Pegar a tus hijos

@Escopolamina, entonces, estamos de acuerdo. No entiendo muy bien tu segundo punto: en la anécdota que conté, mi razonamiento era el mismo que el tuyo. Es decir, que no debería llamar maltratador a su padre, porque para recibir ese calificativo, debería haberle pegado de forma continuada.
En la anécdota que contaste te decían que si le das un bofetón al nene no eres un maltratador pero que ese acto sí es un maltrato y tú decías que no porque maltrato era lo que habíais vivido los chicos del centro. Yo te he repetido lo mismo, le das un cachete en el culo al niño, eres un maltratador? No. Pegar un cachete es maltrato? Sí.
 
Bueno, por mi parte dejo el tema, está claro que vivimos en un mundo distinto. En mi mundo los niños a veces se meten con sus compañeros, se pelean y a veces les parece divertido reírse de los demás. En vuestro mundo parece que los comportamientos de los niños afectan bastante menos al bienestar de otros seres humanos. Espero y deseo que la realidad se parezca más a la que percibís vosotros que a la que percibo yo. Es posible que en unos años la especie humana haya mejorado de forma considerable. Ahora bien, sería muy instructivo que algunas compañeras que son maestras y profesoras, que ven el comportamiento de los niños sin tener una implicación emocional con ellos, nos orientaran acerca de cual visión del mundo se parece más a la realidad.

Más allá del tema en sí del hilo, negarse a ver matices y exagerar la posición del otro para refutarla es clásico en estos tiempos. La vida se vive mejor en blanco y negro. Tengo que reconocer que yo mismo he caído en ello unos pocos mensajes atrás.
 
Última edición:
Conocí una chica que sus padres le pegaban palizas y la encerraban sin comer durante un día entero. De hecho me enteré porque ella me preguntaba cuando éramos pequeñas si los míos no lo hacían. A día de hoy me dijo que si sus parejas no le pegan, ella siente que no les importa. Porque vincula el amor de un padre (y por ende a sus relaciones de pareja) a que le peguen palizas, porque jamás pudo concebir otro tipo de amor ni vínculo. Y así se ha quedado de tocada, que les pide a los novios que le peguen y que la regañen etc, como amo sumisa.

Edito para decir que si no pegas a los adultos, a los niños tampoco. A mí no me han pegado nunca y aquí estoy.
 
En mi caso no solo no ayudó en nada, sino que los recuerdos me acompañan de por vida. Jamás haré lo que mis padres hicieron conmigo. No tiene justificación.
Idem.

Creo que el único caso en el que una palmada en el culo puede estar justificada es si el niño corre peligro y es muy pequeño para razonarlo, tipo cuando echan a correr hacia la carretera. Ahí es una forma rápida de corrección que busca proteger su seguridad. Y por supuesto otras zonas corporales ni tocarlas.

En otras situaciones me parece más una descarga de la frustración del adulto.
 
Bueno, por mi parte dejo el tema, está claro que vivimos en un mundo distinto.
Reconozco que a mí también me da la impresión de que en el hilo nos encontramos en un bucle, más que un debate. Pero bueno, está bien hablar de estas cosas, para ver la opinión que tienen los demás.
Pegar un cachete es maltrato? Sí.
Ah, entonces no, no estamos de acuerdo. De todas formas, estamos alargando una conversación un poco cíclica, por algo que al final no tiene tanta importancia (un tema de nomenclatura). Lo relevante es que no es el método ideal para criar a los hijos. O bueno, al menos yo pienso eso, y vi que la mayoría opinabais así también.

Por lo demás... Cada uno tiene su opinión.
 
Pues si, si un anciano con demencia te pega, entiendo que le puedas soltar un bofetón, aunque estarás actuando mal. Tampoco sé cual es la opción correcta, porque dejarte dar palos hasta que se canse puede ser éticamente lo que toca, pero también bastante desagradable.
¿Porque nunca os fijáis en el agredido? ¿Acaso no es traumático que un hombre mayor te agreda?
Yo nunca trabajé con ancianos, pero sí con adolescentes violentos (ahora ya no). Estaba en un centro en el que vivían menores que habían cometido delitos que, de haber sido adultos, se habrían penado con al menos cinco años de prisión. Vamos, que no estoy hablando del Izan que le cascó una torta al Noah. Estoy hablando de cosas muy serias, y chavales que en bastantes ocasiones eran más altos, más fuertes, y más corpulentos que yo. A mí me llegaron a tirar un pupitre a la cabeza, con eso te lo digo todo.

Y no, jamás estaba justificada la violencia. Se nos enseñaba a sujetar a un chaval fuera de sí para que no pudiese hacerse daño a sí mismo ni a los demás. La prioridad cuando se les sujetaba era, precisamente, desescalar la situación de violencia y evitar hacerles daño. Teníamos guardias de seguridad que nunca, jamás les agredían (faltaría más). La respuesta a una torta no es otra más fuerte. La respuesta a un menor (o a un mayor, o a una persona dependiente, me da lo mismo) que pierde los papeles y te agrede no es agredirle tú más. Es impedir que siga haciendo daño (se puede retener físicamente a una persona sin liarse a tortas, por increíble que parezca) y poner todas las medidas en tus manos para que no vuelva a suceder.

