Morfopsicología de Letizia y otros trastornos

Me acuerdo, antes de casarse la revista Hola le hizo una entrevista, con sus respectivas fotos, y recuerdo las fotos: tenia un suit blanco con finas rayas oscuras, blusa negra y sandalias, tenia los pies con juanetes y unas pelotitas en los dedos, horroroso aquello. Alguien tiene esas fotos? O por orden de ella Hola las escondio bajo 7 llaves?
 
Gracias @Madrilera , estos son artículos muy interesantes que deben leerse con atención.

Y yo que desde el 2003 pensé que esta señora era simplemente una ruda, altanera trepadora social, con una nariz fea, arrugas a paréntesis a los costados de sus labios increíblemente profundas, pocas ganas de aprender a comportarse como el mundo royal requiere, con un carácter malo y el enfermizo deseo de sobresalir en cualquier lugar y con cualquier, llena de mala voluntad hacia el mundo y empeñada en reparar agravios imaginarios.
Y decidida a gastar el dinero de los contribuyentes sin dar nada a cambio, en el tema del comportamiento cortés y cívico.

En cambio descubro que Letizia Ortiz tiene serios problemas psiquiátricos, que los periodistas esconden detrás de hermosas palabras.
Según estoy desarrollando el tema, deduzco que el principal signo de carácter de Letizia es porque es excesivamente perfeccionista y controladora.

Al ser tan perfeccionista lleva al extremo todo lo que hace, el deporte, nutrición, cuidados, su familia etc...de ahí deriva todo lo que hace como se comporta y todas estas patologías extremas como son la Ortorexia, Vigorexia etc...
 
Se salta el protocolo y hace lo que quiere muchísimas veces.
Trata a los del servicio con falsa familiaridad, les tutea pero a la vez luego les recrimina. Una arpía estilo Meghan con el servicio. No me sorprende nada.

Doña Letizia y el protocolo: agua y aceite​

En una institución como es la monarquía en la que las tradiciones y el protocolo forman parte de sus cimientos, la aparición de Letizia Ortiz Rocasolano se vio como una amenaza​

Foto: La reina Letizia en una imagen de archivo. (Limited Pictures)
(Limited Pictures)
Núria Tiburcio
Ana Sánchez Juárez
06/04/2018 - 05:00 Actualizado: 09/05/2018 - 13:16

Son las cinco de la tarde de un día cualquiera de no hace mucho. La Reina Letizia se encuentra a bordo del Falcón de Casa Real a punto de llegar a su destino en América. Pero llegan tarde, una tormenta ha hecho que el vuelo se retrase y está preocupada porque no tiene casi tiempo para vestirse y maquillarse en el hotel. Siempre pendiente de su look, la situación la desquicia. El rey Felipe, fiel conocedor de su esposa, le advierte que tiene que saludar y guardar los tiempos cuando aterricen. La experiodista no lo cumple y el monarca la hace volver para seguir el protocolo. "Siempre igual", espeta casi sin vocalizar. Ella sale en las fotos, impecable, esbozando su mejor sonrisa. No es la primera vez que Letizia se salta el protocolo, ni que Felipe VI tiene que recordárselo, sin perder la compostura y en público.

En una institución como es la monarquía, en la que las tradiciones y el protocolo forman parte de sus cimientos, la aparición de Letizia Ortiz Rocasolano se vio como una amenaza. Desde el principio, la esposa de Felipe VI ya demostró que le iba a ser difícil adaptarse a esas normas -muchas de ellas no escritas- que marcan el día a día de los miembros de la familia real. En la mente de la mayoría de españoles todavía resuena aquel "déjame terminar" que le espetó al entonces Príncipe de Asturias el día de su compromiso en El Pardo y ante toda la familia y periodistas.

Aquel fallo hizo que la actitud de Letizia cambiara por completo. Las críticas que se vertieron sobre ella provocaron que diese un paso atrás y perdiera, al menos en sus primeros años de casada, esa naturalidad que desprendía como periodista. Sin embargo, con el paso de los años, la Reina fue cogiendo fuerza dentro de la institución y empezó a aplicar su propio protocolo. Un ejemplo de ello es el Día de la Hispanidad de 2010 cuando, haciendo caso omiso a la etiqueta, que pide vestido corto para las damas, se presentó con un pantalón gris acampanado y una camisa rosa.

Letizia y la etiqueta militar​

En lo que se refiere a su vestuario, y más allá de opiniones personales de si abusa de los minivestidos, una temporada estuvo en el ojo del huracán por sus elecciones para asistir a los despachos militares. La entonces Princesa recibió sonadas críticas por ir vestida de forma demasiado informal a algunos compromisos militares. Incluso miembros del Ejército la han llegado a criticar en público por lo inadecuado de sus atuendos.

Otra norma de protocolo con la que terminó fue la de lucir peineta y mantilla en el amadrinamiento de banderas. Cuando doña Sofía se convirtió en reina, recuperó la vieja tradición de estos complementos y vestir de riguroso negro en los actos relacionados con la Guardia Civil. Desde entonces, tanto ella como sus hijas, las infantas Elena y Cristina, siguieron esta etiqueta en estos eventos. En sus primeros años, Letizia siguió la reglas y en 2005 la vimos en Logroño de negro y con peineta y mantilla. Sin embargo, cuando accedió al trono decidió imponer su propio criterio y ahora luce en este tipo de actos vestido corto y la cabeza despejada.

