Mi pareja se enfada y no me habla: por qué ocurre y qué hacer.

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Mi pareja se enfada y no me habla: por qué ocurre y qué hacer.

Una relación de pareja que se mantiene en el tiempo va a experimentar, tarde a temprano, algún tipo de conflicto. A pesar de que a casi nadie le resultan agradables, en realidad su existencia es sana, ya que permite expresar emociones y pensamientos y negociar pautas de actuación y puntos intermedios.

Ahora bien, es necesario saber cómo gestionarlos, y ello puede no resultar tan fácil. En ello influyen las experiencias de pareja previas, los diversos estilos a lo la hora de gestionar problemas o incluso diversos rasgos de personalidad.

Algunas personas por ejemplo se encuentran que tras una discusión con su pareja esta se enfada y no le habla. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo reaccionar? A lo largo de este artículo vamos a intentar dar algunas respuestas a estas cuestiones.

La ley del hielo: se enfada y no me habla
En todas las relaciones, y especialmente en las de pareja, es relativamente frecuente que por algún motivo aparezcan conflictos, pequeñas riñas y disputas, en que ambos miembros de la pareja terminan enfadándose.

En algunas personas, una discusión conlleva que una de las partes deje de hablarse con la otra y la ignore. Cuando es empleada de manera voluntaria, esta manera de proceder recibe el nombre popular de la ley del hielo.

Se trata de pauta de actuación en la que la persona que se enfada deja de hablar con la otra durante un tiempo, durante el que es posible que no solo exista un silencio a nivel conductual sino que el sujeto que lo practique se aisle mental y emocionalmente. La ausencia de comunicación puede ser completa, o bien limitarse a respuestas cortas, secas e incluso monosilábicas. Asimismo es probable que además del silencio se produzcan contradicciones entre comunicación verbal y no verbal.

Esta conducta, con grandes semejanzas con el fenómeno del ghosting, puede tener diferentes objetivos y que nace en parte de una personalidad que puede ser o bien inmadura o bien surgir de un intento de suprimir la reacción emocional que surge en uno mismo o en la pareja. Puede ser empleada de manera defensiva o agresiva (bien para protegerse de un daño procedente del otro o para provocarlo en el otro).

Por norma general suele emplearse sólo mientras dura un conflicto o durante un periodo de tiempo posterior más o menos corto, pero en ocasiones la incomunicación puede permanecer durante períodos prolongados.

Esta manera de actuar es en realidad altamente desadaptativo porque va a generar dolor e insatisfacción, y de hecho se ha observado que contribuye a deteriorar la satisfacción con la relación y el vínculo de pareja. Además, tampoco permite trabajar sobre los aspectos que han generado el enfado, con lo que el motivo del conflicto puede permanecer latente.

Algunas causas habituales de esta reacción
Tal y como hemos visto, no hablar a la pareja tras enfadarse con ella puede obedecer a muy diversas motivaciones. Entre ellas, algunas de las más usuales son las que siguen.

1. Autogestionar las propias emociones
Una de las causas de tipo defensivo de este tipo de conducta es la que se produce cuando el sujeto que ignora no se ve capaz de hacer frente a las emociones que suscita la discusión o la presencia de la pareja con la que acaba de discutir.

En estos casos el sujeto busca un escape o evitación a unas emociones que no sabe cómo gestionar adecuadamente, sea por miedo a hacer o decir algo que perjudique la relación o que le haga tener que ceder en algo en lo que no está dispuesto a hacerlo. Suele ocurrir en personas muy racionales y poco conectadas con sus emociones, o bien en aquellas altamente emocionales pero con dificultades para gestionarlas.

2. Cesar una discusión dolorosa
A veces que uno de los miembros de la pareja deje de hablar al otro tras enfadarse tiene como objetivo intentar terminar con la discusión. En este caso estamos ante una conducta defensivaque no permite resolver lo que ha causado el conflicto, aunque puede buscar retomar la conversación en una situación de mayor calma o bien tras preparar algún tipo de argumentación.

