es el chocolate, aquí tenemos la bendición de tener un muy buen cacao, de los mejores. Yo siempre he dicho que a mí alguien me puede ofender gravemente, pero si ese alguien me llega por debajito y con un buen bombón, paso por alto cualquier ofensa. Así de regalada soy.
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