Más allá de estos hechos puntuales, en los actos diarios Letizia suele tener una actitud que no siempre se adapta al regio protocolo. En ocasiones la hemos visto caminar por delante de su marido; consultar el móvil en pleno acto oficial; maquillarse mientras está hablando con el presidente del Gobierno; no aplaudir cuando toca; verla desconcertada sin saber dónde colocarse en las fotografías de grupo o con otros mandatarios, teniendo Felipe que indicarle cuál es su lugar; o saludar corriendo a la gente para después desaparecer. Así lo hizo este pasado agosto en Mallorca en este vídeo (a partir del minuto 38:00).

Los desplantes 'royal'​

De ejemplos de Letizia haciendo caso omiso del protocolo hay decenas, incluso cuando no se encuentra en nuestro país y las reglas las marca otra Casa Real. Muy reveladora fue una situación que se vivió en la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Tal como estaba establecido, las damas debían entrar al comedor de gala con caballeros que no fueran sus parejasRania pasó con el rey Constantino de Grecia, Mette-Marit con Guillermo de Luxemburgo, etc–, pero a Letizia no le pareció bien y decidió entrar con su marido dejando 'plantados' a quienes tenían asignados.

Pero no siempre las decisiones de la Reina son cuestionables. En una ocasión decidió también saltarse el protocolo, aunque esta vez lo hizo para ir a conversar con una mujer que la esperaba a las puertas del acto al que asistía y que le pidió ayuda porque iba a ser desahuciada. Letizia atendió las peticiones de la ciudadana que le contó su situación y, aunque poco puede hacer ella en este asunto, le brindó su apoyo y su atención.

A pesar de que Letizia parece que no se toma demasiado en serio todo lo relacionado con el protocolo, cuando son otros los que no lo cumplen se molesta. Así lo vimos en 2010 en una visita oficial que realizaron los entonces Príncipes a Perú. Cuando llegaron al Palacio del Gobierno de Lima, Felipe se puso a pasar revista a la Guardia de Honor junto al presidente, Alan García, mientras ella se quedó en un rincón sin saber qué hacer. Algo molesta acudió donde se encontraban los dos hombres y cuando el presidente se dio cuenta del error, pidió disculpas a Letizia, a la que besó en la mano.


Dicen los que han trabajado con ella que Letizia crea con sus empleados "una falsa familiaridad". Sabe los nombres de pila de todos, los tutea, enseguida busca el contacto físico, el apretón de manos, la palmada cómplice y alabar objetos personales, pero que esta cercanía no sabe cómo administrarla. "Tan pronto te pide que le cuentes tu situación familiar como te reprocha un comportamiento y lo liga a una situación personal. No sabe bien dónde está el límite, quiere ser cercana como plebeya que es de cuna y a veces actúa de manera despótica. Su marido, y todos los que hemos trabajado con ella, la llama al orden. Siempre con mucho respeto, pero el rey Felipe VI no se calla", sentencia una persona que trabajó para la familia real casi quince años.

No metas a Meghan en esto. De ella solo son rumores y ahora que esta en California nadie tiene quejas, solo en Inglaterra se quejaban
 
Se salta el protocolo y hace lo que quiere muchísimas veces.
Trata a los del servicio con falsa familiaridad, les tutea pero a la vez luego les recrimina. Una arpía estilo Meghan con el servicio. No me sorprende nada.

Doña Letizia y el protocolo: agua y aceite​

En una institución como es la monarquía en la que las tradiciones y el protocolo forman parte de sus cimientos, la aparición de Letizia Ortiz Rocasolano se vio como una amenaza​

Foto: La reina Letizia en una imagen de archivo. (Limited Pictures)
(Limited Pictures)
Núria Tiburcio
Ana Sánchez Juárez
06/04/2018 - 05:00 Actualizado: 09/05/2018 - 13:16

Son las cinco de la tarde de un día cualquiera de no hace mucho. La Reina Letizia se encuentra a bordo del Falcón de Casa Real a punto de llegar a su destino en América. Pero llegan tarde, una tormenta ha hecho que el vuelo se retrase y está preocupada porque no tiene casi tiempo para vestirse y maquillarse en el hotel. Siempre pendiente de su look, la situación la desquicia. El rey Felipe, fiel conocedor de su esposa, le advierte que tiene que saludar y guardar los tiempos cuando aterricen. La experiodista no lo cumple y el monarca la hace volver para seguir el protocolo. "Siempre igual", espeta casi sin vocalizar. Ella sale en las fotos, impecable, esbozando su mejor sonrisa. No es la primera vez que Letizia se salta el protocolo, ni que Felipe VI tiene que recordárselo, sin perder la compostura y en público.