3. Búsqueda de petición de perdón
En algunos casos el cese de la comunicación persigue una restitución o compensación por parte del otro, generalmente a modo de petición de perdón. Se trata de una posición agresiva que busca modificar la actuación del otro. Se asemeja en gran medida al siguiente punto, con la diferencia que en este caso no se busca en realidad hacer daño porque sí sino que el otro se de cuenta de que el sujeto considera que se le ha generado un cierto nivel de malestar.

4. Manipular la conducta
Otra de las causas más habituales de esta conducta es un intento por parte del que ignora de conseguir lo quiere. El silencio se hace incómodo y doloroso para que el que lo recibe, que puede llegar a sentirse mal y modificar su conducta con el fin de contentar al otro.

Estamos en el fondo ante un tipo de comportamiento con tintes de violencia psicológica en que uno de los miembros puede llegar a verse impelido a hacer algo que no quiere hacer, de tal modo que se coarta la libertad personal.

5. “Castigar” al otro
Otra de las causas de que aparezca la ley del hielo es un intento de hacer daño al otro a modo de castigo o sanción por una posible afrenta, sea ésta real (una discusión o una infidelidad confesada o real) o imaginada (por ejemplo por celos). En este caso estamos ante una conducta de características un tanto inmaduras que no permite un avance y una resolución del conflicto, además de poder revestir características abusivas en algunos casos.

Efectos sobre quien padece este tipo de hostiliad
El hecho de que tu pareja se enfade y no te hable suele generar una afectación a quien lo sufre, independientemente de cual sea el objetivo del que ignora. Por norma general la persona se va a sentir rechazada, algo que puede generar dolor y sufrimiento. Y es que ser ignorado por alguien a quien queremos es un motivo de estrés.

Este dolor puede llegar incluso a ser físico: no es infrecuente que puedan aparecer cefaleas, dolor cervical o molestias intestinales. Asimismo es posible que puede aparecer sentimientos de culpa, problemas de sueño y alteraciones vasculares y de la tensión arterial. Incluso en algunos casos pueden aparecer desregulaciones endocrinas y cambios en los niveles de glucosa.

Además de lo anterior pueden aparecer problemas de rendimiento y ejecución debido a la preocupación que esta conducta puede generar, así como desmotivación y pérdida de ganas de hacer cosas. También puede llegar a generar enfado y rencor contra el que nos ignora, así como perder algo de ilusión para con dicha persona e incluso replantearse algunos aspectos de la relación o la conveniencia de mantenerla o no.

Una forma de abuso
Hasta el momento hemos hablado de diferentes motivos por los cuales uno de los miembros de la pareja deja de hablar con el otro producto un enfado, que puede ser desde un intento de darse un tiempo para gestionar las propias emociones hasta una forma de castigo por algún tipo de agravio percibido (sea o no real).

Sin embargo, hay ocasiones en que se produce un cese o disminución de la comunicación de la pareja de forma activa no en el contexto de un conflicto puntual, sino como un mecanismo de control que se utiliza de manera constante a lo largo de la relación.

Dicho de otro modo, hemos de tener en cuenta que aunque puede ser utilizada de manera puntual sin tener como un objetivo real hacer daño, puede ser una de las expresiones de la presencia de abusos psicológicos. Y es que en el fondo, si se hace intencionalmente estamos ante un tipo de violencia pasiva hacia la pareja que busca manipularla o vejarla a través de su invisibilización.

En estos casos estaríamos ante el uso de la presencia o ausencia de comunicación como instrumento utilizado de manera habitual para hacer sentir al otro poco importante.

Se pretende en estos casos hacer un daño y poner a la pareja en inferioridad de condiciones: el silencio tiene como objetivo vejar al otro fingiendo que no existe o que lo que piensa o diga no es importante de cara a moldear su comportamiento de tal manera que haga lo que el sujeto desea o simplemente con el fin de hacerle sufrir para mantener una dominancia sobre él o ella.

