Me han encantado tu escrito, a pesar de que mi situación no es exactamente la tuya. Yo me siento igual, con lo de vender la moto digo. En mi caso yo me separé de mi marido bastante joven, al poco de casarme, porque pensaba que lo único importante en la vida era ser feliz y que la vida se rehacía. Me vendieron la moto. Hombre, hay que aspirar a ser feliz, por supuesto, pero no lo es todo, hay más cosas. La vida es difícil rehacerla después, aunque yo de alguna manera lo he hecho.
Y ahora estoy en una situación que no es la ideal para mí mientras todas mis amigas tienen su marido de toda la vida y están entrando ya en una edad con un compañero, cosa que yo no tengo. Me siento igual de defraudada que tú. Como que me creí la historia y la historia no es esa. Y las que no se la creyeron están en mejor situación que yo, con lo que yo me reí de ellas.
De amigos o amigas ni hablamos. Yo no tengo nadie con quien salir. Salgo con un chico, pero nos vemos poquísimo, en realidad estoy bastante sola.
O sea que este post me ha llegado a la patata.
Prima querida,
Somos muchas y muchos. Pero es duro decir en voz alta que nos creímos lo que nos vendían
Pero sabes que? No estamos solas, ni solos. Y no debemos sentirnos mal por querer cambiar y por aceptar lo que nos pasó. También tenemos recuerdos bonitos, aventuras, experiencias, que nos han hecho quienes somos hoy.
Paso a paso, encontraremos nuestro camino, y aunque no debemos estar en relaciones tóxicas por no estar solas, si que encontraremos a alguien (sea amistad, pareja, compis, etc) lo que sea.
Estamos pasando un bache, en medio de una pandemia, pero lo pasado, pasado ésta.
Un abrazo grande