En una institución como es la monarquía, en la que las tradiciones y el protocolo forman parte de sus cimientos, la aparición de Letizia Ortiz Rocasolano se vio como una amenaza. Desde el principio, la esposa de Felipe VI ya demostró que le iba a ser difícil adaptarse a esas normas -muchas de ellas no escritas- que marcan el día a día de los miembros de la familia real. En la mente de la mayoría de españoles todavía resuena aquel "déjame terminar" que le espetó al entonces Príncipe de Asturias el día de su compromiso en El Pardo y ante toda la familia y periodistas.

Aquel fallo hizo que la actitud de Letizia cambiara por completo. Las críticas que se vertieron sobre ella provocaron que diese un paso atrás y perdiera, al menos en sus primeros años de casada, esa naturalidad que desprendía como periodista. Sin embargo, con el paso de los años, la Reina fue cogiendo fuerza dentro de la institución y empezó a aplicar su propio protocolo. Un ejemplo de ello es el Día de la Hispanidad de 2010 cuando, haciendo caso omiso a la etiqueta, que pide vestido corto para las damas, se presentó con un pantalón gris acampanado y una camisa rosa.

Letizia y la etiqueta militar​

En lo que se refiere a su vestuario, y más allá de opiniones personales de si abusa de los minivestidos, una temporada estuvo en el ojo del huracán por sus elecciones para asistir a los despachos militares. La entonces Princesa recibió sonadas críticas por ir vestida de forma demasiado informal a algunos compromisos militares. Incluso miembros del Ejército la han llegado a criticar en público por lo inadecuado de sus atuendos.

Otra norma de protocolo con la que terminó fue la de lucir peineta y mantilla en el amadrinamiento de banderas. Cuando doña Sofía se convirtió en reina, recuperó la vieja tradición de estos complementos y vestir de riguroso negro en los actos relacionados con la Guardia Civil. Desde entonces, tanto ella como sus hijas, las infantas Elena y Cristina, siguieron esta etiqueta en estos eventos. En sus primeros años, Letizia siguió la reglas y en 2005 la vimos en Logroño de negro y con peineta y mantilla. Sin embargo, cuando accedió al trono decidió imponer su propio criterio y ahora luce en este tipo de actos vestido corto y la cabeza despejada.

Más allá de estos hechos puntuales, en los actos diarios Letizia suele tener una actitud que no siempre se adapta al regio protocolo. En ocasiones la hemos visto caminar por delante de su marido; consultar el móvil en pleno acto oficial; maquillarse mientras está hablando con el presidente del Gobierno; no aplaudir cuando toca; verla desconcertada sin saber dónde colocarse en las fotografías de grupo o con otros mandatarios, teniendo Felipe que indicarle cuál es su lugar; o saludar corriendo a la gente para después desaparecer. Así lo hizo este pasado agosto en Mallorca en este vídeo (a partir del minuto 38:00).

Los desplantes 'royal'​

De ejemplos de Letizia haciendo caso omiso del protocolo hay decenas, incluso cuando no se encuentra en nuestro país y las reglas las marca otra Casa Real. Muy reveladora fue una situación que se vivió en la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Tal como estaba establecido, las damas debían entrar al comedor de gala con caballeros que no fueran sus parejasRania pasó con el rey Constantino de Grecia, Mette-Marit con Guillermo de Luxemburgo, etc–, pero a Letizia no le pareció bien y decidió entrar con su marido dejando 'plantados' a quienes tenían asignados.

Pero no siempre las decisiones de la Reina son cuestionables. En una ocasión decidió también saltarse el protocolo, aunque esta vez lo hizo para ir a conversar con una mujer que la esperaba a las puertas del acto al que asistía y que le pidió ayuda porque iba a ser desahuciada. Letizia atendió las peticiones de la ciudadana que le contó su situación y, aunque poco puede hacer ella en este asunto, le brindó su apoyo y su atención.

A pesar de que Letizia parece que no se toma demasiado en serio todo lo relacionado con el protocolo, cuando son otros los que no lo cumplen se molesta. Así lo vimos en 2010 en una visita oficial que realizaron los entonces Príncipes a Perú. Cuando llegaron al Palacio del Gobierno de Lima, Felipe se puso a pasar revista a la Guardia de Honor junto al presidente, Alan García, mientras ella se quedó en un rincón sin saber qué hacer. Algo molesta acudió donde se encontraban los dos hombres y cuando el presidente se dio cuenta del error, pidió disculpas a Letizia, a la que besó en la mano.


Dicen los que han trabajado con ella que Letizia crea con sus empleados "una falsa familiaridad". Sabe los nombres de pila de todos, los tutea, enseguida busca el contacto físico, el apretón de manos, la palmada cómplice y alabar objetos personales, pero que esta cercanía no sabe cómo administrarla. "Tan pronto te pide que le cuentes tu situación familiar como te reprocha un comportamiento y lo liga a una situación personal. No sabe bien dónde está el límite, quiere ser cercana como plebeya que es de cuna y a veces actúa de manera despótica. Su marido, y todos los que hemos trabajado con ella, la llama al orden. Siempre con mucho respeto, pero el rey Felipe VI no se calla", sentencia una persona que trabajó para la familia real casi quince años.

Si el Felpudo realmente le llamara la atención, ella no haría tantos desplantes ni se saltaría el protocolo cada 5 minutos.
 