Cómo reaccionar ante esta situación
Encontrarse en esta situación puede ser altamente frustrante y es posible que no sepamos qué hacer. En este sentido, resulta recomendable en primer lugar procurar no responder con la misma conducta ya que ello puede llegar a conducir a una escalada simétrica del conflicto, un empeoramiento de la situación y un deterioro de las relaciones.

Cabe preguntarse en primer lugar por las causas del enfado o el motivo que pueda haber generado que la pareja deje de hablarnos. Se trata de intentar ver las cosas desde la perspectiva del otro, aunque el hecho de que nos ignore nos genere rabia o malestar, de cara a comprender por qué puede estar reaccionando así. Del mismo modo también hay que valorar si nuestra propia conducta puede ser responsable de ello, y en caso afirmativo intentar reparar el posible daño causado.

Resulta fundamental intentar aproximarse al otro de forma positiva e intentar hacer ver que la falta de comunicación está provocando sufrimiento en nosotros, así como que dificulta la resolución del conflicto. Se trata de favorecer una comunicación que permita a ambos miembros expresar lo que sienten y piensan de forma libre y sin miedo.

Ahora bien, no es necesario ser excesivamente insistente: en ocasiones puede ser necesario dejar que el otro sujeto reflexione sobre la situación. Forzar las cosas puede resultar contraproducente.

También hay que tener en cuenta que debemos respetarnos a nosotros mismos, y en el caso de que la conducta persista y nuestros intentos resulten infructuosos durante un tiempo puede ser necesario poner límites respecto a lo que estamos dispuestos a tolerar. Es incluso posible replantearse incluso los términos de la relación. Asimismo hemos de ser capaces de alejarnos de la situación y verla en perspectiva, con el fin de que no nos provoque sufrimiento o reducir su impacto.

En caso de dinámicas abusivas y tóxicas que pretenden manipular al ignorado y hacerle daño sin más, no resulta adecuado ceder dado que ello puede dar pie al uso de este método como dinámica para lograr los propios propósitos. Asimismo también es necesario poner límites y alejarse de este tipo de relaciones.

Puede ser de utilidad en algunos casos plantearse acudira ayuda profesional, como por ejemplo terapia de pareja, o bien terapia individual para uno o ambos miembros. También fortalecer nuestras habilidades comunicativas y la gestión de emociones puede ser de gran utilidad.

Referencias bibliográficas:
  • Dahrendorf, R. (1996). Elementos para una teoría del conflicto social. Madrid: Tecnos. p. 128.
TÓPICOS
https://psicologiaymente.com/autores/oscar-castillero-mimenza
Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

https://psicologiaymente.com/pareja/se-enfada-y-no-me-habla
 
Esto en psicología se conoce como el "tratamiento de silencio" y se considera maltrato. Si te lo hacen en un trabajo es mobbing (no recuerdo ahora a partir de qué día, croe que era el tercero, pero vamos: es una forma de maltrato psicológico).

Con estas personas sólo hay una solución: cortar de raíz porque sino acabarás loco. Es la teoría del doble vínculo de Gregory Bateson: te digo que te quiero pero con mis acciones te demuestro lo contrario. Vendría a ser eso del "una de cal y otra de arena". Es lo que más desquicia a la víctima porque nunca sabe cómo va a actuar la otra persona.

Yo esto lo viví durante mucho tiempo: cada día era un misterio, nunca sabías con qué pie se levantaría esa persona, y muchos días se levantaba con el pie izquierdo, cargando contra todo y todos, insultando, dando portazos y amargando la vida de todo cristo. Y le podía durar una semana entera.
 
Yo tengo una cuñada que es de l@s que te deja de hablar por los motivos mas nimios. Motivos que ella magnifica en su imaginación. Como ni en mi familia ni amigos me había encontrado con una situación así, cuando me enteré de que había decidido no hablarme (nos vemos poco), pues ni caso, ella se enfadó y cuando pasaron dos años se desenfadó. Ni siquiera llegué a saber el motivo de su enfado.
Para mi son gente bipolar, manipuladora y casi mejor que no te hablen.
 