A mí también me pegaron de pequeña y no, no tengo ningún trauma. También iba suelta como un saco de patatas en el asiento trasero del coche desde Asturias hasta Jerez de la Frontera varias veces al año y no me maté en la carretera, pero no por eso voy por el mundo diciendo que no pasa nada por llevar al niño suelto en vez de en la silla del coche. Si pegar a un niño, como llevarlo sin sujetar en el coche, no tiene absolutamente nada de bueno, ¿qué necesidad hay de seguir haciéndolo y arriesgarse a que justo al tuyo sea al que sí le afecta de forma traumática? Hay otros recursos, demostradamente mejores, para educar con disciplina y sin correr ese riesgo.
 
Yo nunca trabajé con ancianos, pero sí con adolescentes violentos (ahora ya no). Estaba en un centro en el que vivían menores que habían cometido delitos que, de haber sido adultos, se habrían penado con al menos cinco años de prisión. Vamos, que no estoy hablando del Izan que le cascó una torta al Noah. Estoy hablando de cosas muy serias, y chavales que en bastantes ocasiones eran más altos, más fuertes, y más corpulentos que yo. A mí me llegaron a tirar un pupitre a la cabeza, con eso te lo digo todo.

Y no, jamás estaba justificada la violencia. Se nos enseñaba a sujetar a un chaval fuera de sí para que no pudiese hacerse daño a sí mismo ni a los demás. La prioridad cuando se les sujetaba era, precisamente, desescalar la situación de violencia y evitar hacerles daño. Teníamos guardias de seguridad que nunca, jamás les agredían (faltaría más). La respuesta a una torta no es otra más fuerte. La respuesta a un menor (o a un mayor, o a una persona dependiente, me da lo mismo) que pierde los papeles y te agrede no es agredirle tú más. Es impedir que siga haciendo daño (se puede retener físicamente a una persona sin liarse a tortas, por increíble que parezca) y poner todas las medidas en tus manos para que no vuelva a suceder.

A mí también me pegaron de pequeña y no, no tengo ningún trauma. También iba suelta como un saco de patatas en el asiento trasero del coche desde Asturias hasta Jerez de la Frontera varias veces al año y no me maté en la carretera, pero no por eso voy por el mundo diciendo que no pasa nada por llevar al niño suelto en vez de en la silla del coche. Si pegar a un niño, como llevarlo sin sujetar en el coche, no tiene absolutamente nada de bueno, ¿qué necesidad hay de seguir haciéndolo y arriesgarse a que justo al tuyo sea al que sí le afecta de forma traumática? Hay otros recursos, demostradamente mejores, para educar con disciplina y sin correr ese riesgo.
Esto que dices me parece muy razonable y la forma correcta de actuar. Ahora bien, lo que estás haciendo cuando lo retienes o lo inmovilizas para que se cause es imponerte por la fuerza, lógicamente sin hacerle daño.
Por última vez, en ningún momento pretendía defender que haya que pegar a los hijos ni tengo la menor intención de hacerlo con los míos. Más bien pretendía argumentar que algunos de los recursos que se describen en el hilo me parecen poco realistas y no tienen en cuenta ni la realidad del comportamiento usual humano ni las consecuencias sobre terceros.
 
Esto que dices me parece muy razonable y la forma correcta de actuar. Ahora bien, lo que estás haciendo cuando lo retienes o lo inmovilizas para que se cause es imponerte por la fuerza, lógicamente sin hacerle daño.
Por última vez, en ningún momento pretendía defender que haya que pegar a los hijos ni tengo la menor intención de hacerlo con los míos. Más bien pretendía argumentar que algunos de los recursos que se describen en el hilo me parecen poco realistas y no tienen en cuenta ni la realidad del comportamiento usual humano ni las consecuencias sobre terceros.

Retener a una persona para evitar que se dañe a sí misma o a terceros no es imponerse por la fuerza, no estás imponiendo nada, simplemente estás poniendo un límite físico y no violento a una conducta físicamente violenta.

Impedir la violencia no es violencia.
 
Esto que dices me parece muy razonable y la forma correcta de actuar. Ahora bien, lo que estás haciendo cuando lo retienes o lo inmovilizas para que se cause es imponerte por la fuerza, lógicamente sin hacerle daño.
Por última vez, en ningún momento pretendía defender que haya que pegar a los hijos ni tengo la menor intención de hacerlo con los míos. Más bien pretendía argumentar que algunos de los recursos que se describen en el hilo me parecen poco realistas y no tienen en cuenta ni la realidad del comportamiento usual humano ni las consecuencias sobre terceros.
Bueno, ahí ya depende de quién y cómo lo haga. Igual que digo que nunca vi que a un chaval se le pegase o agrediese, sí vi guardias de seguridad que utilizaban ese momento de reducir al niño para imponerse y "dejar claro quién manda". Tiranos hay en todas partes. Mi visión de la educación no es esa, así que nunca sentí la necesidad de "imponerme" más allá de evitar que se hiciesen (o me hiciesen) daño. En mi experiencia, cuando un chaval está fuera de sí, lo peor que puedes hacer es ponerte a su nivel o querer demostrar que eres el rey del mambo. Es el camino más corto a una situación todavía más violenta.