Gracias @Madrilera , estos son artículos muy interesantes que deben leerse con atención.

Y yo que desde el 2003 pensé que esta señora era simplemente una ruda, altanera trepadora social, con una nariz fea, arrugas a paréntesis a los costados de sus labios increíblemente profundas, pocas ganas de aprender a comportarse como el mundo royal requiere, con un carácter malo y el enfermizo deseo de sobresalir en cualquier lugar y con cualquier, llena de mala voluntad hacia el mundo y empeñada en reparar agravios imaginarios.
Y decidida a gastar el dinero de los contribuyentes sin dar nada a cambio, en el tema del comportamiento cortés y cívico.

En cambio descubro que Letizia Ortiz tiene serios problemas psiquiátricos, que los periodistas esconden detrás de hermosas palabras.
Letizia no es ninguna loca. Es una trepa de manual que se comporta como le da la gana.
 
El doctor Antonio de la Fuente fue el que le operó su nariz en 2008. Le limaron un poco el saliente de su caballete, pero la punta de la nariz quedó perfecta, algo difícil de hacer», puntualiza el médico. Que se plegó solo la oreja derecha, no las dos. Todo costó unos 20 mil euros.

La princesa no se tocó el mentón, como se ha llegado a publicar; es decir, no se ha operado también la barbilla. «Es una intervención mucho más violenta y no hay rastro de ella. Esa zona apenas le ha cambiado en 10 años.
rinoplastia leti

Telecinco
A la izquierda la nariz vieja de Letizia, curvada, de pico de águila, de bruja de cuento, con un arco enorme. A la derecha cómo le rompieron el tabique nasal para hacérselo recto. "Justificaron la rinoplastia por motivos de salud. Pero se hizo el mentón para dulcificar su expresión. Y se hizo la oreja derecha. Imágenes como estas hicieron saltar todas las alarmas. La novedad nunca explicada es que Letizia tenía oreja de soplillo, como Dumbo, pero sólo una, la derecha. Telecinco explica con fotos que se hizo una autoplastia.

Después de esta operación, que que la primera, se hizo adicta a la cirugía y retoques.

Después se plegó las orejas con este mismo doctor, porque las tenia de soplillo.
como su hermana Telma.

Otoplastia (Cirugía de Orejas)​

La Otoplastia se realiza generalmente para corregir orejas grandes o crear o restaurar el pliegue central de las orejas prominentes o en soplillo. La extensión de la cirugía dependerá de qué cambios son necesarios o deseados por el paciente y cirujano.
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Dr. Antonio de la Fuente González

Director del Departamento de Cirugía Plástica de Hospital Nuestra Señora del Rosario​

Jefe de Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario
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Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Doctor en Medicina y Cirugía con calificación de sobresaliente “Cum Laude” por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora por dicha Universidad Complutense
La princesa Letizia Ortiz, no se ha tocado el mentón, como se ha publicado. Le gustan más los tratamientos de belleza y rejuvenecimiento menos agresivos, que no la cirugia estetica.
Letizia Ortiz Cirugia Estetica

Letizia Ortiz Cirugia Estetica

Letizia Ortiz y su cambio físico​

El Dr. Mato Ansorena comenta su opinión sobre los evidentes cambios de la princesa en www.elmundo.es.

Según el Dr. Mato Ansorena, Letizia es más amiga de la medicina estética en los que se incluyen tratamientos de rejuvenecimiento facial menos agresivos y destaca los buenos resultados de los tratamientos a los que se ha sometido.

Una de las cosas que los españoles le echan más en cara, y nunca mejor dicho, a Doña Letizia son sus constantes cambios de imagen, unos cambios bastante radicales en el rostro a tenor de estas dos imágenes con una década de diferencia. Que la Princesa de Asturias pasase por quirófano en 2008 para someterse a una rinoplastia (por «motivos de salud», deslizó Zarzuela) denota, para muchos, una falta de naturalidad necesaria en una futura Reina consorte. Algo que le sobra a Máxima de Holanda, una mujer de la misma edad con sus consecuentes arrugas y curvas.

En cualquier caso, cabe alabar que Letizia cuide su apariencia física; ella es imagen de España y hay que admitir que no es tan amiga de la cirugía estética como se cree. Lo es más de la medicina estética, con tratamientos de belleza y rejuvenecimiento mucho menos agresivos. La princesa se arregló la nariz «posiblemente por un complejo suyo, ya que nadie había reparado en esa pequeña imperfección», sostiene el cirujano plástico Javier Mato Ansorena, que celebra el «buen trabajo» de su compañero Antonio de la Fuente en la faz de Letizia.

«Le limaron un poco el saliente de su caballete, pero la punta de la nariz quedó perfecta, algo difícil de hacer», puntualiza el médico. La princesa no se tocó el mentón, como se ha llegado a publicar; es decir, no se ha operado también la barbilla. «Es una intervención mucho más violenta y no hay rastro de ella. Esa zona apenas le ha cambiado en 10 años». «Es una intervención mucho más violenta y no hay rastro de ella. Esa zona apenas le ha cambiado en 10 años».