Mi padre se lo hacía a mi madre, pero en versión light, o sea, no es que no le hablase, pero no respondía a sus preguntas, le cambiaba de tema, siempre le decía "bueno, ahora no vamos a hablar de eso" o "eso no tiene ningún interés".
A mi padre siempre la ha gustado hablar de las grandes cosas de la humanidad, de los grandes personajes, de las maravillas del mundo, de filosofía, de religión, de los grandes inventos, pero cuando mi madre hablaba de las cosas del día a día, como los gastos de casa o si había que pintar la casa porque ya hacía falta, ahí era donde mi padre miraba para otro lado y trataba a mi madre como si estuviera loca.
Luego el que fue mi marido estaba obsesionado con la ecología, el cambio climático y la libertad (para hacer lo que le daba la gana) y era igual que mi padre; cuando yo le decía "Vamos a poner la comida" el ponía la tele para ver un documental y que me informase sobre que estábamos esquilmando el planeta y bla bla bla. Luego se comía una manzana ecológica, sin lavar y con gusanos y me dejaba como una idiota con mi sopa de pescado, como si yo fuese una criminal por cocer un trozo de merluza.
 
Yo alguna vez lo he hecho, tanto a ex novios como a amigas, pero porque estaba tan cabreada que podría haber soltado cualquier burrada, y antes que eso, prefería limitar la comunicación unos días en la medida de lo posible.
Cuando hago, soy capaz de hacer mucho, muchísimo daño (sin querer), así que me parece menos cruel esperar a calmarme y luego defender tranquilamente mi postura.
 
A mi esto me lo está haciendo mi novio en estos instantes porque segun el le hinche las pelotas porque dice que le amargo la vida. Y como aqui sugiere iniciar contacto, yo no lo veo claro en según que casos donde ves hostilidad o que empeorará la situación.
 
A mi esto me lo está haciendo mi novio en estos instantes porque segun el le hinche las pelotas porque dice que le amargo la vida. Y como aqui sugiere iniciar contacto, yo no lo veo claro en según que casos donde ves hostilidad o que empeorará la situación.
No te lo aconsejo, pues le darás poder. Y el tratamiento de silencio se usa muchas veces de forma abusiva. Pero si puedes consultar con algún terapeuta. Y si le "hinchas" las pelotas, que se las deshinche. Y si le amargas la vida, que se la "endulce".Y respecto a nostras, te mandamos un abrazo.
 
No te lo aconsejo, pues le darás poder. Y el tratamiento de silencio se usa muchas veces de forma abusiva. Pero si puedes consultar con algún terapeuta. Y si le "hinchas" las pelotas, que se las deshinche. Y si le amargas la vida, que se la "endulce".Y respecto a nostras, te mandamos un abrazo.
Muchas gracias por tu mensaje, estoy en un mar de lagrimas porque después de haberme hecho un test de embarazo ayer y estar super preocupada que después de verle raro todo el dia me diga que no le hago feliz y que siempre estoy de morros ha sido para mi un jarro de agua fria. Es verdad que soy muy gruñona pero no me gusta este tipo de conductas tan destructivas de escribir en grupos de whatsapp sabiendo que te leo y pasar de decirme ni putos buenos dias.
 
Yo alguna vez lo he hecho, tanto a ex novios como a amigas, pero porque estaba tan cabreada que podría haber soltado cualquier burrada, y antes que eso, prefería limitar la comunicación unos días en la medida de lo posible.
Cuando hago, soy capaz de hacer mucho, muchísimo daño (sin querer), así que me parece menos cruel esperar a calmarme y luego defender tranquilamente mi postura.
Pero si luego explicas las razones y habláis civilizadamente, y la gente sabe que funciona mejor dejarte un espacio, pues bien hecho.
 
La ley del hielo es una forma de abuso encubierta
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La ley del hielo es un concepto que no es nuevo.¿Alguna vez has sentido como alguien ha dejado de hablarte y no tener en cuenta lo que decías?,¿te has dado cuenta que la otra persona fingía no escucharte, tomaba distancia y evitaba tu compañía? e incluso, ¿has percibido que tus peticiones o necesidades se han pasado por alto haciéndote sentir invisible y anulado/a?.