Y que conste que tengo fama de "sargento". Ni soy blanda, ni me dejo pisar, ni dejo que los niños a mi cargo sean tiranos ni abusen de nadie ni se comporten como cafres. Los niños y los adolescentes no son angelitos puros de luz, pero sí son personas. A medio cocer ;) pero personas. Se aprende a respetar siendo respetado, se aprende a convivir conviviendo, y se aprende a empatizar cuando empatizan contigo.

También estoy de acuerdo contigo en que hay formas de educar que son demasiado permisivas. La gente a veces no me cree cuando lo cuento, pero hace un tiempo (pre-pandemia) mi madre tuvo en su centro un adolescente que pidió que le sacasen de su casa y le llevasen a un centro porque se sentía desamparado porque en su casa no había ninguna norma. Mi madre cuenta que el crío decía que piraba clase, llegaba tardísimo a casa, y hacía lo que le daba la gana y en casa no pasaba nada. Sus padres pensaban que estaban siendo "buenos" con él, pero él lo vivía como un abandono.
 
Yo nunca trabajé con ancianos, pero sí con adolescentes violentos (ahora ya no). Estaba en un centro en el que vivían menores que habían cometido delitos que, de haber sido adultos, se habrían penado con al menos cinco años de prisión. Vamos, que no estoy hablando del Izan que le cascó una torta al Noah. Estoy hablando de cosas muy serias, y chavales que en bastantes ocasiones eran más altos, más fuertes, y más corpulentos que yo. A mí me llegaron a tirar un pupitre a la cabeza, con eso te lo digo todo.
Pero estás hablando de personas que se supone que están preparadas, formadas o acostumbradas a esta clase de situaciones. Entrar en una cárcel de menores, sabiendo a lo que te expones y cobrando por ello, no es lo mismo que estar en tu casa y que tu hijo drogadicto/tu padre con Alzheimer se salga de control de repente y te empiece a pegar. Obviamente no te lo esperas en ninguna de las dos situaciones, pero en la segunda, tienes una carga emocional mucho más elevada. Veo entendible que se pierdan los nervios, o que la gente se asuste y reaccione como pueda cuando tienes a una mole de 1,85m pegándote, por mucho que sea tu hijo.
sí vi guardias de seguridad que utilizaban ese momento de reducir al niño para imponerse y "dejar claro quién manda". Tiranos hay en todas partes.
Y tanto. Por no hablar de que en los centros semi-cerrados, les importa más bien poco que los chavales se fuguen. Unas llamadas de rigor a los familiares y punto. Quiero pensar que en Sograndio no es así.
 
Pero estás hablando de personas que se supone que están preparadas, formadas o acostumbradas a esta clase de situaciones. Entrar en una cárcel de menores, sabiendo a lo que te expones y cobrando por ello, no es lo mismo que estar en tu casa y que tu hijo drogadicto/tu padre con Alzheimer se salga de control de repente y te empiece a pegar. Obviamente no te lo esperas en ninguna de las dos situaciones, pero en la segunda, tienes una carga emocional mucho más elevada. Veo entendible que se pierdan los nervios, o que la gente se asuste y reaccione como pueda cuando tienes a una mole de 1,85m pegándote, por mucho que sea tu hijo.

Y tanto. Por no hablar de que en los centros semi-cerrados, les importa más bien poco que los chavales se fuguen. Unas llamadas de rigor a los familiares y punto. Quiero pensar que en Sograndio no es así.
Ante una situación de violencia nunca sabes cómo vas a reaccionar. Ni estoy diciendo que una persona que le "devuelva" la torta a un niño/anciano/quien sea sea un criminal, ni estoy diciendo que sea incomprensible. Lo que no entiendo ni comparto es el disculparlo. Está mal. No se debe hacer. Todos hacemos cosas que no debemos. Pero asumimos que están mal hechas, nos disculpamos si viene al caso, y ponemos todos los medios necesarios para que no se repita. No es para nada lo mismo que en un momento puntual de tensión le des una torta a tu padre con demencia porque se abalanzó sobre ti, que plantear la posible torta como una herramienta más a tu disposición en el día a día de los cuidados de tu padre con demencia. Y no es lo mismo que en un momento de tensión le des una torta a un niño (y que asumas que está mal hecho y trates de que no se repita) que usar la torta como un método más en la crianza o como algo que no tiene ninguna importancia porque "bueno, solo fue una" o "es que era un momento de tensión".

En mi experiencia, las fugas siempre se comunican a la Policía, independientemente del tipo de centro. Pero evidentemente no los conozco todos, ni mucho menos.
 

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