Letizia «podría haberse inyectado Bótox en la cola de las cejas para elevar su mirada» y posiblemente haya rellenado sus arrugas «con vitaminas y ácido hialurónico», los procedimientos estéticos más habituales. «El resultado, en cualquier caso, es perfecto. Ha envejecido muy bien. Sin embargo, a mi juicio no necesitaba operarse ni pincharse nada. Ella es muy bella y tiene una personalidad arrolladora, cualidades suficientes»

Pero Telecinco no sólo hace la comparativa del antes y el después. Busca en la hemeroteca el día que la reina apareció inflada recién operada para viajar a Japón el año 2017. La cara hinchada por las jeringas de bótox da miedo.
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Si el Felpudo realmente le llamara la atención, ella no haría tantos desplantes ni se saltaría el protocolo cada 5 minutos.

Personalmente siempre critico la falta de profesionalidad de “la casa”. Tener un buen equipo de RRPP y de protocolo (hoy también de gestión de redes sociales) ayuda mucho.

Si mañana yo resulto elegida ministra, pues habrá funcionarios del ministerio que trabajan allí de siempre que me guiarán.

El efecto “leididí” fue demoledor. Querer romper con las normas por “parecer cercana” es ridículo. Si eres cercana, te verás cercana. No hace falta que vayas a besar a niños y ancianos como cualquier candidato electoral en campaña. No tienes que hacer campaña porque… ¡oh! ¡Sorpresa! ¡Nadie te tiene que votar!.

Y nadie la obligó. Eso me molesta muchísimo. Esa gente que cuando entra en las casas reales dice que son una jaula y que necesitan libertad, que se sienten controlados ¿per-do-na?… como funcionaria del estado se pone mi DNI en el ordenador y sale toda mi vida. Si quiero irme de vacaciones tendré que lidiar con operaciones salida, retorno, temporada alta. Todo lo que haga también estará criticado (o no) por mi entorno. Si tengo un negocio, si no me lo curro, me irá mal.

Pero es que si encima, tooooodo lo que tienes, viene por nacimiento, no puedes quejarte y cambiar el funcionamiento de esa empresa.

A ver… vale que ya no hace falta que un funcionario “certifique visualmente” que el matrimonio ha sido consumado. ¿Por qué? Pues porque si hay dudas, prueba de ADN del retoño y ya.

Pero ¿el resto?. Solo se les pide buena representación porque es monarquía parlamentaria. No hay ni que pensar. Te lo da hecho el gobierno. ¡Un chollo!.

Pues eso: no la cagues. Haz caso. No llames la atención para mal. Si hay que rezar, se reza. Si hay que llevar mantilla, se lleva. Si hay que dejarse ver, se deja ver. Y la vida que lleváis, eso son vacaciones para prácticamente el total de la población mundial: salir arreglados y saludar sin tener que quitar la mesa, poner el lavaplatos, lavar la cocina, apuntar lo que hay que comprar, ir al súper y elegir el mejor producto calidad/precio, poner gasolina y llorar por el precio…

Que eso que llaman “tareas de despacho” es LEER lo que otros te han preparado. ¡ L-E-E-R !

Luego, pues procurar no meter la pata.

Pero ¡claro!, somos un país difícil. No como gobernar Turquía o México, que está tirao.
 
Este articulo está muy bien le confiere un aura de frivolidad tantas operaciones que se ha hecho que contrastaría frontalmente con esa mujer profesional y plebeya, mostrar preocupaciones más propias de una modelo o de una actriz que de una profesional comprometida.

La prensa europea la denomina Surgeryvictim según todos los psicólogos, los que la padecen muestran una personalidad insegura con desórdenes conductuales y emocionalmente inestable que desgraciadamente es lo que menos conviene a un rey que está aguantando carros y carretas. Es una Victima de la cirugía, una adicta a ella.

Yo creo que en el fondo lo que deseaba es ser tan perfecta físicamente como las modelos y después posar como ellas. De ahí que ha posado como modelo de su amiga británica de la que lleva el anillo abrebotellas del que no se separa.

Leti ha posado como modelo con este anillo, que es el único que lleva. No veo bien que Letizia pose de modelo para la venta de una anillo, siendo reina de España, por muy amiga que sea de esta Británica Karem Hallam que puede ser amiga de Gavin, Telma y Marcus. Que cuesta 110 euros en plata y 1100€ en oro.

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La operación estética más desconocida de la reina Letizia​

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Nunca ha salido a la luz una operación estética que la reina se habría hecho en su primer año de princesa. La rinoplastia y la mentoplastia son las operaciones más evidentes de Letizia Ortiz, pero esta primera operación si bien es poco perceptible habría marcado su imagen de una forma contundente.
REINA LETIZIA ESTÉTICA OTOPLASTIA MENTOPLASTIA
No es ningún secreto que la reina Letizia no se parece nada físicamente a la chica –periodista de TVE– que se casó con el ahora rey Felipe VI.
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Lo más obvio –aunque no lo reconozca públicamente– son las operaciones estéticas a las que se ha sometido: la rinoplastiacorrección de nariz y la mentoplastiarebajado de barbilla–, que han convertido su perfil de Brujilda en dulce Blancanieves, tal y como puede verse en las fotografías de sus primeros años de princesa.
En relación a ello, se suele repetir mucho que "estaba mucho más guapa cuando salía en el telediario" y que "estaba más natural". Algo que resulta falso en una doble lectura. A la gente le gustaba más porque en la televisión se tenía de ella una vista exclusivamente frontal, donde no se apreciaba ni su nariz ganchuda ni su barbilla prominente, que fue lo primero que se ha retocado, tal y como se aprecia en la famosa fotografía que recoge su primera comparecencia juntos, cuando todavía era secreto y se saludaron con motivo de los premios Príncipe de Asturias.