Entonces, es posible que hayas sido víctima de la la ley del hielo, una forma de abuso psicológico encubierta.

Te preguntarás qué es la famosa ley del hielo o bien es posible que también recuerdes alguna situación personal en la que, a veces, tú también hayas podido u optado por aplicarla de manera inconsciente, sin conocer muy bien la toxicidad y consecuencias negativas que tiene para la otra persona y para ti mismo.

¿Qué es y en qué consiste “la ley del hielo”?
La ley del hielo es cuando no tomamos en cuenta lo que la otra persona nos dice o expresa, fingiendo que no lo estamos escuchando. Así, podemos tomar distancia y evitar su compañía comportándonos como si ésta fuera invisible y pasando por alto sus necesidades y/o peticiones.

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Es una forma de abuso psicológico encubierta que denota no sólo la inmadurez y la falta de inteligencia emocional sino de que se trata de un intento por controlar y vejar a los demás. De esta manera, constituye un comportamiento nocivo y tóxico que puede causar diversos y graves efectos en el otro.

“Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra”

-Georges Clemenceau –

Efectos de la ley del hielo
¿Por qué es tan nocivo este tipo de comportamientos asociados a “la ley de hielo”?

-Causa estrés emocional y traumas:

El hecho de ignorar a alguien puede llegar a hacer que el otro experimente sentimientos negativos muy intensos de devaluación e incomprensión al no saber interpretar el porqué de ese silencio.

-Sentimientos de tristeza y/o depresión:

Estos sentimientos de tristeza y, en algunos casos, de depresión se comienzan a desarrollar y experimentar por el hecho de que cuando ignoras a una persona estas de una forma disfrazada y encubierta acusándola de manera implícita y directa. Y de este modo se torna, a su vez, en una forma enfermiza o tóxica de afrontar un conflicto que no permite el flujo de la comunicación.

-Sentimientos de ira, miedo y culpa:

Estos sentimientos tienen como consecuencia la angustia al no conocer a qué se debe la situación o qué se está haciendo mal por parte del otro. Además el no ser tenido en cuenta se experimenta una sensación de pérdida de control, sentimientos de indefensión aprendida y un fuerte estrés que deriva en una merma de la salud tanto física como psíquica.

-Estrés psicológico:

Junto con la montaña rusa emocional anterior no sólo se destruye el sentido de la autoestima y el sentido de la propia valía, sino que también se observan aumentos en los niveles de estrés, lo que deriva en tristeza, pérdida, extravío, y abandono llegando la víctima a sentir que no tiene control de la situación.

-Cambios en el cerebro:

De acuerdo con los últimos estudios realizados, “la ley del hielo” puede provocar cambios en el cerebro, en concreto, en la corteza cingulada anterior, cuya función es la de detección de los diferentes umbrales de dolor en el ser humano. El hecho de ser excluido e ignorado hace que esta zona cerebral se active cuando a alguien se la le aplica la ley de hielo.



”La ley del hielo más que una actitud de inmadurez y desconsideración hacia el otro"

¿Cómo afecta el silencio que castiga?
El silencio puede traer paz interior, reflexión, calma, atención plena y sosiego, pero cuando se emplea en la ley del hielo, éste se convierte en un arma muy poderosa. Por ello, provoca dolor, frustración, ansiedad, y exasperación pudiendo llegar a ser más agresivo que un ataque verbal.

-El silencio manipula y castiga:

El enojo expresado indirectamente de manera pasivo-agresiva provoca una alta irritabilidad y una actitud manipulativa que confunde y enerva al otro.

-El silencio pretende controlar y es una forma de abuso:

El poder del silencio es muy grande y agresivo, ya que, genera culpa, duda en las percepciones, defensividad y deseos de huir de la situación. Con él nos manda el mensaje de que no somos importantes, valiosos o merecedores de atención.

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-El silencio pretende anular y herir:

El silencio es una forma de mostrar poder y herirte con la que el silencioso pretende provocar que admitas que cometiste una ofensa y te disculpes. Pero, como no sabes cuál es la ofensa, no puedes disculparte.

