Problemas sexuales matrimonio

Dios mío de mi vida. Voy a tratar de escribir esto, pero me da muchísimo reparo. Mucho. Por favor, a la forera que abrió el hilo, @Dixit, por favor, mi opinión es irrelevante. Por favor.

Lo primero, lo siento. Lo que le ha pasado a tu marido y a tí, colateralmente, es horroroso. Es una pena negra y lo siento en el alma. Trato de ponerme en tu situación, para escribirte, e imaginar que mi Naranjo se me ha quedado así, y me muero de pensarlo.

Eres admirable. Eres una persona valiente y leal. Eres una heroina. Entiendo que lo haces por amor. Y eso lo sublimiza más. Y entiendo que lo que te voy a escribir te podrá molestar o doler y que me mandarás, con todo derecho, a la mierda. Hazlo. Por favor. Pero léeme. Gracias.

Llevas tres años viviendo una semivida. Al lado de un hombre con un futuro marcadísimo. Un futuro en el que tú serás madre (pero nunca de un bebé), cuidadora, recurso, pero nunca más esposa o pareja. Por como se te lee. Él, de puertas afuera, es optimista y jovial, cuida a sus amigos y mantiene activa su vida social y familiar. De puertas a dentro no es lo mismo, verdad? No está deprimido, porque quizá está apático o medicado. No digo que una persona tetrapléjica no pueda ser feliz, pero el cuadro que tu describes es, cuando menos, peculiar.

Existen, a mi modo de ver, varias opciones de futuro, varios escenarios:

1.- Que sigas, como esposa fiel, junto a tu marido, quien cada vez será más dependiente, por quien sacrificarás tú salud (por mucha ayuda que tengas, instalaciones en casa, etc... tú salud física se resentirá, mucho) y quien (esto es así en el 99% de los casos) no sólo no te va agradecer tu ayuda y sacrificio sino que lo dará por hecho y lo considerará como algo debido. Su carácter cambiará. El tuyo se ajará. Muchos pacientes con tetraplejia desarrollan psicopatologías (manías, incluso demencia) y tú cada vez estarás más vacía y desgastada. No querrás quejarte, porque, en un tiempo le querías y además temes ser juzgada. Buscas cada día en él una mirada, algo que te recuerde que ahí está el hombre que amabas y con el que te casaste. Pero ese hombre se desvanece. Se opaca. Y la vida sigue, para todos, menos para tí. Tu vida se escurre. Te miras al espejo y no reconoces a la mujer triste y desesperanzada que ves en el espejo. Un día, no lo soportarás más y tomarás la única decisión que crees posible. Rápida y certera. E irreversible.

2.- Sigues junto a tu marido. Como compañera. Le quieres, mucho. Por eso quieres seguir a su lado. No te quedas junto a él ni por presión social, ni por lástima. Distrutas enormemente de su companía, de hablar con él, de compartir ratos juntos. Tienes ayuda en casa. Mucha. Un soporte familiar que te sostiene también y te echa un cable. Te lo pasas genial y eres feliz saliendo a dar una vuelta con tu marido, comentando un libro con él o escuchando música juntos. Os compenetrais en gustos y él es un compañero perfecto que te hace reir y sentirte muy amada y valorada. Con muchísima discrección, sin que tu marido lo sepa, sólo una amiga que te sirve de sostén, tienes diversos amantes esporádicos con los que quedas. Mantienes relaciones sexuales con regularidad, pero no se lo comentas nunca a tu marido. Es algo tuyo. Os funciona la convinvencia y estás tranquila y bien. Envejeceis juntos y te alegras de que esté en tu vida.

3.- Mismo escenario que el caso anterior pero con mejor comunicación con tu marido y por lo tanto él está al corriente de tus encuentros sexuales. No os plantea ningún problema, porque él es consciente de que esa necesidad tuya debe ser atendida. A veces puede que se muestre algo receloso, pero lo compensas con mucho afecto y mucha honestidad.

4.- Te vas. Te olvidas de todo. Le dejas. No porque te hayas enamorado de otro. Porque te has enamorado de TI. Quieres vivir una vida plena. Y no vas a desperdiciarla por lástima, por obligación o por culpa al lado de un hombre que no sólo no puede darte lo que necesitas. Es que ni siquiera comprende lo que necesitas y además es ultrademandante. A su lado no sólo no vas a tener una vida completa. Es que estás descartando mil posibilidades. La de ser madre la primera. Eres joven. Huye. Olvida el amor, ámate a ti misma. El futuro es negro. Es pavorosamente negro. Sal de ahí. Valora si puedes hacerlo bien o si tienes que hacerlo a las bravas. Sigue siendo valiente. Piensa en ti. Piensa en tí. Piensa en tí. Olvida que le amaste y que estás enamorada. Olvida eso. El hombre con el que te casate ya no está. Ahora es otra cosa. Y esa cosa, cada día será más egoista. Y te fagocitará más. Eres joven. Vete. Vete antes de que te hartes de ver la lástima en los ojos de tus conocidos. Vete antes de que las cadenas y los barrotes de tu vida formen parte de cuerpo como un todo. Vete. Leva anclas. No mires atrás. La vida es corta. Vive tu vida. No la desperdicies por deber o por lástima. Menos aún por convencionalismos sociales. Vete. Como hija de sanitarios, como sobrina, prima, de sanitarios, te lo digo. VETE. Cuando mis padres, tíos, primos, ven un caso como el de tu marido, a quien compadecen siempre es a la pareja, no al enfermo. Te estás enterrando viva. Vete.

Y ahora, si, cuando quieras, mándame a tomar por el culo. Un abrazo. Un abrazo enorme.
Sublime
 

Temas Similares

Respuestas
7
Visitas
541
Back