Pero el segundo engaño radica en que no estaba natural, porque ya en el telediario estaba retocada. No hay más que ver los labios que exhibía entonces en la televisión, que hoy no ha vuelto a rellenar tanto, y también ya se había hecho una primera operación de pecho (la segunda no sabemos si ha existido o es consecuencia de esos sujetadores de Betty Boop que se pone).
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Letizia Ortiz, presentadora de TVE.
Por lo demás, todo el mundo que la observa con cierto detalle ha constatado que a veces sorprende con looks faciales extraños: cejas mefistofélicas, ojos achinados, pómulos más abultados de la cuenta, barbilla más o menos redondeada ... aunque eso no parecen operaciones estéticas, sino tratamientos de láser, inyecciones de relleno tipo ácido hialurónico, hidroxiopatita cálcica, colágeno... Todos los avances para poner su piel más tersa y más joven. De hecho, a veces parece la hija de la que se casó con el príncipe.
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Letizia Ortiz.
Sin embargo, hubo una operación que se habría hecho casi recién casada con el rey Felipe VI, que habría pasado desapercibida... Una operación que jamás sale entre la retahíla de operaciones que se atribuyen a Letizia, cada vez quizás más hermosa, pero de rostro más chocante.
Porque si repasamos algunas fotografías antiguas, y siendo un poco perspicaces se percibe que los primeros meses de princesa tenía algo que ha desaparecido. Existen muy pocas fotos de entonces donde la melena se despegue de sus sienes, pero cuando sucede vemos claramente unas orejas dumbiles o "de soplillo".
orejas despegadas de la Reina


Detalles de las orejas de Letizia Ortiz.
De hecho, es muy difícil encontrar fotografías que lo muestren porque en la inmensa mayoría de ocasiones, evitaba el pelo recogido. Los apósitos volantes desaparecieron por arte de magia porque se habría sometido a una otoplastia, o lo que se conoce más comúnmente como "pegarse las orejas". Algo que habría cambiado su imagen y le permitiría lucir moños y recogidos de forma más lucida.
Los medios cortesanos niegan esta operación –también las otras– e indican que simplemente sabe peinarse para ocultar el defecto. Dejamos que los lectores de MUNDIARIO vean las fotos y juzguen. Lo que sí es cierto es que tenia la oreja derecha más despegada que la izquierda y hoy cuando enseña alguna, siempre es la izquierda.
Otras operaciones desconocidas
No sabemos si ha habido otras operaciones menos evidentes, pero es más que posible dada la adicción de la reina española a este tipo de intervenciones ya lleve unas cuantas más que engrosarían una larga lista. Una mujer, por cierto, que no lo habría necesitado. Esto le confiere un aura de frivolidad que contrastaría frontalmente con esa mujer profesional y plebeya que "traería una bocanada de aire fresco a la monarquía y la conectaría con el pueblo", al mostrar preocupaciones más propias de una modelo o de una actriz que de una profesional comprometida.

La médico estética de moda Sonia San Julian, de la Clínica Mética de Málaga, al que acuden muchas celebrities, evita pronunciarse sobre la reina española pero afirma que "Los retoques en manos de profesionales siempre perfeccionan el rostro de la mujer y debe primar la armonía y la naturalidad, para que no hagan perder nunca la identidad". Algo que absolutamente ha perdido Letizia Ortiz hace mucho tiempo.
Considerada por la prensa europea una surgeryvictim, según todos los psicólogos, los que la padecen muestran una personalidad insegura con desórdenes conductuales y emocionalmente inestable que desgraciadamente es lo que menos conviene a un rey que está aguantando carros y carretas. Un rey con veinte flancos abiertos y el bastón en casa, en el que debería apoyarse, pensando probablemente en su siguiente operación. @mundiario
Dolo Hidalgo

DOLO HIDALGO
Colaboradora.
La autora, DOLO HIDALGO, es colaboradora de MUNDIARIO. @mundiario
 

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Es la reina de.... los postizos jeje. Implantes y postizos de pelo, pestañas postizas, sujetadores con relleno, culo postizo, tacones con alzas interiores etc...
Tiene poco pelo y sufre Alopecia Nerviosa. En 2016, concretamente, el diario La Razón informó de que sufría alopecia nerviosa y, para evitar quedarse calva, recibía un caro tratamiento de 2.400 euros Cifra que conforma el precio que tienen las cuatro consultas que la Reina tendría con el Doctor Jaén de Madrid, uno de los dermatólogos más prestigiosos de España.