Y en esta lucha las dos partes involucradas perdéis. El silencioso porque está centrado en su lucha por su afán competitivo y menospreciativo hacia tu persona y tú como receptor pasivo porque sufres al desconocer y no saber cómo actuar.

“El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos”.

-Miles Davis-

-El silencio provoca resentimiento:

Ignorar a alguien es agredirlo y no sólo es doloroso sino que nos hiere en lo más profundo de nuestro ser y provoca resentimiento. Resentimiento que se acumula y más tarde o temprano explota teniendo consecuencias para nuestra salud integral.

Aprende a gestionar de forma saludable la ley del hielo
-La base es una buena comunicación:

Rompe el silencio y comunícate buscando siempre las soluciones más sencillas, en este caso, hablar. No pretendas e intentes resolver el enfado o las ofensas con silencio dando por hecho que el otro puede leer tu pensamiento o debería saber qué te ocurre porque no lo puede saber si tú no se lo expresas. Es mejor que confíes en ti, te acerques a la persona y rompas el silencio.

“Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende”.

-Miguel de Unamuno-

-Comprende que la ley del hielo puede dañar las relaciones:

Al tratarse de una forma de abuso castigas deliberadamente a la otra persona por algo que hizo. Y usarla con frecuencia como una forma de represalia no te servirá como forma de resolver los problemas sino que creará resentimiento en la otra persona como ya indicamos anteriormente

-Se asertivo y fortalece tu autoestima:

Se asertivo y vela por tus derechos. No demuestres ira y tampoco fuerces a la persona de manera pasivo-agresiva para que te hable ni provoques una discusión. Daros algo de espacio hasta que la situación se calme y esforzaros por tener una apariencia relajada y positiva ayudará a al acercarse al otro.

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-Sé empático y trata de ver la situación desde el punto de vista de la otra persona:

Ten en cuenta que la comunicación es recíproca. Por ello, procura sentir empatía por la persona y ver las cosas desde su perspectiva examinando qué aconteció y precedió a “la ley del hielo”.

-Comunícate con humildad y en primera persona:

Hablar en primera persona es una manera práctica y eficaz de compartir lo que piensas y sientes sin culpar a la otra persona. Esto te ayudará a escuchar de manera activa y asertiva.

-Fija límites personales:

Fija tus límites en tus relaciones, ya que, de esta manera estarás incrementando las probabilidades de vivir según y de acuerdo a tus valores personales.

-Desarrolla tus habilidades de comunicación:

Si tienes dificultad para expresar tus sentimientos y emociones siempre puedes buscar un asesoramiento y ayuda profesional que puede enseñarte a comunicarte mejor y de manera asertiva.

-Termina con las relaciones que abusan de ti emocionalmente:

Recuerda que la conducta de ignorar a una persona con el fin de molestarla o castigarla puede ser un arma que puede dañar la autoestima, la autoimagen e incluso la identidad de la persona. No se trata de una herramienta educativa.

Aplicar la ley del hielo no es algo tan sutil ni de tan poca importancia como aparentemente parece sino que es una forma de maltrato y abuso psicológico disfrazado y encubierto de la que tienes que estar alerta e informado/a.

http://www.psicoemocionat.com/1/post/2017/oct/la-ley-del-hielo
 
Muchas gracias por tu mensaje, estoy en un mar de lagrimas porque después de haberme hecho un test de embarazo ayer y estar super preocupada que después de verle raro todo el dia me diga que no le hago feliz y que siempre estoy de morros ha sido para mi un jarro de agua fria. Es verdad que soy muy gruñona pero no me gusta este tipo de conductas tan destructivas de escribir en grupos de whatsapp sabiendo que te leo y pasar de decirme ni putos buenos dias.
Lo hace para hacerte daño. Mi ex iba conmigo y era super amable con la gente de la calle y conmigo luego duro y frío como el hielo. Plantéate si de verdad quieres tener hijos con una persona así. Y si no le gusta estar contigo, puerta y bien lejitos de ti.
 
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