No sorprende nada ya de la multi-operada reina de España: se ha puesto bótox, se ha operado la nariz y la cara y se pone pestañas de mentira. Si tiene el pelo muy fino, se pone peluca. Pilar Eyre reveló que Juan Carlos lleva bisoñé en el cogote Letizia también.


¿Lleva la reina Letizia pelo postizo?: la imagen que sacude las redes​

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Se ve claramente que todo el pelo de atrás es una peluca que le da volumen.
Domy I. Navas
22/12/2020 - 18:04

El delicado pelo de la reina Letizia es un tema que persigue a la mujer de Felipe VI desde hace años. En 2016, concretamente, el diario La Razón informó de que sufría alopecia nerviosa y, para evitar quedarse calva, recibía un caro tratamiento de 2.400 euros a manos del Doctor Jaén de Madrid, uno de los dermatólogos más prestigiosos de España.

Pues bien, los rumores sobre la debilidad de su cabello parecen haber aumentado en las últimas horas, sobre todo a raíz de las imágenes de su encuentro de este lunes con el poeta Joan Margarit, a quien los Reyes entregaron el Premio Cervantes en Barcelona.

En las instantáneas se aprecia un detalle en la parte superior de la cabeza de la consorte asturiana que la periodista Pilar Eyre identifica con un postizo, utilizado para dar mayor volumen a la melena y que se suele disimular con una diadema. "Amigos, muy importante: mis sospechas se han confirmado. ¡Letizia lleva un postizo en la parte posterior de la cabeza! !La foto, mirad la foto!", escribe en Twitter la especialista en información de la Casa Real
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Secretos de Reina: Los ‘postizos’ de Letizia​

27 agosto, 2020 - 12:00
Ya se sabe que no es oro todo lo que reluce y los moños y recogidos de la Reina no siempre se hacen por obra y gracia de su corta melena, si no que su peluquera, Luz Valero, tiene que echar mano muchas veces de postizos o extensiones de cabello para crear los moños y los recogidos que lleva Letizia, sobre todo en las ocasiones más formales. Realizar esos trabajosos peinados es casi imposible sin ellos. Pueden ser moñetes, trenzas postizas que se integran con su pelo o simplemente mechones para dar volúmen y que ayudan a hacer el peinado. Hemos fichado éstos..

7Trenzas postizas​

trenzas-postizas

Es imposible que el pelo corto de Letizia de para hacer esas trenzas, por mucha pericia que tenga su peluquera. En este caso se han usado o bien trenzas postizas de cabello natural o bien mechones de extensiones de cabello para realizar con ellos el trenzado. El volumen en la parte de abajo, fruto de retorcer esas trenzas, también lleva pelo artificial

6Extensiones de pelo natural​

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La peluquera de Letizia usa normalmente estas extensiones para trenzar o dar volumen al pelo de la Reina. Aquí la vemos con otro trenzado distinto.

5Moñete y trenza​

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Aquí es donde más se nota la trenza postiza o la extensión. También lleva pelo extra en el moñete.

4¿Sí o no?​

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Con este recogido que Letizia llevó al Día de la Hispanidad no lo tenemos muy claro. Su pelo es lo suficientemente largo para hacer ese peinado, pero…

3Moño postizo en los Príncipes de Asturias​

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Aquí también se puede apreciar claramente que Letizia lleva un moño postizo, integrado, eso sí, a la perfección con su propio cabello.

2Secretos de Reina: Los ‘postizos’ de Letizia​

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Ya se sabe que no es oro todo lo que reluce y los moños y recogidos de la Reina no siempre se hacen por obra y gracia de su corta melena, si no que su peluquera, Luz Valero, tiene que echar mano muchas veces de postizos o extensiones de cabello para crear los moños y los recogidos que lleva Letizia, sobre todo en las ocasiones más formales. Realizar esos trabajosos peinados es casi imposible sin ellos. Pueden ser moñetes, trenzas postizas que se integran con su pelo o simplemente mechones para dar volúmen y que ayudan a hacer el peinado. Hemos fichado éstos..

1Moño postizo​

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En el día de la entrega del Premio Cervantes, la Reina lleva claramente un moño postizo, como puede verse. El secreto consiste en que el color sea exacto y en la colocación, que debe fundirse con su propio pelo.

Coleta postiza también.

El truco de la reina Letizia, descubierto: "Esta cola es postiza", según Pilar Eyre​

Para lucir una coleta más larga y con más volumen, la reina Letizia ha utilizado postizo, algo de lo que se ha percatado nuestra bloguera Pilar Eyre​

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Según estoy desarrollando el tema, deduzco que el principal signo de carácter de Letizia es porque es excesivamente perfeccionista y controladora.

Al ser tan perfeccionista lleva al extremo todo lo que hace, el deporte, nutrición, cuidados, su familia etc...de ahí deriva todo lo que hace como se comporta y todas estas patologías extremas como son la Ortorexia, Vigorexia etc...
Lo siento estimad@ @Madrilera , pero la ansiedad de alcanzar la perfección me parece - me parece, no soy psicoterapeuta - ya un problema psiquiátrico.
La necesidad de mantener el control llevada al límite, también.
Pero, PERO, revisar el lápiz labial frente al Primer Ministro no tiene nada que ver con las ansiedades de la dama. Es pura y simple descortesía.
Usar ropa sexy es pura provocación.
Entiendo que esta señora tiene grandes problemas y que necesita un equipo de muy, MUY buenos psicoterapeutas, pero la ansiedad de control no tiene nada que ver con la descortesía que muestra esta señora cada vez que sale de casa.

Ella es grosera, altiva, altiva sin peros. Y una buena cura podría ser traerla de vuelta a donde vino y dejarla allí saecula saeculorum.
 
Letizia no es ninguna loca. Es una trepa de manual que se comporta como le da la gana.
Estoy parcialmente de acuerdo, estimad@ @Maribella .

Creo firmemente que tiene problemas psicológicos, por no hablar más allá de eso, que deberían haber sido tratados hace años. Luego, a estos problemas se suman su flagrante falta de educación, su falta de respeto por todo y por todos, menos por ella misma.
Esta mujer es simplemente, en mi opinión, un catálogo ambulante de dolencias psicológicas, a las que hay que sumar su enorme ego. Todo gira en torno a ella, es la reina y todo se debe a ella.
 
Le pillaron con el postizo de culo, vaya vergüenza.

Letizia y su pandero de quita y pon​

En plena resaca de los Oscar y el drama de Corinna, llegan las revistas.​

Chic
25/2/2013 - 09:32

Sálvame es la más atrevida, como es habitual: asegura que Letizia tiene un culo de quita y pon, y que la princesa utiliza el truco de cambiar la talla de sus posaderas según le conviene resaltarlo o no. Con postizo, o sin postizo. Dice la revista que el pasado 19 de febrero, en la gala de los Premios Nacionales de Cultura, dejó entrever un cambio notable en su figura, un trasero más voluminoso que apenas cuatro días antes, cuando se dejó ver por última vez con su habitual figura esbelta.

La revista, extrañada, se puso en contacto con dos expertos en estética y moda para saber qué técnica habría seguido Letizia para sus renovadas curvas: según los cirujanos. Letizia habría recurrido a implantes de silicona, que "ofrecen un resultado más natural. El postoperatiorio es largo y las pacientes deben mantener reposo en cama durante siete días". Según la blogger Andrea Suárez, "el postizo realza el glúteo y es apto tanto si llevas falda como si eliges pantalón". Por tanto, concluye Sálvame, es la técnica usada por Letizia para realzar su trasero.

¡Qué culito el de Letizia!​

24 DE OCTUBRE DE 2008
Desde que se ha operado de la nariz, la Princesa está más suelta. Es como si se hubiera quitado un complejo de encima.
Con lo que eso libera.
Y ella se ha liberado -eso parece- y se ha puesto a marcar anatomía.
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¡Qué curvas! y ¡Qué culito! decían anoche mis compañeros cuando vieron esta foto. Algunos creen que se lo ha operado también.
¡Qué tontería! Como que no saben que con una falda estrecha el menor doblez de una pierna saca un culito molón depende de cómo se ponga. Y ella se puso, porque lo sabe -como todas- y le saca partido.
¡Cómo se va a operar el culo! Ya lo tenía así, lo que pasa es que va tan discretita ella siempre, que no hace notar ni su trasero ni las curvas que lo acompañan.
Yo todavía me acuerdo del tipazo que le hacía aquel fantástico vestido largo rojo, de Lorenzo Caprile, que llevó a la boda de los herederos de Dinamarca. O de los vestidos que ha llevado este verano en los que también se embutía.
Al margen de anatomías rimbombantes, a mí me da que ella está encantada con su nariz. Se ríe más y se mueve más suelta allá por donde va. Y si ahora se ve mejor pues lo explota. Y el Borbón lo aprovecha.

¿Qué le pasa al Culo de la Princesa Letizia? LuJo 17 junio 2009​

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Esta foto, de la última cumbre hispano-francesa, enojó a S.A.R la Princesa Letizia después de ser portada en diarios de tirada nacional. La verdad, no entiendo el motivo puesto que sale favorecida al compararse con Carla Bruni.
(Ejem, ejem...todavía estoy esperando la foto del perfil de Sarkozy vs. Príncipe Felipe ¿¿¿quién ganaría???)

A ver, a ver,..., lo importante es el culo de Letizia. Hay semanas que "tiene" y otras "desaparece".
1. Aquí es escaso....

2. Aquí apenas se aprecia...

3. Aquí se confunde con uno de sus brazos..., por el ángulo de la foto.

¡¡¡¡¡Tachán!!!!!......, pero en la última recepción de los Reyes su glamourosa falda de raso ha descubierto el secreto mejor guardado. "De repente" sus posaderas se han convertido en unas maravillosas curvas dignas de toda una sex symbol.
He aquí la prueba que ha publicado la mismísima revista del saludo (Hola):

La noticia es que "el Secreto" está al alcance de los humildes mortales por unos 50€.



Con estas eróticas prendas seguro haremos estremecer el deseo masculino. ¡¡Bravo!!

Fotos: Bruno Press

Actualización septiembre 2013:

La siguiente portada de una revista nacional muestra la última tendencia de Letizia y sus reales posaderas...
 
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